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Prólogo (En este no hay sexo)

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Hola, mi nombre es Sergio y pues entonces en este momento de mi vida me parece perfectamente normal que a un hombre que está entrando a los 40 años le comiencen a llamar más la atención las mujeres jóvenes que las mujeres de su edad. Quizá sea instinto de supervivencia, crisis de la edad, absorción de energía de alguien viejo a alguien joven o quizá todas ellas al mismo tiempo.

Comenzaré una serie de relatos de las vivencias con mujeres más jóvenes que yo y el motivo es que esas cosas no se le pueden platicar a cualquier persona, pero si creo que cualquier persona le podría interesar leerlas, por los motivos que sean.

Debo confesar que la mayoría de mis encuentros han sido con escorts, que fue el camino más claro que encontré para iniciarme en el mundillo de las vivencias sexuales y eróticas. Aunque también debo aclarar que últimamente me he inclinado por la tendencia creciente de las relaciones suggar babys (me caga el nombre por cierto), me parece que está última es el tipo de relación que más se acomoda a mi forma de ser. Y es que a mí me gusta ir a un nivel un poco más profundo, conocer a la persona con la que voy a tener intimidad, generar confianza. Creo que de ese modo se puede vivir más plenamente un encuentro o una cita. Y no me mal entiendan la relación no deja de ser un tema contractual, pero es que a mí además de satisfacer los aspectos físicos también me gustar conocer el aspecto sicológico de una persona, creo que ahí se pueden encontrar datos ocultos e interesantes que incluso a veces ni sus amistades más cercanas conocen.

Me gusta escuchar sus historias y me gusta respetar cualquier tipo de razón que tengan para realizar esta práctica, con sorpresa me he enterado de diversos proyectos y sueños de vida, que comparto y apoyo en el momento que me son confiados.

En cuanto a mi soy un tipo bastante normal, no soy para nada un excelente amante y mucho menos un símbolo sexual jaja. Simple y sencillamente después de una deconstrucción a nivel personal decidí emprender este tipo de vivencias que estoy seguro muchas personas viven día a día, solo que pocos las escriben y aún más las hacen públicas.

Lamento que en este relato no haya habido tanto sexo como es costumbre en este sitio, sin embargo para mí era necesario construir la puerta de entrada al paraíso carnal.

Todos los nombres que cuenten en mis historias serán ficticios, incluso el mío, pero la historias que aquí escriba son 100% reales y lo más fidedigno a cómo lo viví, como lo sentí y como lo recuerdo. Sean tan amables de dejar un comentario si así lo desean.

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