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Se calentó con la cola de mi esposa

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Esto sucedió una tarde de verano. Cumplimos 10 años de matrimonio con mi esposa y yo le hice 2 regalos un vestido corto y amplio color rosa con detalles delicados y un conjunto de ropa interior sensual de satén y lycra en color crema con detalles de encaje adelante. El día en cuestión me dice de ir a un parque a tomar algo. Cargamos 2 colchonetas una mini heladera con cervezas y algunas frutas y partimos hacia el parque. Ella estaba estrenando el vestido que le quedaba muy sexy, bien cortito y con las piernas rellenitas y la cola grande la hacían deseable. Supuse que el conjunto de ropa interior lo estrenaba también pero no pregunte nada, quise esperar a cuando volviéramos a casa. Mi imaginación volaba.

El lugar en el parque era retirado, nos ubicamos en un lugar apartado más íntimo, y encima había poca gente, casi estábamos solos en varios metros alrededor. Tomamos varias cervezas, habíamos colocado las colchonetas una al lado de la otra y empezamos a acariciarnos ya cuando avanzaba la tarde noche nos quedamos dormitando un ratito estaba linda la entrada de la noche. Nos posicionamos ambos sobre cada colchoneta boca abajo.

Al rato de estar dormitando veo hacia el lado de mi mujer una más o menos 2 metros de ella parado, un muchacho de mediana edad sin vivienda notoria que la miraba y se tocaba la zona genital, la verdad me calentó la escena y me hice el dormido pero pude ver lo que pasaba.

Mi esposa se despertó y vio al muchacho, pero lejos de gritar o alejarlo o avisarme, empezó a subirse despacio el vestido, estando en la colchoneta boca abajo, poco a poco iba dejando al descubierto la bombacha de satén nueva bien brillosa y sexy, el hombre dejo al descubierto su pene y empezó a masturbarse vigorosamente, mi mujer disimuladamente se fijó si yo aun dormía y como yo simule estarlo, siguió con lo suyo. Se tocaba la vagina desde atrás por encima de la bombacha y levantaba la cola de la colchoneta, el hombre claramente no daba más se acercó a ella se agacho al lado y mientras con una mano se pajeaba con la otra tocaba la cola de mi esposa por encima de la bombacha, mi esposa jadeo un poquito y en ese momento el tipo expulso una catarata de semen sin mancharla a ella ni una gota, o sea le acariciaba la cola y debe ser que la bombacha era tan tan suave al tacto que le provocaba ganas inmensas de eyacular semen.

Si todo ese semen hubiese quedado en la vagina de mi esposa hoy hablaría de que quedó embarazada y no de mí.

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