Nuevos relatos publicados: 14

¿Se puede amar aun siendo infiel?

  • 2
  • 16.281
  • 9,64 (42 Val.)
  • 0

Aparcó y no pudo menos que extrañarse, uno de ambos autos de él normalmente no estaba pero, ¿los dos? Entró a su casa y todo estaba tal cual lo dejó por la mañana, respiró aliviada cuando por su mente pasó la escena de un robo, dejó su maleta y se dirigió a su recámara; ahí, el panorama era distinto…

______________

Pensaba, lo hacía mientras el agua mojaba su cuerpo, ¿cómo era posible que le hiciera esto?, ¿es que acaso no lo amaba?; a su mente llegó su rostro, su eterna sonrisa; lo imaginó destrozado si llegara a saberlo y el remordimiento le hizo derramar lágrimas, lágrimas de rabia y vergüenza por hacer lo que hacía. Se sentó en el suelo mientras su llanto se confundió con el agua que caía.

Tenía que hacer algo, pensó después de tranquilizarse; lo primero, terminar con esta enfermiza relación en la que había caído; después de eso, vería si contaba con el valor de confesarle su falta. Acudió por la tarde a verlo, no quería aplazarlo ya que, pensaba, sería la última vez que lo vería. La recibió en la puerta, la abrazó mientras buscaba su boca; última vez, pensó mientras lo dejaba hacer.

En la sombra, una cámara inmortalizó el momento.

___________

Los días pasaron y su vida regresó a su cause, se sintió aliviada de terminar con la aventura que la hizo conocer otra faceta en el sexo; placentero si, mucho, pero nada comparado a la seguridad y tranquilidad que le brindaba su matrimonio; se le veía alegre, lo era.

Durante días se preguntó si debería confesárselo o continuar como estaba, “ojos que no ven, corazón que no siente”, pensó para justificarse; de saberlo, quizá no pudiera perdonarla; prefirió correr el riesgo y dejarlo pasar, al final, la aventura ya estaba terminada.

___________

Estos últimos días ha estado extrañamente callado, su respuesta ha sido que tiene mucho trabajo; le conoce y sabe que hay algo más. Trata de indagar en los pocos momentos que se permiten estar juntos pero no logra averiguar algo, su sonrisa ya no lo acompaña y una profunda tristeza se refleja en su mirada; le preocupa como nunca porque le ama, aún con sus faltas que no han hecho mas que confirmarle su amor por él.

Trata de confortarlo, se sabe capaz y lo intenta en la recámara; extraño pero en esta ocasión rehúye a las caricias que tanto le gustaban, está cansado, su parca respuesta.

Por la mañana se levanta y sale al gimnasio y, como es su costumbre en este día, de compras; piensa en prepararle algo que considera le gustará y, tal vez, pueda ver de nuevo una sonrisa en su rostro.

Regresa a casa, no estaba preparada para lo que le esperaba.

Entrar a su recámara y ver que nada de él se encontraba ahí fue el primer golpe de realidad, el segundo, la nota sobre la cama…

“Enterarme fue difícil de asimilar, enterarme por alguien que no fueras tú, rompió la relación; por favor no me busques, mi abogado se pondrá en contacto contigo.”

La infidelidad la disfruté un día, pensó, ¿qué voy a hacer el resto de mi vida?

(9,64)