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Sexo alejado de la gente
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Airu Maeda (24). Altura: 155 cm. Peso: 48 Kg. Medidas: (B)81F – (W)62 – (H)86 Cumpleaños: 27 de octubre

–… «Está bien que yo lo invite»… Inoue… ¿Te gustaría ir a la playa conmigo?… –susurró Airu con su voz suave y seductora.

Hajime sintió cómo su pulso se aceleró, intrigado por la propuesta.

–Por supuesto Maeda… –respondió Hajime, emocionado por la idea de pasar tiempo a solas con ella.

Esa fue la razón por la que hoy Hajime vino a la playa y al encontrarse con Airu fueron a los vestidores públicos a cambiarse.

Airu era una joven de apariencia tímida, pero con una llama ardiente que la quemaba por dentro y hoy anhelaba liberar, habiendo invitado a Hajime a pasar un día en la playa, tenía en mente algo más que solo disfrutar del sol y las olas del mar.

Escapar a un lugar más privado e íntimo donde dar rienda suelta a sus deseos.

Mientras se preparaba para la ocasión, se enfundó en un escandaloso bikini blanco que no dejaba nada a la imaginación provocando un cosquilleo sobre su piel, su cuerpo estaba perfectamente delineado a través de la tela.

Mirándose en el espejo resultó que el bikini era tan ajustado que permitía vislumbrar la suave curva de sus senos y las líneas de su cadera, era una invitación tentadora al pecado.

Saliendo de los vestidores ambos se encontraron y cuando Hajime la vio quedó instantáneamente hipnotizado por su belleza, perdiéndose en su figura seductora el bikini realzaba cada una de sus tentadoras curvas.

Airu miró nerviosamente a Hajime y antes de que pudiera hablar lo tomó del brazo y salieron caminando juntos.

–¡Uhmm!… Maeda…

–Ya te he dicho que me llames Airu … pero dime… ¿pasa algo malo?…

–Lo siento… Airu… solo quería decirte que te ves muy linda… «No le puedo decir que sus senos están tocando mi brazo»…

Hajime podía sentir la mirada de todos los demás hombres sobre la escultural figura de Airu mientras caminaban, por lo que buscaron una zona apartada de la playa donde hubiera pocas personas y poder tener algo de privacidad.

Una vez que estuvieron a salvo de miradas indiscretas, Airu se detuvo y se giró hacia Hajime, con una mirada llena de deseo y una sonrisa traviesa en sus labios, ella había sacado una botella de bloqueador solar y mientras se acercó sin más le susurró al oído.

–¿Te importaría ayudarme a ponerme bloqueador solar, Hajime?… –Con voz suave y melódica, para luego morderse el labio inferior.

Sin decir una palabra Hajime asintió, pues era incapaz de resistirse a los deseos de ella.

Hajime tomó el bloqueador solar y lo abrió, mientras Airu extendió una toalla y se recostó boca abajo.

Arrodillándose al lado de ella, Hajime solo vertió una generosa cantidad de bloqueador solar en sus palmas, antes de que sus dedos rozaran la piel de Airu, moviéndose con suavidad y destreza, acariciando su espalda, sus hombros y deslizándose hasta su cintura.

Incluso sintió deseo por tocar las nalgas de ella, pero al mismo tiempo sabía que sin el consentimiento de Airu sería un delito, por lo que cuando terminó se lo hizo saber.

–Termine Airu… «Esto es de alguna manera demasiado erótico»…

–Más abajo por favor… –Susurró ella, con su voz llena de deseo.

–¿Segura Airu?…– Pregunto Hajime quien parecía incrédulo.

–Por supuesto…

Al fin tenía su consentimiento y no lo dudó dos veces, tomando un poco más de bloqueador solar, Hajime siguió obedientemente sus instrucciones, deslizando sus manos hacia abajo, acariciando suavemente los contornos de sus caderas, deslizándose hacia su trasero y muslos.

La respiración de Airu se volvió más agitada y sus suspiros se convirtieron en gemidos que le costó trabajo contener, mientras Hajime continuaba su atrevido masaje explorando cada centímetro de su cuerpo, despertando sensaciones que ella nunca antes había experimentado.

Cuando Hajime finalmente terminó de aplicar el bloqueador, Airu giró su cabeza y sus miradas se encontraron, había un deseo latente entre ambos.

–Ahora si, ya terminé Airu…

–Muchas gracias, pero bueno ahora… ¿Haces lo mismo sobre mis senos?…

–… Sobre tus senos… ¿Es una broma?… «Acaso escuche mal… será mejor que le pregunte»… –Fue lo que pensó Hajime.

Sin embargo, no obtuvo respuesta por parte de Airu la cual se sintió avergonzada por lo que Hajime volvió a preguntarle.

–¿Es una broma verdad?… «Por poco y casi cometo un delito»…

Pero ella antes de responderle solo se sentó y desató el nudo de la parte superior de su bikini dejando sus senos al descubierto, para que Hajime supiera que no era una broma y pudiera tocarlos.

–Podrías… en realidad frotar un poco de bloqueador solar en mis senos…

Esta vez fue Hajime quien no pudo responderle ya que se encontraba petrificado mirando los senos de Airu, por lo que para traerlo a la realidad de lo que pasaba ella lo beso.

–«Airu me acaba de besar…»…

–¿Qué tal si mejor nos apartamos de este lugar?… Alguien podría vernos… Sus ojos brillaban con anticipación mientras le guiñaba un ojo.

–¡Está bien!…

Airu se puso de pie y tomando la mano de Hajime se adentraron en un rincón solitario de la playa, rodeados por altos acantilados y ocultos de las miradas del resto de personas.

Acomodando su toalla una vez más y al arrodillarse también se despojó de la parte inferior del bikini quedando expuesta ante los ojos de Hajime que no salía de su asombro, ella comenzó a deslizar sus manos por sus voluptuosos senos, sintiendo cómo sus pezones se endurecían bajo sus delicadas caricias.

–«Estoy tocando mis senos frente a Hajime»…¡Hghhh!…

–«…Quiero tocar los senos de Airu… pero no es el lugar»…

Hasta que en medio de su excitación, Airu tuvo una idea perversa que se apoderó de ella y llevó los dedos de una de sus manos hasta su boca y los humedeció con su propia saliva antes de bajar lentamente por su vientre y aventurarse a tocar la sedosa textura de su exquisitamente depilada vagina.

Un gemido incontrolable escapó de sus labios entreabiertos, mientras su cuerpo se retorcía de placer.

–¿Estás listo para jugar Hajime?… susurró ella con voz seductora.

Perdida en la lujuria, Airu se deleitaba al descubrir la exquisita humedad que envolvía sus dedos al bañarse en sus propios jugos íntimos, mientras su otra mano acariciaba sus senos, sin embargo Hajime estaba más preocupado por ser descubiertos.

–¿Acaso no te gustaría sentir lo mojada que estoy?… –susurró una vez más en voz seductora y llena de deseo.

–¿Y si nos descubren Airu?…

–¡Huuu!…

Airu ni siquiera le puede responder y cerrando sus ojos se deja llevar por lo que está haciendo, muerde su labio inferior y cada vez se excita más, frotando su clítoris seguía esperando a que Hajime satisfaga sus ganas.

Sus pezones ya estaban sensibles y no puede contener más sus gemidos, el cuerpo de Airu necesita algo más que solo sus dedos para dar rienda suelta a sus fantasías y su respiración empezaba a acelerar y se ayudaba con un movimiento de sus caderas para así poder liberar su primer orgasmo.

–…Ven te necesito en este momento… no hay nadie alrededor… ¡Ughhh!…

Sus palabras y acciones aumentaron el fuego que ardió dentro de Hajime llevándolo más cerca al precipicio del placer.

Sin poder resistirse más solo se lanzó sobre Airu y la besó, mientras igual que un pulpo aprovechó para tocar todo su magnífico cuerpo.

–Hajime… si que me tenías ganas…

–No te lo puedes imaginar…

Sus lenguas se entrelazaron y Airu se dejaba llevar al sentir como le apretaba los muslos, Hajime le beso el cuello y fue bajando hasta sus senos.

Sus labios devoraban los senos de Airu con hambre insaciable, yendo de derecha a izquierda jugueteaba con sus pezones haciéndolos endurecerse aún más, provocando en ella un deseo desmedido de sensaciones que la consumía por completo.

–Deseo sentirte dentro de mí…

En medio de ese torbellino susurró con voz entrecortada, anhelando que el pene de Hajime penetrara su sedienta vagina, nada más importaba en ese momento y sólo ansiaba unirse a él en un acto carnal inolvidable.

Impulsados por un deseo irrefrenable la excitación nublaba toda conciencia de la relación laboral que compartían y de la cual ya se preocuparían cuando se volvieran a ver en el trabajo.

–Tus… senos son hermosos…

–Hajime…¡Nhhh!…

Los dedos de Airu se deslizaron con audacia, desabrochando los botones del shorts de Hajime, mientras su mano ansiosa se aventuraba en busca de su recompensa y se encontró un pene que se erigía majestuoso y robusto, despertando en ella una mezcla de admiración.

Sin embargo Hajime tenía otra idea en mente y con destreza hizo que sus caricias descendieran por el abdomen de Airu hasta llegar a su vientre, provocando deliciosas sensaciones que la hacían estremecerse.

–Quiero… hacer más cosas con Airu… que solo jugar con sus senos…

–¡Haaa!… Increíble… ¡Ahhh!…

Admirando su suave y húmedo tesoro era una visión tan provocativa que lo incitó a acomodarse entre las piernas de Airu y se entregó a la deliciosa tarea de devorar su intimidad con ansias insaciables.

–Estás extremadamente mojada…

–¡Más… tócame más!…

Abriéndose camino en la vagina de Airu cada lamida era una invitación a desvanecerse al sentir como Hajime exploraba cada rincón de su intimidad, su cuerpo se arqueaba de placer cuando succionaba su clítoris con un arte exquisito, mientras sus dedos se adentraron en ella.

El deleite que lo invadía era enloquecedor y en medio de esa intensidad estaba a punto de alcanzar un nuevo orgasmo, Airu estaba al límite ante la exquisita habilidad oral de Hajime y entregándose, sintiendo cómo su cuerpo temblo antes de contraerse.

–¡Huuu!… No puedo… contenerlo más…⁠

El movimiento de su lengua hizo que Airu tuviera un nuevo orgasmo, sin embargo esta vez ella no quería que parara, así que sujetó la cabeza de Hajime con sus manos y se aseguró de que no abandonara su cálida gruta manteniéndolo firmemente en su lugar.

En ese momento Hajime sentía como Airu se vino y la sujetó por las caderas, pues eso lo excitó, bebiendo todos los fluidos expulsados por ella que no paraba de gemir y por lo apartado nadie la escuchó.

–«Ya quiero poner mi pene dentro de ella»…

–¡Nhaaa!.. Esto… se sintió… increíble…

Por lo que cuando Hajime se apartó y se puso de pie se despojó de sus prendas quedando completamente desnudó para dar rienda suelta a sus deseos más profundos, pero Airu sentía el deseo de retribuir el favor, aunque en realidad deseaba saborear su pene desde que lo tocó.

Con una mirada por parte de Hajime esa fue la invitación donde el placer oral se convertiría en un vínculo íntimo que compartieron.

–… Y pensar que he estado… preocupada por este día…

–¿Preocupada por qué?…

–De que no aceptaras salir conmigo… y sobre todo que no te gustara hacer este tipo de cosas…

–En realidad, siempre he querido tenerte así Airu…

Lentamente y sin perder el tiempo Airu acercó su rostro antes de envolver su boca alrededor del pene de Hajime que ya se encontraba empapado.

–Incluso cuando… estás exponiendo… tu lado atrevido… ¡Hmmm!…

–¡Lo entiendo Hajime!…

Airu comenzó a saborearlo con su lengua demostrando su devoción, mientras sus manos acariciaban sus propios senos de manera seductora, aumentando aún más la intensidad del momento que ambos compartían.

–¿Te gusta esto Hajime?…

–¡Sí!… ¡Mhmmm!… Solo no pares… «Todavía no puedo creer que Airu este lamiendo mi pene»…

El placer que Hajime experimentaba era inigualable, ya que aquel momento de sexo oral por parte de Airu superaba todas sus anteriores experiencias.

–Nunca había sentido algo tan increíble… –susurró entre jadeos de deleite y se entregaba al placer proporcionado por ella.

Hajime ardía de deseo por penetrarla y Airu por su parte anhelaba ansiosamente ese mismo momento, mientras sus miradas se encontraban ambos sabían que el momento había llegado.

Apartándola para no llenar la boca de Airu con su semen, Hajime se sentó sobre la toalla que estaba en la arena.

–Sube, quiero verte sobre mi pene…

–Está bien…

Por lo que Airu con determinación se colocó encima y sin preocuparse por el condón sintió como el pene de Hajime se abrió paso perfectamente dentro de su vagina que estaba siendo penetrada.

–… Hajime… ¡Ahhh!…

–«Está muy apretada… esto es increíble… sus caderas se mueven a un ritmo…»

Ella era una verdadera experta en cabalgar y pronto Hajime comenzó a deleitarse con sus movimientos, llevándolo al límite del placer. Sin poder contenerse, Hajime se aferró a ella por la cintura, sincronizando sus movimientos con los suyos, combinando ritmo y fuerza que los consumía a ambos.

–¡Ahhh!… Hajime quiero más… que rico se siente…

–Eres la mejor…

–Y tú qué buen pene tienes… ¡Hyaaa!…

–Es tuyo Airu… así que asegúrate de disfrutarlo… «Siento que podría correrme en cualquier momento»…

Incluso cuando ella misma decidió cambiar de posición, anhelaba más y lo necesitaba desesperadamente, así que adoptó la posición a cuatro patas.

Sus pechos rozaban suavemente la toalla mientras sus dedos se adentraron en su interior, encontrando su lugar húmedo y resbaladizo, deleitándose en su propia autocomplacencia.

–¡Hmmm!…

–Airu… eres toda una pervertida y me gusta…

Sin contenerse se tocó y sus caderas se movían con un ritmo frenético sin descanso, su espalda se arqueaba y los fluidos descendían por sus muslos dejando un rastro a su paso, mientras Hajime tomó su posición.

–Hajime… está bien para mí… si te pones algo rudo…¡Hghhh!…

–Aquí voy…

Buscando la abertura de su vagina al estar detrás de Airu con un movimiento preciso introdujo por completo su pene de manera decidida y ella comenzó a jadear de placer.

Hajime bombeaba su pene sin descanso en la estrecha y sumamente mojada vagina de Airu, manteniendo el ritmo disfrutaba también al darle nalgadas.

–¡Haaa!… Que bien me la metes Hajime… me estoy corriendo otra vez…

Sujetando con fuerza a Airu por las caderas solo arremetía y era como si la estrecha vagina de ella estuviera masticando el pene de Hajime, golpeando una y otra vez ella aguantaba tanto placer y disfrutaba la forma en cómo se movía dentro de ella.

–«Todavía no puedo creer… que este teniendo sexo con Airu»…

–Esto es… increíble Hajime… ¡Hghhh!…

–Y yo… solo quiero… hacerte sentir aún mejor…

Cuantas veces no se tocó frente al espejo de su habitación imaginando este momento donde se veían reflejados teniendo sexo y eso la ponía más excitada, tumbada boca abajo con el rostro desencajado sobre la toalla.

Sentía el pene de Hajime entrando y saliendo de ella con movimientos fuertes y a la misma vez Airu necesitaba más placer por lo que llevo sus manos hasta sus senos y los acarició de tal manera que ese estímulo la llevó a un nuevo orgasmo.

–«… Quiero seguir jugando con ella… aunque no sé cuánto más podré resistir»…

–¡Hmmm!… Sigue… manteniendo tu… pene dentro de mi vagina…

Una sensación de calor y placer envolvía el cuerpo de Airu provocando que se estremeciera, Hajime sentía como la vagina de ella se contraía inundada de fluidos y lo único que podía hacer era disfrutar la forma en la cual ella gritaba su nombre.

Los fluidos no dejaban de escapar de ella y el sonido era como si estuvieran saltando sobre un pequeño charco de agua, su cuerpo no reaccionaba y Hajime solo se la sacaba antes de volver a entrar de manera rápida y con fuerza calando en lo más profundo de su ser.

–¡Hajime… Increíble… ¡Haaa ahhh!…

–Todavía no he tenido suficiente… dime qué puedes seguir…

–¡Hmmm!.. Está llegando hasta el fondo…

Nunca había experimentado tener un orgasmo detrás de otro, mientras el pene de Hajime invadía su vagina Airu no quería que parara, sabía cómo moverse y lo hacía espectacular, era como si tocará cada fibra de su cuerpo.

Incluso Hajime le advirtió que muy pronto se correría, pero a ella poco le importó y solo le rogó que la llenara con su semen, obedeciendo su petición solo se dejó llevar por el placer.

–Lo siento Airu… creí que podría… seguir, pero creo que… estoy llegando a mi límite…

–… ¡Hmmm!… Entonces córrete… dentro de mi…

En ese momento ella era una puta que estaba teniendo el mejor sexo de su vida y sobre todo con el hombre que amaba, mientras Hajime se movió más rápido y comenzó a correrse dentro de Airu quien dio un grito liberador.

–¡Ahhh…Haaa!… No puedo soportarlo más…

–Y yo también… he sobrepasado… mi límite Airu…

Habiendo terminado Hajime reposo su rostro en la espalda de Airu, mientras recuperaba algo de fuerza en sus piernas para así descansar al lado de ella, tomándose unos minutos para recobrar el aliento.

–… Lo siento, se sentía tan bien… «Esto es malo me vine dentro de ella»… hice algo terrible…

–Está bien… después de todo siempre he soñado con este día… así que por favor asegúrate de darme más…

–Airu eres fantástica…

Recostado al lado de ella descansaron juntos antes de que Airu bajará hasta el pene de Hajime y comenzó a lamerlo lentamente pasando su lengua para así limpiarlo y eso provocó que se le pusiera duro nuevamente ante sus ojos.

–… ¡No sé si querías limpiar mi pene… o que tengamos sexo de nuevo!…

–¿Acaso… no te gusta?…

Esas palabras la excitaban de sobremanera y aumentó el ritmo de sus lamidas antes de meterlo dentro de su boca tocando la campanilla de su garganta y eso provocó que tuviera arcadas.

Por lo que ella también lo masturbo utilizando sus senos mientras al mismo tiempo le lamía el glande, lo cual provocó que Hajime terminará disparando su semen nuevamente pero está vez sobre los senos de Airu quien luego empezó a lamer sus propios senos para limpiar todo el semen con su lengua mientras Hajime veía el improvisado espectáculo.

Cuando todo había terminado se miraron con complicidad y ambos se volvieron a vestir, aparentando ser dos personas normales.

–No te lo dije, pero ese bikini se mete entre tus nalgas… y eso me gusta…

–…Lo hice pensando en ti… pero no esperaba que hubiera tanta gente…

–Bueno eso ya no importa Airu…

**

Aquel día en la playa sería solo el comienzo de sus encuentros, mientras el sonido del océano se desvanecía en la distancia, caminaron entre la multitud como si nada hubiera pasado, Airu sintió como el semen de Hajime empezaba a salir de su vagina manchando su bikini y eso la excitó nuevamente.

–Será mejor ir a la estación…

–Descuida le dije a mis padres que no llegaría a casa hoy…

–Tu planeaste esto desde un principio… ¿Verdad?….

–Tal vez… ¿Pero dime qué te gustaría hacer?…

–Llevarte a mi casa… pues aún tengo muchas ganas de estar contigo Airu…

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MGPC0702
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