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Sexo en la Patagonia

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Gracias a uno de mis hobbies al fin puedo viajar a Argentina para reunirme con unos buenos amigos, pero antes de llegar al evento en Buenos Aires, otro grupo de amigos me invita a una hermosa ciudad austral, cosa que acepto feliz porque aprovecho para conocer a una hermosa amiga que vive en ese lugar de la Patagonia.

Llego retrasado al lugar de la reunión porque el vuelo como siempre se demoró, busco ansioso entre la gente a mi amiga, pero me distraen los amigos que me esperan, así entre saludos, cálidas bienvenidas y brindis por fin la veo, sentada cerca del fuego con unos jeans, botas, chamarra que ocultaba por completo sus maravillosos senos y gorra porque hacía frío, bebía una copa de vino, le grité, volteó al escuchar su nombre, levante y moví la mano para que me viera, se levantó y fue a saludarme, me encanta su aspecto, intelectual y sensual, detrás de esos lentes sus brillantes ojos, su sonrisa, su voz tan cercana se escuchaba maravillosa.

La abrace muy fuerte por la emoción y porque quería sentir las formas exquisitas de su cuerpo de tentación, sin embargo la chamarra y ropa era demasiado gruesa, sólo sentí la tibieza de sus mejillas y de su boca.

Durante el resto de la reunión disfrutamos de unos deliciosos cortes y por supuesto vinos argentinos, así como del calor de las fogatas, no podía permanecer mucho tiempo a solas con ella, ya que mis amigos constantemente interrumpían, empezó a oscurecer, el frío aumentó, la gente se empezó a reunir en grupos más compactos, algunos más se fueron, para ese momento ya podía estar más tiempo con ella, así que aprovechado el frío y las sombras pude abrazarla, besarla, sentir esas increíbles curvas debajo de toda la ropa que llevaba, besaba de una forma muy rica su lengua jugaba con la mía, nuestros cuerpos se pegaban uno al otro buscando su calor.

Amablemente el dueño del lugar me dijo que mi habitación estaba lista para ocuparla cuando quisiera, situación que aceptamos felices, era un cuarto rústico de piedra con madera, pieles en las paredes, en el piso y la cama, había, una pequeña sala, un frigobar y una chimenea ya encendida con leños a un lado, una cocineta y un baño.

Todo lucía excelente, el calor de la chimenea era en verdad acogedor a eso le sumamos el vino y nuestra excitación, las chamarras cayeron al suelo, nosotros al pequeño sofá cerca de la chimenea.

Al fin pude sentir esos maravillosos senos, le quité el suéter, bajo éste llevaba un polo ajustado que dejaba admirar su hermoso torso, tenía los pezones firmes y marcados bajo las prenda.

Me abrazó y frotó sus piernas en mi pene erecto, lo acarició también con sus manos sobre el pantalón, se separó de mi, dirigió sus pasos hacia el baño y me pidió que esperara un momento, así lo hice, estaba muy excitado y esperando.

De pronto con su sensual voz me pidió que cerrara los ojos, obedecí, escuché sus pasos hacia donde yo estaba y su voz cuando me dijo que abriera mis ojos, ufff la vista era maravillosa, ahí estaba ella con un liguero, bra, tanga y medias, todo de color rojo, sus hermosas piernas, cintura y tetas lucían increíbles ella sonreía al ver mi cara de satisfacción, su sonrisa sexy y seductora aumentaba mientras se acercaba a mi, una vez que la tuve enfrente me preguntó si me gustaba lo que veía, le contesté que me encantaba, ella empezó a tocarse se frotaba los senos y la vagina mientras yo miraba extasiado, con gracia y cuidado se despojó del bra, después de la tanga, pude ver que ésta ya estaba mojada al igual que su vagina de la cual caía una gota de sus jugos, se dejó caer de rodillas frente a mí, desabrochó mi pantalón, sacó mi falo erecto para besarlo, después recorrerlo con su lengua juguetona y finalmente meterlo por completo en su boca, después de succionar por un momento lo puso en medio de sus deliciosas tetas aprisionándolo y besándolo, yo acariciaba su cabellera, también tocaba sus tetas sintiendo sus pezones duros, pero suaves.

Estaba a punto de venirme así que la separé, me puse de pie mientras la besaba y me sacaba el resto de ropa, una vez desnudo la tiré sobre la cama con las piernas abiertas para besar su mojada vagina, primero metí un par de dedos pude sentir esa deliciosa calidez y humedad, empecé a besarla desde la frente, bajando por su cara, cuello, en las tetas me detuve, las recorrí todas, dando pequeños mordiscos a los pezones, descendiendo por el abdomen mientras con mis dedos jugaba con su vagina sintiendo como estaba cada vez más mojada, al llegar mi lengua a su cavidad vaginal sentí como se estremeció, más aún cuando mi lengua penetró, después de meter y sacar mi lengua unos momentos, me puse a jugar con su clítoris, movía con rapidez mi lengua rosando ese pequeño botón, lo succionaba lo apretaba todo para hacerla ponerse tensa dejando llevarse por esa explosión de placer acompañada por sus jugos que mojaron mi boca y barba.

En seguida me abrazo y me pidió que la penetrara, cosa que hice con enorme placer, mi verga resbaló por sus mojados labios vaginales sin problema, bombeando rítmicamente acariciando sus tetas y observado su vaivén, cada vez más rápido, antes de venirme la cargué y me dejé caer en la cama para tenerla sobre mi mirando como subía y bajaba al igual que sus bellísimas tetas, cada vez más rápido y fuerte mis manos acariciaban sus nalgas y pliegues anales, incluso metí un dedo a su ano mientras seguía moviéndose, con la boca besaba y mordía esos pezones, en un instante sentí como sus piernas se apretaron al tiempo que dejaba escapar otro chorro de tibio líquido de su vagina que sentí sobre me erección, en seguida se bajó, se puso en cuatro y me pidió que le diera por el ano, con lo mojados que estábamos no hubo ningún problema, la penetré fácilmente, tener esa vista de su espalda y nalgas mojadas por sus jugos y sudor moviéndose rítmicamente era sublime, después de meter y sacar mi verga en esa posición, con un rico gemido se mojó nuevamente mientras yo dejaba salir finamente la leche contenida en un chorro caliente dentro de su apretado culo.

Caímos los dos exhaustos y abrazados, pero muy satisfechos.

Marko

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