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Sexo sin compromiso, trío

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Hola, les contaré mi primer relato y mi inicio en tríos e intercambios. Llevábamos un matrimonio de 10 años con mi esposa, yo 36 y ella 33, en nuestra intimidad siempre hablamos de integrar a alguien, ya sea hombre o mujer y disfrutar del sexo sin compromiso, después de un tiempo llego a nuestro barrio un matrimonio un poco mayor, ella 38 y el marido 48, nos fuimos conociendo y entramos en confianza, más con ella que con él, pero nunca le hablamos de nuestras verdaderas intenciones, las cuales eran invitar a ella a un trío con nosotros, Verónica, como es su nombre, era una mujer bien atractiva, unas caderas redondas y un trasero que resaltaba a simple vista, sus senos se veían no grandes, pero redondos y duros, yo con mi esposa fantaseábamos con tenerla entre nosotros, Verónica se hizo bien amiga de mi esposa y yo me aleje un poco para que se creará confianza entre ellas, al poco tiempo mi esposa le empezó hablar de nuestra intimidad y lo bien que lo pasábamos juntos, ella en cambio su reclamo era que su esposo era solo trabajo y trabajo y las veces que lograban tener intimidad, todo terminaba mal por lo rápido que acababa su esposo, no tenían química en la cama.

Llegó el cumpleaños de mi esposa e invitamos a Verónica que nos acompañará a comer fuera de la casa, a un restaurant bien conocido, allí conversamos y unos traguitos, al volver a nuestra casa, ya era tipo 11 de la noche, Verónica nos quiso acompañar un ratito antes de irse a su casa, unos traguitos más y la cosa se puso interesante, ambas comenzaron a bailar y moverse, yo solo observaba, mi esposa comenzó a sacarse su blusa y quedó solo con sostén mientras Verónica al parecer se sintió atraída y cada vez más cerca de mi esposa, llegaron a abrazarse y tocarse, ambas quedaron solo con ropa interior.

Verónica una morena preciosa, mi esposa nunca había insinuado siquiera querer estar con una mujer y sin embargo la besó, acarició y le besó su entrepierna por sobre el calzón, para que les digo mi excitación al verla a ambas, después fue el turno de Verónica, pero ella fue más allá, le quitó sostén y calzones a mi esposa y la lamió y chupo completa, estuvieron en eso como media hora sobre la alfombra, sin lugar a dudas las 2 tuvieron orgasmos por sexo oral entre ellas.

Mi esposa se acercó a mi y comenzó a bailarme y tocarme, mientras Verónica solo miraba y una que otra vez tocaba a mi esposa, de a poquito se fue acercando y pude saborear lo delicioso de su cuerpo, unos senos duros con pezones pequeños y una vagina depilada y jugosa, nos fuimos al dormitorio y por fin las tuve a las 2, fue excitante, las 2 estaban muy calientes, mojadas a más no poder, entre ambas me hicieron un sexo oral que tuve que contenerme para no acabar en ese mismo momento, a Verónica le lamí y chupe su vagina hasta sentir sus jugos que le corrían por los muslos, mientras ella le acariciaba y chupaba los senos a mi esposa.

Verónica por un momento se paró de la cama e insinuaba colocarse contra la pared, yo sin más aproveché de girarla y contra la pared , le abrí las nalgas y le puse mi pene entre sus piernas, ella sola lo tomó y se lo coloco en la entrada de su vagina, solo me quedó empujar y de a poquito la fue abriendo, una vagina estrecha y caliente, de más está decir que fue lo máximo disfrutar de su cuerpo, ella se notaba que le gustaba y solo atinaba a quejarse y empujar su trasero contra mi miembro, tuve unas ganas de acabar dentro de ella y llenarla, pero me contuve, pues mi esposa estaba esperando su turno, cuando Verónica pidió descanso, tuve la oportunidad de disfrutar a mi esposa, quien estaba tan o más excitada que lo normal, como por nuestra convivencia diaria yo ya la conocía perfectamente en la intimidad, a los pocos minutos logró su último orgasmo y yo pude acabar.

En el intertanto Verónica le había avisado a su esposo que estaría con nosotros y que terminando el cumpleaños la iríamos a dejar, que en realidad vivía relativamente cerca, lo que sucedió tipo 2 de la mañana.

Resumiendo salió todo estupendo y fue nuestro primer trío y el inicio de nuestra vida en el sexo sin compromiso, más adelante vendrían otros tríos e intercambios que son para otra historia.

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