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Soy tu putita

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Nunca me había pasado. Si fuera en la vida real diría que fue amor a primera vista. Pero sucede que no fue la vida real y tampoco fue amor. Fue un correo de uno de mis queridos lectores y en lugar de amor fueron unas ganas enormes de darle las nalgas.

Me pasó hace algunos meses, una madrugada en que no podía dormir o más bien no quería dormir je, je. Mi marido y yo habíamos cogido como de costumbre, pero yo me quedé con ganas y él solo tenía ganas de dormir. Necesitaba hacer algo, como llamar a mi vecino que me coge delicioso, pero a esa hora era literalmente imposible. Así que necesitaba pensar en algo más. Mi panochita estaba muy mojada y palpitaba pidiendo verga. Tenía ganas de masturbarme y recordé los deliciosos correos que me envían mis lectores y de inmediato supe que esa era una gran idea. Miré a mi marido que estaba profundamente dormido y pensé para mis adentros que en venganza por haberme dejado así, le iba a ser infiel leyendo las cosas ricas que me escriben y enviándoles alguna que otra foto. Así que sin más salí de mi recámara totalmente desnuda, tomé mi laptop y me fui a la sala a revisar mi correo.

No sé quién es, no tengo una foto de él, pero nada más leer sus primeras líneas me hizo sentir cositas ricas y después de leer su mensaje acabé teniendo uno de los más ricos orgasmos, sin siquiera haber sido penetrada. No tenía claro cuánto me gusta que me dominen hasta que leí lo que él me escribió.

Luego de ese mensaje, días después me envió otros dos iguales de ricos y excitantes y sin más dejó de escribirme. Como no sé si vuelva a escribirme, decidí compartir las cosas ricas que me dijo para que sepa que lo recuerdo y como una forma de agradecer todo lo que me hizo sentir. Lo único que se de él, aunque no sé si sea su nombre real, es que se llama Dan GJ. Esto es lo que me escribió:

“Me dejaste seco bebé.

Hola putita,

No sabes lo jodidamente caliente que estoy, llevo todo el día con la verga creciéndome en los bóxers y hasta ahorita me la he podido sacar para jalármelo. Y sucede que me encuentro con tus relatos de puta y me pongo aún más pinche caliente después de leer tus aventuras de zorra. Me estoy imaginando bien rico y suave ese culito, como para meterte unas pinches nalgadas bien puestas.

Me estoy imaginando empinarte y empezar a frotar mi verga contra tu culito mientras te aprieto esas tetas. Quiero ver que te vistas súper sexy para mí, con una tanguita de encaje porque me voy a masturbar con mi pito entre tus nalgas y tu tanguita.

Te confieso que tengo un fetiche bien cabrón con la ropa interior entonces después de cogerte me voy a quedar tus braguitas. No tienes idea de cuántas veces ya me vine viendo la fotito de tu tanga en tu relato. Me excita mucho que lo sepas, soy un pinche puerco y te voy a coger así, porque eres una pinche puta igual de sucia que yo, ni te hagas. Cuando era más joven me robaba las braguitas de las hermanas buenotas de mis amigos, me jalaba la verga con ellas puestas y me venía así, las dejaba llenas de mis mecos y las regresaba para que las usaran con mi semen fresquito. Me atraparon un par de veces y algunas tuvieron final feliz. Si quieres te puedo contar más sobre eso, porque me excita mucho.

Sí quiero que me la dejes bien babosita mamándomela (bien que te encanta chupar verga ¿verdad?) para después ponerte en 4 como la perra que eres, y te voy a empezar a azotar esas nalgas hasta dejarlas rojas putita. Te las voy a morder para que sepas a quién le perteneces, quién es el dueño de la puta que eres. Tú eres mi puta y yo soy tu papi, y voy a usar todos tus hoyitos para divertirme como se me antoje. Así con tu carita en la cama y el culo al aire como una ofrenda para mí, me voy a montar en ti, te voy a pisar la cara con un pie mientras te penetro, con mis bolas golpeando tu coñito para estimularlo zorra, impulsándome más adentro de ti mientras agarro tu cabello que seguro es tan hermoso, jalándotelo para penetrarte más profundo.

Cuando tengas el culo destrozado me vas a limpiar la verga, vas a pasar tu lengua por mis huevos sin dejar de sonreír y susurrar que eres mi juguetito sexual. Después te voy a abrir las piernas para taladrarte la vagina. Me encanta imaginar tu vocecita gimiendo para mí, que te dé más duro, que eres mi pinche putita y que me perteneces.

Ya estoy por venirme, y para que me vacíes los huevos quiero usar tu boquita de puta. Voy a usar tu carita, te voy a echar mi lechita en tu garganta y te la vas a tragar y me vas a agradecer por dártela. Te mando esto justo en el momento que estoy disparando mi semen para ti bebé. Dios, cómo me prendes.

No tienes idea de lo rico que me la acabo de jalar contigo. Espero no haberme pasado con todo lo que te dije, pero tú mejor que nadie sabes cómo se pone uno cuando está caliente”

Si querido Dan. Ya te lo dije… Soy tu putita.

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