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Tarde triste en el cine Venus

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Hola queridos. ¿Cómo están? Hoy quiero relatarles una historia que acaba de suceder. Quien haya leído mis relatos sabe que he pasado momentos deliciosos en el cine Venus, pero esta vez... fue algo triste.

Resulta que, a partir de mi primer relato "Una tarde deliciosa en el cine Venus" mi correo se llenó de mensajes, que les gustaba mi relato, que yo parecía una mujer interesante, que si aceptaba salir, etc...

Pero hubo uno en especial que me llamó la atención... Se trata de una persona que llamaré "X" que tenía una manera tosca y fuerte de escribirme, siempre me ha gustado ser tratada como princesa pero esta vez, su forma brusca me acariciaba, como si de un macho en celo se tratase, uno grande y fuerte, al menos así lo imaginaba cada que leía su mensaje.

Era excitante la manera en que me llamaba "zorra" aún sin conocerme, nadie que me conociera me llamaría así, soy lo que soy, pero siempre soy respetuosa.

No sé por qué lo hice, generalmente no doy mi número telefónico, pero esa forma de tratarme me llenaba de curiosidad y por qué no decirlo, de morbo, supongo que como cualquier mujer y aún más a mi edad me sentí atraída por el macho, por aquel que podría cogerme fuerte y tosco, vamos... que me hiciera sentir una verdadera puta. Saben que soy madura, que ya no soy joven ¡y esa manera de tratarme me excitaba tanto! Que no pude resistirme y finalmente le escribí al número que había dejado en mi correo electrónico.

Fue así que X y yo comenzamos a chatear, conocer que nos gustaba, donde solíamos movernos por esta hermosa ciudad y demás charla inicial, hasta que empezamos a escribirnos cosas calientes y después a enviarnos fotos, ¡ahh! Recuerdo la primera vez que me envió una foto de su pene, era hermoso, tamaño normal, unos 15 y se veía cabezón y grueso, comencé a soñar con besarlo, engullirlo completo en mi boca para después disfrutarlo muy dentro de mi, violento y fuerte, con esa forma tan deliciosa que tenía de decirme "¡eres una puta zorra que me prende!"

Y lo era... Él sacaba de mi a la Tania joven, aquella que hacía temblar a cualquier macho con tan sólo caminar con sus medias y tacones altos. La que seducía con la boca y exprimía a los hombres con su trasero, aquella hermosa y ardiente. Yo ya no aguantaba la excitación, necesitaba conocerlo, sentir ese miembro hermoso muy dentro de mi para gozar de su jugo, de su leche inundando mi ano y cualquier parte de mi cuerpo que él deseara... Estaba loca por él.

Transcurrieron los días, él continuaba calentando mis noches con mensajes sucios y cachondos... "Te voy a coger puta zorra" me escribía a la vez que me decía que fuera al centro de la ciudad, que ahí me cogería en alguna plaza hasta que ya no pudiera más...

Finalmente acepté. "Está bien" le dije con un mensaje de audio haciendo la voz más caliente y ansiosa que pude, "voy al centro mañana, necesito que me cojas muy fuerte papi". (me gustaba decirle papi, eso me hacía sentir ese delicioso hombre detrás de mi aparato celular).

Aquella tarde en que nos veríamos me vestí con mi mejor liguero negro, una tanga de encaje del mismo color que guardaba mi pequeño pene muy bien ya que es realmente pequeño y por detrás sólo una tira de encaje que recorría la línea entre mis nalgas aún firmes y redondas, arriba sólo una blusita de tirantes muy fina y sedosa ya que quería seducir completamente a mi macho, todo esto cubierto con un pants y sudadera para guardar las apariencias. Tomé mis zapatillas más sexys, unas de tiras, altas de tacón de aguja y las puse en mi mochila, pronto calzarían mis pies que siempre han sido de princesa, pinté mis uñas de rojo intenso para satisfacerlo al máximo. Tomé mi mochila y salí a su encuentro muy excitada, necesitando su compañía, casi gritando que me cogiera fuerte, que lo necesitaba tanto...

Continuará...

Gracias por leer queridos, si les gustan mis relatos no olviden dejar una valoración.

Como siempre les dejo mi correo [email protected] me gusta mucho leer sus mensajes y me pone cachonda.

¡Besos!

Tania

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