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¡Te amo cabrón!

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-No me mires así, sabes que lo estabas deseando. Sabes que ese oscuro deseo lleva tiempo creciendo en el rincón más escondido de tu mente donde habita la puta que no quieres que nadie vea, pero donde no has podido esconderte de mí.

-Sí justo ahí, espera que te la aparto. Usa esa lengua de putita que tienes y limpia con cuidado, mira como como me los has dejado llenos de babas. Chisss, no rechistes, te soltaré las muñecas cuando yo quiera, recuerda que ahora eres mi nena sumisa.

-Como te iba diciendo no ha pasado más que lo que era inevitable que pasase y la verdad es que estás preciosa con esa carita colorada llena de semen y el rímel todo corrido. Que sepas que lo has hecho muy bien, has aguantado perfectamente con mi polla enterrada en la garganta, he podido contar hasta diez tan lentamente como me ha dado la gana varias veces antes de sacarla para dejarte respirar. Por cierto, buen control de las arcadas y esas babas son tan espesas y abundantes como siempre las había imaginado, ya ves como me has puesto.

-Sí, así, un poco más abajo, que quede bien limpia.

-La verdad es que te confieso que yo también llevaba tiempo con ganas de follarte esa boquita golosa que tienes y has cumplido mis expectativas al cien por cien. Ven mira, fíjate como caben los cuatro dedos, sí así, relaja la mandíbula. ¿Ves que bien? En esta boca caben tres pollas juntas y tú tan contenta. Abre la boquita y saca la lengua. ¡Qué guapa! ¿Quieres que te escupa? No digas nada lo veo en tus ojos, claro que quieres, aquí tienes tu premio.

-¿Te gusta verdad? Contesta, puedes contestar si te pregunto.

-Sí, me gusta.

-Sí me gusta cabrón. A mi me tratas de cabrón, ya te lo he explicado.

-Sí me gusta so cabrón.

-Ya lo sé qué te gusta, faltaba más que no te gustase. Y esto también te va gustar, vamos a limpiar los lefazos de esa carita. ¿Ves? Los recojo con el dedo y los llevo hasta tu boquita para que te los tragues. ¿A que están ricos?

-Umm muy ricos cabrón.

-Vamos a ver si lo que dices es totalmente cierto o no. Ven, levanta, yo te ayudo. ¿Ves estos dos dedos?

-Sí, los veo.

-Recuerda contestar de forma adecuada o no tendrás tu premio. ¿Qué dedos son?

-El anular y el corazón cabrón.

-Muy bien, muy bien, eres muy lista. Pues estos dos dedos son mi detector de mentiras, veamos como tienes el coño. ¡Joder, si estás chorreando! Como cuchillo caliente en mantequilla, no mientes, no. De verdad que te ha gustado comerte mi polla y tragarte toda mi lefa. ¿Crees que debería darte un premio?

-Sí, por favor.

- ¿Cómo? ¿Saco los dedos?

-Cabrón, sí por favor cabrón, dame mi premio.

-¿Ves que bien sabes pedir las cosas cuando quieres? ¿Quieres correrte?

-Quiero correrme cabrón, por favor, deja que me corra.

-Creo que te lo mereces. Probaremos así, de pie y con solo estos dos dedos formando un gancho. Estoy seguro de que será suficiente. ¿Tú que crees?

-No lo sé cabrón.

-Claro que será suficiente, yo si lo sé. Ven aquí que te lamo esa cara. Umm, me gusta el sabor salado de tus lágrimas. ¿Estás lista?

-Sí cabrón, no me hagas esperar más por favor.

-Está bien, seré un poco rudo, pero este coñazo que tienes aguantará sin problemas. Tú solo relájate y no te preocupes, yo te sujeto. Hasta diez muy despacio. Así, fuerte y duro estimulando el punto g con mis dedos… plas, plas, plas, uno, dos, tres…

-Ahhh, umm.

-Cuatro, cinco, chop, chop, chop, seis…

-Ay, ay que gusto, que me corro.

-Aguanta un poco, solo un poco. Siete, ocho, plas, plas, plas…

-Ay, ay, que me meo, que meo de gusto cabrón.

-Ya casi, ya casi, nueeeve, chop, chop, chop y diez.

-Ahghh, ummm…

-Muy bien, muy bien, así tranquila, tiembla cuanto quieras que yo te sujeto. Mira como te has corrido, mira como has puesto el suelo so putita.

-Ay joder, me he meado, me he meado de gusto cabrón. ¿Qué me has hecho?

-¿Te ha gustado entonces? ¿Estás contenta?

-Me ha encantado, jo que gusto, que flojera, ay si no me aguantas me caigo de gusto cabronazo.

-Te has portado bien y has tenido tu premio, tu cabrón sabrá recompensarte siempre que te portes bien. Pero mira como has dejado el suelo, esto tienes que limpiarlo y las putitas como tú limpian con la lengua, ya lo sabes. De rodillas ahora mismo y me dejas el suelo como una patena. ¿Me amas amor?

-¿Te amo cabrón!

-Pues a guardar silencio y lamer meados mientras yo espero aquí sentado en el sillón. Y asegúrate de enseñarme en todo momento ese culazo que tienes bien empinado. A ver si se me ocurre que hacer con él mientras me limpias este desastre.

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