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Tú y yo, nos tocamos en el coche
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Tú y yo, nos tocamos en el coche

 

Aparcados en algún lugar alejado, en un estacionamiento vacío, en un mirador viendo las luces de la ciudad o donde sea que hayas parado el coche para darte un momento, prepárate, estoy aquí para acompañarte.


Hoy te traigo un juego para que juguemos juntos, si decides aceptar mi invitación y me das tu colaboración, haré mi mejor esfuerzo para que te sientas inmersa en esta experiencia, así juntos podemos darnos un poco de placer en esta noche solitaria. Antes de continuar leyendo, este relato funciona mejor si lo lees en tu coche y si quieres unirte al juego ten precaución para que no te pillen. Haz lo posible por eliminar todas las distracciones y pon toda tu atención para dejarte llevar en lo que a continuación escribo exclusivamente para ti. Recuerda que tienes todo el control, tú dictas el ritmo, haz las pausas que necesites y avanza como gustes para que esta propuesta te resulte de lo mejor.

Comenzamos por apagar el radio, no queremos que nada interrumpa nuestra concentración, aquí no hay nadie más que tú y yo junto al silencio, sumergidos en el habitáculo del coche, el móvil a la vista donde no moleste pero cerca para continuar leyendo, para que tú puedas dar vida a mi voz en tu interior, como si nuestras almas fueran una y nuestros cuerpos fueran uno. Cada cual de nosotros poseído por la presencia del otro, aunque separados por el espacio y el tiempo, creamos un ahora que es sólo para ti y para mí.

Empezamos por frotar la parte interna de nuestro muslo, aquí, expuestos a quienes pasan por fuera, a pasos alejados en el silencio o desconocidos que caminan por el exterior ignorantes de nuestra pequeña aventura, pero que podrían descubrirnos en cualquier momento. Es arriesgado, lo sé, eso es lo que lo hace excitante, lo que nos indica que el tiempo es breve, sin embargo lo único que quiero es prolongarlo, seguir imaginándote mientras te tocas al mismo tiempo que me toco.

Vamos a apresurarnos, metamos ya mismo nuestra mano en nuestros interiores, comienza a estimularte, deja a tus dedos ir directo a tu clítoris mientras aprieto mi miembro, que se endurece en mi mano, creciendo, pidiéndome salir. Arriba, abajo, arriba otra vez, tú marcas el paso, la intensidad, la velocidad.

Sigue… Un poco más… Justo así…

Inclinamos un poco el asiento hacia atrás para ponernos más cómodos y darle más movimiento a nuestra muñeca para ir más rápido. Estiramos las piernas entre los pedales hasta donde el espacio nos lo permita, separamos las rodillas así hay lugar para ir más profundo.

Eso es… Baja un poco más… Frótate en ese espacio de ahí…

Veo lo que haces en la oscuridad fuera de la vista de cualquiera que pudiera aparecer, veo como llevas las yemas de tus dedos medio y anular a hacer círculos en ese punto sobre tu vagina, justo debajo de tu clítoris, primero a un lado… Luego al otro… Ahora más rápido…

Mmmm… Me encanta…

Mira como me excita lo que estás haciendo, como me gusta ver que te das placer junto a mi. Debo desabrochar mi cinturón, bajar mi cremallera y sacar mi falo para jalarlo con más fuerza, esperando que nadie se asome y descubra que lo tengo expuesto, húmedo entre mis falanges que lo aprietan mientras recorren el tronco de extremo a extremo, como tú, más rápido cada vez.

Así… Así… Muy bien…

No nos demoremos más, quiero sentir como te penetras, como metes ese dedo de a poco como si fuera mi mano en tu entrepierna, como si te rodeara con mi brazo desde el asiento trasero, mi vaho detrás de tu oreja suspirando, sintiéndote húmeda mientras me guías por tus rincones más sensibles y me muestras como te gusta más ¿Con un dedo o dos? ¿Suave o rudo? ¿Entrando y saliendo o acariciando por dentro?

Más rápido… Más fuerte…

Aumentamos la velocidad dejándonos llevar por la lujuria, deseando estar juntos para empañar los cristales, hacer trabajar los amortiguadores mientras me recibes dentro de ti y follamos con fuerza. Pero de momento estamos aquí, estimulándonos en simultáneo pensando en el otro, en esta situación de riesgo que nos excita tanto.

Vamos, ahora… vamos a corrernos…

Pon la marcha máxima, necesitamos dar todo ahora, ya puedo sentir en mi polla que me vengo. Hazlo más fuerte, percibe la corriente en tu coño que avanza por todo tu cuerpo, siénteme aquí. ¡Si! Mira como mi semen se dispara, siente como cae tibio sobre tus piernas, sobre tu mano y tus dedos que experimentas tus contracciones.

¡Acaba!

¡YA!

Recupera el aliento, saca tus dedos pegajosos y regresa a tu rutina donde nadie sabe lo que acabamos de hacer, tus bragas mojadas son las únicas testigos de nuestro encuentro, por lo menos hasta la próxima ocasión que nos volvamos a encontrar, solos, tu y yo.

Espero que este relato te haya funcionado tan bien a ti como a mí y que podamos volvernos a ver en otra noche de soledad. Me encantaría que me cuentes en un comentario que te ha parecido y que aceptes mi invitación para volvernos a encontrar. Dime que es lo que te gustaría para la próxima vez. Quizás un juguete. Quizás otro lugar, como un lugar público. O una situación particular, como alguien en la habitación de al lado que podría descubrirnos. Hazme saber tus fantasías y haré lo posible por crear una nueva aventura en que los protagonistas seamos tú y yo.

Será mejor que nos movamos de aquí antes que alguien nos descubra.

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