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Un amante inolvidable

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Había dejado de llover y salí a respirar un poco de aire nocturno al parque de la ciudad a la que viajo ocasionalmente. Me senté en una de las bancas y al rato lo vi pasar, aparentando tener unos treinta y tantos, casi mi edad por esos años… y parecía alguien especial.

Se sentó cerca de mí, nos miramos, e inmediatamente me gustó algo en él, no sé qué. Se acercó a mi banca y se sentó a mi lado. Me preguntó si esperaba a alguien, le dije que tal vez sí, conversamos algo y noté que me recorría con la mirada. Me dijo que quería ser mi amigo, le dije que me gustaba y pasándose la lengua por los labios me insinuó algo más. Ya lo deseaba.

Nos fuimos a un hostal cercano, barato de los tantos que había cerca de allí por los alrededores. Al llegar me llevó de la mano a una habitación y cerrando la puerta empezó a besarme ávidamente mientras nos íbamos desvistiendo, hábilmente me desabrochó la camisa y seguía besándome todo el cuello, los hombros, recorriendo rápidamente mi espalda con su lengua y regresaba a mis pechos algo femeninos para mordisquearlos suave y deliciosamente lo cual me excitaba más de lo que ya estaba. Nos desnudamos casi totalmente quedándome con una trusita que era muy pequeña y sexy. Al verme así me dijo: “Qué rica que estas”, me gustó eso y nos tumbamos a la cama devorándonos lujuriosamente.

Sus manos exploraban cada parte de mi, me acariciaba todo y me sentía envuelto en sus caricias cada vez más atrevidas, me agarraba las nalgas apretándolas con fuerza mientras yo le revolvía el cabello y lo estrechaba hacia mí. Nos deseábamos cada vez más, dándonos unos besos profundos y arrebatadores. Eran minutos extensos… húmedos… intensos.

Bajo su trusa ya se notaba un bulto enorme que yo acariciaba por encima, imaginándome y extasiándome con la idea de tener esa cosa dentro de mí, pero en su momento.

Me volteó boca abajo y recorrió mi espalda con su tibia lengua, a ratos sobándome su rostro de barba crecida haciéndome sentir locas sensaciones y, al llegar a mis caderas, las mordía ávidamente con ansias de macho arrecho, las abría y las cerraba, y de pronto, con la boca me bajó el calzoncito diciéndome: “qué rico se te ve”, “solo para ti“ le contesté, “gózame… esta noche quiero ser tuya“. Ya en ese momento me sentía toda una mujer, su mujer, “te voy a comer todita“ sentenció.

Sentía el raspado de su barba sobre mis nalgas que en ese momento ya estaban húmedas del goce y empezó a recorrer mi ano con su lengua de una forma tan exquisita… haciéndome gemir y morder desesperadamente la almohada llevándome por mil sensaciones que me ahogaban de placer infinito. Ya en esos momentos estaba embriagado de placer por estar con un macho dispuesto a gozar conmigo. Esa noche sentí por primera vez estar con el amante perfecto.

Fue allí que se detuvo, se echó a mi lado boca arriba y me dijo que le saque la trusa. Su bulto parecía estar al máximo de la erección, lo liberé y vi un miembro grueso con la cabeza que le brillaba de sus líquidos. Me dijo insinuantemente: “Qué te gustaría hacerme“… “esto“ le contesté y empecé a lamer todo ese órgano lúbrico que tenía a mi disposición, desde la punta hasta los testículos, presionándole la base de su miembro con mis dedos mientras mi lengua recorría toda su extensión. Yo también sabía hacer lo mío.

Me detenía golosamente en la punta jugosa de su glande, jugueteando con mi lengua, lo succionaba, lo volvía a engullir tratando de meterme todo eso en la boca lo más que podía, lo saboreaba todo. Era delicioso mamar ese miembro duro, jugoso, caliente y ver cómo aumentaba su arrechura.

“Me voy a venir”, decía. “Hazlo en mi boca“ le pedí, “No”…, “Si”…, “Quiero tu culo“… exigió, “Después”…, “Hazlo”… dámelo ahora mismo” seguía pidiéndole, “No”…, “todavía no”… contestaba resistiéndose, “Anda, dámelo”… “todo”… “Asi, así, así”… le guiaba, mientras no dejaba de mamársela y sentir que se venía, “sigue así”… “Aaayyy“, “Qué rica boca tienes mamacita“ exclamó, viniéndose finalmente y jadeando de gran placer. Yo no podía decir nada… tenía toda su leche derramándose entre mis labios…

Descansamos un momento plácidamente fumándonos un par de cigarrillos, me dijo algunas cosas bonitas, nos abrazamos amorosamente mientras esperábamos intuitivamente que algo más tenía que pasar.

Luego de ese breve relax tomó la iniciativa y me empezó a acariciar mientras yo proveché en agarrarle el miembro buscando reanimarlo, me acomodé cerca de su sexo para darle otra mamada hasta erguirlo nuevamente y así estuvimos unos instantes eternos. Él se levantó y me dijo que me echara boca arriba hacia él, se echó sobre mí y me puso las piernas sobre sus hombros mientras sus manos recorrían todo lo que podían de mí. Sentí que su miembro buscaba mi ano y agarrándome las nalgas me colocó en posición para introducirme un par de dedos que me hizo estremecer. Luego puso la cabeza de su miembro y con algo de sus líquidos que volvían a salir me lubricó un poco más de lo que ya estaba, sabiendo lo que se venía.

Empezó a empujar suavemente mientras yo gemía un poco de dolor y más por el placer de su penetración que se hacía cada vez más potente. Era gruesa su cosa y me gustaba sentir esa sensación de sentirse poseído por alguien usando mis entrañas como fuente de placer.

“Sigue así“ le decía…, “más adentro, papi“, “más”, “métemelo todo“, “no pares por favor, no pares“..., “así, más, mi amor”, “empuja más, más“…, “me estas rompiendo el culo, pero sigue” alcanzaba a decirle en medio de mi delirio a lo que él obedecía cada vez con más vehemencia.

“Te lo estas tragando todo”… decía y cerraba los ojos para concentrarse con lo suyo, “aguanta, te lo voy a romper todo“… penetrándome cada vez con más fuerza, hasta que le oí decir algo que nunca olvidaré: “Qué rico culo tienes maldita” y entonces se prendió de mis hombros clavándome las uñas y empujándome con todo lo que tenía adentro gritó de placer: “Ahhh” mientras sentía ese falo que me quemaba por dentro, borboteándome y llenándome el culo de semen, hasta su última gota.

Desde esa inolvidable noche somos amantes ocasionales y, cada vez que llego a esa ciudad, nos encontramos para revivir y buscar nuevas sensaciones y experiencias orgásmicas!!

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