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Un nuevo mundo

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Hola a todos, tengo actualmente 34 años y vivo en Lima, Perú. Como a todas nosotras, mi gusto por la ropa femenina inició desde pequeño. Cuando iba a casa de unas primas y por algún motivo me tenía que quedar solo, aprovechaba en ver sus ropas y ponérmelas, aún recuerdo la sensación cuando me puse por primera vez una tanga que era de color negro y la excitación al ver como desaparecía entre mis nalguitas. Cada vez que podía aprovechaba la oportunidad para probar diferentes prendas.

A los 22 tomé valor de ingresar a leer anuncios de personas que buscaban otras para encuentros y me excitaba todo lo que leía, pero no me llamaba la atención el ir a un hotel, siempre buscaba opciones que sea en la casa de la otra persona pero no encontraba. Pasado medio año buscando y con la calentura cada vez subiendo más, me animé a responder un anuncio de quien sería mi primer hombre, Bruno. Estuvimos escribiéndonos y le conté que sería mi primera vez y que me gustaría que sea usando ropa femenina a lo que le gustó la idea y me pidió fotos para verme. Esto me excitó ya que no me hubiera imaginado enviando fotos a otra persona vestida de mujer, hasta que recordé que no tenía prendas propias. Empecé a buscar donde comprar hasta que pude conseguir un conjunto que constaba de un corset negro para que me ayude a formar un poco de cintura, soy de contextura promedio, unas pantys negras con silicona y un hilo color negro.

Me tomé algunas fotos echado en el sofá y le encantaron. Ambos con calentura quedamos en encontrarnos en un hotel en el distrito de Lince y me dijo que podía vestirme dentro ya que el hotel era para todo público. Nos encontramos y pude ver que me llevaba unos 10 años y era más alto que yo. Entramos y me gustó que se comportara como todo un caballero desde hacer todos los arreglos y que no me preocupe, hasta ingresar a la habitación en la que me abrió la puerta. Mis nervios estaban a mil y me pidió fuera a cambiarme, que me esperaría. Fui al baño y empecé a desvestirme, solía usar el cabello algo largo así que no había necesidad de peluca, empecé con el hilo y corset y luego lo que más me gustan, las medias. Me puse un poco de maquillaje que había robado de una prima, y después de dar un gran respiro, salí del baño a mostrarme como siempre había querido, una mujer que desea complacer a los hombres.

Me vio y después de unos halagos, los cuales hicieron me sonrojara, me dio un regalo, una caja, me sorprendí mucho y al abrirlo vi que eran unos zapatos de punta abiertos con 8 cm de altura, yo estaba feliz porque le había contado que se me había hecho difícil encontrar al momento de comprar mi primera ropa. Este momento me distrajo de no darme cuenta que él ya estaba desnudo solo con una toalla que recién pude notar al decirme que me siente para ponerme los zapatos. Al terminar de ponérmelos y levantar la cabeza es cuando noté la toalla delante de mi rostro con un bulto que la levantaba. Al fin, el momento que había estado esperando estaba literalmente delante mío.

Lo miré de forma pícara y me dijo que le sacara la toalla, así hice y pude apreciar el gran tamaño que tenía. Lo agarraba desde la base y mi mano no llegaba ni a la mitad, debía tener unos 18 cm. Lo primero que hice fue iniciar el recorriido de todo su pene con mis manos y se fue acercando a mi cara y pude olerlo, ese olor a hombre que hasta ahora me gusta. Empecé a darle besos en la punta, en lo largo hasta que empecé a metérmelo en la boca. El primer pene que saboreaba y me gustaba, lo malo era que al ser el primero y de buen tamaño, las arcadas eran imposibles de evitar pero no me rendiría y Bruno me ayudaba diciéndome que no había apuro, que me tome mi tiempo. Y así estuvimos buen rato hasta que noté que ya entraba más de la mitad al sentir que tocaba mi mano. Estaba encantada con lo que hacía y había logrado hasta que me detuvo y me pidió que me ponga en cuatro en la cama.

Así hice, estaba esperando unas caricias o algo hasta que escuché un "click", me asusté y volteé, y vi que me estaba tomando fotos. Me sorprendí y me dijo que me iban a gustar y acepté continue. Así en cuatro, echada de costado, me puso el hilo a un lado y tomó fotos de mi anito en ese momento cerradito, colocó su pene en la entrada y tomó una foto, la que más me gustó de todas, y de un momento a otro sentí su lengua en mi anito que me hizo temblar, que sensación más rica. Me volteó y me pidió que le ponga el condón, lo hice con la boca hasta donde pude. De pronto vi que agarró un lubricante y me pidió me ponga en cuatro de nuevo y así hice.

Me untó lubricante y empezó a acariciar mi ano con sus dedos hasta que fue entrando uno, luego dos, después tres, es una sensación muy diferente que a cuando me introducía frutas. Estaba feliz sintiendo sus dedos hasta que los sacó y sentí su pene en mi entrada, sentí como su cabeza entraba y perdía mi virginidad, al fin luego de varios años, se tomaba su tiempo para no hacerme doler y aprovecha en tomar fotos, hasta que entró un poco más de la mitad y sentía como golpeaba mi fondo que me quitaba un poco el aire. Así empezó un mete y saca suave hasta que me adapté a su tamaño, luego nos pusimos de lado y me levantó la pierna y me siguió penetrando… uf que rica sensación. Luego me preguntó que posición me gustaría intentar y le dije que lo quería cabalgar a lo cual se echó y dejó me siente encima dándole la espalda porque quería ver todo, así hice, tomé su pene y lo dirigí a mi anito, ahora yo podía llevar el ritmo, y me fui sentando suave e inicié con el sube y baja mientras me apoyaba en sus piernas, esta posición se volvió mi favorita porque cuando me di cuenta ya escuchaba mis nalguitas golpear su pelvis, ese sonido me encanta y también ver que tomaba fotos cuando estaba en el aire y cuando llegaba al fondo.

Estuvimos así buen rato hasta que me paró y me llevó al sillón del hotel, me arrodilló e hizo me apoye en el espaldar y empezó un bombeo que ya entraba todo, mi anito se había vuelto la funda perfecta para ese pene... estuvimos así buen rato hasta que sentí como iba acelerando el ritmo y su pensé se ensanchaba un poco, ya estaba atenta a que me diga que me voltee para poder probar por primera vez ese rico néctar... sacó su pene y en un segundo se sacó el condón y sentí una sensación caliente arriba de mis nalguitas… le reclamé que estaba a la espera de que me avisase para poner mi boca... y me dijo que eso era para el segundo round lo cual me encantó.

Esa fue mi primera vez y ya les contaré lo que hicimos en el segundo round. Gracias por leerme y si desean escribirme pueden hacerlo al correo [email protected]. Besos a todos.

(9,14)