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Una mujer embarazada y su instructor de yoga (III)

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La semana siguiente tras el incidente con Marco, Liset no fue a las clases de yoga y no llamó a Marco para avisarle. Ella se sentía miserable y con mucha culpa, pues le había sido infiel a su marido, quien hasta el momento había sido un gran marido y padre para sus hijos.

Liset lo amaba demasiado a Raúl y sabía que si él se enteraba de su engaño, la dejaría y se divorciaría de ella, pues a él no le molestaría pagar una pensión por sus hijos. Liset sabía que si se separaba de Raúl, sus hijos sufrirían demasiado, ya que pese a que Raúl no pasaba tanto tiempo con los niños como a comparación de ella, sus hijos amaba demasiado a su padre, y en el futuro jamás se lo perdonarían si supieran lo que le hizo.

Raúl era el esposo perfecto... pero durante los embarazos de Liset, él se mantenía distante y no tenía interés en tener sexo con ella, Liset no sabía si en verdad era ese miedo irracional a creer que puede dañar al bebé o era que sentía asco de su estado. Esto deprimió a Liset, más aún sabiendo que a causa de este distanciamiento que tenía con su marido durante su estado de embarazo, había provocado su primera infidelidad.

Liset durante la semana que no fue a clases de yoga, trató de permanecer concentrada en sus hijos, debido a su sentimiento de culpa intento ser la mejor madre y esposa del mundo. Sus hijos la estresaban, pero su estrés se borraba al pensar en lo que le hizo a su familia.

Ese fin de semana su esposo Raúl le informó que iba a recibir un ascenso, lo cual fue genial, sin embargo, las horas de trabajo pueden ser más largas por un tiempo. Raúl le explicó a Liset que el equipo de construcción estaba trabajando sin parar en un complejo de centro comercial que un desarrollador estaba tratando de entregar. Todos estaban atrasados y causaron que algunos de los altos mandos entraran y vieran el progreso.

Liset sintió ansiedad al respecto, pues al sentirse culpable de sus hechos intentaba pasar la mayor parte de su tiempo con su esposo para recompensar su traición.

Aunque el primer pensamiento que se le pasó por la cabeza a Liset fue que Raúl ya no estaría tanto en la casa, ella estaría sola con los niños y después de que sus hijos se fueran a la cama, podría ver a Marco...

Pero negó con la cabeza mientras pensaba eso, se recordó a sí misma que nunca volvería a verlo, esto a la larga le traería problemas y en el peor de los casos el "Divorcio" si es que Raúl se enteraba de su engaño. Esto la aterraba, esto dañaría a su familia de manera irreversible, Raúl las pocas veces que lo escuchó hablar de "infidelidad", él dijo que no sería capaz de soportar eso y que se divorciaría sin dudarlo. Todo eso lo escuchó Liset de él, una vez que Raúl hablaba con uno de sus amigos que le habían sido infiel.

Sin embargo, Liset seguía pensando en Marco y su enorme pene golpeándole su útero, era increíble como ya había pasado una semana desde que follaron y Liset aún sentía un ardor y dolor en su vagina. A veces el recordar esos sucesos hacían que Liset se mojará, y cuando estaba alejada de la vista de sus hijos ella se tocaba por sobre su ropa interior, recordando a Marco.

¿Podría ella seguir viéndose con Marco a escondidas? ¿Podría seguir engañando a su marido? Estas preguntas rondaban por la cabeza de Liset.

Raúl jamás la había hecho dudar de su fidelidad, su marido en su trabajo estaba rodeado de secretarias que a los ojos de Liset parecían modelos, muchas de ellas se le insinuaban a Raúl, pero él las apartaba diciendo que estaba casado y feliz con su familia. Esto le creaba un gran dolor a Liset, su esposo era el hombre que cualquier mujer desearía tener.

Liset sabía que si los papeles fuesen al revés, Raúl le admitiría su infidelidad por más que a ambos les doliera, su marido no era de guardar secretos, él confiaba demasiado en su esposa como para mentirle. Liset también pensó en que si su marido se hubiese acostado con otra mujer, ella sin dudarlo lo echaría de la casa y se divorciaría de él por más que a ella le doliera.

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Todo iba bien... hasta que el día domingo cuando despertó junto a su marido, Liset amaneció muy caliente, anoche había tenido un sueño con Marco cogiéndosela de manera ruda y fuerte. Esto provocó que Liset se excitará demasiado, y a causa de la culpa de su sueño ella quiso intentar algo con su marido.

Raúl aún dormía, Liset le saco su pene de su short de pijama y comenzó a darle un oral, el pene de Raúl se puso durísimo de inmediato. Pese a que el pene de Marco era más grande y grueso, el pene de Raúl había sido el primer pene en entrar en su vagina, hacía que esta fuera especial, aunque Liset probará muchos penes e incluso algunos mucho más grandes que los de Marco, el pene de su marido siempre seria su favorito por ser el primero y el que la desvirgó.

Liset una vez que lubricó el pene de Raúl, quien aún dormía, Liset se subió a su esposo tomando su pene y lentamente comenzó a dejarse caer. Liset sentía como sus labios vaginales se abrían y como un ligero dolor se hacía sentir, para Liset era una gran duda de que si ese dolor era a causa del pene de su marido o debido al pene de Marco que la abrió la semana pasada y que la dejó adolorida de la vagina desde entonces.

Liset no había ni metido la mitad del pene de su marido dentro de su vagina, cuando Raúl empezó a despertarse algo confuso, hasta que miró a su esposa embarazada intentando meter su su pene en su vagina. Esto asusto demasiado a Raúl, y rápidamente la empujó levemente hacia un lado y se salió de ella.

"¡QUE CREES QUE HACES!" Le gritó Raúl a su esposa.

Esto impresionó demasiado a Liset, su marido nunca antes le había gritado así.

"Yo solo... yo solo... quería... hacerlo..." Dijo Liset tartamudeando por la reacción de su esposo.

"¡Ya te lo dije una vez, Liset! No quiero dañar a nuestros hijos" Dijo Raúl bajando el tonó de su enojó.

"Por favor... en verdad que estoy con demasiadas ganas... debido a mi embarazó, mis hormonas están locas... y me hacen ponerme caliente y necesitada de mi hombre..." Dijo Liset recomponiéndose del enojo de su marido.

"Liset... amor... ya lo hablamos... no quiero dañar a nuestros hijos..." Dijo Raúl bajando su mirada.

"Te lo juró, estoy segura de que esto no los dañará" Dijo Liset suplicante.

"¿Cómo lo sabes?" Preguntó serio Raúl.

Liset se asustó, esto le trajo inquietud, Marco con su pene mucho más grande se la pudo follar sin ningún problema y su esposo que es más pequeño que él dice que tiene miedo de dañar a sus hijos dentro de su vientre.

Liset sabía que el sexo con su esposo no pondría en peligro a sus hijos por lo que tuvo con Marco, pero... ¿Cómo le podría explicar eso? ¿Cómo le explicaría a su esposo que un hombre negro con un pene mucho más grande que el suyo la folló sin ningún problema? Liset supó que Raúl no podía saber eso, así que pensó rápido otra respuesta.

"Lo leí en internet..." Dijo dudando.

"Aún así, si lo leíste y si fuera cierto... no quiero... sería muy incómodo para mí follarme a mi esposa que lleva a mis hijos en su vientre" Dijo Raúl mirando a su esposa. "Además de que tú sabes que yo soy algo rudo al momento de follarte" Dijo Raúl sonriendo.

Liset pensó en lo que dijo Raúl, era verdad, antes de embarazarla, Raúl se la follaba muy duro e incluso la dejaba adolorida por día, pero... Marco hizo todo eso y mucho más pese a su estado de embarazo.

"Amorcito... te lo prometo, que cuando nuestros bebes nazcan sanos y salvos, y que tú te mejores del parto... te follare como nunca, incluso pediré días libres y le pagare a una niñera para llevarte de viaje y darte todo el sexo que no te he dado en estos meses debido a tu embarazo" Dijo Raúl abrazando y besando a su esposa.

Liset se conmovió por lo que dijo su esposo, ella sabía que su esposo decía la verdad, pero el problema era que ella estaba caliente ahora y dudaba de que esa calentura esperará unos meses más...

En este momento supo que había 0% de posibilidades de que su esposo accedería a tener sexo con ella mientras aún portará a sus hijos en su vientre

"Bien amor, ahora tendré que ir al trabajo" Dijo Raúl comenzando a buscar su ropa de trabajo para vestirse.

"Un día domingo, ¿enserio?" Dijo Liset algo molesta, ya que quería pasar el día con su esposo.

"Perdón amorcito, pero nuestro proyecto está siendo apurado por los jefes, así que los domingos tendré que trabajar igualmente..." Dijo Raúl nervioso, notando el enojó de su esposa.

"Planeas dejarme sola de nuevo... con nuestros hijos... ellos hoy querían jugar con su padre..." Dijo Liset molesta.

"Amorcito, lo siento mucho. Pero este proyecto nos hará ganar mucho dinero a la empresa y con eso poder pagar nuestro viaje de amor una vez nazcan nuestros bebés y te mejores del parto" Dijo Raúl intentando calmarla.

"Sabes que... has lo que quieras..." Dijo Liset enojada saliendo del dormitorio.

"Amor, no te pongas así, te juro que será durante unas semanas..." Dijo Raúl

"¡Ya cállate y vete!" Grito Liset enojada.

Raúl se sorprendió, Liset no era de esas mujeres enojonas, Liset pese a tener un mal día no era de andar molesta. Raúl quiso acercarse a ella y calmarla, pero Liset se rehusó y empujo a su esposo. Raúl conmovido por las acciones de Liset, decidió dejarla sola, quizás así se le quitaría ese enojo.

"Si quieres estar sola y sin los niños, mi madre se ofreció a cuidarlos cada vez que necesitaras descansar..." Dijo Raúl mirando a su mujer furiosa. "Perdóname amor... te prometo que serán solo unas semanas... luego trabajare menos horas y estaré para ti y para los niños más tiempo"

Liset se dio vuelta hacia la cocina para ir a hacerse un té verde para relajarse, ella sabía que tener estos enojos le harían mal a sus bebes dentro de su vientre.

Raúl tomó su carpeta y su bolso, intento ir a besar a su esposa como todas las veces que lo hacía cuando salía de su casa... pero esta vez ella no quiso besarlo... esto le dolió a Raúl al borde de soltar algunas lágrimas, mientras se daba vuelta en dirección a la puerta principal.

"Nunca lo olvides... que yo jamás he dejado de amarte desde el momento en que te cruzaste en mi vida... Te amo mucho Liset..." Dijo Raúl sollozando.

Liset en su enojó no notó el sollozo de su marido, quien lentamente cerró la puerta.

Liset se hizo su café y se sentó en la mesa para beberlo y pensar, ¿Ella estaba enojada por que su marido no quería follarla o porque quería ser follada por su marido para no volver a recurrir a Marco? Mientras todas estas preguntas vagaban en su cabeza y debido a su enfado al fin decidió hacer algo al respecto... sobrescribió esa promesa que se hizo de "Nunca más volver a tener algo con Marco" y decidió llamarlo a una vez más...

"¡Oh hola Liset! ¿Cómo has estado?" Dijo Marco contestando su celular y sentándose en su cama.

"Bien... estoy bien" Respondió Liset.

"¿Te has sentido bien desde..." Marco se detuvo unos minutos antes de seguir. "Que hicimos eso...?" Dijo nervioso.

"Pues si... solo con un poco de dolor en mi vagina... pero tú sabes a causa de que jejej" Dijo Liset riendo nerviosa.

"Lo siento si fui algo brusco, es que así me gusta follar a mí... pero debido a tu embarazo intente controlarme jaja" Dijo Marco riendo.

"Ya veo…" Dijo Liset sonrojándose.

"A todo esto... ¿Por qué me estas llamando? Digo... por qué no hemos hablado desde que viniste a mi departamento... y después de que en toda la semana que no fuiste a las clases de yoga... pensé que tendrías problemas o algo así..." Dijo Marco nervioso

"Oh lo siento, es que... para mí fue algo extraño... sé que estuvo mal pero lo necesitaba, jamás creí que engañaría a mi esposo... y al hacerlo la culpa me consumió y por eso decidí perder el contacto contigo durante unos días..." Dijo nerviosa.

"Ohh ya entiendo, debe ser duro para ti... lo siento si te he hecho sentir así... pero tú fuiste la que quiso eso..." Dijo Marco intentado reírse.

"Lo sé... lo peor es... que me gustó... debido a mi embarazo mi esposo se rehúsa a tocarme sexualmente y eso me altera mis hormonas... por eso termine queriendo que me... bueno... a tener sexo contigo" Dijo Liset muerta de vergüenza.

"Puede ser eso... siento mucho lo de tu esposo... teniendo una mujer tan hermosa como tú, sin importar tu embarazo debería complacerte..." Dijo Marco inseguro de sus palabras.

"Aww gracias..." Dijo Liset sonrojándose. "Oye...quería preguntarte algo..." Dijo Liset.

"Claro... dime... ¿qué seria?" Dijo Marco intentado ocultar su emoción.

"¿Solo me preguntaba si podría verte hoy" Dijo Liset algo nerviosa.

"¡Claro, eso sería genial!" Él respondió.

"Ok, ¿te gustaría que cenáramos juntos?" Preguntó Liset.

"Me encantaría" Dijo Marco.

"Bien que tal a las 6 p.m. ¿Te parece?" Preguntó Liset.

"Perfecto... igual que la vez pasad..." Dijo Marco, pero antes de terminar la frase pensó en que quizás Liset solo quería distraerse.

"Jeje si... pues bueno ahí nos juntamos en el estacionamiento..." Dijo Liset nerviosa.

"De acuerdo... o podría ir yo a buscarte para que no tengamos que abandonar tu auto en ese estacionamiento... bueno si es que tú quieres..." Propuso Marco.

"Seria genial... pero mis hijos, tengo que ir a dejarlos donde mi... suegra" Dijo algo incomoda Liset.

"Pero podrías ir a dejar a tus hijos en tu auto y luego te regresas a tu casa a ponerte más hermosa de lo que ya eres y así cuando estés lista te paso a buscar, ¿Te parece?" Dijo Marco.

"Que buena idea... pero si nuestro vecinos nos ven y le comentan algo a mi esposo..." Dijo Liset pensando en su esposo luego de haber estado enojada con él.

"Eso es verdad... ¿Qué tal si te paso a buscar unas cuadras lejos de tu casa? Digo como para no levantar sospechas en tus vecinos y así tu esposo no se entera y para que no tengas problemas..." Dijo Marco pensando.

"Está bien... eso podría funcionar..." Dijo Liset, pero en eso sus diablillos despertaron de su sueño y venían corriendo por las escaleras. "Bien, tengo que dejarte, mis hijos despertaron, luego te llamó... adiós" Se despidió Liset.

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"Oh bien, luego hablamos... adiós..." Dijo Marco finalizando la llamada.

En eso unos brazos lo rodearon desde su espalda... era su ex madrastra.

"Por favor, ten cuidado Marco. La última vez que estuviste con una mujer casada no fuiste muy cuidadoso. Recuerdas lo que pasó cuando estabas teniendo algo con una profesora en la universidad" Dijo Daniela, pasando sus manos por su torso, acariciando su miembro.

"Lo haré, hablaré con ella sobre eso en la cena de esta tarde" Dijo Marco.

"Bien" Dijo Daniela, mordisqueando su oreja mientras lo acariciaba. "Odiaría que te pasara algo. Como un marido enojado que te encuentra empalando a su esposa con esta hermoso pene, como la última vez" Dijo Daniela en su oído.

Marco sonrió y vio a Daniela subirse encima de él.

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Liset tras el almuerzo vistió a sus hijos y los fue a dejar donde su suegra Janet, o sea la madre de Raúl. Esa señora había sido amable con ella siempre, desde que Raúl las presentó ellas se llevaron bien de inmediato. Liset no quería pensar cómo se sentiría su suegra al enterarse de lo que ella le estaba haciendo a su hijo.

Tras dejar a sus hijos, Liset rápidamente se dirigió a la casa, una vez allí, ella se desnudó y tomo un baño. Mientras se duchaba sentada en la bañera, pensó en Marco, ella sabía que esta tarde al igual que la anterior podría pasar algo, así que ella se aseo muy bien su vagina.

Hasta que se le ocurrió la idea de depilarse, a Raúl siempre le gusto su vagina con su pequeño arbusto con vello púbico, pero Raúl no se la cogería hasta que nacieran sus hijos. Así que Liset se dispuso a depilarse su arbusto, dejándose su vagina como una adolescente, calva y suave. Liset pensó que si pasaba algo más con Marco a él le gustaría más su vagina si estaba así depilada a que estuviera con su arbusto.

Liset en ese momento pensó, "Ni siquiera me he juntado con él y ya estoy pensando en follármelo" esto hizo que la culpa volviera a ella. Ya engaño a su marido una vez, y ahora estaba planeando hacerlo de nuevo, esto la puso triste.

Hasta que pensó algo, ¿Qué tal si mientras estuviera embarazada follará con Marco? Sabiendo que Raúl no se la follaría hasta que diera a luz a los bebes. Así su calentura seria cubierta por Marco durante su embarazo, y una vez nacieran sus hijos se alejaría de él y volvería a follar con su esposo. ¿Podría ella hacer eso? ¿Tal si Raúl la descubría? ¿Qué tal si se volvía adicta al pene de Marco? ¿Qué tal si se enamoraba de Marco? Esta última pregunta la aterró, ella amaba demasiado a su esposo y jamás podría amar a otro hombre con la pasión que amaba a su esposo.

En una balanza entre Raúl y Marco, estaba claro quien pesaba más.

Marco era coqueto y cariñoso, era un buen amante y atentó a las necesidades de la mujer con la que estaba, además de su enorme pene que a más de una haría gritar de dolor y placer al mismo tiempo. Pero el problema era que él más joven que ella y en el caso de que hubiera algo entre ambos no duraría mucho, Marco encontraría a una mujer más joven que Liset y ella lo atraería más.

Su esposo Raúl era el hombre perfecto, desde que lo conoció, Liset sintió lo que era el amor, antes de Raúl ella tuvo un novio, pero jamás estuvo cerca de hacerla sentir como lo hacía Raúl. Su esposo el día que le quitó la virginidad, ella supo que era su hombre perfecto, él fue amoroso con ella y paciente, al ser la primera vez de Liset ella sintió mucho dolor e incluso sangro, pero con las caricias y el amor de Raúl todo ese dolor desapareció y conoció el placer.

Desde entonces Raúl la comenzó a follar cada vez que quedaban solos, hasta que se enteraron de que Liset se había embarazado, ahí fue cuando pasaron los incidentes con los vecinos y el rechazo de Raúl hacia el sexo mientras ella estuviera embarazada. Una vez nació su hijo mayor, Liset estaba verdaderamente caliente, pues ella literalmente violó a Raúl una mes más tarde de dar a luz, siguieron follando como conejos hasta que Liset se embarazo de nuevo, a causa de que Raúl le llenaba su útero con semen casi todos los días, así que de milagro ahora no tenían como 10 hijos.

Raúl en la cama la tomaba como quería, le hacia el amor o si quería le daba sexo duro hasta dejarle su vagina adolorida. Y qué decir de los orgasmos, Raúl siempre en cada encuentro mínimo le sacaba 2 orgasmos.

Así que volviendo a la balanza, Raúl pesa muchísimo más que Marco, pero por ahora debido a su embarazo, entre esas dos opciones Marco era su única opción.

Así que Liset hizo un juramento ante la foto de su casamiento con Raúl, juro que "Mientras estuviera embarazada follaría con Marco siempre y cuando el también lo quisiera hasta que ella diera a luz a los gemelos, una vez tuviera a los bebes dejaría de ver a Marco y se dedicaría al 200% a su familia y a su esposo".

Con eso Liset, como si la culpa de su infidelidad fuera una nube se movió y abandono su cabeza hasta nuevo aviso. Entonces vio la hora y ya eran las 5:30 p.m. así que rápidamente se comenzó a arreglar para su cita.

Liset se vistió con unos pantalones negros de mezclilla que no le apretaban su vientre hinchado, una blusa roja y un abrigo negra para abrigarse debido al viento para evitar algún tipo de resfriado y unos zapatos negros. Debajo de toda esa ropa Liset iba con un conjunto de color rosado pálido, unos sostenes que apretaban sus tetas ya llenas de leche materna y una tanga que se ajustaba a su vagina y que se le metía entre sus nalgas, haciendo ver su culo de una manera espectacular.

Ya siendo las 6 p.m. Liset le envió la dirección de su casa y el lugar donde se reunirían para luego irse al restaurant. Liset salió de la casa algo nerviosa, pero aún así siguió adelante. Unas dos cuadras lejos de su casa estaba Marco esperándola, al subirse Liset le saludo con un beso en la mejilla. Marco esperaba más que eso, pero no quería presionar a Liset, por lo que se puso en Marcha hacia el restaurant

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La cena fue agradable, comieron una deliciosa sopa de espárragos y luego unos espaguetis a la boloñesa. Al comienzo la cena fue un poco incómoda, pero liego de unos minutos ambos agarraron la confianza suficiente para hablar y hacer bromas.

Liset sabía exactamente cómo quería que se desarrollará todo esto, una vez terminaran su cena. Al terminar, al igual que las veces anteriores Liset quiso pagar la cena, sin embargo, Marco no se lo permitió y la volvió a pagar con su dinero.

Tras salir del restaurante, ambos se dirigieron al auto de Marco. Una vez dentro del auto, ambos se quedaron quietos, se miraron el uno al otro y se besaron rápidamente, con pasión y deseo. Liset no sabía que le pasaba, ahora ya no se ponía límites para actuar con Marco, ella dedujo que sería la calentura de su embarazo.

Hasta que Marco termino el beso y la aparto con sus manos negras.

"¿Estás segura de que esto es algo que quieres Liset? No quiero causarte problemas o meterte en problemas con tu esposo. Disfruté el otro día contigo, pero realmente no quiero que ninguno de los dos salga lastimado de ninguna manera" Dijo Marco.

Liset se inclinó sobre él, colocando su mano sobre el bulto de los pantalones de Marco.

"Está bien, créeme..." Dijo Liset.

Sin poner alguna queja Marco manejo rápidamente hacia su departamento, al llegar estacionó su auto y fue a ayudar a Liset a salir del auto, al bajarse del auto. Entonces Marco tomo en sus fuertes brazos a Liset como si fueran recién casados y la llevo hasta su departamento.

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Una vez dentro del departamento, cerraron la puerta rápidamente y sin decir nada, Marco le quito el abrigo a Liset mientras la besaba. Ambos comenzaron a besarse y manosearse por sobre la ropa.

Marco rodeaba a Liset con sus grandes manos, comenzaba a abrazarla, comenzando a dar besos por su cara y cuello. Liset al inició permanecía en silencio y dejaba que Marco hiciera todo el trabajo.

Hasta que Liset al fin se decidió a actuar, comenzó a acariciar su cuerpo, pasando sus manos por encima de la ropa por el abdomen musculoso de Marco hasta que llevo su mano hasta sus pantalones, notando que Marco tenía una gran erección.

"Déjame que te ayude..." Le susurró Liset.

Ella comenzó a desabrochar su pantalón hasta bajárselo y luego prosiguió liberando la presión de su bulto, y metiendo la mano por dentro de sus boxer, tras lo cual, sacó para afuera de estos su enorme pene erecto. Era tan grande como la última vez que lo vio, era negro de 24 cm y muy gruesa. Marco levantó sus pies y se terminó de quitar sus pantalones y bóxer, además de sus zapatillas.

Liset con sus dedos agarró su pene y comenzó a masturbarlo, sintiendo como Marco respiraba profundamente. Tras unos segundos masturbando y Liset se metió el pene a la boca, o bueno intento meterlo pues al igual que la vez pasada le costó trabajo meterse ese enorme pene en su boca. Pero esta vez a diferencia de la anterior pudo meterse casi por completo el pene de Marco, mientras este comenzaba a quitarse su camiseta.

Liset luchaba por meterse todo el pene de Marco en su boca, mientras Marco comenzaba a gemir y a recoger el cabello rubio de Liset en una de sus manos, ayudando a Liset a meterse todo el pene en su boca. Marco comenzó a follarle la boca a Liset, ambos sin darse cuenta de que Liset ya se había metido entero el pene de Marco dentro de mi boca, ya le cabía completamente.

Liset sostenía su pene sólo con su boca, Marco puso sus manos en su cabeza tomando el cabello de Liset haciendo una cola de caballo y comenzó a follarle la boca. Liset varias veces se atraganto, incluso en algunas casi vomitó, debido a que el pene de Marco rozaba su campanilla. Marco controlaba la cabeza de Liset hacia adelante y hacia atrás.

Tras un rato de darle sexo oral, Marco gimió fuerte, clara señal de que llego al orgasmo, se comenzó a correr dentro de la boca de Liset, la cual se sorprendió, pues se llegó a atragantar con tanto semen que salió del pene de Marco. Liset intento tener todo ese semen en su boca, pero fue imposible, al casi atragantarse tuvo que escupir un poco del semen de Marco, gran parte de ese semen cayó sobre su blusa roja.

Liset se tragó el resto del semen de Marco, todo eso le dejó cansada su garganta, trago mucho semen. Tras eso Marco hizo que Liset se levantará, ella sabía lo que venía ahora.

Marco comenzó a desnudar a Liset, no sin antes tocar su vientre hinchado con sus grandes manos. Primero comenzó quitándole su blusa roja manchada con gotas de semen, al quitársela dejo ver el sostén rosado pálido que mantenía las tetas de Liset en su lugar, ya que estas por la leche materna comenzaban a pesarle.

Marco luego le desabrocho el sostén, liberando y mostrando los pechos de Liset, con las areolas cafés y cuyos pezones eran de buen tamaño, estos ya estaban erectos. Marco no perdió el tiempo y con un leve empujón, tiró a Liset sobre el sofá.

A continuación, Marco comenzó a desabrocharle los pantalones negros a Liset, tras eso empezó a bajárselos, quedando Liset delante de él solo con su tanga de color rosado pálido.

Sin perder el tiempo, Marco tomó los elásticos de la tanga de Liset y rápidamente se la bajó hasta sus tobillos, quedando enrollados junto a los pantalones negros. Ahí estaba nuevamente, esa vagina de labios vaginales carnosos, la cual está vez para sorpresa de marco estaba depilada.

"Vaya... esto si que es una sorpresa..." Dijo Marco mirando a Liset.

"Me... depile para ti..." Dijo Liset sonrojándose.

Marco no dijo nada, pero por lo que decía su cara, esto le había encantado. Termino de quitarle los zapatos a Liset junto a sus pantalones y tanga. Ahí estaba la mujer casada y embarazada desnuda, con su vientre de 6 meses hinchado debido a los gemelos que estaban dentro de él.

Liset sujetaba su barriga con sus manos, mientras Marco comenzó a moverse, hacia su vagina, que con sus dedos comenzó restregar, esta vagina con todo lo que había pasado ya estaba muy empapada.

Marco comenzó a lamer la vagina de Liset, la cual casi se corre al sentir la lengua de Marco pasar por sus labios vaginales, de arriba a abajo y de abajo hacia arriba. Liset no paraba de gemir, estaba demasiado excitada, esto hizo que comenzara a mojarse aún más, Liset se mordía su labio inferior mientras no paraba de gemir.

Marco estuvo haciendo esto hasta que Liset no aguantó más y llegó al orgasmo, ella sentía como todo su cuerpo temblaba y como de su vagina salían sus fluidos. Marco estaba maravillado con esa escena de una mujer embarazada corriéndose.

Tras terminar su orgasmo Liset vio a Marco, este ya tenía su enorme pene erecto nuevamente, pese a haber quedado flácido luego del orgasmo que tuvo minutos atrás.

Marco tomó a Liset en sus brazos y la llevo hasta su cama, dejándola suavemente sobre está. Liset sabía lo que se venía ahora, le iban a destrozar nuevamente la vagina con ese enorme pene con el que durante noches soñó y se tocó pensando en él.

Marco le abrió las piernas y se ubicó entre estas, apuntando su pene hacía la estrecha vagina de Liset.

"Llego la hora de la verdad, ¿Quieres que lo haga?" Preguntó Marco.

"Hazlo... mi amante..." Dijo Liset totalmente excitada

Marco no preguntó más y se dispuso a meterle su pene, Liset era increíblemente estrecha, eso amaba Marco de ella. Su pene al inició costó que entrara hasta que al fin se deslizo dentro de la vagina de Liset. Esta al sentir ese enorme pene soltó un quejido de dolor.

"¿Estas bien? ¿Quieres que pare?" Preguntó Marco al escuchar el quejido de dolor de Liset.

"Solo sigue... es que había pasado días desde que me abriste mi vagina... parece que aún no se acostumbra a ti..." Dijo Liset excitada.

"Hare que este estrecho agujero se adapte a mi pene, solo es cosa de hacerlo más días para ampliar esta vagina" Dijo Marco deslizando la mitad de su pene dentro.

Liset gimió de placer, le dolía pero también le gustaba. Marco lentamente comenzó a bombear, cada vez metiendo más y más dentro de la vagina de Liset, hasta que la cabeza de su pene choco contra el útero de Liset. Ahí fue cuando ella supo que la tenía toda adentro, esto hizo que se excitara mucho más, mientras Marco empezaba a embestirla más fuerte, aunque claro, sin aplastar su vientre de embarazada.

"Ahhh Liset, tu vagina sí que está bien apretada... ¡Ohh Dios!" Dijo Marco entre gemidos.

"¡Ahhh! Siii... fóllame... fóllame..." Gemía Liset fuera de sí.

El pene de Marco ya sin ninguna complicación se deslizaba dentro y fuera de la vagina apretada de Liset. Marco se la metía hasta el fondo y luego se la sacaba dejando la cabeza de su pene dentro.

Rl pene de Marco al ser grande y grueso, Liset sentía como las paredes de su vagina eran forzadas a abrirse, pero gracias a lo lubricaba que estaba, el pene entraba sin problema, tras lo cual comenzó a moverse más fuerte.

"Ummm eso es... fóllame..." Decía Liset perdida en el placer.

"Eres una traviesa... te castigare con mi pene" Decía Marco mirando a mujer casada y embarazada frente a sus ojos.

Liset tenía sus ojos cerrados mientras no paraba de gemir, sus "Gemidos de ángel" como solía llamarle su esposo Raúl cuando hacían el amor.

Las embestidas de Marco cada vez eran más rápidas y profundas, haciendo que Liset gimiera más fuerte. Marco la follaba como un profesional, Liset entonces puso sus manos en su barriga, y sintió como su bebes pateaban su vientre, ¿A caso ellos estaban en desacuerdo con su madre de follar con otro hombre? Liset pensó y se dijo a si misma "Lo siento hijos, pero mama está muy caliente y su padre no quiere follarme... pero Marco si...".

No pasó mucho tiempo hasta que Liset alcanzó el orgasmo nuevamente, al igual que Marco quien en ese mismo momento se corrió dentro de Liset, llenando su útero con semen caliente.

"¿Que te pareció Liset?" Le preguntó Marco a Liset.

Liset medio gimiendo debido al orgasmo que acababa de tener, le costó recobrar el sentido.

"Me encantó..." Dijo casi cansada.

"Me alegro... ¿Qué tal si vamos por un baño?" Dijo Marco.

"Me parece bien..." Dijo Liset cansada por la follada que le habían dado.

Marco tomó a Liset en sus brazos y la llevó hacia el baño, la dejó con mucho cuidado en la bañera y largo el agua tibia para bañarse junto a Liset. Marco se ubicó detrás de Liset y comenzó a acariciarle sus pechos, sacándole gemidos a Liset, pues tenía sus pezones muy sensibles debido al embarazo.

Liset estaba muy excitada aún, pero en ese momento pensó en su esposo, ¿Que diría él si supiera lo que hizo? Seguramente le diría que es una puta infiel, y aunque le doliera a Liset, ella misma sabía que él estaría en lo cierto.

"Oye Marco... debo decirte algo..." Dijo Liset

"Claro linda, ¿Que tienes que decirme?" Dijo Marco sin dejar de jugar con las tetas de Liset.

"Antes de salir de mi casa, me hice un juramento..." Dijo Liset guardando silencio por unos segundos.

"¿Un juramento? ¿A qué te refieres?" Dijo Marco pensativo.

"Me jure a mi misma que mientras estaba embarazada y ya que mi esposo no quiere follarme por mi estado de embarazo, decidí que follaría contigo durante los meses que me quedan de embarazo... claro solo si tu también lo quieres..." Dijo Liset nerviosa creyendo que Marco no accedería.

"¿Enserio? Eso sería genial, acepto eso sin dudarlo, me encanta follarte" Dijo Marco bajando su mano derecha hacia abajo tocando el vientre embarazado de Liset.

"A mí también me encanta que me folles con tu enorme pene... pero esto eventualmente terminará..." Dijo Liset bajando su mirada viendo su vientre siendo acariciado por Marco.

"¿A qué te refieres?" Dijo Marco deteniendo la caricia de su mano.

"Cuando nazcan mis hijos dejaremos de vernos, como te lo dije mi esposo no quiere tener sexo conmigo debido a mi embarazo... pero una vez que nazcan los gemelos mi esposo querrá volver a tener sexo conmigo... sé que será egoísta y sínico todo esto, pero a él lo amo demasiado... esto que le estoy haciendo a espalda suya me duele, pero lo necesito..." Dijo Liset intentando mirar a Marco.

Este estaba sorprendido, pero pese a lo que le dijo Liset, Marco sabía que ella jamás abandonaría a su esposo por él. Marco sabía que eventualmente alguno de ellos terminaría las cosas.

"Eres un increíble amante y tienes un pene enorme que cualquier mujer desearía tener adentro... pero tú eres más joven que yo y sé que encontraras a una mujer que pueda darte lo que yo no podre... 'Amor' mi amor solo es para mi esposo con quien me case y pese a todo lo que hago deseo volver a sus brazos cuando nazcan mis hijos" Dijo Liset estirando su mano hacia atrás, tomando el pene de Marco que estaba semi-erecto.

"Siempre supe que esto tarde o temprano iba a terminar... pero hasta que ese día no llegue deseo follarte esa vagona estrecha que tienes..." Dijo Marco bajando la mano que tenía en el vientre de Liset, hasta dejar su mano sobre su vagina.

"Mmm que rico... me encanta que me toquen mi vagina... por eso quiero que una vez nazcas terminemos todo esto... tu pene me deja muy abierta, y si vuelvo a tener sexo con mi esposo el notaría que ya no soy tan estrecha como antes, ya que con mis hijos anteriores mi vagina se dilató bien y una vez que nacieron mi vagina volvió a ser apretada, y así es como le gusta a mi esposo" dijo Liset masturbando el pene de Marco, que ya yacía erecto punteando la espalda de Liset.

"Y a quien no le gustaría una vagina así de apretada, tu vagina parece la de una adolescente por la manera en la que aprieta, nadie creería que hasta tenido 2 hijos" Dijo Marco metiendo 2 dedos dentro de la vagina de Liset.

"Mmm siii... ya creo que es hora de otro round" Dijo Liset levantándose levemente de la bañera mientras tomaba el pene de Marco.

Liset alineando el pene de Marco con su vagina, está ya estaba bien dilatada, así que no tuvo problemas para comerse esos 24 cm. Liset se sentó sobre Marco y lentamente comenzó a darle sentones, haciendo que el agua de la bañera salpicara hacia el suelo.

Liset gemía de una manera muy rica, y Marco esto lo calentaba aún más, así que tomó a Liset de sus caderas y comenzó a acelerar los sentones de Liset.

Liset sentía como el pene de Marco chocaba con su útero, esa sensación le encantaba, ella sabía que no duraría mucho antes de llegar a su tercer orgasmo del día. Marco por su parte estaba demasiado excitado por los apretones que Liset le daba a su pene, cuando este entraba hasta el fondo, además de que le encantaba sentir las nalgas de Liset chocando contra sus caderas.

Estuvieron follando en esa posición durante 15 minutos hasta que ambos volvieron a llegar al orgasmo al mismo tiempo. Liset soltó todos sus fluidos, que se mezclaron con el agua de la bañera, mientras que Marco le llenó por segunda vez en el día el útero a Liset.

Tras esto se terminaron de bañar y salieron del baño, ahora se disponían a vestirse. En eso Liset ve el reloj en una de las paredes... ¡Ya eran las 10:30 p.m.! Raúl llegaría a las 11 p.m. a casa, así que rápidamente se vistió y Marco igualmente lo hizo, tras eso salieron del departamento.

Una vez en el auto, Marco rápidamente arrancó en dirección a la casa de Liset.

Una vez en la entrada de su casa, Liset rápidamente le dio un beso de despedida en la boca a Marco.

"Ahí te hablare cuando querrás cenar nuevamente..." Dijo Liset guiñándole un ojo.

"La cena ya no debería set la escusa... mejor ve directamente a mi departamento..." Dijo Marco mirándola seductoramente.

"Buena idea... ahí te avisare cualquier cosa... adiós..." Dijo Liset cerrando la puerta rápidamente, por miedo a que algún vecino estuviera viendo

"Adiós..." Dijo Marco sorprendido, ella de seguro ni siquiera le escucho su despedida.

Marco arrancó su auto rápidamente y desapareció en la esquina de la calle del barrio de Liset.

Liset abrió su puerta rápidamente, al entrar había algo raro... había silencio y paz... ¡Mierda... los niños! Gritó Liset, había olvidado que sus hijos estaban donde su suegra. Rápidamente Liset saco su auto y fue en dirección a la casa de su suegra, llena de nervios.

Al llegar a la casa de su suegra, ella la estaba esperando nerviosa.

"Lo siento suegra... me quede dormida..." Mintió Liset.

"Mi niña me tenías nerviosa, creía que algo te había pasado... si me hubieras dicho que querías dormir tranquilamente hoy, yo habría mandado a dormir a mis nietos y así mañana los hubieras venido a buscar" Dijo la señora Janet.

"Lo siento suegra... quizás otro día puede ser..." Dijo Liset tomando los bolsos de sus hijos.

"Además no deberías salir tan tarde, te puedes resfriar y eso le haría mal a los bebes" Dijo Janet apuntando el vientre de Liset.

"Lo sé... perdón..." Dijo Liset comenzando a sentir la culpa de lo que había hecho hoy con Marco.

En eso sus hijos salieron corriendo directo al auto de Liset.

"Bien... creo que nos vamos... no sabe lo agradecida que estoy por cuidar de los niños" Dijo Liset avergonzada por la razón de por qué trajo a sus hijos hasta donde su suegra.

"Cuando quiera mi niña, yo soy feliz estando cerca de mis nietos, al igual que Arturo (Padre de Raúl)" Dijo Janet sonriendo.

Era increíble, Janet tenía la misma sonrisa que Raúl, una sonrisa sincera y perfecta... ¡Dios Raúl! Se dijo así misma.

"Bueno... adiós suegra y gracias por el favor..." Dijo Liset apurada.

"Adiós mi niña, cuídate mucho y cuando necesites descansar, tráeme a mis nietos" Dijo sonriendo Janet.

"Eso hare..." Dijo Liset pensando.

Se subió a su auto y rápidamente se dirigió a su casa, al llegar a esta, para su sorpresa... ¡Raúl ya estaba en casa!

Liset nerviosamente guardo el auto y saco a sus hijos, los que corrieron hacia la casa. Raúl los recibió con los brazos abiertos y dándole un abrazo muy tierno a ambos.

Ver esa escena, hizo que la culpa de Liset comenzará a aparecer, ahí estaba su esposo, padre de sus hijos y el hombre al cual trató mal cuando salió de la casa.

Liset no sabía cómo actuar con él, después de cómo lo trato, no le sorprendería que Raúl aún estuviera herido.

Los niños corrieron escaleras arriba... entonces Liset se acercó a su esposo, él la miró con esos ojos llenos de amor, con los que siempre la miraba.

"Liset... no me gusta que salgas hasta tan tarde... no quiero que te enfermes" Dijo Raúl bajando su mirada.

"Perdón amor... lo siento por cómo te trate cuando te fuiste..." Dijo Liset con lágrimas en los ojos.

Te perdono, entiendo cómo te sientes... pero recuerda que estoy trabajando más horas en este proyecto para darle un buen futuro a nuestros hijos y a los que vienen en camino..." Dijo Raúl posando su mano en el vientre de Liset, sintiendo unas patadas de parte de estos.

"¡Wow! Parece que serán futbolistas mis bebes, solo siente como patean jajaj" Dijo Raúl riéndose.

Liset no pudo contener más las lágrimas de culpa, y se arrojó a su brazos diciéndole "Te amo" varias veces. Raúl sorprendido por su esposa, la abrazó con amor.

"Yo siempre te amare..." Dijo Raúl mientras sentía las lágrimas de su mujer mojar su camisa. "Oye por cierto, traje una sorpresa para ti..." Dijo Marco separándose de su esposa.

Ella no quería separarse de él, debido a su culpa quería estar apegada a su esposo como señal de arrepentimiento.

"¿Que... sorpresa es...?" Dijo Liset secándose sus lágrimas.

Raúl no respondió, pero fue hacia la cocina, al volver traía una caja rosada en sus dos manos.

"¿Qué es?" Dijo Liset pensativa.

"Descúbrelo por ti misma..." Dijo Raúl sonriendo.

Liset abrió la caja... lo que vio la lleno de amor... era un pastel con frutillas, su favorito con unas letras en el centro que decían "Te amo". Liset se emocionó mientras miraba el pastel.

"En la mañana cuando salí, supe que estabas molesta por que casi no pasó tiempo en la casa... así que decidí manda a hacer tu pastel favorito para quitarte ese enojo" Dijo Raúl riendo.

Liset casi se desmaya, ella trato demasiado mal a su esposo, y no solo eso, si no que hoy le había sido infiel por segunda vez. La culpa que sentía Liset era mucha, más al ver que su esposo le trajo su pastel favorito como señal de arrepentimiento por hacerla enojar al irse de la casa al trabajo.

"Pensaba comer un poco de pastel junto a ti antes de irnos a dormir, pero antes yo iré a hacer dormir a mis diablillos, tu mientras ve a tomar un baño para que te relajes, ¿De acuerdo?" Dijo Raúl dejando el pastel sobre la mesa.

"De acuerdo" Dijo Liset sollozando.

Subió las escaleras, se quitó su abrigo y comenzó a desnudarse, mientras las lágrimas caían por sus ojos. Se sentía culpable, pese al juramento que se hizo, le dolía hacerle esto a su esposo. En eso Liset vio las manchas de semen seco sobre su blusa roja, se asustó mucho, ¿Qué tal si Raúl la encuentra así? Por el miedo ella decidió echar a lavar su ropa de inmediato.

Se bañó en la bañera, recordando como Marco se la folló hoy, aún sentía dolor en su vagina por la manera en que se la folló. Liset iba a masturbarse, pero recordó que su esposo la estaba esperando. Se terminó de duchar y se puso su pijama, esta noche ella quería solo pensar en su hombre, su esposo, y quería olvidarse de Marco.

Ella bajó hacia la sala principal, ahí la esperaba su hombre repartiendo una rebanada de pastel en dos platos. Su esposo mientras ella se bañaba hizo dormir a sus dos hijos fácilmente, eso ella lo sabía, Raúl siempre les contaba un cuento para que se durmieran.

"Bien... a comer" Dijo Raúl apartando una silla para que su esposa se sentará.

Liset se sentó en la silla y rápidamente comenzó a devorarse el pastel, debido a sus antojos de embarazo.

"¿Y qué hiciste de bueno hoy amor?" Pregunto sorpresivamente Raúl.

Liset casi se atragantó con el pastel, no esperaba esa pregunta de parte de su esposo.

"Pues... fui a visitar a Jasmín (Su amiga de secundaria)" Dijo Liset.

"¿Y qué hicieron?" Preguntó de nuevo Raúl.

"Pues... hablamos y... pues vimos series..." Dijo Liset mintiendo.

"Ya veo..." Dijo Raúl comiendo su pastel.

Tras terminar su pastel ambos subieron a su dormitorio que compartían juntos. Se acostaron abrazados no sin antes decirse lo mucho que se amaban el uno al otro. Esto hizo que Liset derramará algunas lágrimas a causa de la culpa, Raúl le pregunto por qué se emocionaba tanto... Liset solo dijo que era a causa de su embaraza que estaba muy sensible.

Luego de unos minutos Raúl se durmió, mientras Liset en la oscuridad se daba fuerzas a sí misma para seguir con su juramento. Pues pese a la culpa, ella seguía muy caliente por todo lo que le hizo Marco... ¿Cuándo volveré a verlo? Se preguntaba Liset mientras se dormía con una mezcla de placer y culpa...

Continuará...

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