Nuevos relatos publicados: 14

Una videollamada sexi con la Señorita R

  • 7
  • 8.898
  • 9,75 (8 Val.)
  • 1

Hola lectores y lectoras, hoy os traigo un relato que podía haber sucedido un martes de hace pocas semanas, en mi correo tengo añadidas a muchas personas, muchas de ellas son lectoras de mis relatos. Normalmente suelo hablar con mis agregados, para de este modo poder saber sus opiniones, para saber mis relatos les gusta o no, e incluso poder intercambiar experiencias.

Uno de estos contactos la llamaremos Señorita R, y pongamos que es de Murcia, morena con el pelo largo por debajo de los hombros, ojos marrones, una cara hermosa, labios finos pero bonitos, alta, con unos pechos grandes y culo redondito. Ella es una chica a la que le gusta vivir la vida, lo cual me encanta, piensa que cualquier momento es bueno para tener sexo, pero solo cuando ella quiere, no se deja llevar, todo esto sin ser ninfómana.

A la Señorita R le encanta leer mis creaciones porque alguna le pone cachonda, y eso me gusta, es una muy buena fan de mis creaciones, incluso me da ideas para hacer en sexo, cosas que practicó y quiere que otros lo prueben porque a ella le gusto.

Estaba conectado un día, pasando la mañana, cuando pasado un rato la Señorita R entró, nos saludamos y pasamos unos breves minutos charlando, hasta que ella me dijo que, si quería verla, yo le dije que bueno, y ella conectó la webcam, y hay estaba ella con ese camisón negro.

Al rato, me preguntó si la veía, le respondí que sí, ella me dijo que, si me excitaba verla, le repliqué que la verdad era que sí, que estaba alegrándome la vista, entonces ella me preguntó que, si quería que hiciera algo para mí, no supe a qué se refería, tardé un rato en contestarle y cuando lo hice le dije que se bajara las dos tirantas del camisón, ella sonrió y empezó con una mano a jugar con su tiranta izquierda, tirando de ella, para después bajársela un poco hasta llegar a medio hombro.

Más tarde con cada mano en una tiranta empezó a juguetear con ellas, tirando, bajándoselas un poco, hasta que dejó ambas a media altura. Yo estaba deseando que se la quitara, le dije que se las quitase, sonrió y después se las quitó, quedando ambas por debajo de los brazos, se le podían notar sus marcados pezones a través de la tela.

Tras realizar esto, le pregunté si estaba húmeda, ella respondió que sí, pero muy poco aun, necesitaba estimularse, me rogó que usara un lenguaje más subido de tono, que le encantaba, entonces le dije que deseaba comerme su coño caliente y mojado, ella río y me dijo que quería que me la follase, yo le dije que se pusiese cachonda, que podía ver cómo le gustaba lo que le decía, que iba a tener una gran corrida, como la zorra caliente y viciosa que era.

A continuación, le dije que me mostrara su cuerpo, que hiciera un pase de modelo, la Señorita R se levantó y se fue hacia el final de la habitación, cerca de la cama, moviendo su culo de forma sexy, después retornó hacia el ordenador, todo esto con movimientos sexis, la chica iba siguiendo las indicaciones que le iba dando. Luego se puso a escribirme si me había gustado, podía ver su canalillo y sus pezones marcados.

Le dije que me enseñara algo más íntimo, que esos pezones me excitarían a mí, ella se puso a mover su cuerpo de un lado a otro, hasta que se quedó quieta, se levantó el camisón dejándome ver ese ombligo y fue subiendo hasta llegar a sus pechos que por fin libero, se tumbó en la cama y enfocando sus pechos y su cara la veía que hacía unos movimientos de caderas sin poder ver que es lo que hacía realmente, pasados unos segundos, la Señorita R me enseño esas braguitas en su mano, se las había quitado.

Pude ver sus tetas, grandes y hermosas, bien formadas, con una aureola grandecita, con sus pezones expectantes. Mi miembro era ya difícilmente contenido en mi pantalón, por lo que me la saqué, quitándome el pantalón y el bóxer, no mucho después comencé a acariciarme mi miembro.

Vista la primera parte de la función, le dije que había estado muy bien, que me gustaba su predisposición, que se veía que tenía las mismas de jugar que yo, yo le dije que me encantaría follármela, comerme su sexo de viciosa, ella sonrió, y me dijo que se iba a masturbar para mí, se tumbó boca arriba sobre su cama, incorporada, prácticamente desnuda, se empezó a acariciar el cuerpo, recreándose con sus pechos, se pasaba las manos por ellos, le gustaba acariciarse y hacer que me pusiera cachondo, continuaba amasando sus pechos, pellizcándose los pezones. Para seguidamente pasar a acariciarse con su mano su sexo, mientras la otra lo hacía con sus tetas. En ese momento le dije que sus manos pasaban a ser mi boca. Que fantaseara con ello.

Minutos después, ella empezó a disfrutar de la situación, se tumbó entera en la cama y siguió acariciándose su rajita, sus dedos iban pasando por sus labios, metiéndose dentro y acariciando su clítoris. La otra mano continuaba acariciando sus pezones, todo esto hacía que ella soltase a veces algunos gemidos. Ella me preguntó si me gustaba verla, le dije que sí, que me encantaba poder contemplarla en plena acción, que me estaba masturbando, y que me encantaría que ella me la chupase, como una buena diablilla que sé que es, tras leer esto, ella empezó a chupar los dedos de la mano que estaba en su coñito, imitando el mamar mi miembro, después continuó con el masaje de su coño.

La Señorita R estaba muy caliente, así que paró de masturbarse y se incorporó, se puso delante de la cámara, me dijo que si quería ver su sexo en primer plano, le dije que sí, ella me dijo que lo intuía, sonreí, me dijo que iba a dejarme ver un poco, que le gustaba verme la cara de viciosos que ponía, se paró ahí, entonces me preguntó si me estaba masturbando al verla, le dije que por supuesto, ella replicó que eso le gustaba, se sentó y se quedó inmóvil unos segundos, para que pudiera contemplar sus pechos con tranquilidad, ella sonreía, me miraba desafiante, yo seguía masturbándome, cada vez con más energía. Pasado ese tiempo le dije que me enseñara su culito, se levantó se dio la vuelta y me mostró su culo, estaba muy bien, era muy apetecible.

Le pregunté que si había dejado la tarea de masturbarse, me dijo que no, que estaba descansando, que ya se había corrido una vez, dicho esto, nuevamente se tumbó en la cama boca arriba, incorporada, se abrió lo que pudo de piernas, empezó a acariciarse el cuerpo, recreándose en mimar sus pechos, se pasaba las manos por las tetas, le gustaba ponerme cachondo a la vez que ella se ponía también, la Señorita R continuaba sobándose sus tetas, pellizcándose los pezones, momentos después, seguidamente pasó a acariciarse con su mano su coñito de nuevo, mientras la otra lo hacía con sus tetas, ella disfrutaba de la situación, se tumbó entera en la cama y continuó acariciándose, sus dedos iban pasando, haciéndola disfrutar, la otra mano continuaba acariciando sus pezones.

Los movimientos lo hacía cada vez más rápido, yo le decía que se corriese, que se corriese para mí, que era mía, continuábamos masturbándonos, yo seguía usando un lenguaje soez que tanto la excitaba, ella sonreía y apretaba el ritmo a la vez que gemía más fuerte, le decía que quería ver sus jugos salir de ella, hasta que me dijo que se corría, yo aceleré y me corrí al momento, empezaron a salir borbotones de semen de mi miembro, los cuales iban cayendo sobre mi pecho en principio y después sobre mi mano, estaba totalmente embadurnado de mi leche, ella seguía gimiendo, cada vez más hasta que se corrió, se quedó tumbada inmóvil, con los brazos levantados, disfrutando del orgasmo.

Cuando se repuso, le dije que había estado muy bien, estaba en primer plano, podía ver sus tetas enrojecidas del sobeo, y su sexo húmedo. Momentos después me dijo que se iba a desconectar para irse a duchar.

Espero que les guste este relato y que ojalá les pueda traer más relatos así, eso será señal de que lo hemos repetido.

(9,75)