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Vacaciones con mi prima: Es hora de follar
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Unos minutos después de que mi prima terminó su orgasmo, se levantó de la cama y se fue al baño. Por mi parte, yo tomé una servilleta y me limpié el pito. Luego me acosté en la cama y esperé a que mi prima saliera del baño. Unos 10 minutos después, Pamela salió del baño y antes de que yo pudiera decirle algo, ella solo dijo: “No quiero hablar de lo que pasó. Que descanses”

Al otro día, me levanté como a las 7 de la mañana y fui a orinar. No dejaba de pensar en lo que había sucedido anoche. Mientras mi prima seguía durmiendo en la cama… yo tomé una ducha. Luego salí de regadera, me tape con una toalla y salí del baño. Mi prima seguía durmiendo. Posteriormente me puse un bóxer y una bermuda.

No sabía si despertar a mi prima o dejar que siguiera durmiendo. Así que opte por la segunda opción. Cuando abrí la puerta del cuarto, mi prima dijo: ‘¿A dónde vas?’. Yo contesté: ‘voy a traer algo de desayunar’. Ella respondió: ‘por qué no lo pides por teléfono. Es que quiero tomar un poco de aire’ –contesté y luego cerré la puerta.

Mientras estaba en el restaurante esperando ordenar, mi prima bajo del cuarto y me dijo: ‘¿Ya pediste?’. ‘Si, pedí café, hotcakes y poco de fruta. ¿Quieres que pida otra cosa?’. Ella contestó: ‘no, pero en lugar de desayunar en el cuarto, ¿qué te parece si desayunamos aquí?’. ‘¡Genial! Me encanta la idea, prima’.

Una vez sentados en la mesa, no sabía si debía tocar el tema de anoche. Ya que además de ver una película porno, pues yo pude ver como se masturbaba, ella me vio a mí, y además se tragó un poco de mi semen. Así que antes de hablar sobre dicho tema, le dije: ‘oye, qué te parece si después de comer vamos a la playa y como es nuestro último día, pues nos vamos a bailar’. ‘¿A poco sabes bailar?’ –me dijo mi prima mientras se reía. ‘No, pero tú me puedes enseñar’ –Le dije riéndome. ‘De acuerdo, primo’ –concluyó ella.

Después de eso, los dos seguimos desayunando en silencio. Sin embargo, podía sentir que ella me quería decir algo, pero no se atrevía. Así que rompí el silencio y le dije: ‘Oye, Pam… perdóname por lo de ayer. No sé qué paso, la calentura me ganó y no me pude controlar. Te prometo que nunca nadie se va a enterar de esto, ¿de acuerdo?’. Entonces ella dijo con voz fuerte: ‘por qué sigues hablando de esto… te dije que lo olvidarás… me voy ir a la habitación, quiero estar sola’. Luego se paró de la mesa y se fue.

Por mi parte, yo solo pensaba “eres un pendejo… para que hablaste de ese tema… ya se enojó… y ahora cómo carajos las vas a contentar”. Después de unos 15 minutos de estar recriminándome mentalmente por mi estupidez, me levanté de la mesa y fui a la habitación. Toque la puerta y luego dije “Oye, prima… ¿puedo pasar?” como vi que no me contestaba, abrí la puerta y entré. Luego caminé hacia la cama y noté que ella estaba en el baño. Así que levanté la voz y dije: ‘sé que no quieres hablar conmigo y tal vez tampoco me quieras ver; así que voy a estar en la playa todo el día’.

Sin embargo, ella no respondió. Así que tomé mi celular y cuando ya estaba a punto de salir, mi prima salió del baño y me dijo: ‘espera, primo. Perdóname por gritarte y dejarte solo en la mesa, pero estoy muy confundida por lo que paso. Nunca debió pasar lo de anoche. Quiero que sepas que no fue tu culpa, los dos perdimos el control y se nos fue un poco de las manos’. ‘Entonces me perdonas, prima’ –Le dije con mi cara triste. Ella solo camino hacia donde yo estaba parado, luego me abrazo y me dijo: ‘claro que sí, primo’. Y me dio un beso en el cuello.

Yo: Ya que todo está perdonado… ¿Qué te parece si nos vamos a la playa?

Ella: ¡Genial! Pero déjame ponerme un traje de baño. Por cierto, yo creo que con lo que paso ayer, ya no creo que me dé pena ponerme el traje blanco que te enseñé. ¿Qué opinas? Me lo pongo o no.

-Como quieras prima – contesté un poco excitado.

-Me lo voy a poner, pero si se me quedan viendo todos los chicos, no te vayas a poner celoso. Me dijo ella mientras se reía.

-No te preocupes, Pam… si alguien se quiere pasar de listo, te defenderé como si fueras mi novia –le dije mientras hacia un gesto de “ya la cagué” por suerte ella solo se quedó viendo por uno segundos y luego dijo:

-voy al baño a poner el traje.

Yo solo pensé: que pendejo, ya volví hacer incómodo el momento.

Unos minutos después, Pam me grita

-¡Oye, primo… voy a salir! Y unos segundos después salió del baño.

Por mi parte, yo la miré y dije:

-¡Santo Dios… pero que hermoso cuerpo tienes… ese traje se te ve genial!

Mi prima solo dijo:

-ay primo… no digas eso… que me apeno.

Es en serio le decía mientras mi pito no dejaba de crecer. Y antes de que mi prima lo pudiera notar, me senté en la cama. Posteriormente mi prima comenzó a modelarme, y yo no paraba de verle su coñito… se le transparentaba sus vellos púbicos… no eran muchos, pero se le veía un coñito súper abultado. Luego se dio la vuelta y me enseño su tremendo culo. Tenía unas nalgas riquísimas. Me imaginaba teniéndola en posición de perrito y metiéndole el pito hasta el fondo. Yo creo que ella se dio cuenta de mi excitación, ya que me dijo:

-creo que esto se está poniendo algo caliente. Así que vámonos a la playa.

Yo: Si quieres adelántate, voy hacer una llamada rápida.

Eso le dije porque tenía mi pito erecto y no quería arruinar la situación. Entonces ella tomó su toalla y luego salió del cuarto. Así que rápidamente entré al baño y oriné para que se bajará. No me quería masturbar, ya que iba esperar en la noche hasta que se quitará su traje por masturbarme con él.

Ya estando en la playa, noté como varios chicos no dejaba de verla. A mi prima de alguna manera le gustaba que la vieran, sin embargo le daba un poco de pena. Así que en un momento de locura, me agarró de la mano y me llevo al mar. Lo hizo como si fuéramos novios. Una vez entramos al mar, nos fuimos a lo profundo. El agua nos llegaba casi hasta el cuello. Mi prima no soltaba mis manos. Estábamos de frente los dos. En eso yo le dije: voy a sumir mi cabeza en el agua. Ella solo hizo un gesto de aprobación e inmediatamente me sumergí. Abrí los ojos cuando estaba debajo del agua para volver a ver su coñito mojado. Fueron como 12 segundos que estuve debajo de agua, pero fue un momento bastante excitante. Su vellos púbicos se le veían en la parte de arriba de su bikini.

-Y ¿qué viste allá abajo? -Me preguntó ella.

-No puede ver nada, estaba muy oscuro. Por supuesto yo me estaba refiriendo a su coñito.

Entonces ella dijo:

-y no te gusta lo oscuro.

-Claro que sí, pero es mejor cuando puedes oler y sentir esa oscuridad en tu boca y tú nariz.

Ella ya sabía que me estaba refiriendo a su vagina, y aun así continúo el juego diciendo:

-crees que si yo me sumerjo, pueda ver la oscuridad de tu lado (refiriéndose a los pelos de mi pene)

-No creo que puedas verlo, pero si quisieras podrías sentirlos -Le dije.

-¿En serio? Respondió.

-Claro, si quieres puedes sentir con tu mano un poco de oscuridad que tengo en el pecho y abdomen. Le dije mientras yo ponía su mano en mi pecho por debajo del agua.

Entonces ella dijo:

-¿y si quiero ir más abajo?

-Tal vez te espante la dura oscuridad -le dije mientras sonreía.

Ella capto el momento y también sonrió. Cuando ya estaba a punto de bajar su mano hacia mi pene, una ola llegó y nos aventó. Yo aproveché ese momento para tocar sus dos nalgas y una de sus tetas. No sé si ella lo sintió, pero cuando la ola se fue… ella dijo:

-vamos a comer.

Después de comer, le dije que si quería volver a la playa o si ya nos íbamos al hotel. Ella dijo:

-ya estoy un poco cansada, vamos al hotel. Yo solo moví la cabeza y caminé hacia el cuarto.

Estando allá, ella entró al baño mientras yo revisaba mi celular acostado en la cama. Unos minutos después, ella salió del baño y me vio acostado en la cama. Después le entró una descarga de adrenalina y se lanzó hacia mí. Yo me saque de onda, pero está súper excitado por esa situación. Fue entonces cuando ella intentó quitarme mi celular mientras nuestros cuerpos se restregaban. Ella solo decía:

-deja tu celular, estamos de vacaciones.

A mí no me importaba mi celular, pero quería seguir teniendo su cuerpo arriba de mí, así que hice como me importaba y le seguí el juego. Y en un movimiento la voltee y yo me puse yo encima de ella. Mientras tenía sus manos sujetadas sobre la cama, ella separó sus piernas para que quedáramos en la posición de misionero. Yo tenía mi bóxer y mi bermuda puesta, a ella solo la cubría su diminuto bikini. Yo no sabía si moverme o no, pero ella tomó la iniciativa… se comenzó a mover como rozando su vagina con mi pene. Por supuesto mi pito ya estaba súper erecto, y ella lo notó rápidamente. Tanto que no dejaba de moverse. Entonces yo también comencé a moverme de tal forma como si estuviéramos follando. Seguíamos peleando por el celular, pero realmente solo nos estábamos calentando. Unos 30 segundos después de forcejeos, yo mordí su barbilla con mis dientes y le dije: si no lo sueltas te voy a morder el cuello. Ella solo dijo:

-a ver si puedes y se empezó a reír.

Así que comencé a darle pequeños mordiscos en el cuello, ella hacia como que no quería, pero al mismo tiempo no ponía mucha resistencia. Mientras le seguía restregando mi pito en su coñito, y al mismo tiempo le mordía su cuello, escuche un pequeño sonido que salió de su boca… ¡mmmm! Ya está gimiendo aceleré mis mordiscos pero en su oreja. Ella dejo de poner fuerza, y solo cerró los ojos y salió de su boca un gran gemido ‘ohhh… siiis… mmm…’ mientras ella gemía, yo aumentaba mi movimiento de cadera, quería penetrarla, pero la ropa nos lo impedía. Así que en un momento de adrenalina, solté una de sus manos y con mi propia mano comencé a bajarme el short y el bóxer. Mi pito ya estaba afuera, así que lo agarre con mi mano y comencé a restregárselo lentamente en su coñito. Cuando ya le iba a ser un lado su bikini, ella dijo: ‘no, eso no’.

Entonces yo quite mi mano de su vagina y solo continúe restregando mi pito a través de su mojado bikini. Mientras mi lengua seguía recorriendo su cuello, ella dejo celular en la cama, luego tomo uno de sus pechos con sus manos y comenzó a masajearlo. Entonces yo comencé a bajar lentamente hacia su otra teta. Y cuando llegué a ésta, le baje lentamente su bikini del pecho y pude ver su riquísimo pezón parado. Estaba súper excitada. Así que comencé a darle pequeños mordiscos a su pezón.

Entonces ella uso su otra mano para bajarse el bikini del pecho. Ahora sus dos tetas estaban al aire libre. Así que comencé a chuparlas una y otra vez, ella solo gemía: ‘¡mmmm! ¡Asisisi! ¡ooohhh!’ Mientras continuaba con mis movimientos de lengua, mi pito ya estaba escurriendo un poco de semen. Así que usé una de mi manos para tomar mi pene y tratar de penetrar ese peludo coñito atreves de la tela del bikini. Ella siento totalmente mi pene y solo gritó… ‘oooh!’. Yo intentaba penetrarla, pero esa maldita tela nos estorbaba, así que me arriesgué y use mi otra mano para hacerla a un lado. Sin embargo ella notó mi movimiento y se levantó rápidamente de la cama. Y dijo: ‘No, te dije que eso no’.

Y cuando ella ya se iba meter al baño, me paré rápidamente de la cama y la tome por la parte de atrás. Mi pito estaba entre sus nalgas, mis manos masajeaban sus tetas y mi boca besaba su cuello. Ella semi intentaba zafarse de mis brazos. Pero realmente no quería. Entonces usé un movimiento brusco para pegarla hacia la pared, ella dejo de poner resistencia y luego simplemente separe su piernas y puse mi pito entre sus nalgas, nos seguía estorbando la tela, pero la quería excitar un poco más… así que después la voltee hacia mí y la comencé a besar en la boca. Entonces ella hizo ese movimiento que tanto esperaba, uso una de sus manos para agarrarme el pito. Comenzó a masturbarme rápidamente. Yo estaba a punto de venirme, así que la tomé de las piernas, la cargué y la tiré en la cama, estando ahí, le abrí las piernas y comencé a chuparle el coño sobre la tela.

Ella solo se retorcía y decía ‘¡ooohhh!… siiiisiiisiii…. ¡nooo paresss!… ¡maass!… ¡¡mmm!!!’. Mientras ella gemía, tomé con mis dos manos su bikini y se lo bajé rápidamente hasta sus rodillas. Fue en ese momento cuando puede ver esos hinchados y deliciosos labios vaginales. Su coñito era hermoso, tenía su vello púbico recortado y no paraba de salir jugos vaginales. Entonces me acerqué a su coñito para olerlo y luego simplemente mi boca y mi lengua comenzaron a chupar su clítoris.

Mi lengua no paraba de penetrar esa cueva. Fue entonces cuando escuche que ella decía entre sus gemidos… ‘¡Hazme tuya!… ¡Penétrame!… ¡Métemela toda!… ¡mmms… siiiii… ohhh!’. Al escuchar esto, mi pito ya estaba listo para la penetración, pero en lugar de eso, me puse al lado de su cara, tomé mi pene y se lo puse en la boca. Ella lo tomó rápidamente y comenzó a chuparlo una y otra vez. Noté rápidamente su inexperiencia, pero no me importó. Así que tomé su cabeza y la forcé a que se lo metiera todo. Luego simplemente comenzó a chuparme los huevos y con su mano comenzó a mastúrbame. Yo estaba en la gloría. Estoy seguro que ya me había venido como tres, pero faltaba el toque final.

Así que puse una almohada debajo de su espalda, luego le abrí las piernas y le dije que se metiera los dedos y ella lo hizo rápidamente, yo comencé a mastúrbame y unos segundos después puse mi pene sobre los pelos de su vagina y comencé a restregársela lentamente. Ella solo decía ¡hazlo, primo!… ¡Ya no aguanto!.. ¡Por favor, dame toda tu leche! Y antes de ella dijera otra cosa, se la metí toda. Comencé a meterla y a sacarla. Ella solo gritaba… ‘oooh… ssiii… maaas… ohhh… mmm…’ mientras ella gemía, yo seguía penetrando ese hermoso coño.

En cada envestida, solo se escuchaban nuestros jugos fusionándose, era una locura… ella gritaba: ‘¡¡Así, primo!!’. Yo solo envestía y gritaba: ‘¡Me encantas Pamela!’ Unos segundos después, cuando ya estaba a punto de venirme, le dije a mi prima, ‘ya me voy a venir, lo saco’. Ella suplico que no y solo dijo… ‘quiero toda tu leche en mí’. Fue entonces cuando exploté y ella también.

Y antes de que la excitación terminará, le dije: ‘me dejarías penetrarte ese riquísimos culo’. Ella contestó, ‘me muero de ganas por estar en posición de perrito y que tu pito me esté penetrando mi virgen culo’.

CONTINUARÁ…

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