Ella me buscó, insistía en buscarme todos los fines de semana que podía… llegaba sin avisar, le encantaban esos encuentros en mi departamento. Nada que ver en la oficina, donde ahí ella mantenía esa imagen de seriedad y mantenerse aparte, había unos compañeros que trataban de sonsacarla y ser muy amistosos, pero ella ponía distancia, siempre hablando de su prometido que ya estaba por regresar de sus estudios fuera del país. Casuales y me arruinaba con otras chicas.
El viernes salimos con los compañeros de trabajo a celebrar, estábamos 5 personas: Pedro, Rebeca, Raquel, Virginia y yo.
Con Pedro manteníamos una competencia oculta, estábamos interesados en Raquel… ella era cabello castaño claro, ojos grandes, carita redonda labios gruesos, nariz un poco respingona, no era delgada, tenía unas curvas seductoras, rara vez usaba falda, pero ese día andaba de falda y se notaban lo carnosas de sus piernas, de un color muy claro, además los tacones que andaba acentuaban sus curvas. Fuimos primero a un bar restaurante, de esos de cadenas, con su show en vivo en terraza, ahí pides unas boquitas para compartir y los respectivos culetazos de cerveza. Raquel y Virginia prefirieron coctel, ya Rebeca era más de cervecera. Virginia hablaba poco y Rebeca era un mar de palabras, por su parte Pedro trataba de enfocar la atención de Raquel, al igual que yo… pero este estaba contrariado, porque Rebeca no lo dejaba tranquilo, ya antes él había tenido interés en ella, pero lo había rechazado cuando apenas empezaba en la empresa, hoy que ya tenía mejor puesto, ella le tenía ganas, por eso no se le apartaba de encima y Raquel estaba cerca de mi…
Virginia contrariada por eso, dijo que se tenía que ir, me dijo si yo me iría pronto para que le diera aventón, pero dije que aún no, se despidió y dijo que pediría un taxi. Después de reírnos todos por su actitud, quedamos de ir a una discoteca cerca, para continuar la noche. Supuse muy a mi placer que tendría un buen chance con Raquel, y está ya estaba muy animada, después de unos cuantos cocteles que pidió… revise mi teléfono y tenía varios mensajes… Virginia, diciéndome que estaba afuera, que me esperaba. Estaba contrariado, tenía ya a la chica que deseaba esa noche y la otra no me dejaría disfrutarlo. Salimos y ahí estaba ella, dijo que no había encontrado transporte, le dije que íbamos para una discoteca, se quedó callada un rato pero igual iría con nosotros. Pedro quería que Raquel se fuera con ella, pero Rebeca se le adelantó, como el carro de el era de dos puertas, Raquel quiso irse en mi camioneta, en eso Virginia fue hábil también, le dijo a Raquel que iría cómoda en el asiento de atrás, guiada por Virginia, esto me termino de arruinar la jugada, pensaba dejar a aquella en su casa y luego ir con Raquel al apartamento…
Virginia: vamos Raquel, iremos a tu casa primero…
Raquel: yo no voy a la casa hoy… hoy era para gozar!!!
Virginia: y tu niño? Lo vas a dejar solo hoy?
Raquel: está con la abuela, hoy no llego… hoy es viernes! Hoy es noche libre!!! Mañana soy mamá, hoy soy una más en fiesta!
Virginia: pero…
Raquel: pero nada!!! Y vos no seas maricón, cuidadito me dejas en la casa! Dijiste que siguiéramos la fiesta!
Yo: Yo cumplo lo que digo! Yo no me estoy echando para atrás! Aquí seguimos! Virginia, te paso dejando!
Virginia: Nooo… yo… yo también voy! No te puedes ir sola…
Raquel: Así es mi amiga!! Sigamos!! Uhuuu!!!
Ya me había fastidiado a mí, pero lo que no imagino es que Raquel sin saberlo la fastidiaba a ella, quería deshacerse de ella para irse conmigo, pero la cosa no le salió como tal…
En la Discoteca de moda, que tenía un nombre así muy Barroco, el asediado de Pedro no encontraba como liberarse de Rebeca y yo era acompañado por Raquel y una inconforme Virginia que apenas seguía el ritmo, estaba ella tratando de seguir el paso del lugar, pero le ganaba Raquel, que se movía con todo el dominio de su cuerpo, se subía la falda al hacer esos movimientos hacia abajo típicos del reggaetón, que era la música que dominaba la noche, se arrimaba a mí y me hacía parar la verga, no sé si a propósito, pero en su cara se miraba la satisfacción y placer.
En medio de todo, poco a poco se fue acercando Pedro y en una gran jugada, hizo que cambiáramos de parejas, en lo que Raquel giró, él se puso detrás y ella siguió haciendo su contoneo provocador, con lo que Rebeca se dirigió hacia mí, ella no está nada mal, 1.67 de alto, cabello claro, es delgada, casi que su cintura se pierde, pero tiene unos pechos generosos, pero mi interés estaba en la otra… esto no le parecía a Virginia, que estaba haciendo papel secundario y a la vez, no quería darse color con nadie, bailaba muy pegado con Rebeca, sentía sus pechos pegarse a mi cuerpo, se dio la espalda y me pego las nalgas al cuerpo, yo tome su cintura y pase las manos casi llegando a los pechos, ella giro la cara de manera muy coqueta, le había gustado el movimiento…
Después de un rato dijo que iría al baño, nos fuimos moviendo a un lado de la pista, cuando nos apartamos de los otros, las luces cambiantes, la gente moviéndose, bebiendo y otros consumiendo algo más, había mucha energía sexual… cuando aquella se fue al baño, ya sin que nos vieran los otros, Virginia se atrevió más conmigo, se pegó a mí y me provocaba con su movimiento, yo aproveche a desquitarme las tretas de ella… me pegue mucho y agarraba sus caderas, casi rodeando sus nalgas, se sonreía como siempre que la excitaba y provocaba, fui subiéndole la falda, ella se la bajaba nuevamente y luego volvía a poner sus brazos sobre mis hombros, estaban tan concurrido el lugar que los demás chocaban con nosotros, a veces hasta una mano se pasaba por mi e igual veía alguna deslizarse por el cuerpo de Virginia, esto tenía algo de excitante, volví a subirle la falda.
Cuando Rebeca vino de vuelta, me sonrió de manera cómplice, se pegó detrás de Virginia y le acaricio la caderas, aquella se sorprendió y a mí me encantó, bailamos muy pegados deslizaba las manos del cuerpo de Virginia al mío palpándome la cintura, bajo aún más casi pegando su cara a las nalgas de Virginia, yo hice lo mismo y al subir le agarre las nalgas a Virginia, sintiendo también la entrepierna caliente de Rebeca, aun por sobre su pantalón, ella se sonrió e incluso le di una lamida de oreja a Virginia, se rio de la reacción asustada de aquella y luego siguió bailando por ahí…
Seguí apretujando a Virginia moviéndonos hacia un rincón, se dio vuelta ofreciéndome su espalda y haciendo un tongoneo inesperado, en la oscuridad metí rápidamente las manos bajo la falda y le saque la pantaleta, ella se giró cuando la baje y se la saque, ella me araño el brazo, cuando la puse dentro de mi pantalón, estaba excitada, más que a nadie le llamo la atención o estaban en su propio mundo, pegue la cara a su escote, comencé a chuparle la piel, siempre buscando hacia un pecho, ella ponía sus brazos sobre mi espalda y agachaba el rostro, me pegue a su cuerpo, le rozaba mi entrepierna y ella se alzaba sobre sus tacones… metí la mano entre sus piernas desde atrás, ella me lanzo un bufido y me mordió la oreja, comencé a rozarle en su pubis… había otros alrededor en plena acción de pasión, el ambiente tenía algo tan erótico que muchos estaban desinhibidos, vi a Rebecca, con su blusa levantada mientras otra chica ponía su cara entre los pechos y un chico se pegaba a su pelvis con ansias…
Virginia: Salgamos de aquí… te voy a hacer todo lo que quieras, pero aquí no…
Yo: está bien, pero será lo que yo quiera
Me apretó el brazo y se pegó más a mi oído
Virginia: si… lo que quieras…
Vi de reojo una última vez a Rebecca, a quien ya la chica le había quitado el sostén muy sonriente lanzándome un guiño, o al menos creo que me vio, el ambiente estaba tan saturado, que ya podría haberlo fantaseado.
Salimos del local y nos dirigimos al parqueo, estaba lleno de personas, algunos muy ebrios, otros en pleno éxtasis, me acerque al auto al lado del pasajero y abrí la puerta, ella se sentó y comenzó a frotarme las piernas y mirarme con su expresión de querer hacer algo, sin atreverse… mire alrededor y cada grupo que veía estaba tomando, o en situaciones muy explicitas. Así que me baje el cierre, me saque el miembro y se lo puse frente, ella se hizo para atrás, pero lo agarro y comenzó a sobarlo, luego a lamerlo y unas lengüetadas después lo chupaba con ganas, su lengua sabía por dónde recorrer para dar mayor placer, sus dedos se enredaban en los vellos de mis bolas, atenazando también la piel y dándome caricias…
Esa discoteca era el sitio en que concurría la vida nocturna de muchos, desde lo que empezaban a salir a expensas de padres con más dinero que preocupación por los hijos hasta los que vivían el exceso a gusto y cuenta de tener un buen respaldo y la libertad de gozar la noche; en eso fue que alguien se me acerco sin que me diera cuenta, apareció un amigo, que me vio pegado al auto y vino a ver en que andaba…
Amigo: oye tu! Eyyy! Pero que…
Yo: Cállate… no ves?
No se había percatado de lo que pasaba, andaba dos cervezas en un kit y otra en mano, se fijó que me estaban dando una gran atención e hizo silencio, se tambaleaba así que le hice seña de que abriera la puerta de atrás, se acomodó ahí.
Amigo: Que perro con suerte, que buena te la hacen…
Virginia se dio cuenta que se sentaban en el asiento de atrás, trato de parar y ocultarse, pero no la deje…
Yo: sigue preciosa, esto no termina…
Ella retomo el ritmo y mi sangre se calentaba fuerte, su boca era un deleite para mi verga. Sentí que me corría y se la deje ir, ella lleno su boca, comenzó a buscar aire, se la saco, su cara sudada y empapada, escurría semen por la comisura de los labios, se los limpio y chupo los dedos, se la volví a poner en la cara para que me la limpiara y ella fue pasando su lengua por todo, me dejo muy limpio. Me quede un rato pensando en que llegue a abusar de ella, pero ella terminaba buscando más, parecía que aunque con miedo, estas experiencias eran para ella más fuertes y más vividas que su vida normal, siempre dando a parecer que ella era muy recatada y aquí llegaba a probar lo que nunca haría normalmente. Así que seguía buscando más…
Cuando se repuso y se quiso acomodar en el asiento, vi hacia mi amigo, estaba recostado en el asiento, aun con la cerveza en mano, se me vino algo muy sucio a la mente. La mire a ella y le hice una indicación.
Virginia: qué?!
Yo: Si, pásate para acá y se la chupas… míralo, está casi desmayado, no sabrá quién eres…
Virginia: pero… no, esto es muy…
Yo: qué? Muy qué? Cumple, yo quiero que se la chupes! Muévete… o mejor te llevo a tu casa y dejamos esto…
Me miró sin decir nada y se levantó con la cabeza oculta, moviéndose hacia el asiento de atrás, aquel estaba sencillamente recostado, sin saber ni donde estaba, las luces indirectas del alrededor solo mostraban formas, aquel seguramente solo vio una cabeza de cabello largo sentarse a un lado, bajándole el pantalón y acariciándole el pene…
Virginia: huele mal… no quiero…
Le dije que lo limpiara, que le rociara la cerveza encima para que ella lo frotara y que lo pudiera chupar.
Yo: con eso está bien, ya lo pueden atender preciosa…
Virginia: pero porque quieres esto?
Yo: Nunca habías probado antes una verga, ahora ya sería tu segunda… aprovecha que después con tu novio perfecto ya no tendrás otras que conocer.
No me dijo nada, pero se fue acomodando, se recogió el largo cabello, le ayude a hacerse una cola, arrimo su cara a la verga flácida de mi amigo y se la fue frotando con las manos, con eso fue tomando calor y poniéndose dura, ella comenzó a lamerla y luego a chuparla, el inconscientemente se acomodó, ella se acomodó al borde del asiento para una mejor posición. Al ver su trasero levantado volvió a mí el deseo, primero me arrime y ella se asustó, le dije que se calmara, que solo era para taparla, pero comencé a masajearla y a ella le gusto, porque no volvió a quejarse…
Me pegue a sus nalgas, a sobar sus muslos y subir poco a poco la falda, sus nalgas redondas aparecieron para mi nuevamente, estaba más húmeda ahora que cuando la toque en la discoteca, despedía un olor cálido de sexo… comencé a frotarle con la mano, ella me lanzo una reprimida risa porque su cuerpo se estremeció al sentir la caricia, derrame un poco de cerveza entre las nalgas y pegue mi boca, le fui dando un masaje entre los pliegues de la nalga, su piel se erizo y su cuerpo se calentó más… pase la mano hasta sentir los pliegues de su vagina, caliente, hinchados y húmedos; metí la cara y le pase la lengua, soltó nuevamente un bufido y trato de apretar las nalgas, pero hice más fuerza y se las aparte, cuando estaba bastante húmeda, comencé a frotarle la verga ella primero trato de evitar que lo hiciera, pero como le agarraban la cabeza para que siguiera chupando no pudo impedirlo, ella se mojó mucho, con cada embestida, ella se estremecía, le encontró el placer a la situación, algunos pasaron cerca de nosotros, miraban de reojo, se reían y vitoreaban; yo solo les hacia un gesto de saludo, no éramos los únicos por ahí…
Le estaba dando una gran chupada a mi amigo, ella entro en frenesí de jalársela, chuparle las bolas y metérsela en la boca, cuando él se corrió; ella se tragó parte de la corrida, pero seguía lanzándole más leche, parte la escupió en la alfombra del carro, quiso levantarse pero yo seguía bombeándola, soltó un gemido largo, le dije que lo limpiara, y ella le lamio el miembro, aquel estaba prácticamente desmayado, pero le seguía respondiendo el instrumento a las atenciones que ella prodigaba, le lanzo una última corrida que ella trago, antes de que yo me corriera, cuando me estaba por correr le di unas fuertes nalgadas y eso hizo que ella arqueara la espalda, en ese momento se la deje ir, se estremeció y se apoyó en los brazos sobre el desmayado de mi amigo…
La bombee unas veces más, mientras se escurrían jugos por sus piernas, ella temblaba, sus nalgas estaban rojas de las nalgadas y las arremetidas… alcance un paño para limpiarme, pero ella se giró hacia mí, con intención de salir y arreglarse y se la arrime nuevamente, me quedo viendo con mirada suplicante, pero al solo arrimársela, ella comenzó a chuparla nuevamente, hasta dejármela limpia, ahí le pase el paño para que se limpiara, pasaron otros chicos y nos silbaron, ella rápidamente se metió al asiento del copiloto y se tapó la cara, cerré la puerta del auto, deje al otro fondeado en el asiento de atrás, me subí al carro y nos fuimos del lugar, cuando íbamos de camino ella reprochaba que le hubiera hecho eso.
Virginia: que desgraciado que eres! Como me hiciste chupársela y estármela metiendo al mismo tiempo!
Yo: vaya… pero si solo medio te quejaste, después lo gozaste o no?
Virginia: Nooo… me sentía muy molesta!
Yo: de verdad? Y porque te mojaste tanto? Por qué gemías tanto?
Virginia: Pues, es que ya ahí no podía hacer nada… me sentí… me sentí muy caliente…
Yo: es porque te gusto mucho…
Virginia: si me gusto, pero me da miedo hacerlo con desconocidos! Como se te ocurre eso!!
El que estaba atrás se movió y acomodo pero seguía dormido, ella me miró con sus ojos asustados pero con una sonrisa, se pasó los labios por la boca y me fije que se tocó entre las piernas, después de comprobar que seguía dormido seguimos platicando
Yo: Quieres que busque a alguien conocido para que lo hagas??
Virginia: No he dicho eso!!! No!!! Esto solo queda entre nosotros!!!
Yo: Pero si lo disfrutaste… te presento a mi amigo? Tal vez quieras que él te la meta mientras me chupas…
Virginia: No seas así! No me interesa… si la tiene larga, pero no voy a hacer esto con cualquiera!
Yo: Te mojaste bastante, te gusto tener dos vergas para ti…
Virginia: Bueno… si, no puedo creer que me mojara tanto… fue muy excitante, pero no más gente…
Yo: solo me falto algo…
Virginia: qué? Otra cosa?!
Yo: no probé tus pechos, esos pezones se mantuvieron escondidos
Virginia: basta! Ya no más por hoy por favor! quiero descansar… otro día me llego a tu casa y los disfrutas…
Pasamos por un autoservicio de una farmacia, pedí unas toallas húmedas y un refresco y agua… ella cubriéndose que tenía la falda aún muy arriba y la blusa desajustada, al salir paramos cerca de una gasolinera y ella se limpió todo lo que pudo, se arregló la falda, las medias, los tacones, pero no le devolví su pantaleta, la pase dejando por su casa, se bajó un poco tambaleante, le dije que si la acompañaba pero ella negó rápidamente, se lanzó un poco de perfume y la vi entrar a la casa, al parecer nadie despierto, por las luces apagadas…
Luego fui a dejar a este amigo a su casa, de camino se despertó, y que me dijo el muy cabrón? Que lo regresara a la Discoteca… allá había dejado a su novia con las amigas… que el solo salió a tomar aire, que vida no?