Mica y Walter habían sido novios y luego esposos desde muy jóvenes, ambos perdieron juntos la virginidad y luego de casi 11 años juntos, deciden separarse y vivir nuevas experiencias.
Mica es una mujer alta, de ojos claros, cabello largo, largas piernas y buenas lolas, Walter por su lado mide más de 1.90 m, carismático y con un físico trabajado.
La vida sexual de la pareja no era buena, estaban meses sin tener relaciones y cuando las tenían eran rutinarias, solo el misionero, algo de sexo oral y poco más, si bien Mica es multiorgásmica, y llegaba siempre al orgasmo el problema era lograr el clima para que ambos quieran tener sexo.
A Walter le encantaba acabar en la boca de Mica pero esta nunca quería, solo en contadas ocasiones y en la ducha lo conseguía, a Mica parecía no importarle mucho el sexo, cuando Walter le preguntaba por alguna fantasía nunca le decía nada.
La vida fue pasando y la relación se fue desgastando a un punto sin retorno, por lo cual decidieron separarse.
En ese impasse, ambos consiguen parejas sexuales, Mica mantuvo una relación con un hombre casado como amante y una relación ocasional en otra ciudad y Walter también se involucró con una mujer casada y mayor que él.
Luego de casi 2 años, Walter y Mica se reencuentran y vuelven a estar juntos, eran los mismos. pero con más experiencia sexual y eso le vino muy bien a la pareja. Tenían muy buen sexo, pero algo no había cambiado, Mica no quería sexo anal ni que le acaben en la boca.
La pareja se afianzó y buscaron un hijo, el cual llegó rápidamente. Durante el embarazo volvió la escasez de sexo, pero ambos estaban muy felices.
Walter salía a trabajar todas las mañanas y Mica se quedaba estudiando, todo iba muy bien. Walter cada tanto conseguía alguna caricia y ella no quería saber nada con tener relaciones porque estaba incómoda o con dolores por el embarazo pero el lejos de enojarse la intentaba comprender, anhelando los días de sexo previos al embarazo.
En una visita de rutina al médico clínico cursando el tercer mes de embarazo, Walter decidió sorprender a Mica y la fue esperar a la salida, supuestamente el turno era a las 17:30 h, pero eran las 19 h y no había salido. Cuando se acerca a la recepcionista a preguntar dónde atendía el médico, le informa que en el consultorio 15 en el 2º piso.
Walter sube al consultorio, no había nadie en la sala de espera, y cuando pasa por la puerta del consultorio, la misma se entreabre por el viento y ve a Mica de rodillas chupándosela al médico con mucha pasión, recorriendo con su lengua desde la base hasta la punta y engullendo con mucha destreza 3/4 partes de la misma.
Walter se quedó duró mirando pero no reaccionó, siguió mirando como su mujer se la tragaba una y otra vez hasta recibir toda la descarga en su boca y tragarse todo. Luego ella se levantó, lo saludó con un beso y se dirigió hacia la puerta del consultorio.
Walter como pudo, volvió al auto a esperar a su mujer sin que lo vieran.
Cuando Mica lo vio, le hizo señas desde lejos y se dirigió al auto, lo saludó con un beso y emprendieron el camino de regreso a su casa.
La noche transcurrió como si nada hubiera pasado, Mica estaba como siempre, lo que Walter hizo que se preguntara hace cuanto estaba ocurriendo esto.
Ya en la cama, Walter estaba con una mezcla de emociones, sentía mucha rabia y desilusión y por otro lado estaba muy excitado de haber visto a su mujer en esa situación.
Continuará…