Mi inicio

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T. Lectura: 12 min.

Hola, me presento mi nombre de chica es Gina, desde pequeña me identifique con lo femenino, en mis gustos, pero siempre en secreto por mi educación tradicionalista, a los 11 empecé a probarme ropa de chica, de mis hermanas, siempre con mucho cuidado de que no me descubrieran, así llegue y pase por la secundaria y la preparatoria, nunca mis modales delataron mis gustos.

Cuando iba a ingresar a la universidad, tuve que marcharme de mi pueblito, un tío me había facilitado una pequeña casa que no usaba a cambio de que mantuviera limpio y pagara los recibos de los servicios, partí con mis pertenencias y un montón de ilusiones, en una de mis maletas llevaba uno de mis más grandes tesoros, mi ropita de nena, zapatilla y lencería, llegue haciendo limpieza.

Quince días antes de entrar a clase para instalarme bien, lo primero, me pinte las uñas de mis piecitos, me depile todita y empecé a ordenar todo a pintar la casa por dentro, acordar muebles, lavar las sábanas y cortinas, así empezó mi rutina me levantaba temprano, salía a correr, y llegando me bañaba y desayunaba para empezar con los quehaceres de la casa.

Desde el primer día que salí a correr, vi que un vecino, también salía a hacer ejercicio a esa hora y como no conocía la colonia decidí, seguirlo para no perderme, al segundo día al llegar a donde nos regresábamos se detuvo me saludo y se presentó, se llamaba Daniel, tenía 45 años, y salía a correr a diario, me dijo que ya tenía entonces con quien salir a correr, así paso una semana y ese día me levante, y me di cuenta que por estar haciendo las reparaciones de la casa no había lavado ropa y ya no tenía ropa limpia para salir a correr.

Decidí no salir ese día para lavar lo pendiente, de rato se oye que tocan la puerta y salí a ver quien era, mi vecino que se le hizo raro que no saliera y llegó para ver si todo estaba bien, le digo si solo que no tengo ropa limpia, y me dijo pero absolutamente toda tu ropa esta sucia, no tendrás ahí algún short o algo así para salir, le dije no, todo está sucio, y me vino a la mente un short de nena que tenía algo cortito y ajustado, pensé y mi cara se puso caliente el pensar que un hombre me viera con ropita de nena, le dije entre mi ropa se vino un short qué es de mi hermana, deja ver como me queda si no pues hasta mañana que se seque la ropa, dijo anda ve pontelo, se te verá bien.

Fui y me lo puse de sobra sabía como me quedaba, ajustado y corto que hacia que mis nalgas se levantarán más de lo que ya estaban, unas calcetas cortas, tenis y una playera algo corta, que dejara ver como me quedaba el short.

Salí y vi como se abrían sus ojos al verme, dude un poco y le dije sabes que mejor no se me hace que no se me ve bien, me veo raro, al instante me tomó del hombro y me dijo estas muy bien así ya vámonos antes de que se haga más tarde y salimos en tramos veía que se quedaba atrás y llegamos al punto del retorno sin cruzar palabra solo su mirada hacia mi había cambiado, al terminar y llegar a mi casa, descansamos un poco y me dijo ya tenemos una semana de conocernos y quiero invitarte a cenar a mi casa, que dices aceptas.

Le acepte la invitación y ya para despedirse me dice por pura curiosidad de que número calzas, me quede extrañado y le dije el 5 porque, simple curiosidad, se despidió y quedamos a las 8 pm en su casa, ese día se paso muy rápido entre lavar la ropa y terminar algunos arreglos a la casa, se llego la hora y me vi tocando la puerta de su casa.

Entre y me pidió que tomara asiento en la sala, me sirvió una copa de vino y empezamos a platicar, me contó que era viudo de hacía 3 años y que tenía dos hijos que vivían en otra ciudad, viva solo y trabajaba en unas oficinas de gobierno, al terminar su charla me dice y tu que me cuentas de tu vida, le dije pues no hay mucho que contar, vengo de un pueblito a 3 horas de aquí, termine mi preparatoria y llegué aquí a estudiar la universidad, la casa es de un tío que me la prestó a condición de que la arreglara y pagara los servicios y es todo de mi.

Se me quedo viendo a los ojos y me dice en verdad es todo, estamos en confianza, algún secretillo por ahí que me quieras contar, me imagino que al decirme eso, el color me subió a mi cara, sentí un calor en mis orejas y me hice el desentendido.

No nada solo eso que te dije, a ok me contestó, es que se me hace que eso del short era de tu hermana no me parece, en verdad le dije se vino revuelto entre mis ropas, bueno te lo hubiera creído si no hubiera visto en la mañana que llevas las uñas de tus pies pintadas de rojo, sentí que se me caía la cara de vergüenza, empecé a tartamudear y le confesé que desde chico me gustaba vestir de nena en la intimidad, pero que solo lo hacía a escondidas y que mi familia ni nadie se debía de enterar porque eso me traería muchos problemas.

Me miró a los ojos y me dijo que no me preocupara por eso que mi secreto estaba bien guardado con el, no diría nada, solo te voy a pedir un favor, que te vistas de nena para mi esta noche y así me acompañes a cenar, pero solo si tu quieres, no te voy a obligar a nada y si decides no hacerlo aun así tu secreto seguirá bien guardado conmigo, las cosas seguirán igual entre nosotros.

Entre en pánico nunca nadie me había visto vestida y menos un hombre, nunca había imaginado que le interesara a un hombre como mujer es más nunca había imaginado nada con un hombre solo me vestía porque me gustaba verme femenina, no niego que me excitaba mucho verme así, pero de eso a hacerlo para un hombre nunca me había pasado por la mente, en ese momento muchas cosas pasaban por mi cabeza y empecé a sentir una agitación extraña para mi, hasta ese momento lo vi como ve una mujer a un hombre, el era alto moreno, alrededor de 1.90, atlético con algo de canas, sus manos grandes, se me hizo atractivo cosa que antes no me habia pasado, con un montón de nervios.

No encontraba qué hacer, me decidí a darle gusto, y le dije si me permites ir a mi casa por algunas cosas porque no traigo aquí nada para vestirme.

Me dijo ve a la recamara ahí encontrarás una sorpresa, me tomo de la mano y me guio a ala recamara y al entrar vi en la cama un vestido, lencería, y unas zapatillas altas divinas, y una peluca larga de color negro lisa con un flequillo al frente, me dijo te dejo para que te arregles mientras termino la cena, ahí encontraras también algo de maquillaje, por si gustas, salió y procedí a desnudarme, no sabía por donde empezar de los nervios, me puse la tanga primero, una tanga negra, con una coqueta mariposa en la parte de atrás donde unen los tres hilos que la componen, después unas medias negras con portaligas integrados.

El vestido me quedo como guante negro con pedrería divino, justo me cubría las nalgas, me acomode la peluca me llegaba a la cintura negra, sedosa de pelo muy lacio, y por último las zapatillas negras también con adornos plateados, ahí caí en cuenta porque me había pedido mi número de calzado, como no me se maquillar solo aplique un poco de rubor y pinte mis labios de un rojo intenso, el tenía en su recamara un espejo de cuerpo completo, me acerque y pude verme en todo mi esplendor.

Una morenita caderona con unas nalgas bien paraditas, y una cinturita aceptable, algo plana de arriba pero lo de abajo compensaba eso, me quede pensativa como es que había llegado a eso, y ahora mi preocupación era si le gustaría a el, si no me le haría muy sin chiste, estaba en eso cuando tocó la puerta y me dice estas lista para salir, le respondo si ya casi, ahí voy, y con todos los nervios del mundo, me dirijo a la puerta, respire profundo, tome valor y salí.

Al verme casi se le salen los ojos de la impresión, le dije que pasa, me veo mal, quieres que me vaya, y me dice, no al contrario te ves divina, se acercó a mi y me tomo de la mano me hizo dar un giro y soltó un silbido, si con el short de tu hermana me dice con algo de sarcasmo, te veías muy bien así te ves divina, ven ya casi esta la cena, me condujo a la sala, me senté en un sillón y me sirvió otra copa de vino, no dejaba de mirarme y de decir lo bien que me veía así, puso algo de música y me dijo que si le concedia ese baile, yo toda nerviosa acepte y ahí estaba yo la travesti de closet, morenita caderona, nalgona, de 1.60, bailando pegada al cuerpo de ese hombron de 1.90, musculoso sentía su mano en mi cintura y un calor rico recorría de mi estómago a mi cara.

Termino esa pieza y otras dos más, ya más románticas y se me queda viendo a los ojos me toma de la barbilla y me da un beso muy tierno en mis labios, sentí que ardía mi cara, mi respiración se agitó, sentí como me empezaba a excitar, mi pequeño penecito quería reaccionar pero yo mentalmente no lo dejaba, en cambio en mi estómago sentía la tremenda erección de el, sentía como palpitaba su miembro bajo su ropa y empecé a imaginarlo, algo que nunca antes me había pasado pensar y desear un pené, la diferencia de tamaños era notoria aun sin haberlo visto, me apreté más a el para sentirlo más, sentía como crecía como latía.

Y tomando la iniciativa le plante tremendo beso, mi lengua se deslizó hacia su boca jugando con la de el, sentí como me apretó mis nalgas con ambas manos y me dijo me encantas desde que vi esas nalgotas en short me fascinaron, pero ahora veo que son más grandes de lo que pensé, no las abarcó con mis manos.

Sentía que me derretia con cada palabra suya, lo empecé a besar como loca desesperada, le acaricie el pecho fuerte, musculoso, sus brazos gruesos y fuertes, el me levanto el vestido y me empezó a acariciar mis nalgas denudas, yo ya muy excitada, le acaricie su miembro sobre el pantalón que ya estaba muy duro y en su maxima expresión, me fue llevando hacia la recamara, y antes de entrar me dijo, preciosa estas segura de lo que vas a hacer todavía estas a tiempo de arrepentirte, nunca había estado tan segura de algo en mi vida quiero ser tuya.

Abrió la puerta enteramos y al cerrarse caí en cuenta que ya no había vuelta atrás iba a ser su nenita, me iba a quitar mi virginidad, pero eso ya no me importaba yo lo deseaba y no había vuelta atrás, nos seguimos besando un buen rato, le desabrocha el pantalón y cayó al suelo el se quitó los zapatos y quedo en bóxer, le desabotone la camisa y fui besando su pecho, su abdomen marcado, el tomo una almohada y la puso en el piso para que yo pusiera mis rodillas, ahí estaba yo de rodillas ante aquel macho maduro, frente a mi primer pene.

Lo único que me separaba de el era el bóxer qué aun tenía puesto en el se veía ya una mancha de humedad, seña de que estaba muy excitado, metí mis dedos índice en el elástico del bóxer y tire hacia abajo y aquel miembro salto como con un resorte golpeandome en la barbilla.

Se veía enorme, grande, grueso y jugoso, rematado con un glande gordo en forma de hongo, brilloso por los jugos derramado, no sabía que hacer lo tome con mi manita y no lo abarcaba en su totalidad, lo empecé a pajear, lo olí, ese olor a macho que desconocía y me embriagaba, empecé a darle besitos en la cabeza, luego a todo lo largo hasta el tronco, después le pase la lengua desde sus bolas hasta la punta, así varias veces, sentí como ese par de bolas depilada se ponían duras y arrugadas, y por primera vez, me metí esa cabezota en la boca, mientras la tenía adentro, movía mi lengua acariciando con ella el frenillo el bufaba de placer, mi primera mamada y estaba saliendo bien.

después de un rato chupando, le lami las bolas, esas bolas morenas y grandes, pesadas de verdadero macho, llenas de leche, que ahora eran para mi, las lami, las chupe, me las metí en la boca, mientras con mi mano no dejaba de darle placer en su pené, empecé a sentir como se hinchaba más y se hacía un poco más grande.

El me separó de su miembro y me dice espera preciosa, me vas a hacer venir y todavía falta lo mejor, ven, me levanto y me quito el vestido quede en lencería y el me abrazó por detrás sentí como su pené, se pegaba en mis nalgas desnudas, me las humedecio con sus jugos y con mi saliva que había quedado en el, mientras me besaba el cuello, eso me derretia y me excitaba, mi pollita estaba dura pero ridículamente más pequeña que su verdadera polla de macho, me fue besando el cuello la espalda hasta llegar a mis nalgas, me sube de rodillas a él borde de la cama y me hace ponerme en cuatro, pegando mi pecho en la cama y mi culito en pompa a su disposición.

Sigue besando mis nalgas y recorre mi tanga a un lado, cuando me da el primer lengüetazo en mi anito sentí una corriente eléctrica que me recorrió mi cuerpo, mi espalda se arqueo más y mis nalgas quedaron más levantadas, me dio lengua a llenar, me lamia, me pasaba la lengua en círculos, sentía como rozaba su lengua cada pliegue de mi culto haciendome desfallecer de placer, para cuando acordé ya tenía dos de sus dedos dentro de mi y movía mis caderas suavemente, sintiendo un placer desconocido para mi, mi pollita dura se había salido de mi tanga, y de ella colgaba un hilo de precum, desde la punta hasta la cama, cada que el desliza a sus dedos hacia afuera los doblaba un poco.

Dándome un placer indescriptible para mi cuando sentía eso, mi pollita daba un brinco y sentía unas ganas de orinar muy fuertes, ya tenía rato que había empezado a venirme como una nena y no me había dado cuenta.

Hasta que saco sus dedos e hice silencio, escuche su voz cuando me dijo estas lista y segura, adelante le dije hazme tuya, sentí como aquel duro y gordo miembro, se posaba en la entrada de mi huequito, y empezó a hacer presión, sentí cuando entro la cabezota con algo de ardor pero soportable, solo tratame con cuidado, es mi primera vez, nunca nada me ha entrado en mi colita, ni penes, ni consoladores ni nada, era completamente virgen, no te preocupes amor lo haré despacio, y así de apoco, fue entrando hasta que lo sentí pegado a mi, ya esta toda adentro linda, estas super apretada, yo con unas ganas inmensas de orinar, me preocupaba mojarle la cama, estas lista me dijo.

Si papi despacio, y empezó a sacar de a poco y volver a meter, así me fue dando hasta que solo dejaba adentro la cabeza y me la dejaba ir de nuevo toda, empezó a acelerar el ritmos y yo a gemir y a poner los ojos en blanco en mi vida había recibido tanto placer, te gusta me decía y yo, si papito así dame más, más por favor, dame más duro amor, y más duro me daba me tomo de las caderas y me empezó a dar durisimo, sentía que a cada metida me salía un chorro de orina, pero no, era precum, porque estaba muy espeso, me tenía ya gritando así papito, duro más duro que rico mi amor, no pare dame más, dame mas.

Después de 3 minutos dándome de lo más duro tuve mi primer orgasmo anal, fue algo realmente maravilloso, empecé a temblar y a gritar, me vengo mi amor, me vengo, así no pares que rico, métemela toda, así así, mas, fue como una corriente eléctrica que empezó en mi culito, subió por el perineo, paso por mis bolitas, recorrió mi pollita y salió en forma de lechita, me vine muy abundante, nunca cuando me masturbe había botado tanta leche.

Aparte el orgasmo anal es más intenso, porque cuando me masturbaba solo al salir el esperma era la parte cumbre de el orgasmo y ahora no desde antes de salir la leche ya estaba disfrutando, acabe de eyacular y el placer siguió por varios minutos o así lo sentí yo, recorriendo mi cuerpo, seguí convulsionando de placer, mi culito se abría y se cerraba como loco, todavía el terminar sentía corrientes de placer en mi cuerpo que me hacían estremecer, y el entrando y saliendo en mi sin venirse, cuando ya pasó todo, caí en la cama, suelta, todavía gimiendo, y gritando, que rico, que rico papi, me llevaste al cielo.

El me volteo boca arriba y me empezó a besar y acariciarme, mi piel se erizaba con sus caricias, y en lugar de que se me quitaran las ganas como cuando me masturbaba me empecé a excitar más, y el me tomo de los tobillos poniendo mis piecitos en sus hombros con su mano guio su pené a mi colita y me la metió toda ahora si no hubo resistencia, ni dolor, ni ardor, solo placer, sentía en cada metida como aumentaban mis ganas de orinar, se inclino y empezó a besarme y mordisquear mis pezoncitos, que estaban duros como piedras, así chupaba, mordía y lamia mis pezones sin dejar de moverse.

Me dobló toda dejando mis rodillas, a un lado de mi cara, completamente abiertas mis piernas y en esa posición podía ver como me enterraba todo su miembro, como desaparecía aquella barra de carne en mis entrañas haciéndome, gemir y gritar como loca pidiéndoles más y más, así papito, dame duro, dame más, mas, por favor no dejes de cogerme.

Ahora la difencia era que mis bolitas casi habían desaparecido dentro de mi cuerpo, mi pollita no estaba dura, se había perdido dentro de mi y era solo un botoncito, apenas perceptible, el en ocasiones me sacaba su miembro y con el golpeaba mis bolitas y mi botoncito como diciendo que el era el macho, con su enorme miembro y yo su nenita, el mostraba así su dominio y eso a mi me excitaba más, en una de esas me la clavo duro y de golpe hasta el fondo y un chorro de precum salto de ella, y empecé a sentir el inicio de un nuevo orgasmo, le exigí que me diera, duro, durisimo, sin piedad y me tomo fuerte de mis piernas y empezó a entrar y salir como loco de mi.

Yo voltee los ojos en blanco y empecé a sentir de nuevo esa corriente eléctrica qué recorría mi cuerpo, esta vez no hubo ereccion, de mi parte, solo me empezó a brotar mi lechita despacio sin fuerza, pero mi orgasmo fue intenso, arquee mi espalda al máximo, y gritaba como loca me vengo, mi vida, me vengo otra vez, así me tuvo convulsionando tomada fuerte de mis tobillos, tarde en reponerme, no podía dejar de temblar y sentía esos corrientasos de placer que me hacían tener espasmos, mientras el trataba de calmarme con besos y caricias, ya estaba yo más que rendida.

Cuando el se gira y quedo yo arriba, con todo su miembro dentro de mi, me dice te toca cabalgarme, empecé a moverme despacio de atrás hacia adelante, era yo un desastre, mi tanga torcida y bien mojada con mi lechita y mis jugos, el cabello revuelto, el maquillaje corrido y sintiendo espasmos de placer de mi anterior corrida, me toma de la cintura y empieza a moverme de arriba a abajo haciendo que parte de su miembro, saliera y entrará en mi, cada vez más arriba, cada vez mas fuerte, cada vez salía más pedazo de su miembro y volvía a clavarse violentamente en mi, cada metida más violenta que la otra.

Nos besabamos nuestras lenguas jugaban en nuestras bocas, no podía parar de darme sentones en ese rico palo, empecé a sentir como se agita a su respiración, su pollon se sentía más duro y más grueso en una de esas me levanta más alto solo dejando su glande adentro y muy violentamente me deja caer en su pene.

Tocando algo adentro de mi que me hace explotar en un nuevo orgasmo, empecé a ver lucecitas brillantes a mi alrededor, mi pollita se desapareció solo quedo afuera el cuerito qué la recubre, pensé que lo iba a manchar al venirme, en su abdomen, sentí como palpitaba su miembro, y un bufido como de toro, se estaba viniendo dentro de mi y yo me estaba viniendo en su polla, gritamos arañamos, nos abrazamos fuerte, así fue la culminación de nuestro acto, al terminar le dije, te manche, no importa me dijo, yo te llene tu culito de leche, era lo que quería corazon, y nos besamos, su pene fue perdiendo firmeza y salió de mi, seguido de un chorro de leche, espesa y caliente.

Al ver su abdomen me di cuenta que no habia eyaculado nada, solo fue el orgasmo anal, como toda una nenita me vine sin eyacular, y con mi pollita a su más mínima expresión, me quede recostada en su pecho sintiendo como un río de leche, escurra de mi culito, y me humedecio mis muslos, así estuvimos un rato hasta que nos acordamos de la cena.

El me dice, si quieres darte un baño mientras, caliento la cena, le dije que si nos levantamos y el saca una bolsa de el guardarropa, me la entrega y me dice, para que te pongas después de bañarte y duermas sexy, era un baby doll, rosa con su portaligas y medias todo en color rosa, el agua tibia me reconforta un poco mi colita que me empezó a arder un poco.

Cenamos y dormimos abrazaditos de cucharita toda la noche al día siguiente, no salimos a correr, me quede dormida hasta el mediodía, muy satisfecha, espero les guste mi primer relato si es así háganmelo sabes en sus comentarios, porque hay muchas que contar, pero ustedes tienen la última palabra.

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6 COMENTARIOS

  1. Mi reina, que relato tan cachondo. Se me puso dura mi verguita desde que comenzaste a relatar como te vestiste, el vestido y todo. Así de cachondo me pongo yo cuando me visto de mujer a escondidas (soy casado). No te imaginas cuantas ganas tengo de sentir una verga real (ya he usado consoladores de látex) si con plástico se siente rico, me imagino con una verga calienté y dura se siente mucho mejor. Ojalá pronto encuentre un putito delgadito y muy afeminado para cogerlo, mamarle su verga, lamerle sus huevos y tragarme su semen. Soy una depravada de closet jajajajaja. Saludos

  2. Hola hermoso relató. Yo me identifico igual. Soy casado. Pero desde niño al igual comencé a usar la ropa de mis hermanas. Hasta la fecha nadie sabe lo qué yo hacía. Después contaré que fue lo que me hizo hacer todo eso y como me comenzó a gustar todo lo femenino. Y a tener fantasías homosexuales.

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