El despertar de Laly

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Era un viernes de febrero del año 98 yo tenía apenas 20 años, mi novia “Claudia” en ese entonces de 25 años había partido junto a su familia como todos los años a pasar las fiestas de Navidades y Año nuevo a Europa, siempre lo hacían por un par de meses y a veces por un poco más. Mis intentos por conseguir trabajo en la agonizante economía de mi país, habían fracasado rotundamente y las palabras de Claudia al partir rondaban mi cabeza día y noche. Ella me dijo poco antes de tomar el vuelo, que no tenía problemas de estar con alguien pobre, pero que nunca toleraría estar con un fracasado.

Por suerte aún vivía en casa de mi madre y un plato de comida sobre la mesa no faltaba, pero no había más que eso, en un par de semanas Claudia estaría de vuelta y yo no podría mostrar más que mi fracaso, por dios estaba completamente enamorado de ella.

Revisé mis bolsillos y apenas pude encontrar dinero como para pagar un par de boletos de bus, en ese momento me acorde de Leo, él había dejado la secundaria un año antes de que terminemos, discutió con sus padres y se fue a vivir solo, ahora se llamaba “Abril”. Yo tenía su dirección, si alguien sabia como rebuscárselas era él o ella, ya no sabía ni como decirle. Decidido tome el bus rumbo a su casa y llegue tipo 20 h. Toque timbre y en ese momento comencé a preguntarme que, hacia ahí, pero no hubo tiempo, Abril abrió la puerta y me saludo con un beso, como si los tres años que no nos veíamos no tuvieran importancia:

Ella se dio cuenta que yo no estaba bien, preparo café y se dedicó a escucharme durante dos horas, pero en un momento me interrumpió de improviso y me dijo que se tenía que cambiar, que hoy iría a bailar al boliche de moda en el pueblo vecino, y salió para su habitación, yo la seguí y le dije que me iba que no la quería interrumpir, a lo que ella respondió, “¿sabes qué? ¿Porque no vienes conmigo?”… “Yo? Imposible no tengo nada de dinero”… “No te hagas problema, yo tampoco tengo mucho, pero tengo el tanque de combustible de mi coche lleno y un poco de dinero como para comprar una botella dentro del boliche”… “Pero Abril y las entradas” respondí…

“Jajaja hoy dejan pasar gratis a los que vayan disfrazados. O acaso pensaste que dejarían entrar a una travesti a su adorado boliche jajaja, es hoy o nunca”… “y yo de que me voy a disfrazar”… “De nena tonto, si somos parecidos físicamente, vamos, va a ser divertido”, me presto su baño para que me duchara y al salir solo vestido con una toalla se sorprendió porque soy completamente lampiño, entonces dijo: “La ropita te va a quedar mejor que a mi jajaja”.

Me vistió toda de negro, dijo que el color iría bárbaro por ser yo tan blanco, tanga, medias ligueras, minifalda, top y mitones, plancho mi pelo rubio y me maquillo, me puso re perra, debo reconocer que me costaba reconocerme frente al espejo. Y partimos para el boliche.

Estaba un poco nervioso en la puerta del boliche, pero ingresamos sin problemas, una vez dentro, Abril dijo de tomar algo fuerte ahora para relajarnos y fuimos para la barra que estaba en la otra punta, hasta llegar ahí me tocaron no menos de cinco veces el culo, cosa que le conté a Abril y me dijo “Bienvenida a mi mundo, la mayoría de los hombres tienen fantasías con los travestis, igual se la dan de machos y después te piden que te los cojas”… “¿y te cogiste a muchos?”… “A todos con los que estuve, seis o siete, qué más da, ahora me gustaría encontrar dos pibes lindos que me enfiesten” respondió.

Comenzamos a compartir la botella y en ese momento me di cuenta que ella se sentía muy sola, talvez por eso me recibió tan bien, se sintió identificada conmigo o algo así, cuando le iba a decir algo la veo charlando con dos chicos de más o menos nuestra edad, entonces decidí no interrumpir y en eso vino un tipo de unos 30 años y se nos acercó, por lo que pude ver conocía a los chicos que chichoneaban con Abril, pero no hablaba, simplemente se quedaba ahí parado.

Hasta que después de unos minutos se me acerco me tomo por la cintura y me dijo cómo te llamas, yo no sabía qué hacer, quería que me soltara, pero no le quería arruinar la noche a Abril, ni siquiera podía inventarme un buen nombre para responder, hasta que me salió “Laly, Laly me llamo” dije y el “Hola Laly, yo me llamo Esteban”, se notaba que era de buen pasar por su ropa y el perfume que hasta se olía costoso, pero no soporte más y le saque la mano, en eso veo que Abril le dice a los chicos que estaban con ella, “Vamos a otro lado” y uno responde yo tengo un departamento acá a pocas cuadras, y para allá partieron y atrás de ellos iba Esteban, y atrás de todos iba yo.

Una vez en la calle y a un par de cuadras del boliche se me acerca Abril y me dice “que haces boludo, me iba para que puedas echar al tipo ese, yo me voy a enfiestar con los pibes”, “ahaaa dale nomas yo voy con vos y cuando pueda meto una excusa y me voy” conteste, pero no podía, no tenía dinero para volver a casa desde ahí, así que decidí seguir con la corriente para ver como hacía.

Al rato llegamos al departamento de los pibes, y Esteban entro también y se servía cosas de la heladera por lo que no me cabía la menor duda que los conocía perfectamente a los otros dos, estuvimos un rato ahí, tomamos algunas bebidas y por ahí Abril se metió con los dos pibes en la habitación, yo ya no sabía qué hacer y en eso Esteban me dice, “Bueno yo me voy y los dejo tranquilos”… “yo salgo con vos” conteste y nos fuimos para la calle.

Yo sin saber bien que hacer, en eso Esteban me dice, “quieres que te lleve a tu casa?” y si la verdad que quería pero como le decía a mi mama que llegaba vestido de mina, entonces pensé que me lleve a la puerta de la casa de Abril y la espero ahí hasta que vuelva para poder cambiarme, pero cuando le dije que era en la ciudad, me dijo “No ni loco, tome bastante y no estoy para manejar 30 kilómetros de ida y otro tanto de vuelta, si no tenés como irte te podes quedar en mi casa y mañana te llevo, te prometo que no te va a pasar nada”… “bueno dale” conteste, y así fue como llegamos a su casa, el tipo vivía solo y me ofreció el sillón para que durmiera un rato mientras el descansaba en su cama.

A la mañana me despertó el olor a café, me acerque hasta la cocina y Esteban me sirvió una taza, mientras yo tomaba mi café el desapareció un rato y al regresar tenía un billete de 100 dólares en la mano y me dijo:

“¿Los querés? Te los doy si me das sexo oral”… “no, yo no, no puedo” no me salían las palabras y el metió la mano en su bolsillo y saco otro billete más y me dijo “Te doy 200 si me dejas hacerte el amor acá en el sillón”… “No, por favor, no Esteban, no entendés a mí no me gustan los hombres, esto es un disfraz, para entrar gratis al boliche” le dije, en eso pude ver que su cara se transformaba y me dijo “termina tu café y te llevo a tu casa” creo que no me creyó, o pensó que lo estaba rechazando, el camino en el auto fue todo silencio. Hasta que llegamos a casa de Abril, ahí antes de bajar del auto, me dio su tarjeta y me dijo, “toma mi número por las dudas, que tengas buena vida”.

Abril, por suerte ya estaba de regreso en su casa, por fin podría cambiarme y regresar a la mía, además los tacones me estaban matando y ya me había doblado los tobillos un par de veces.

Toco timbre y cuando la veo a Abril estaba toda desalineada, me causo gracia, imagine como le habrán dado de duro esos dos muchachos, me mira y me dice “donde estuviste? Estas fresca impoluta, ni el maquillaje se te corrió, vos naciste para esto jajaja” “Callate” le contesté, “haceme un café que dormí poco y te cuento lo que me paso”.

Café en mano le conté todo lo que había pasado con Esteban y ya casi sobre el final de mi relato, me interrumpe y me dice “Dios le da pan al que no tiene dientes, sos una estúpida, Esteban es un bombón, pulcro, lindo, amable, desde que se acercó a nosotras en el boliche se fijó en vos, y para colmo tiene plata”… “Para, para, ¿cómo que se fijó en mí?” respondí, “Si, no te diste cuenta él se fijó en vos y mando a los dos pibes que estaban con él a que me sacaran del medio a mí, para que el tuviera el camino libre, da la casualidad de que yo quería fiesta, pero siempre fuiste vos”… “jajaja en serio me decís, jajaja yo ni enterado, bueno igualmente jamás tendría sexo con otro hombre, no me gusta”…

“Ahh ¿si? ¿y cómo sabes que no te gusta? Cuantas pijas te chupaste para decir que no te gusta, cuantas veces te cogieron el culo, creeme vi como lucias la ropita que te presté, y si Esteban te llega a coger, te vas a volver su putita para siempre, además te perdiste 200 dólares y con eso le podrías hacer creer a Claudia, que tenés trabajo por lo menos por un mes y al menos tendrías más tiempo de seguir buscando”… “Con lo de los 200 dólares tenés razón, con eso tendría un mes más de chance, pero no imposible, además debe ser re doloroso que te hagan la cola”…

“Ni ahí amiga, si vos estas preparada, no te duele nada, mírame a mí, anoche me dieron entre dos pibes de 20 como para dejarme en sillas de ruedas y acá estoy impecable, y con una sonrisa de oreja a oreja, déjame que te muestre todos los trucos para que estés bien preparada y después si no querés no lo llames”.

Tome un poco de coraje y otro poco de curiosidad y deje que Abril me mostrara todo, estuvimos más de dos horas entrenándome como decía ella, después de eso, me dice, “ahora dúchate para que estes impecable, te presto otra ropa y te acompaño al teléfono público de acá a la vuelta para que lo llames, si te atiende yo misma te alcanzo hasta la casa de él”, hice todo lo que Abril me dijo y de lo que hablamos por teléfono solo recuerdo que dijo “Venite ahora” .

En 30 minutos Abril me dejo en la puerta de su casa, cuando entre estaba temblando como una hoja, la puerta se cerró detrás mío y comencé a pensar que hago acá, pero no hubo tiempo, Esteban me beso la boca apasionadamente.

Para sorpresa mía me gusto, tenía aliento fresco y labios carnosos, no alcance a entender que me pasaba con sus besos que sus manos ya me acariciaban la cola por debajo de mi falda, tampoco me disgusto, pero comencé a sentir su pene erguido a la altura de mi ombligo y el cada vez me apretaba más fuerte contra su cuerpo, sin dejar de besarme, las dudas comenzaron a regresar a mi cuando empecé a pensar si sería capaz de chuparle el pene, pero el me dio vuelta y me arrojo sobre el sillón, mi cintura quedo sobre el reposabrazos y mi culo hacia arriba.

Esteban se abalanzo sobre mi hundiendo su cara entre mis dos cachetes del culo, mientras con una mano corrió mi tanga a un costado, me comenzó a chupar todo el orto de forma bien babosa, ejerciendo presión suave pero firme, mi cuerpo se invadió de sensaciones encontradas, me encantaba pero algo me decía para ahora o ya no podrás parar nunca, sin embargo no hice nada más que disfrutar, nunca Claudia me había hecho eso a mí ni yo a ella, y era algo realmente delicioso pero mientras más tiempo pasaba.

Esteban jadeaba dentro de mi culo cada vez más y yo comencé a sentir la necesidad de sentir su verga dentro mío, entonces me levante intempestivamente poniendo la mano en el pecho de Esteban como pidiendo que parara, y ahí los dos parados por un segundo pude ver como se notaba su erección a través de su pantalón de vestir, y no puedo entender lo que me paso pero me fui directo a su entrepierna, prácticamente le arranque el pantalón y le baje el bóxer, y de rodillas frente a el me metí todo su miembro en la boca, y comencé a succionarlo intensamente, sentía como Esteban se estremecía de placer y su miembro caliente se agigantaba en mi boca.

Mire hacia arriba y lo vi mirándome erguido casi como dominante y yo postrada de rodillas con su rica verga en mi boca y mi culo pidiendo a gritos que me sentara en su pija, en ese momento supe que Abril tenía razón ese tipo me había hecho su total y completa puta y lo volvería a hacer cuando quisiera, pero no tuvimos tiempo para más, Esteban vacío toda su pasión en mi boca y mientras yo intentaba entender lo que sucedía me tomo del cuello levantándome y llevándome hacia su boca para besarme, en ese momento me trague todo su néctar para poder sentir mejor sus labios y nos fundimos en un beso apasionado.

Luego de unos segundos de besarnos y con sus dos manos en mi rostro me separo un poco de él y dijo ”Que lastima, me hubiera gustado cogerte, pero un trato es un trato” tomo los 200 dólares del pantalón que en ese momento estaba tirado en el suelo y me los dio, “Imagino que ya quieres irte”… me dijo, “Si” conteste y me acompaño a la puerta, cuando estaba por abrir, le dije “Si querés me quedo un rato más” sonrió y me dijo “Laly la pase bárbaro, por un momento sentí que esto era otra cosa y no una transacción, así que dejémoslo acá”… “no Esteban conteste, necesito el dinero la verdad que si, pero me quedo de onda, y si me chupas la cola como hace un rato te dejo que me cojas el culo”…

Note en su cara que algo cambio, como que de repente se le iluminaron los ojos, me tomo del cuello y me llevo hasta el cuarto de baño, abrió el agua de la ducha y me saco la toda la ropa de forma violenta y me metió bajo el agua, atrás se metió el ya todo desnudo, abrazándome desde atrás, podía sentir su pene semierecto contra mis glúteos, me fue enjabonando todo el cuerpo y yo a él, se podía notar como se iba excitando cada vez más, hasta que me tomo del cabello y me obligo a arrodillarme, y ahí estaba yo otra vez hincada frente a su preciosa verga, a punto de metérmela nuevamente en la boca para darle una chupada de pija inolvidable, pero esta vez no dude en lo más mínimo.

La chupe mejor que actriz porno, y en menos de 4 o 5 minutos Esteban ya no daba más, me tomo del cuello y me levanto, casi que me llevo en el aire hasta el sillón del living, me tiro culo para arriba y otra vez enterró toda su cara en mis nalgas, que buena chupada de culo me estaba pegando por favor, a los pocos minutos quería que por fin me enterrara la verga de una buena vez y nada el seguía chupándome el orto, hasta que no di más y le dije “dale hijo de puta culeame de una buena vez” ahí me agarro de la cintura me acomodo bien en cuatro y puso la cabeza de su pija en la puerta de mi culo, con una mano me tomo del pelo y con la otra me tenía del cuello.

Se acercó a mi oído y me dijo “escúchame putita, querés que te haga la cola o querés que te rompa el culo” yo con voz casi afónica le dije “haceme la cola” y el elevando la vos me dice “más fuerte decilo que no te escucho”…”Haceme la cola” dije con voz fuerte … “¡Gritalo puta!”… grito Esteban…”¡Rompeme el culo por favor!” grité con todas mis fuerzas, y ahí sentí como me sodomizaba con todas sus fuerzas.

Sentí un dolor intenso, pero también mucho placer y Esteban comenzó a cogerse mi culo como si no hubiera un mañana, cada vez el dolor era más tolerable y el placer aumentaba, sentía como toda su entrepierna golpeaba contra mis nalgas, plaf plaf plaf y el tallo de su verga hundido en el agujero de mi culo culeándome sin descanso, hasta que miro hacia el costado y noto un espejo de un tamaño descomunal del cual no me había percatado, en el cual pude ver como si se tratara de una porno como Esteban me daba por el culo sin compasión durante no menos de 20 minutos.

Hasta que sentí como sus manos que estaban en mi cintura se apretaban y Esteban que al oído me decía “Senti, sentí como te lleno el culo de leche” y se vino dentro de mí, recién en ese momento me di cuenta que me estaba cogiendo sin forro, pero ya no me importaba, caí de costado sobre el sillón, toda sudada y a mi lado él, también todo transpirado, sentía como la leche se iba saliendo de mi culo y chorreando por mi pierna.

No comprendía bien lo que me pasaba, y sentimientos encontrados comenzaron a invadirme, así que me pare y le pedí a Esteban que me dejara ducharme, el accedió sin problemas. Salí de la ducha renovada, me cambié y decidí que era hora de marcharme y dejar todo esto atrás. Esteban tenía otros planes, estaba en la cocina y había preparado algo para comer, Le dije que me quería ir y contesto, tranquila Laly, come algo, charlemos un rato y después te llevo.

Estuvimos un par de horas largas hablando, le conté absolutamente todo, hasta de Claudia y no me podía creer, en un momento me dice vamos que te llevo de tu amiga y fuimos hasta la puerta y ahí me dice, “Necesito una persona de confianza a mi lado, pero también una compañera, pero a su vez nada serio” “Esteban, no entiendo porque me estas contando todo esto a mi” le respondí, “Porque quiero que seas mi persona de confianza” Dijo. “No, no, no puedo, es decir, necesito urgentemente trabajo, pero no puedo trabajar para vos, menos después de lo que paso” conteste, “1000 dólares por mes es mi oferta, por ser mi mano derecha”.

Esteban retruco, “Guau, seria excelente para mí, pero te tengo que decir que no” dije yo, “Trabajarías desde acá, desde mi casa y te daría 1000 más si de vez en cuando te vestís de Laly y me das amor, y también un auto de la empresa a tu disposición, eso si me tenés que acompañar en los viajes que hago por la empresa y tendrías todo pago y además quiero que por otro lado sigas con Claudia” respondió el. En ese momento Laly se apodero de mi nuevamente y dijo “Si”.

Veinte años fui mano derecha de Esteban, y veinte años me hizo su puta, en la cama, en el sillón, en el escritorio, en donde quiso y como quiso. También me casé con Claudia, pero esa es otra historia.

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