Esclavo de mis dueñas Olga y Bea (1)
Recuerdo una vez que entró en el cuarto de baño, yo como siempre la seguí a cuatro patas, como un perro, como ella me exigía... Se paró de repente frente al espejo del baño, yo rápidamente comencé a besar sus pies... ella retiró su pie de mi boca y me dijo: “Mira... mira cómo está mi cepillo de dientes...”. Yo...