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Erotismo y Amor

Los mejores relatos sobre erotismo. Historias que narran el deseo íntimo, el romanticismo, la pasión, el sentimiento y la sensibilidad.

Pao, un encanto de mujer

Y comenzó a masajearla por encima del jean, luego me quitó la camiseta, y comenzó a besar mi pecho, era muy excitante sentir sus besos y como me acariciaba. Cuando me desnudó completamente...
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Dulce y bello encuentro

Una vez desnuda y que ya se ha mostrado orgullosa y excitada, se arrodilla frente a él y abriendo su pantalón encuentra con la mano el miembro, erguido ya por la visión de la tersa piel despojándose de todas sus cubiertas y de esos maravillosos y pesados senos al balancearse cada vez que ella...
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Dos vinos blancos para celebrar

Tras una dura semana de trabajo, ella llega a casa agotada, pero deseando ser recompensada por el esfuerzo. Llena dos copas de vino y se deja hacer...
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Mi distribuidora

Cuando siento su mano sobre mi pantalón su cara de sorprendida al sentirme la verga dura ni se hizo esperar, pero eso no la detuvo. Me besaba con mucha lujuria como si me estuviese esperando para cogerme...
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Dulce Alexandra (1)

Puse la foto frente a mí y me paré frente a ella. Escupí mi mano y la llené de saliva, la misma con la que cogí mi pene ya despierto, aún no erguido ni duro, ni venoso, pero si hinchado y alargado... Lo empecé a mover de arriba a abajo mientras recordaba ese trasero casi desnudo...
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Un buen amante y una clienta atrevida (1)

Ella giró su cabeza cómo intento de mirar de reojo cómo la empotraba. Yo la tomé de ambos brazos y la jalé hacia mí hasta que su espalda quedó contra mi pecho, sólo para poder sentir sus labios otra vez. Mientras más cerca del clímax estaba, más rápido la penetraba. Le solté los brazos y la ...
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Sin palabras

Tal como imaginaba, su cuerpo es delgado aunque bien proporcionado. Sus tetas son pequeñas, lo cual me ha permitido metérmelas enteras en la boca, primero una después otra, y salivarlas con dulzura. Esos pequeños pezones se han puesto duros y me han hecho cosquillas en el paladar...
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Dulce Alexandra

Pero al llegar a casa después de las cortas charlas diarias, me metía a ducharme y ahí alucinaba que la tenía desnuda, volteada contra la pared, y me jalaba el pene fantaseando con que se la metía entre esas grandes nalgas....
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Buena vecindad

Al tiempo le besó en los labios y provocó que él rompiera su timidez respondiendo con un beso apasionado que le hizo unir sus bocas abiertas y juntar sus lenguas. Él, superado el momento de vacilación, acarició lujuriosamente las nalgas de Marisa...
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