Cuando quise cambiar
Con la duda fui al hotel y dimos rienda suelta a nuestros bajos instintos; quizás no tenía la pinga muy grande pero si que era bruta; metiéndome la pinga en la boca al punto de tratar de ahogarme haciendo arcadas y cuando me penetró lo hizo al sexo que me hizo gritar; no sabía que quería demostrar que era una...