Diario de Lucy (3)
Él no paró. Jugaba conmigo, alternando succiones profundas con movimientos rápidos, mientras sus dedos se deslizaban entre mis pliegues ya empapados. Entraron en mí sin resistencia, dos dedos primero, hundiéndose con firmeza, estirándome, haciéndome gemir más alto. La fricción de su lengua en mi clítoris y de sus dedos dentro de...