Un cumpleaños sorprendente
En el vestuario con mis nuevos amigos, agradezco que Adela al ponerse el vestido me demuestre que es capaz de cosas impensables para mí. Sin bragas, con su sexo al aire, así vino y así se va. Su mirada de desaprobación me hace dar un paso más en mi decadencia de mujer burguesa. Es casi la una de la madrugada...