El cabrón
Un agradable hormigueo en su ombligo despertó a Ricardo. Poco a poco, esa sensación fue descendiendo hasta que un cálido aliento se posó sobre su polla que empezaba a reaccionar. El paso de una lengua caliente comenzó a deslizarse a lo largo del grueso tronco de su miembro ya erecto. Suspiró profundamente al sentir como los labios c...