Ayer seduje a mi peluquera
Que bien me levanté ayer, había dormido toda la noche de un tirón. Salí a la calle sintiéndome a gusto conmigo misma, se me notaba en el rostro por las miradas que me dedicaban los demás transeúntes. Mi ropa no podía ser más sexi: minifalda corta blanca y plisada, camisa ampli...