Una putita tan dispuesta
Aún estás vestida con el uniforme. No es necesario desprenderte de la falda y la blusa ya que él te observa ansioso recostado en una silla de escritorio… sin pantalones, con las piernas abiertas y su mano trabajando la dureza de su verga.
El bolso con tus trabajos prácticos y la tarea de matemá...