Mayelita y los amantes de la diversidad (1): Mi primera vez
Entonces procedo a quitarle sus jeans, revelando su hermosa tanga blanca y sus piernas. Le saco el pantalón y queda delante de mí ese hermoso bulto blanco. Ya comenzaba a levantarse, a despertarse. Le doy un beso sobre la tanga de encaje blanco que le regalé en su cumpleaños pasado. Siento la cabecita despertarse. Hago a un lado la ta...