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La amiga de mamá

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Buenos días, vengo a contarles otra de mis aventuras sexuales, esta vez con una amiga de mamá.

Desde pequeño yo siempre he visto que tiene un buen cuerpo, y ahora que soy mayor ella sigue conservando ese cuerpo exquisito que se antoja, aún a pesar de sus 70 años; ella ha comentado a mi madre en más de una ocasión que no duerme más con su esposo, así que debe tener sus necesidades sexuales. La historia empieza así:

Un día al llegar del trabajo mi mamá me dice que le hablo Tere preguntando por mí, que ya que comiera y descansara podía ir a su casa quería una consulta contable; yo de mala gana acepté porque en ocasiones me pedía ayuda y solo me daba las gracias, sin embargo no dije nada puesto que el señor es todo lo contrario y siempre ha sido muy amable y me ha pagado mis servicios. Pues total a media tarde me dirigí a la casa de la amiga, me recibe ella y vaya manera de recibirme: un shortcito pegado al cuerpo que dejaba ver unas buenas piernas y quizá sin ropa interior por lo que podía observar, y una blusa sin manga y con un escote de infarto.

Empezamos a platicar de su problema, me ofreció fruta y entre la plática se inclinaba para darme papeles y me dejaba ver sus senos pues no traía sostén, empezó “accidentalmente” a tocarme las manos cuando me daba los papeles, en determinado momento se cambió de sofá para estar más cerca, cosa que aproveche para entre la plática, rozar sus piernas, sus manos y en ocasiones sus senos los cuales empezaron a reaccionar dejando ver unos grandes pezones, momento en el cual mi verga empezó a despertar y a marcarse en mi pantalón, lo cual no pasó desapercibido para Tere pues empezó a reír con una mezcla entre nervios y excitación, y en ese momento fingiendo un calambre me sube una de sus piernas a mis piernas, pidiéndome que le diera masaje para que se le quitara, y yo que para entonces estaba bastante excitado le empecé a masajear su pierna aprovechando para tocarle más arriba de la rodilla llegando casi a su entrepierna. Viendo que estaba excitada le dije que podía subir su otra pierna para darle masaje también; al hacer ese movimiento sus nalgas quedaron justo encima de mi verga haciendo que soltara un suspiro, el cual debe haber escuchado pues cada oportunidad que tenia se movía haciendo que se pusiera dura, en ese momento no pudiendo más con mi excitación le metí la mano completamente en su entrepierna masajeando por encima del short mientras chupaba su pezón por encima de su blusa, a lo cual no puso resistencia sino qué pasó a un estado de éxtasis total, no importándole que nos escucharan las personas que pasaban por la calle empezó a gemir más y más fuerte, en ese momento le arranqué la blusa de un tirón, agarre ambos pechos y los chupaba haciendo que ella alcanzara un orgasmo. Agarrados de la mano subimos hasta su habitación y yo no pudiendo resistir más me quite mi pantalón y en plena escalera me hizo una deliciosa mamada estallando a los pocos segundos y descargando sobre su cara gran cantidad de semen.

Llegamos a su cuarto, la tumbe boca arriba en la cama y le quite su short, confirmando que no llevaba bragas, le chupe su vagina, la cual a pesar de la edad estaba bien lubricada, fluía gran cantidad de jugos los cuales limpié con mi lengua, al término de lo cual me pedía que la penetrara a lo cual accedí inmediatamente, colocando mi verga a la entrada de la vagina de un tirón la penetre soltando un gemido fuerte, empecé a bombear haciendo que ella se corriera y a los pocos minutos me corrí también llenando su vagina de semen, abrazados nos dimos un beso largo, así duramos buen rato hasta que sonó su teléfono, era su esposo que había llegado del rancho que fuera por él. Se metió a bañar, le enjabone el cuerpo, me volvió a hacer sexo oral y se comió todo mi semen, salimos, me cambié y regrese a casa, no sin antes prometer que nos daríamos una escapada para repetir esa experiencia; me pregunto que si conocía a alguien que cociera, le dije que sí y quede de llevársela pronto (mi novia además sabe coser). Al salir recibí una llamada de mi novia madura, que me invitaba a cenar y que si podía dormir con ella pues tenía miedo.

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