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Nuestra amiga argentina y el jardinero

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Yo ya sé que tengo una debilidad con la gente que trabaja en casa o en el edificio donde vivía antes, no sé, debe ser porque es algo prohibido, y eso me excita mucho.

Hace poco nos mudamos a una casa grande con pileta y jardín, tanto la pileta como el jardín estaban muy mal, entonces mama contrato a un jardinero para que venga a arreglarlos, por lo que venía bastante seguido.

El primer día que lo vi, ¡me quería morir! Tendría 27 o 30 años, muy alto, pero lo que más me impresiono fue el lomo y los brazos que tenía, cada brazo era como una piernita mía, y el lomo, ¡por favor!, estaba con una remera ajustada que se le notaba todo, cuerpo ¡muy trabajado!

Empecé, con lo que yo llamo “a jugar con él”, los primeros días, le llevaba siempre un vaso de coca y yo siempre estaba con shortcitos o polleritas cortitas, cómoda como para estar en casa, a veces cuando se iba yo estaba con la tablet en el living sentada en el sillón y con las piernas sobre la mesa ratona, cosa de dejar todas mis piernas, casi hasta la tanga a su vista. Así pasaron los primeros días, hasta que fuimos tomando más confianza, siempre le llevaba el vaso de coca, a veces después de que lo tomara lo iba a buscar (siempre lo dejaba en el borde de la pileta), agachándome de tal forma que me viera hasta la bombacha.

Siempre que hacía eso, me aseguraba que María (la chica que limpia en casa) estuviera en la cocina, cosa que no se animara a decirme ni hacerme nada.

Un día subí más la apuesta (como hago siempre) y empecé a jugar, pero con fuego, ¿qué hice? Les cuento: uno de los dormitorios que está arriba tiene un balcón francés (es decir con un ventanal desde el piso hasta casi el techo), desde ese dormitorio no hay ningún vecino que me pueda ver. Yo no sabía qué días iba y que días no, entonces ese día, me levanto, no bajo a saludarlo, como haciendo de cuenta que yo no sabía que él estaba, me voy al dormitorio que les dije (que no tiene ni persiana ni cortinas todavía), cuando me asegure que él estaba al fondo del jardín de tal forma que me pudiera ver me empiezo a cambiar, me saque el pijamita, me quede desnuda, di unas vueltas por el cuarto hasta que me asegure que me vio desnuda y me vestí.

Cuando bajé lo saludé haciéndome la sorprendida, como que no sabía que estaba, y hago lo de todos los días, le llevo el vaso de coca y cuando se va me quedo sentada, como les conté en el living, con una re mini que se me veía hasta la bombacha (porque tenía las piernitas arriba de la mesa ratona).

La próxima vez que vuele hago lo mismo, me desnudo cerca del ventanal, pero me quede un rato dando vueltas por la habitación, me pongo una pollerita de jean re cortita, una remerita también cortita, de esas que dejan la pancita al aire sin corpiño, y bajo.

Le llevo un vaso de coca (como hacía siempre), me dice el vasito de todas las mañanas jaja, le digo que sí, me voy, aunque estaba de espaldas sentía que me cogía con la mirada (las chicas me van a entender). Salí para boludear un par de veces más la jardín durante esa mañana, hasta que le digo, “¿no tienes calor?” (Hacía mucho calor ese día) me dice que si, y le digo “si quieres sácate la remera” se la saca, y ¡POR FAVOR!, que lomo el HIJO DE PUTA, así, bien marcado como me gusta a mí, ya me imaginaba arriba de él, besándoselo todo, mimándoselo todo, me sentía tan chiquita e indefensa al lado de él, que eso solo ya me excitaba ¡y mucho!

En un momento María (la chica que trabaja en casa) se había ido al súper, voy al jardín a buscar el vaso de coca, y como siempre me agacho para que me vea hasta la bombachita y me mete una mano de lleno ¡en la cola!, le digo “¿qué haces? ¿Estás loco?”, no esperaba eso, sabía que jugaba con fuego, pero nunca pensé que me iba a ¡quemar!, me puse ¡re nerviosa!, en esas situaciones me pongo muy boluda, lo sé, son cosas que no se, o no quiero manejar.

Entonces me dice “nena, me estás buscando, ¿o pensas que no me di cuenta que te desnudas para que te vea?, la chetita quiere pija, te la voy a dar” nooo, me trato como una puta, no sabía que hacer, pero miraba ese lomo ¡y me podía!, sin darme tiempo a nada, me partió la boca, pero me la partió, me metió un beso que su lengua llegaba hasta mi garganta, no me pude resistir cuando me levanta, me cuelgo de su cuello, el me sostenía con sus manos de mi cola, ahí yo le empecé a meter la lengua, me pone loca ¡que me levanten en el aire!

Así, me llevo a unos sillones a la salida del jardín, me saco la remerita, me empezó a comer las tetas, yo me dejaba y me empezó a meter los dedos en la conchita, ya estaba toda mojada, yo solita me saque la bombachita, ya estaba desnuda, le bese ese lomo hermoso que tiene, hasta que me empujo la cabeza para que se la chupe, me la metí toda en la boca mientras me decía “chetita puta ¿te gusta la pija?” con la cabeza le decía que si, me cogió por la boca, pero no acabó, me pone arriba de él , y me empieza a coger, me sentía indefensa ante semejante tipo, empiezo a saltar sobre su pija, me dice “ te gusta putita como te cojo” le digo que si, COGEME, COGEME ¡MAS!, me levanta en el aire (es lo que más me gusta), y me lleva hasta la cocina y me sigue cogiendo, hacia lo que quería conmigo, en esa posición, no puedo hacer nada, solo gozar hasta que acabe como una HIJA DE PUTA, y él me quiso acabar en la boca, lo dejé.

Me fui a mi cuarto, no estaba bien, no se… obvio me gusto que me cogiera así, pero, otra vez lo mismo, no… Durante la tarde estuve hablando con un par de chicos de una web de internet hot, les conté lo que hice y me dijeron “mañana te coge de nuevo”, se me fue pasando eso de que no estaba bien y jeje, como siempre empecé a planificar lo que iba hacer al día siguiente que él iba a venir, y ese día fue el último y en el que “más me quemé”.

Ese día pensé en dejarlo bien caliente, bajo, le pregunto María si iba a tener que salir (porque si ella esta no me puede hacer nada), y me dice que no, que el día anterior había ido al súper, jeje, me quedé tranquila para llevar mi plan a cabo.

Le lleve el vaso de coca como siempre y me dice algo así “chetita ¿te gusto como te cogí ayer?” y yo lo único que le digo es que hoy se iba a quedar calentito porque María no salía.

Voy al cuarto de arriba, cuando veo que mira para arriba, me empiezo a sacar la ropa, pero esta vez mirándolo, me quedo desnuda, él no paraba de mirarme, así desnuda y mirándolo me toco las tetas y la concha, y él me miraba

Lograba, mi plan, que se fuera esta vez bien caliente, bajo, paso por la cocina, escucho que María estaba hablando con mama, y voy al jardín a buscar el vaso de coca y me dice “sos re puta chetita, ¿cómo me vas hacer eso?” yo pensaba, jodete hoy te toca pajita jeje, y me sigue diciendo (porque habla como una animal, pero eso me calienta mucho) “el día que te agarre te rompo el culo ¡sin vaselina!” Yo no le digo nada y lo miro con mi mejor cara de puta, pero respaldada porque estaba María.

Pero en ese momento sale María al jardín y me dice que la llamó mi mamá para que vaya a comprar una especie de galletas de chocolate que le gustan a papa, pero la venden en una confitería que queda a 15 cuadras. Le digo a María que vaya a la tarde, y me dice que no que tenía que ir ahora ¡y se va!

ME QUERÍA MORIR, no iba a salir corriendo como una boluda, otra vez me queme, lo había dejado caliente ¡y me iba a coger!, no sé, me quede paralizada, no estaba preparada para que me cogiera, y el jardinero me dice CAGASTE, PREPARA TU CULO, ¡TE LO VOY A ROMPER!, me quede quieta y me la banqué, ¡caí en mi trampa de nuevo!

Me alzo como el día anterior, pero ya con sus manos me metía un dedo en la cola, me lleva a la mesa de la cocina (donde desayuno todos los días), me saca la pollerita, la bombacha, me empieza a chupar la conchita, yo me saco la remera, me quedo desnuda, me empieza a meter los dedos en la cola, me la empieza a dilatar, ME ESCUPE LA COLA, y me la sigue dilatando, ME LA VUELVE A ESCUPIR, y me empieza a meter esa pija hermosa en la cola, y me apretaba las tetas, me tocaba la concha, hasta que acabé como una trola de nuevo, a los gritos. Como me hizo gozar ese cabrón, me cogió ¡como a una puta!

Después me quede en mi cuarto hasta que se fue, pensando en cómo iba a seguir esto, ¿me va a coger cada vez que venga?, la verdad es que me gusto como me cogió, pero no quería ser ¡su puta! Eso no.

Por suerte al día siguiente, mama ve como estaba quedando el jardín y no le gusta, y encima le estaba pidiendo más plata, la cosa es que le paga todo lo que él quería y quedaron en que no venía más a trabajar.

Cuando se va lo acompaño hasta la puerta y me dice “a tu vieja no le habrá gustado como quedo el jardín pero a vos seguro que te gusto como te rompí el culo chetita puta”.

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