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La curiosidad de Martín que terminó en deseo

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Un joven de 18 años se ve envuelto en una tormenta de emociones que él jamás había sentido en su vida.

Todo comienza con Martín, un chico de 18 años, moreno, ojos claros, un cuerpo algo tonificado ya que hacía deporte, se mantenía en forma, era un joven que atraía tanto a las chicas como a los chicos.

Martín era virgen, había tenido unas novias pero nada que ver, él sentía que faltaba algo, le faltaba esa chispa con alguien pero no lograba encontrarla.

Un día en el parque, Martín andaba trotando (rutina diaria) a las 7 de la noche mientras escuchaba música, de pronto al pasar por uno de los banquillos ve como dos chicos, (uno parecía que tuviera unos 20 años y el otro ya tenía una edad más alta, como de 30 años) se estaban besando pero de una manera como si el mundo se acabara mañana, ellos ni pendiente de la presencia de Martín, Martín los vio y siguió de largo pero esa escena se mantuvo en su mente por un buen rato y él no sabía porque, el se consideraba heterosexual pero de alguna manera le llamó la atención esa situación, tal vez porque era algo nuevo que él jamás en persona había visto, pero dejó de darle vuelta al asunto y siguió con su rutina, al volver a pasar por los banquillos ya no estaban.

Al día siguiente, Martín al despertar tenía una erección de campeonato, quería masturbarse pero no tenía ganas, pero justamente se le vino a la mente esa escena y de una o de otra manera se excitó, él no sabía el porqué, estaba muy confundido, pero como tenía semanas sin hacerse una paja, se masturbo en su cama, acostado con las piernas abiertas, y con los ojos cerrados mientras imaginaba esa escena, hasta que acabó, quedó exhausto.

Luego su día fue normal, ir a la universidad, estudiar, preparar comida, bañarse y todo el día le dio vuelta lo que hizo al masturbarse en la mañana, el pensaba que eso no estaba mal, ya que él tenía amigos gays y no pasaba nada, los respetaba, lo que lo confunde es haberse excitado y masturbado con una escena homosexual, pero tenía mucha curiosidad en este mundo nuevo para el a pesar de la confusión que tenía.

Ese mismo día en la noche, Martín quería dormir, y no podía, daba vueltas y vueltas y no conseguía el sueño, hasta que se le ocurrió una idea, crearse una cuenta en una red social para gays, él lo pensó mucho, ya que no quería mostrar su identidad y que su círculo social se diera cuenta, pero de tanto pensarlo, lo hizo, no le importaba nada, así que procedió a crearse la cuenta, puso una foto normal de él de perfil, en su descripción puso: "soy un chico con curiosidad en este nuevo mundo" y enseguida les llegaron 5 mensajes de hombres que querían contactarlo, todos enseñando su pene y diciendo lo típico: "qué bonita cara nene" "si esa es la cara me imagino el culo que tienes" y un sinfín de piropos se puede decir de alguna manera.

Martín estaba sorprendido por todo este nuevo mundo pero aún más por la reacción de su cuerpo y sobre todo de su pene, que estaba erecto a millón, y estaba muy excitado, sacó su polla, y se comenzó a masturbar mientras leía todos esos mensajes que le enviaban y con fotos de sus pollas que también le enviaban. Fue la mejor masturbada de su vida.

Martín descubrió su lado pasivo, ya que hubo veces que le mandaban fotos de culos, pero no le causaba nada, a cambio, si le mandaban fotos de pollas, se ponía a millón.

Martín dejó la confusión un poco al lado, el se consideraba hetero-curioso y pensaba que eso no tiene nada de malo, todos el mundo tiene derecho a experimentar su sexualidad.

Pasaron los días y seguía hablando con puros hombres pero exactamente hombres mayores que él, a partir de los 30 años en adelante, ya que le causaba mucho morbo que un hombre de esa edad se fijara en un chico muy joven, se imaginaba estar a solas con un hombre maduro, verse a los ojos, y el hombre maduro lo manoseara por todos lados, sobre todo las nalgas, que lo pusiera de espalda contra la pared mientras Martín levanta un poco su culo para que su macho le quitara su pantalón, su bóxer y que quedara ese culo a toda su disposición, que le diera nalgadas mientras le decía cosas sucias al oído: "mmm cómo te gusta que te nalgueen ah sumiso" "mira como me tienes" "estás tan rico nene" "te quiero reventar ese culo" "te cogeré todo el puto día".

En fin, Martín no tenía mucha imaginación para idearse una escena de ese tipo en su mente, ya que era nuevo, pero pronto eso cambiaría gracias a que en la red social consiguió a un maduro que lo atrajo de una manera que era muy diferente a los otros hombres con quienes había hablado anteriormente.

Muchas gracias si llegaron a este punto del relato, de verdad, soy nuevo en esto de escribir relatos, si tienen alguna crítica constructiva me lo pueden dejar en los comentarios, si les gustó el relato les agradecería un montón que valorarán el relato, eso me animaría a seguir escribiendo. Un abrazo para todos.

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