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Cine porno

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Les cuento, soy una chica muy curiosa, y hace poco, leyendo en línea, me enteré que en la ciudad a la que iba de viaje tiene un par de cines porno, pero lo que más me interesó es que en esos cines se dan encuentros sexuales de toda clase mientras ven la película, por lo tanto, no podía perder la oportunidad de ir allí.

Me informe de los horarios y decidí ir a la función de 9:00 pm, me puse una minifalda, un crop top con buen escote, sin ropa interior, pero eso sí, con una abrigo que me llegaba a las rodillas. Llegue al cine y compre mi entrada frente a la mirada, un poco extrañada, del chico de la taquilla, y es que era bastante poco común ver a una mujer sola en un ‘lugar como ese’ pero bueno, no todas son tan curiosas como yo...

Al entrar en la sala me quite el abrigo y las pocas personas presentes me quedaron viendo intrigados, decidí centrarme en un puesto central un poco alejado de los demás; ya que estos estaban en la zona más oscura y distante que pudieron encontrar.

La película no era nada del otro mundo; una fiesta que se convirtió en una orgia bi. Al cabo de un rato un hombre de 40 o 45 años, alto, un poco gordo pero no mucho, de barba, se me acercó.

—¿Qué tal estás? —pregunto.

—Bien, ¿Tú que tal? —respondí

—Bien, bien. ¿Qué te parece la película?

—He visto mejores.

—Oye, no quiero ser grosero pero me preguntaba si eres mujer, es que aquí es muy común que vengan trans, pero chicas solas no...

—¿Quieres saber? Compruébalo tú mismo.

Abrí mis piernas invitándolo a que metiera su mano, me sonrió mirándome a los ojos mientras recorría mi muslo con sus dedos en dirección a mi coño. Encontró el clítoris y empezó a masajearlo.

—Creo que eso responde tu pregunta —le dije.

—Totalmente, no cabe duda. Pero también me gustaría saber si esas tetas son naturales.

—Son 100% naturales, pero si no confías en mi palabra puedes comprobarlo...

—Soy un hombre desconfiado.

Enseguida, aún con sus dedos en mi concha, saco mis pechos con su mano libre, los apretó, los agarro fuerte y tiro de los pezones.

—Me convenciste, en definitiva, son naturales —miro por un momento la pantalla y dijo

—Mira, que bien lo chupa, seguro que lo hace mejor que tú.

—Lo dudo, soy muy buena mamadora de verga.

—Tendrás que comprobarlo.

Le abrí el pantalón y salió una polla bastante gorda, de un largo promedio. Él se paró y me indicó que me arrodillará en medio del pasillo, a estas alturas ya teníamos la atención de todos en la sala.

Ya arrodillada y con la boca abierta esperando su polla, subió mi falsa hasta la cintura para poder mostrarle el culo a nuestros espectadores.

Por fin puede meterme toda esa verga en la boca, me esmere chupándosela, el estar expuesta ante esos desconocidos me tenía muy cachonda. Después de un rato me puso en cuatro y me penetro sin piedad, lo único que hacía era gemir hasta que una verga, un poco más larga pero menos gruesa, se puso ante mí y lo único que pude hacer fue mamarla.

Me puso de espalda y ahora el de rodillas seguía penetrándome con igual intensidad. No sé cuándo paso, pero cuando me fije está chupando 2 pollas mientras otra me tenía ensartada y dos hombres tenían en su boca cada una de mis tetas. Pero la cosa no paro ahí, al hombre que me tenía el coño abierto, otro lo tocaba por todas partes, hasta que se concentró en sus nalgas, se agachó y lamió su ano, y después de un rato; quien me penetraba también estaba siendo penetrado.

Después de esto, solo pude aguantar un rato más antes de tener un rico orgasmo que causó un efecto dominó en los demás, quién me follaba derramó su semen en mi estómago, mientras a él se lo derramaban en el culo, los dos a los que se la estaba mamando y los que estaban entretenidos en mis tetas, también dirigieron sus chorros de lecha caliente en mi abdomen, podía sentir como ese rico semen corría por mis costados.

Finalmente regrese a mi silla, me limpié lo mejor que puede, espere el final de la película y regrese a mi cuarto de hotel.

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