Nuevos relatos publicados: 7

Me convierto en la puta de mi suegro

  • 8
  • 122.870
  • 9,30 (44 Val.)
  • 15

Mi nombre es Yohana, tengo 25 años, soy de tez blanca, delgada, mido 1.60, con tetas medianas copa B y tengo buen culo que acapara miradas.

Llevo 5 años de casada de los cuales he soportado una vida muy aburrida a su lado sin nada emocionante. Por su trabajo viaja continuamente y solo nos vemos cada fin de mes lo cual aprovechamos para tener sexo pero la verdad eso me ha fastidiado aparte de que cuando lo hacemos solo se preocupa por su propia satisfacción y no me toma en cuenta.

Desde pequeña mis padres me educaron para ser una chica recatada y respetar al hombre con el que decida casarme por lo cual estos 5 años le he sido fiel a mi marido a pesar de los problemas que tenemos, pero para ser sincera me he aburrido de mi forma de ser por lo que he decidido experimentar nuevas cosas en mi vida sexual y bueno ya que mi marido no puede darme ese gusto, tuve que buscar otra alternativa encontrándola en mi suegro Don Beto. Aquel maduro de 56 años, moreno, panzón y un poco bajito.

Para mi fortuna mis suegros viven a unas cuantas calles de mi casa por lo que me visitan muy seguido lo cual últimamente he aprovechado para coquetearle a mi suegro, dándose cuenta de lo que quiero.

Un día normal regresando de mi trabajo pase por la casa de mis suegros encontrándomelo afuera barriendo su banqueta.

Lo salude con un beso en la mejilla y muy coqueta le pregunte.

Y: porque tan solo Don Beto. ¿No está mi suegra en casa?

DB: no, estoy solo y aburrido por eso salí a barrer.

Y: porque no me acompaña a mi casa para hacernos compañía y no aburrirnos solos.

DB: claro vamos deja guardo mis cosas.

En el transcurso del camino me iba preguntado sobre mi relación con su hijo, el cual le respondí que me tenía muy abandonada en todos los aspectos. Necesitaba atención en un cierto tema.

DB: Te entiendo Yohana una mujer tan linda como tú necesita de mucha atención, si gustas te puedo ayudar con cualquier problema que tengas.

Esas palabras de mi suegro hicieron que me cosquillara la vagina me estaba poniendo tan cachonda al imaginarme a mi suegro penetrándome como una puta.

Llegamos a mi casa, le dije que me esperara en la sala en lo que me cambiaba, me dirijo a mi habitación con la vagina ya húmeda empapando mis pantys.

En ese momento estaba ardiendo de deseo por mi suegro. Así que decidí aceptar su propuesta de ayudarme con cualquier cosa. Busque mi falda más corta que tenía la cual me llegaba a medio muslo, una tanga cachetero de encaje y una playera escotada. Salí de la habitación decidida a entregarme a mi suegro. Llegue a donde estaba me senté a un lado de él cruzando las piernas y de esta forma dejando ver gran parte de ellas.

DB: dios, hija te vez muy hermosa.

Y: gracias Don Beto.

DB: vaya que mi hijo tiene mucha suerte por tener una esposa tan linda como tú.

Y: jejeje no exagere.

DB: no exagero pequeña enserio eres una mujer muy hermosa y sexy, cualquier hombre desearía estar contigo.

Y: Don Beto le puedo hacer una pregunta?

DB: la que gustes.

Y: yo le gusto?

Poniendo su mano en mi pierna me dijo.

DB: ufff claro que me gustas pequeña

Y: ay suegro, sabe, su hijo no me satisface y yo necesito a alguien que me ayude con eso. Usted me haría el favor?

DB: Yohana no sabes cuánto tiempo fantasee contigo, desde que te vi te he querido coger linda.

Y: uy suegro pues entonces que estamos esperando vamos cójase a su nuera.

Se levantó del sillón desabrochándose el pantalón y sacando su verga ya erecta, no era grande pero si muy gorda. Al verla se me hizo agua la boca quería probarla sentirla en mi boca. Dándome unos pequeños golpes en la cara con su verga me dijo.

DB: anda Yohana cómetela yo sé que la quieres toda.

Sin pensar comencé a chupar esa verga tan rica. Parecía niña con paleta me la quería acabar. En un momento me detuvo.

DB: Ya linda que vas hacer que me corra y quiero meterte la verga todavía. Anda súbete al sillón y empínate.

Yo lo hice parando mi culo hacia él, después se quitó el pantalón, me levanto la falda a la cintura y me quito el cachetero, comenzó a lamer mis nalgas y mi vagina tan rico me daba mucho placer sus lengüetazos que movía mi culo del placer. Me encantaba tener la cara de mi suegro entre mis nalgas.

Después de un rato se levantó y tomo su verga la puso en la entrada de mi vagina metiéndola lentamente disfrutando mi rica vagina, ambos gimiendo de placer. Me tomo de la cintura y comenzó con el mete-saca más rápido, mordí el cojín del sillón del placer que me estaba dando mi suegro. Hacia tanto tiempo que no me cogían así que sentía un placer extremo entregándome totalmente a él.

Gemía como loca.

Y: Aaahhh suegro que rico me coge mmm, métamelo mas fuerte, me encanta su verga deme más por favor no pare.

DB: ummm Yohana aun estas muy apretada eres una ricura de mujer me encantas, ufff que pendejo es mi hijo al no saber disfrutarte pero le doy las gracias porque su descuido ha hecho que te pueda coger mamacita. Desde ahora vas a ser mía pequeña.

Y: si suegro soy suya cójame más fuerte, me encanta su verga que rico me lo hace.

DB: si mamacita te voy a dar bien duro. Dime Yohana quien te coge más rico tu marido o tu suegro.

Y: definitivamente mi suegro. Me encanta como me mete la verga.

Él se detuvo me saco la verga

Y: porque me la saco no sea malo y vuélvamela a meter por favor mientras le movía el culo.

DB: te quiero coger en tu cama vamos.

Y: está bien vamos.

Llegando a la habitación me abrazo y nos dimos un beso apasionado mientras me tocaba las tetas y mis nalgas. Después me quite toda la ropa y el me aventó a la cama de espaldas, se puso encima de mí con mis piernas en sus hombros y comenzó a penetrarme mientras se comía mis tetas.

DB: ufff Yohana así te gusta? Porque a mí me encanta no quiero dejar de cogerte pequeña.

Y: si suegro me encanta como lo hace yo tampoco quiero que me deje de coger.

Así estuvimos un rato hasta que me pido que me colocara en cuatro. Puse mis rodillas juntas en la orilla de la cama con mis nalgas bien paradas formando el corazón lo cual a mi suegro lo puso a mil.

Agarro de mi tocador aceite para bebé y me lo hecho en mis nalgas y vagina dejándome bien aceitada, se puso detrás de mí, me tomo de la cintura y de un golpe me metió toda su verga hasta el fondo. Salió de mí un grito muy fuerte que seguramente los vecinos escucharon.

Y: aaahhh suegro deme más duro que se siente riquísima su verga.

DB: me gusta que me pidas más verga y claro que te la voy a dar mi putita.

Y: ufff si suegro soy su puta cójame como su hijo no puede.

Empezó a embestirme más fuerte. En toda la casa se escuchaban nuestros gemidos y ese rico sonido que hacía los huevos de mi suegro chocando con mis nalgas plaff, plafff, plaafff. Por fin estaba teniendo ese placer que tanto tiempo no pudieron darme. Seguía gimiendo y recibiendo verga hasta que me dijo que se iba a correr.

Y: uffff suegro córrase fuera porque no tomo nada para evitar un embarazo.

DB: no putita me voy a correr dentro, vas a ser totalmente mía.

Y: no suegro por favor hágalo fuera.

Se montó encima y abrazándome muy fuerte de la cintura se corrió dentro dejándome toda la vagina llena de su semen.

Y: aaaahhh, suegro que rico se siente su semen dentro de mí.

DB: sabía que te iba a gustar putita.

Me lo decía mientras bombeaba lentamente, saco su verga ya flácida y sentí todo el semen escurrir por mis piernas, quede extasiada por la cogida que me había dado mi suegro.

Él se levantó y fue al baño a limpiarse la verga después se vistió.

DB: ay Yohana no puedo creer que te haya cogido, quisiera seguir cogiéndote pero me tengo que ir ya es muy tarde y tu suegra ya me está marcando al celular.

Y: está bien suegro, otro día podremos coger sin parar.

Lo acompañe a la puerta y antes de salir nos dimos un beso muy apasionado despidiéndonos. Volví a la habitación para vestirme, me acomode la falda me puse el cachetero y salí con rumbo a la farmacia de la esquina sintiendo todo el semen de mi suegro en mi vagina.

Llegue a la farmacia para mi fortuna no había gente. Toque el timbre y salió el señor enrique el dueño de la farmacia, le pedí una pastilla del día siguiente, el me quedo viendo sorprendido, me dio la pastilla y me dijo.

SE. Andas de traviesa eh.

Solo sonreí y le pague, tome la pastilla y me fui directo a casa a tomarme la pastilla después me fui a la cama. Esa noche dormí delicioso sabiendo que cada vez que quisiera podía llamar a mi suegro para que me diera una buena cogida y ya no tener que aguantarme a ver a mi marido que no es capaz de satisfacerme como su padre.

(9,30)