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Luna de miel para ella (Parte 2)

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Cuando llegamos a nuestra cabaña después del largo día de tour, buscaba la ocasión para conversar con mi mujer de lo ocurrido. Pero cuando iba a iniciar la conversación me interrumpió con un ‘Debemos darnos prisa el show comienza a las 20.30 h y aun no nos hemos preparado, te parece si primero me ducho yo y luego arreglamos a los niños’. Había olvidado que esa misma noche teníamos entradas para un espectáculo típico de la Isla con danzas locales. Quise reclamar, pero ella ya había partido hacia la ducha despojándose de sus ropas y cerrando la puerta del baño.

Demoró bastante en esa tarea, luego entré con los niños para poder darles una ducha rápida mientras ella se arreglaba. Luego mientras tomaba una ducha descubrí las razones de la demora, había vello púbico en la ducha y en el papelero, había depilado cuidadosamente sus partes íntimas, eso me animó pensando que después del show tendríamos una noche de pasión y lujuria. Debo decir que me encanta practicarle sexo oral y sé que ella disfruta con mis caricias mientras realizo esa labor.

Salí muy animado del baño y mucho más cuando la vi tan perfecta, traía puesto un vestido blanco con unos tirantes sobre sus hombros, marcando muy bien sus enormes y bien cuidados pechos, a pesar que era algo largo, cuando contorneaba sus caderas la hacía parecer una modelo de pasarela con vuelos que con un poco de aire de seguro se levantaría para dejar ver mucho de sus atractivos, todo sobre una hermosas chalas con plataforma. Estábamos de vacaciones y en un lugar de mucha naturaleza, pero ella parecía que iba una gala. Yo no tenía ningún atuendo tan lucido para estar a su altura, de hecho, me puse lo mejor que traía un short y unas zapatillas con mi mejor polera. Sin duda desentonábamos en nuestras vestimentas, me sentí que no estaba dando el tono para la ocasión.

Salimos rumbo al local donde se desarrollaría el espectáculo artístico. Me relajé al ver que todos los demás asistentes vestían de manera muy informal, mi mujer era casi la única tan producida. Así que nos sentamos a esperar que se diera inicia al show. Pero mi rostro cambió al ver aparecer a Philipe, vestía como todo un galán italiano, de manera casual, pero atrajo inmediatamente la mirada de las mujeres del lugar, Viviana al verle levantó su mano para indicarle donde estábamos y él se acercó a paso seguro hasta tomar asiento al lado de mi mujer.

Dos besos muy cerca de la comisura de los labios, indicó que esto no era casual, ella no se había producido para mí, eso era obvio, él alargó su mano y apretó la mía de manera fuerte y segura, eso me hacía sentir apocado. Estaba sentado al lado de ella, luego nuestros hijos y yo en la otra esquina, de pronto todas las luces del lugar se apagaron y una voz indicaba de que cosas se trataría el show, abracé a mis hijos para que no se asustaran y me pareció rozar otra mano por el lado de mi mujer, en medio de toda la presentación me pareció escuchar como ella se movía inquieta aunque no decía palabra; traté de acercarme por sobre mis hijos en la penumbra y le pregunté si le pasaba algo, algo agitada y sorprendida me dijo nada.

De pronto se encendieron las luces y mientras en el escenario un grupo de bailarines iniciaba unas impresionantes danzas, yo me percaté que mi mujer trataba de arreglar su vestido. A esta altura no sabía si lo que veía era real o imaginaciones mías. ¿Se habrán estado besando en medio de la penumbra? ¿Porque arreglaba su vestido? Las dos horas que duró la presentación no pude disfrutarlas, mi mente trabajaba a mil, sentía que algo estaba pasando entre Viviana y Philipe o solo era mi imaginación. Decidí que al llegar a nuestra cabaña tendría una firme conversación con ella sobre todo lo ocurrido ese día.

Luego del show los artistas invitaron al público a tomarse fotos con ellos sobre el escenario, mis hijos estaban fascinados y yo cuidándolos que no se me perdieran entre la multitud de personas, por unos minutos perdí de vista a mi mujer. ¿Dónde se había metido? Tomé a mis hijos y decidí salir del lugar a buscarla. En la puerta del recinto miraba a todos lados de esa calle principal, no estaba por ninguna parte.

De pronto apareció acompañada de Philipe de un patio trasero; ¿Dónde estabas le recriminé de manera muy dura? Philipe me llevó a un patio detrás del lugar del espectáculo donde hay unas réplicas de moais muy hermosas, estás molesto por algo, me respondió de manera mucho más dura que yo lo había hecho. No le dije, lo que pasa es que los niños ya den dormir y debemos caminar hasta nuestra cabaña.

En eso Philipe interrumpió nuestro dialogo; Perdón le había dicho a Vivi (de cuando trataba con diminutivo a mi mujer) que me gustaría invitarlos a cenar ya que me han hecho un lugar en su grupo familiar durante el almuerzo, me quise excusar diciendo que los niños ya estaban cansados y sería mejor ir a nuestra cabaña, pero Viviana interrumpió diciendo; Por favor Hernando no seas descortés con la invitación, además los chicos deben tener hambre también. Siii gritaron ambos al unísono, así que el único cansado con la situación era yo.

Fuimos a un restaurant cerca de la bahía del pueblo y comimos algo, mientras mis hijos peleaban, como siempre lo hacían diciéndose palabrotas, Viviana mantenía una fluida conversación con Philipe, luego de un poco mas de una hora dije que ya debíamos dirigirnos a nuestra cabaña a descansar, Philipe dijo no se preocupen yo los acerco, ya que arrendé un jeep para recorrer mañana la Isla por mi cuenta, además que esta noche me acercaré a unos lugares que brillan con la luna para tomar unas fotos únicas de la Isla de Pascua de noche.

Lo que sigue después me descolocó de una manera horrible. Vivian dijo que le gustaría ver la Isla de noche, yo pensé esto no puede estar pasando, ahora solo falta que este tipo nos invite a estar con él, todo la noche tomando fotos, pero fue algo peor, mis hijos dijeron que ya tenían sueño y querían dormir, por lo cual dije será para otra oportunidad los niños están cansados y quieren dormir, pero Viviana dijo: ¿En otra oportunidad? Nosotros quizás no volvamos a la isla, cuando será esa otra oportunidad, sus ojos enconados me indicaban que eso le había molestado mucho, Philipe lanzó la bomba, si no te molesta que Vivi (otra vez el diminutivo) me acompañe yo puedo traerle de vuelta en unas horas a tu cabaña.

Esto no me podía estar pasando, quería llevarse a mi mujer, así elegante como estaba a recorrer la isla, solos, en un plan que me sonaba a enamorados, cuando debería ser nuestra luna de miel, no solo la de ella. No supe como zafarme de la situación y solo dije mirando a Viviana ¿Tú quieres ir? Ella sonrió agradecida con un sí, Era como si le dieras permiso a tu hija adolescente para su primera salida con un chico, está bien contesté, yo acostaré a los niños y te espero un par de horas para que charlemos; bueno dijo ella.

Cuando Philipe detuvo el jeep frente a nuestra cabaña, ella bajó y le dio un beso a nuestro hijo que ya dormía en mis brazos y mi hija le dijo diviértete mamá mañana hablamos, yo quise darle un beso, pero ella me puso su cara y me dijo; gracias, vuelvo luego. Volvió al jeep y partieron.

Yo acosté a los niños y me senté frente a un televisor a ver el único canal que recibía señal en la isla, de pronto me dormité, desperté sobresaltado, la programación había terminado y apagué el televisor. Vi la hora, casi las 4 de la mañana, pensé Viviana debe estar durmiendo, pero cuando me acerqué al dormitorio ella no estaba, había pasado casi 5 horas y aun no regresaba, esto se había ido de las manos…

Continuará.

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