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Tía, fue sin querer queriendo (Parte 3)
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Estaba durmiendo en el sofá cuando siento que me movían y me desperté sobresaltado y abrí los ojos y era mi madre, vi mi reloj ya eran 2 de la tarde.

-Despierta hijo ya es tarde. Si aún estás cansado ve a tu dormitorio voy a limpiar toda la casa que está todo un desastre.

Le dije que no podía porque la tía Ana María estaba en mi cama pero me dijo que no me preocupe ya había venido su esposo y se la había llevado a su casa, fui a mi dormitorio y me eché a descansar un rato más y se sentía su olor a mujer entre mis sábanas y la almohada aún mantenía su perfume y me volví a quedar dormido recordando como había sido mía.

Ya habían pasado tres semanas y mi tía Ana María no venía a mi casa y era raro porque ella siempre visitaba a mi mamá al menos una vez a la semana y haciéndome como que no me importa pregunté a mi madre por ella y me dijo que ella también se preocupó y la llamó y ella le dijo que estaba muy ocupada.

Yo sabía porque no venía mi tía lo más seguro es que luego de recuperar la conciencia y darse cuenta los que había pasado entre los dos, pero le dije a mi mamá para preocuparla que si ella quería yo podía ir a verla para saber como se encontraba realmente como se había peleado bien feo con su esposo uno nunca sabe que puede suceder y lo logré muy preocupada por su prima me dijo que después de mis clases vaya a sus casa.

En la universidad me venían los recuerdos de su culazo y concha como me la estaba cachando y me era imposible mantener la concentración en las clases así que pedí permiso y me retire, y tomé un taxi y me dirigí a la casa de mi tía cuando ella abrió la puerta se sorprendió verme ahí y me dijo que me vaya no me quería ver, inmediatamente llamé a mi madre y delante de ella dije.

-Aló mamá acá estoy en la casa de mi tía ahí te pasó con ella para que hables yo la veo bien pero igual me voy a quedar un rato más

Sabía que mi madre cuando comenzaba hablar por teléfono no había quien la pare, Ana María decía que no tenía nada de qué preocuparse por ella porque estaba bien con su esposo ya habían limado asperezas, ese era el momento para actuar y aprovecho para abrazarla por detrás y sobarle el bulto de la verga y tocar sus ricas tetas y luego magrearlas se quiso liberar pero la tenía bien sujeta y tuvo que callar para que no se diera cuenta mi madre que sucedía.

Cuando recién pudo cortar la llamada a mi mamá no antes de prometerle que iría a verla mañana, ya le había soltado el botón de su pantalón y lo tenía en sus pies y no tenía ya su brasier y jugaba con sus pezones con mis dedos y grito.

-Ya suéltame carajo… Pablo y vete a tu casa lo que pasó ese día… no volverá a pasar más… Estaba borracha y molesta con mi marido.

Ella quería poner punto final a lo sucedido en mi casa pero esos no iba a suceder así que había que decirle como iban a hacer las cosas si no aceptaba mis requerimientos y le mentí como estaba en tragos esperaba que me crea.

-Bueno al comienzo sería como tú dices que estabas borracha y no sabías que hacías pero luego tu misma me pedías que te meta la verga y lo disfrutaste y todo eso está bien grabado y llegará esas imágenes a manos de tu esposo… Bueno ya me voy…

Y me creyó porque me rogó que no lo haga que su matrimonio se iría al diablo y toda sumisa me preguntó que debía hacer ya estaba en mis manos mi tía Ana María, así que le indicó que vea como estaba y vio la tremenda erección y se acercó hacia a mí y sacó de su encierro al falo y comenzó acariciarlo unos segundos y luego empezó a darle de besos al glande y mis 18 centímetros ingresaron a su boca otra vez.

Ahora que estaba con sus cinco sentidos mi tía era toda una experta de felación y tuve que detenerla porque si no terminaría eyaculando en su garganta, sabía que una vez que ella empezaba a cachar no se detenía. Le dije que vayamos a su cama y se quité la ropa y se acomodé en la pose que era mi favorita ya era dueño de ese culazo y colocó mi verga a la entrada de su concha y le digo que ella tiré para atrás su trasero.

-Ahhh… ya estaaa adentro… ohhh… ohhh.

-Sii… tiaa ya tienes esta verga que te va a gustar mucho… ahora muévete… cómo tú sabes… así así qué ricoo ahh.

Su culo se movía de un lado a otro y ajustaba las paredes vaginales alrededor de la verga con mucha experiencia logrando que experimente una placer único yo le daba de golpes en las nalgas hasta que se pusieron rojas. Lo bueno era mi aguante para eyacular y era ella quién empezó a gemir cuando le agarro gusto a mi verga

-Ahhh Ahhh… Pablooo ohhh ohhh

Sus fluidos ya habían lubricado su vagina y a cada embestida ella gemía y para evitar que notará que tenía razón y lo estaba gozando se mordía los labios para callar sus gritos ella otra vez estaba ya poseía al placer.

-¿Dime ahora tía… si no te gusta mi verga?

-Siii está muy ricaaa… ohhh ohhh.

Sus nalgas rojas saltaban a cada embestidas que recibía su concha y aprovecho para con dos dedos dar masajes a su esfínter volteó su cabeza cuando sintió mis dedos entrar al culo y no quiso porque dijo que mi verga era muy grande en comparación con la de su esposo y a él nunca se lo había permitido. Esa revelación en vez de desanimarse al contrario me impulsó a continuar moviendo los dedos en su recto y para dejarle bien claro las cosas como iban a ser a partir de ahora a mi tía le hice recordar el costo de mi silencio.

Cuando ya considere que estaba preparado su culo a recibir mi verga por primera vez puse la cabeza en la entrada del esfínter y empuje un poco y entró ¡zass!

-Ayyy… Pablitooo… meee dueleee…

La tenía bien sujeta de las caderas y di otro empujón y unos centímetros más adentro ella empezó a temblar y sus gritos eran muy fuertes y me exige que me detenga esperé unos segundos y otro empujón y lo tenía casi todo dentro de su conducto anal.

-Ayyy… me estás matando… Pablooo me ardeee el culooo… Ayyyy…

Y di el último empuje final y todo ya estaba en su culo los 18 centímetros del falo que se habían abierto paso por primera vez y era ahorcado por la estrechez del diámetro del esfínter. Calmaba a mí tía Ana María del dolor que sentía por su primera vez anal dándole besos en el cuello y hombros algunas lágrimas se le escaparon de los ojos.

-Ana María aguanta un poco más… mi amor luego verás que va pasando el dolor y se viene lo más rico que vas a sentir.

No me contestó nada solo dio un suspiró y cerró los ojos y mordió los labios para no gritar más y aguantando el dolor, después de un rato fui dando suaves movimientos de mi verga en su culo y entraba ya salía y tenía un poco de sangre. Estaba muy feliz yo su sobrino de 19 años le había roto el culo a mi tía ni lo que había logrado su esposo yo lo había hecho.

-Ves como ya está pasando ahora vas a ver y sentir como tu rico y apretado culo a partir de ahora va gozar de mi verga mi amor…

-Sii ya está pasando ayyyy pero aún duele un poquito pero no me digas amor que me siento rara cuando me lo dices ahh ahh.

Y ahora fui aumentando la fuerza y velocidad en la penetración anal, y oí sus primeros gemidos cuando fue cambiando del dolor al placer fue una sensación nueva también para mi porque era mi primera vez con una mujer a quién le daba por el culo y se lo rompía.

-Ahhh siii qué ricoo se siente Pablito es una sensación diferente pero muy sabrosa ohhh dámelo todo así así ohhh ohhh.

Y complací a mi tía que a partir de ahora ya era mi mujer y me había entregado todos sus huecos de su espectacular cuerpo boca, chucha y culo y no había vuelta atrás así lo quiera ella, esa madura mujer de 43 años de enormes nalgas y ricas tetas que se lo negaba ella misma al comienzo por la vergüenza y terminaba gritando y reclamándome más verga.

Y metía fuerte mi verga en el culo de mi tía ese hueco ya estaba bien abierto y acogía ya con tranquilidad mis 18 centímetros de carne dura y sentía un cosquilleo en todo su cuerpo y gemía y luego de 36 minutos de darle con todo me vine en su recto inundando de leche caliente que luego salía un poco de su esfínter.

-Yaaa me vengoo… toma tu lecheee ohhh tía gracias queee ricoo ohhh ohhh.

Caímos sobre la cama todos exhaustos y bien sudados ella me vio a los ojos y sola se me acercó para que la abrace y me dio una beso sentir su cuerpo su calor y olor me unió más a ella luego nos bañamos juntos ella me jabono todo el cuerpo y luego lo hice yo, reíamos como si fuéramos una pareja de recién casados en su luna de miel.

-Pablo me siento muy feliz a tu lado me has devuelto esa alegría que había perdido hace tiempo sé que esto es una locura pero no me importa ya, solo tenemos que tener mucho cuidado siempre te voy a esperar con mucho cariño.

-Yo también te quiero mucho y siempre vendré a verte ya eres mi mujer y si tendremos mucho cuidado mi amor.

Cuando volví a casa mi madre me preguntó como la había visto a su prima y como la sentía si era cierto que todo estaba muy bien y le dije que todo estaba perfecto con ella y de ahora en adelante siempre me daré un tiempo para visitarla cualquier cosa yo le avisaba, mi mamá me dio un beso en la mejilla y me dio las gracias.

FIN

 

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