Nuevos relatos publicados: 0

Mi inicio en el incesto (Parte II)

  • 8
  • 20.677
  • 9,52 (21 Val.)
  • 5

Por fin acabaron las clases, hoy es el último día y ahora no hace falta despertarse temprano, aunque me encantaban los arranques de celos que tenía mi hermano. Al final me acababa follando y me gustaba mucho.

~Flashback~

Estaba yendo a clase cuando un brazo me cogió del brazo, me asusté en un principio, pero al ver a mi hermano me tranquilicé.

– ¿Pasó algo hermano? – Le pregunté ya que le vi algo molesto.

– Lo que pasa es que los chicos te miran mucho el culo cuando pasas cerca de ellos, tenías que haber venido con un pantalón más largo. – Me hacía gracia que se pusiese celoso y que me dijera eso, cuando él ya me había visto así en casa y no me dijo nada.

– Pero es que hace mucho calor y además en casa no me dijiste nada sobre el pantalón.

Se quedó mudo y me llevo a los baños del gimnasio, ya que acababa de tener esa clase. Una vez allí nos metió dentro de un cubículo y me empezó a besar y apretar las nalgas haciendo que me empezase a excitar. Luego bajo a chupar mis tetas subiendo mi camiseta y el sujetador me lo desabrochó, yo me aguantaba los gemidos que me provocaba cuando además de chuparlos me los mordía un poco.

Yo mientras le estaba tocando el pene y apretándoselo, luego él me puso contra la pared y me quito el pantalón, me dio una nalgada y me susurro al oído. – Esto es mío, los demás no pueden disfrutar del culito de mi hermanita caliente ¿verdad? – Dijo y me mordió el lóbulo haciéndome gemir. Después metió un dedo en mi vagina y al notarla mojada me metió de una su pene, haciéndome gemir más alto sin poder evitarlo, empezó a moverse y tuve que ponerme una mano para evitar que se me pudiese oír. Luego se oye un ruido y parece que eran dos chicos ya que se oían solo sus voces.

– ¿Viste a la hermanita de Juan? Con esos pantaloncitos cortos se veía bien rica, y además se le nota con tetas grandes, que suerte tiene Juan de poder verla todos los días.

– Es cierto, está bastante buena la hermana de Juan, pero como se entere nos va a dar una paliza, es muy celoso con ella y con razón. – Me impresionó que dijesen eso y noté que mi hermano le dio rabia porque me lo hizo mas duro, yo hacía mis mejores esfuerzos para que no pudiesen oírme, pero era bastante difícil con la cogida que me estaba dando. Cuando se fueron el gruño y me mordió en la espalda, tomándome por sorpresa.

– ¿Tan celoso te han puesto hermano?

– Estaban hablando de ti como si yo no estuviese, ellos ni siquiera se fijaron si estaba cerca o no. La próxima que les oiga les pegaré.

– Tranquilízate hermanito, da igual los comentarios que digan, solo estoy contigo y no voy a estar con ninguno de esos. – Le doy un beso que me corresponde y después de unos minutos meto su pene en mi boca y me trago su semen, yo ya había acabado varias veces y le di un beso que él profundizo más y me apretó a él.

– Te quiero mucho hermano.

– Yo también hermanita. – Nos fuimos primero él y luego yo rápidamente sin que nadie se diera cuenta de que estaba en los baños de chicos y me tome un caramelo para que no se notase tanto que me tomé su semen. Cuando vi a mis amigas me preguntaron donde había estado y si me había pasado algo, yo les dije que no se preocupasen que solo me entretuve. Lo bueno fue que no estaba el profesor así que no habría ningún problema.

~Fin del flashback~

Me encantó como me cogió ese día, hubo alguna otra vez y siempre disfruto mucho. Una vez llegamos a casa me besa con pasión y me agarra de las nalgas apretándome a la puerta, de repente oímos una voz que nos asusta.

– Hijos venir que tengo que deciros algo que seguro os gustará mucho. – Eso nos relajó mucho ya que significaba que no nos había pillado besándonos, fuimos y le dimos un abrazo. Nos sentamos y esperamos que nos dijese lo que quería decir.

– Como ya habéis acabado ya las clases, he reservado para una semana un bungalow en Canarias, así que ir preparando vuestras maletas que nos vamos pasado mañana. – Estaba emocionada ya que íbamos a disfrutar mucho, hacía tiempo que no hacíamos viajes los tres juntos. El problema sería que ya no podríamos tener sexo en ese tiempo y eso iba a ser frustrante, excepto que encontráramos algún momento donde papa estuviese distraído. Tengo que hablarlo con mi hermano.

– Que bien papa, como echaba de menos las vacaciones de los tres juntos. – Mi hermano asintió y estuvimos por la tarde hablando y mirando algún plan para esa semana, luego preparó mi hermano la cena y yo puse la mesa, cenamos bastantes animados y luego mi hermano y yo nos fuimos a mi habitación para hablar. Esto a papa no le parecía raro ya que lo hacemos muy a menudo. Una vez ya dentro y con la puerta asegurada le besé a lo que él me correspondió y me cogió del culo para que rodease su cintura con mis piernas. Cuando nos separamos le dije ya mi duda.

– ¿Cómo podremos seguir follando esa semana sin que se entere papa?

– Ya le daremos alguna escusa le podemos dar, ya veremos cómo lo hacemos, pero ahora lo importante es quitarte tu ropita y divertirnos. – Mientras hablábamos nos estábamos rozando y al finalizar nos llevó a la cama y me quitó la camiseta y el pantalón, yo hice lo mismo que él, pero también le quite la ropa interior dejando libre su pene. Lo empecé a masturbar mientras mi hermano me quitaba la ropa interior y me iba besando la parte que iba descubriendo, al llegar a mis pezones los empezó a chupar y morder haciendo que me excitara mucho. Luego fue dando besos por mi cuerpo hasta llegar a mi vagina, donde quito la el tanga y me empezó a lamer la vagina y chupar el clítoris, yo me tapo la boca con la mano para que papa no oiga mis gemidos y venga, estuvo así y jugando con mis tetas hasta que llegue al orgasmo, que también se tragó.

Luego él se puso encima de mí y me penetró de un golpe, haciéndome gemir, pero me beso impidiendo que se pudiese oír, primero fue lento y luego fue más rápido provocándome varios orgasmos. Hermanita déjame meter mi pene en tu ano. Solo si eres cuidadoso, ya que por ahí nadie me lo ha hecho. Entonces yo seré el que te lo estrene, ponte a cuatro. Me sacó su polla de mi vagina y me puse a cuatro, el me empezó a lamer el ano, provocando que me excitara, luego me metió un dedo en la vagina para lubricarlo y meterlo poco a poco en mi ano, mientras lo metía no me dolía así que hizo lo mismo con dos y ahí si que se resistió un poco mi ano, pero me estaba dando bastante placer.

– Métemelo ya hermano, quiero sentirte dentro de mi ano ya. – Él me hizo caso y después de lubricar su pene me lo fue metiendo poco a poco. Me dolía un poco, pero después de que esperase un poco antes de moverse para que me acostumbrara empecé a sentir placer, mientras se movía no podía evitar gemir por lo bajo. Le pedí que fuese más rápido y él me hizo caso, lo sentía tan adentro mío que me estaba volviendo loca, me estaba encantando que mi hermano me diese por el ano, además de que me desvirgase el culito él.

– Hermano que rico lo haces, te siento tan adentro. Dame más duro, quiero llegar al mismo tiempo que tú. – Me hizo caso y además creo que le excitó más lo que le dije. No sé cuánto estuvimos haciéndolo, pero después de un tiempo los dos llegamos al orgasmo y yo mordí una almohada para no gritar y él también me mordió la espalda, eso me iba a dejar marca, pero en ese momento no me importaba ahora. Luego nos tumbamos abrazados y nos pusimos la ropa por si papa entraba, creo que nos quedamos un poco dormidos. Cuando nos despertamos nos besamos y él se fue a su habitación, yo me cambié y mientras me estaba poniendo el pijama entro papa.

– ¿Pasó algo papa?

– No, solo quería saber que tal estabas y si de verdad te gustó la sorpresa.

– Claro que si papa, no sé porque me disgustaría. – Seguimos hablando un poco más y luego él ya se fue a su cama y yo también, me di cuenta que solo llegue a ponerme la camiseta y papa habría notado que no llevaba sujetador y habría visto casi mi vagina, ya que la braguita era algo pequeñita y se me marcaba todo. No le di importancia y me fui a dormir con la emoción de que pasado mañana nos iríamos de viaje.

 

(9,52)