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Mi turno de noche (Parte 1)

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Empecé normal con toda la actitud de hacer el trabajo, pero en la soledad del turno mi mente empezó a fantasear con un buen dildo, así que al tercer día sali más temprano de casa y me dirigí a una sex shop para comprar uno nuevo, quería que fuese algo diferente, afortunadamente encontré justo lo que buscaba, una verga de aprox. 20 centímetros y como de dos a tres dedos de gruesa, una forma muy realista con su cabeza bien formada y diseñada muy venosa, lo dicho era justo lo que estaba buscando no tarde mucho así que pagué y salí en busca del resto de los complementos, empecé a recorrer las calles en el auto con la mirada ansiosa de encontrar el almacén perfecto, sabía que al igual que con el dildo no tardaría en encontrar lo que buscaba y efectivamente así fue.

Encontré a no más de 8 calles en una esquina un almacén de ropa de dama en la que exhibían leggins y ropa interior, giré de inmediato a mi izquierda como me lo permitió el sentido de la calle y no tardé en hallar un espacio para estacionarme, estaba loca por comprarme algo lindo para mis piernas y mis nalgas, así que prácticamente corrí de regreso a la esquina para entrar en el almacén, recorrí rápido el almacén con la mirada, me sentía como niña en una juguetería, así que no tarde en preguntar por leggins, me mostraron unos 5 o 6 modelos escogí uno pero solo lo aparte para de inmediato dirigir mi mirada en busca de cacheteros con encaje y colores muy femeninos como rojo, rosa y lila, sabía lo que buscaba y los encontré rápido exactamente en los 3 colores, así que le dije a la encargada que me diera uno de cada uno y agregara los leggins que había separado previamente, pagué rápidamente y me fui porque ya estaba por dar la hora de entrada, como tengo que entrar al trabajo con uniforme y no vestida de puta avancé unas 10 o 12 calles en sentido opuesto a la zona centro y encontré el lugar perfecto para cambiarme dentro del coche, me quité el pantalón de trabajo y mis habituales bóxer de caballero para pasar a ser una putita golosa y en celo deseosa de placer y de verga, opté por ponerme los cacheteros lilas y los leggins.

Una vez cambiada y con el pantalón de trabajo sobrepuesto me fui directo al trabajo, entré justo a tiempo, recibí el turno todo muy normal hasta que por fin dio la media noche y con ello el inicio de la hora de pausa y vaya que tenía ganas de hacer pausa, tenía mucha hambre, pero hambre de verga, hambre de ser mujer, hambre de ser putita golosa, salí al estacionamiento, la noche estaba con una ligera lluvia no fuerte pero si constante eso me ayudó increíblemente porque muchos prefirieron no salir, yo ya iba mojada desde hace como una hora de solo pensar que saldría para darme gusto y placer con ese dildo nuevo, así que toda nerviosa y con ansias me empecé por bajar el cierre del pantalón mientras continuaba caminando rumbo al auto, después jale un poco el botón del pantalón por debajo de mi cinturón y lo solté, di un ´par de pasos largos al mismo tiempo que me agachaba y con la mano aflojé el nudo de cada uno de mis zapatos, por fin llegué al auto, abrí la puerta del copiloto y rápidamente acomode ese asiento lo más adelante y ajuste el respaldo también completamente hacia el frente, cerré esa puerta para de inmediato abrir la puerta trasera del mismo lado y meterme al auto rápidamente, me quité los zapatos y los pantalones con ansias de verme como mujer con mis leggins, rápidamente me puse de rodillas y apoyé mis codos en el asiento trasero al mismo tiempo que acomodaba mis pies debajo del asiento delantero que había quedado a mis espaldas, busque el dildo le puse un condón sabor fresa y lo empecé a chupar con desesperación, como solo nosotras sabemos hacerlo cuando nos sentimos en celo y con mucha hambre de verga, para esto yo ya jadeaba y gemía de las ganas que tenía de ser penetrada por ese dildo, deje de jadear y por un momento solo escuchaba el ruido de la lluvia mientras mi mano llevaba la punta del dildo a la entrada de mi culito, me di cuenta al sentir ese cosquilleo en mi entradita, después con un movimiento lento empujé mi cadera hacia atrás hasta que sentí que la base del dildo había encontrado el respaldo del asiento delantero, entonces solté el dildo y use ambas manos para separar mi nalgas y ensartarme suavemente en esa verga, al sonido de lluvia fuera del auto lo acompaño entonces un suave y largo gemido de placer, uy!, que rico! enloquecí de placer y más me ponía loca la adrenalina de ser descubierta por alguien que buscara alguno los autos alrededor del mío o por un vigilante que se acercara a mi auto.

Entonces solté mis nalgas y me di un par de embestidas más para luego subirme las pantaletas y los leggins. Estaba loca de placer, tan loca que poco me importó salir así del auto para rodearlo y pasarme al asiento del conductor, arranqué y sali del estacionamiento, apenas encontré una avenida recta y larga la aproveché para bajarme los leggins y las pantaletas, acelerar un poco y mientras el auto se deslizaba yo levantaba mi trasero y con ayuda de una mano abría mis nalgas para luego dejar caer de nuevo mi culito en el asiento, provocándome así un inmenso placer al ensartarme esa verga, repetí esto una cuatro veces, estaba loca de placer quería más y más, pero tuve que hacer pausa, y me concentré en fijar destino en busca de un café, pronto recordé un lugar cercano y conduje en esa dirección, un calle antes me detuve, acomodé mi ropa y me puse de nuevo el pantalón de trabajo, conduje de nuevo, baje a comprar mi pinche café así toda ensartada, y no quise perder tiempo en comprar más, lo único que deseaba era seguir dándome placer, así pagué y me fui disfrutando como el dildo me daba placer a cada paso que daba, llegué al auto y me subí de tal forma que se abrieran mis nalgas y así poder enterrarme de nuevo esa verga al momento de sentarme, cerré y conduje en dirección de regreso pero no había recorrido ni dos calles cuando encontré el lugar perfecto, una calle oscura que ambos lados tenía solo rejas, pronto me di cuenta de que eran un par de escuelas, una a cada lado de la calle, así que a esa hora nadie pasaba por ahí por lo que decidí avanzar un poco en esa calle y estacionarme.

Me baje del auto para pasarme de nuevo a la parte trasera bajarme los leggins y las pantaletas y a darme gusto, ahí le di rienda suelta a mis instintos para ensartarme en esa verga, ahí dejé de lado el pudor para gemir y gritar de placer, gemía, jadeaba, me ensarte una y otra vez en esa verga, estaba deliciosa, loca de placer, totalmente entregada al momento. De pronto percibi unas luces de auto, hice una pausa, pero el auto pasó de largo sin más así que continue en lo que estaba, después pasaron más autos pero a mí ya no me importó, estaba totalmente entregada al placer y no me importaba nada así que me di duro por un buen rato, jadeaba y ya mi respiración era muy agitada, miré el reloj y ya era hora de partir, así que terminé de una buena vez. Me deshice del condón y dejé el dildo bajo el asiento, me puse de nuevo el pantalón de trabajo y me regresé al lado del conductor para manejar de regreso al estacionamiento y a mi aburrido trabajo, iba toda exhausta pero feliz, feliz por el placer recibido. Aun llovía cuando regresé así que me apuré a bajar y regresar al trabajo mientras no dejaba de pensar ¿cómo sería a la siguiente noche?

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