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Cris, la recepcionista
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Cristina, o Cris para los amigos, fue un recepcionista que conocí por el año 2016, en ese entonces mi esposa y yo ya estábamos en la onda swinger, entonces yo ya me comía a quien quería y cris me encantaba, una morena de 1.50 de estatura, unas tetas paraditas y unas tremendas nalgas que paraban todas las vergas de la oficina.

Yo no niego que desde que entro le echaba los canes y es que me encantaba verla con sus vestiditos o sus minifaldas, ella sabía que yo era uno de los jefes de ahí e interesadamente conmigo entablaba mucha relación.

¡Le mandaba mensajes donde me le aventaba bien cañón, yo sabía que era casad y con un tipo loco, pero yo solo quería cogérmela!

Llego el 15 de septiembre y en mi país se celebra la independencia, ese día salimos temprano de la oficina, yo la alcance y la invite a comer ya que apenas seria la hora, ella acepto ir conmigo y es que traía unos leggings ajustadísimo que transparentaban su tanga, ¡su blusa entalladita que marcaba sus pezones y lo mejor su pata de camello en frente!

L: ¡Me da gusto que aceptaras comer conmigo hermosa!

C: ¡Mas bien, gracias por la invitación!

L: ¡Espero que este restaurant sea de tu gusto, la comida es muy buena!

C: ¡Lo mejor es que nos acompañamos jajá!

La charla era muy buena, para ser una simple recepcionista, tenía una muy buena cultura general, la plática se extendió hasta como las 5 pm y fue entonces que la invité a unos tragos, para celebrar la independencia de México, ella un poco dudosa acepto.

C: ¡Bueno, solo un par de horas, ya que tengo que llegar a casa de mi suegra, mi marido no sabe que salí temprano entonces tengo tiempo para unos tragos!

L: Ok guapa, ¡vamos a un bar muy bueno que esta por Tlalpan!

Llegamos como a las 7 pm y empezamos con unas cervezas, la música era contagiosa que empezamos a bailar, ella bailaba muy bien, su cuerpo se movía rico al ritmo de salsa y cumbia, pero cuando empezó el reggaetón, uf, qué manera de mover las nalgas.

Yo todo idiotizado no podía dejar de mirarle como se movía, me repujaba a ella para sentir su rico cuerpo, ¡ella lo noto y más se me pegaba!

L: ¡Qué bien bailas guapa!

C: ¡Lo mismo digo, que buen ritmo!

L: ¡Me tienes hipnotizado con tus movimientos!

C: ¿Así y por qué?

L: Es como te mueves bailando te mueves en todo, ¡si te pongo casa jajá!

C: ¡Jajá, que tremendo eres, jajá!

La indirecta no le molesto, incluso la desato más, me pegaba las nalgas y yo ya sin pudor, se las agarraba, el calor subió más y empezamos a besarnos, fue un beso muy sexual, su lengua juagaba rico dentro de mi boca y mis manos acariciaban todo su rico cuerpo, ¡en eso ella me aventó!

C: ¡No, esto no está bien!

L: Disculpa, fui yo, ¡no pasara otra vez!

C: Por favor, tú eres mi jefe y no quiero problemas, además estoy casada, ¡qué dirán de mí!

L: No te preocupes, fue un momento de locura, tranquila, ¡si quieres te llevo a tu destino!

C: ¡Yo creo que si, por favor!

Pero en esa charla sentí una gran falsa que sabía que podía convencerla de algo más, al llegar a la mesa para pagar y recoger nuestras cosas, le volví a plantar otro beso, esta vez yo lleve la situación y no permití que me rechazara, poco a poco se fue entregando a mí, su cuerpo se erizaba al sentir mis manos y se fue soltando más conmigo.

C: ¡Luis, me gustas!

L: ¡Tú también nena, que hermosa eres!

C: ¡Pero tengo miedo, no quiero que abuses de mí!

L: ¡Jamás haría eso, a menos que tú me dejes!

C: Jajá, ¡de qué tipo de abuso hablas?

L: ¡Del más rico que hay!

Ya en el auto, estábamos en un gran cachondeo, mis manos se deleitaban con el rico cuerpo de la recepcionista, ¡ella estaba toda entregada y dispuesta a gozar y darme una rica noche!

L: ¿Vamos a un hotel, te parece?

C: ¡Pero no podría estar mucho tiempo!

L: ¡No importa, el que sea valdrá la pena!

Llegamos a un Hotel cerca del metro Villa de cortes, al entrar a la habitación ella me pidió le permitiera entrar al baño, yo accedí y espere en la cama, unos minutos después, salió Cris del baño, ¡con su ropa interior y recién bañada!

C: ¡Es que me gusta estar limpia, antes de coger!

L: Uf, nena, ¡te voy a ensuciar!

Se acercó a mi muy sensualmente y me bajo el pantalón, comenzó a jugar con mi verga mientras me miraba muy provocadoramente, su lengua se acercaba a mi cabeza, le daba pequeñas lamidas muy ricas, ¡el aroma que desprendía de su cuerpo me excitaba mucho!

L: ¡Que rico lo chupas bebe!

C: ¡Tienes una verga muy rica!

L: Cómetela nena, uf, ¡qué bien lo haces!

Me la chupaba riquísimo, engullía mi verga dura, sus ricas nalgas me las ponía en la cara, yo empecé a chuparle su conchita húmeda y caliente, primero fue mi lengua y luego comencé con mis dedos, le metía uno y luego dos al mismo tiempo, su clítoris se podía duro y ella seguía tragando mi verga con todo.

¡Después de darnos placer oral, la subí a que me cabalgara, mi dura verga entraba poco a poco en su húmeda vagina, me encantaba ver como mis 21 cm entraban por completo en su concha, sus movimientos empezaron lento, mientras me comía sus pezones!

C: ¡Ah, Luis, que grande!

L: ¡Te mueves riquísimo bebe!

C: Uf, que rica, ¡me encanta como entra uf!

L: ¡Desde que te conozco te quería coger!

C: Lo sé, uf, siempre vi cómo me mirabas, por eso acepté, ¡porque yo también te quería probar!

Seguía cabalgándome gloriosamente, su celular sonaba, ella lo miraba y me decía que era su marido, ¡pero que ella quería gozar y no tenía tiempo para contestar! Cambiamos de pose, ella se acostó y levante sus piernas para ponerlas en mis hombros, en “patitas al hombro” sentía más rico, la embestía con fuerza, ¡le acariciaba sus ricas nalgas y le besaba sus pechos y su cuello mientras empujaba a mi amigo a la húmeda cueva!

L: ¡Que rico, nena, que rico aprietas!

C: Ah, que rica verga, uf, ¡me revuelve todo por dentro!

Sus gemidos me ponían a mil, su celular seguía sonando y ella seguía gozando mi verga. La puse en cuatro y uf, que tremendo par de nalgas, grandes y hermosas, comencé a masajearlas con mi verga, en eso ella contesto el celular, le decía a su marido que estaba en el tráfico y que tardaría un rato más, fue entonces que, apoyándome de sus nalgas, se la metí de un solo movimiento, ¡ella aguanto el grito para que su marido no escuchara, mis manos apretaban sus tetas y la embestía con suavidad besándole su oreja!

Apenas si podía contestarle a su marido, yo me deleitaba con sus ricas nalgas, comencé a tomarle video ya que se me hizo cachondísimo penetrarla mientras hablaba con su esposo, ¡cómo pudo colgó y fue entonces que empezó a moverse como loca y a pedirme más verga!

C: ¡Bebe, así, métela, uf, que rico!

L: Muévete nena, ¡que ricas nalgas!

C: Son tuyas bebe, te excito que hablara con él, ¿verdad?

L: ¡Si, no sabes cómo e puso verte hablando y recibiendo mi verga!

C: ¡Si, a mí también me excito, métela nene, métela!

Cris se movía riquísimo, seguía grabándola y con mi otra mano le jalaba el cabello, el ver su rico cuerpo sudado y sometido por mí, me generaba una sensación muy rica, me sentía su machi, su dueño, ¡fue entonces que le abrí más las nalgas dejando su rico culo ya dilatado y mojado por los fluidos vaginales listo para mi verga!

C: ¿No, espera que haces?

L: ¡Que rico se ve eso, uf!

C: ¡Me va a doler, no lo hagas!

L: ¡Demasiado tarde nena!

Mi amigo empezó a entrar en su apretado culo, entraba despacio, ella gritaba como loca y me apretaba la mano, sus quejidos eran música para mí, ¡música que me ponía más caliente y me daban ganas de romperle su rico culito!

C: ¡Ah, me duele, que grande me lastimas uf!

L: Bebe que rico, uf, ¡aprietas maravilloso!

C: ¡Nunca me había entrado una tan grande, uf!

L: ¿Te la saco?

C: ¡No, no lo hagas, uf, métela, aunque llore, métela!

¡Seguí penetrando su ano, cada palabra que me decía, me excitaba más, ella empezó a sacar fluidos de su vagina, yo los tomaba con mis manos y le metía mis dedos a su boca!

¡Ella los lamia riquísimo, mientras movía sus nalgas para sentirme más adentro!

C: ¡Uf, Luis, que rico, que rico!

L: Sabía que eras buena cogiendo, ¡se te nota a leguas!

C: ¡Uf, dámela, dame tu rica verga!

Ella seguía expulsando fluidos de placer, yo empecé a sentir como mis huevos se inflaban, sabía que pronto llegaría al orgasmo, ella también se retorcía más y más, nuestros movimientos se mezclaban maravillosamente, su olor me excitaba más y más, mientras yo seguía dándole a probar sus fluidos, ¡mi manguera estaba lista para explotar!

L: ¡Bebe, me vengo, me vengo!

C: ¡Si, nene, dámelos, dámelos!

L: ¡Te lo voy a llenar!

C: ¡Si, lléname de ti, que rico!

Empecé a venirme en su culo, ella también se corría, ambos estábamos teniendo un muy buen orgasmo, no quería salirme de ella, sus movimientos me hacían gritar, mi semen escurría por sus piernas y sus fluidos mojaban todas las sabanas.

Reposamos un rato, ella volvió a meterse a bañar y me pidió la llevara a Pantitlán, se despidió de mi con un beso muy rico, Cris, se convertiría en una muy buena amante, aunque el estar con ella me causo algunos problemas.

¡Llegué a casa y le empecé a hacer el amor a mi esposa, mientras se lo metía le contaba a detalle cómo me cogí a Cris, ella disfruto mucho lo que le conté!

Mi sorpresa fue que cuando regresé a laboral el día 17, me encontré con la sorpresa de que Cris tenía unos moretones que precisamente no le hice yo, ¡ahí me di cuenta que sería tormentoso coger con ella otra vez!

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