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En la panorámica del Ajusco

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Hola de nuevo, después de mucho, vuelvo con otro relato, de cómo nos ganaba la calentura en cualquier momento.

Era un sábado por la mañana y ella me avisó que abría una fiesta en casa de su tía, que era infantil, pero que después podríamos ir al cine.

Por motivos que no recuerdo muy bien, ella me pidió que fuera por sus hermanos, su mamá y por ella a su casa; así que llegué a la hora indicada, su hermano me dijo que la esperara en la sala.

Cómo era su costumbre, ella era la primera en arreglarse cuando salían, estaba sentado en la sala, cuando la escuché bajar las escaleras, se había puesto un vestido que le quedaba a la mitad de sus piernas, con un poco de vuelo, lo que hacía lucir más suculentas sus piernotas, y les había enfundado en unas medias negras que wow, que con solo verla mi pene comenzó a ponerse duro, su blusa era de licra negra de manga larga, y sus senos se veían muy bien, aún no se había puesto maquillaje, lo que aprovechábamos para fajar rico en la sala antes de que bajarán sus hermanos y su mamá.

Yo: wooow!! Que bien te queda ese vestido.

I: verdad que si, pero ya sabes cómo es mi papá y casi no me deja usarlo, además no tenías que decirlo ya vi que se te está parando.

Yo: claro que sí, se antoja mucho sentir tus piernas sobre mi y poder tocarte desde arriba hasta abajo, sin olvidar masajear tus ricas nalgas, (le gustaba y la excitaba cuando le decía cosas así).

I: pues aprovechemos y no perdamos tiempo, antes de que bajen mis hermanos.

Acto seguido, se sentó sobre mí y nos comenzamos a comer a besos, subía y bajaba mis manos por todos lados, le tocaba sus tetas sobre su blusa, le masajeaba sus nalgas sobre las medias y ella se frotaba sobre mi pene, entre jadeos y respiración agitada, ella me dijo:

I: si vamos a la cocina y me lo metes rápido, que ya no tardan en bajar.

Yo: pues vamos rápido.

Nos dirigíamos a la cocina, cuando escuchamos llegar el carro de su papá, se imaginarán, yo con el pene a punto de reventar y ella colorada por el rico faje que nos estábamos dando; rápido me fui de nuevo a la sala y me senté, ella siguió hacia la cocina y esperamos a que entrara su papá, me saludo y me preguntó por ella, le dije que estaba en la cocina, en ese momento ella salía de la cocina y la miró con no muy buenos ojos, a lo que ella le dijo que si quería que se cambiara de ropa, el solo le dijo que ya era tarde y que nos adelantáramos a la fiesta, pero que nos lleváramos a sus hermanos. Nos volteamos a ver y dijimos que estaba bien. La calentura no se me bajaba por completo, así que me quedé sentado esperando a que su papá subiera a cambiarse, cuando lo hizo me acerque a ella y le di un beso muy húmedo y le subí un poco el vestido para poder meter mi mano entre sus piernas y así sentir el calor de su entrepierna, a pesar de las medias y de su tanga.

I: que mal que llegó mi papá, ya te quería sentir dentro de mi.

Yo: yo también ya quería sentir tu humedad, pero ni modo, a ver si podemos en la fiesta, jajaja, y ella solo sonrió de manera muy sensual.

Cuando nos dirigíamos a la fiesta, yo solo podía poner mi mano sobre su pierna y sobarla un poco, ya que teníamos chaperones en la parte de atrás. Durante la fiesta todo transcurría de manera normal, hasta que llegaron unos amigos de su tío y que no le quitaban la mirada de encima y no perdían ninguno de sus movimientos, ella estaba ayudando a su tía con la comida y no pues andaba por todos lados, servía comida y la llevaba a quien le faltará, y pues ellos no perdían oportunidad de verla y seguir todos sus movimientos, y pues como se iban a perder esa vista, ya que en algunos movimientos, se le subía un poco de más el vestido y se le veían un poco sus ricas nalgas; su papá se dio cuenta y como la celaba mucho, solo atino en decirme que si ya teníamos el horario de la película que veríamos, a lo que le contesté que sí (era falso, ya que siempre escogíamos la película en el momento de estar en el cine), y me dijo pues mejor te la llevas ahorita y recuerda que no deben regresar tarde, así que le habló y le dijo que ya nos podíamos ir, que alguien más ayudaría a su tía, me volteo a ver con cara de que pasó aquí!

Ella agarró su bolsa y nos despedimos de su familia, su papá nos recordó de no llegar tarde y nos dirigimos a la salida de la casa, al ir caminando hacia la salida e irnos despidiendo de todos ahí, alcance a ver de reojo que algo se decían los amigos de su tío; la salida de la casa tenía unas escaleras hacia arriba, que daban a la calle, así que al ir subiéndolas y ella ir adelante de mi, tenía la mejor vista de todos, pero los amigos de su tío, nada mensos se acercaron a las escaleras y la veían subir, pero no todo lo que yo veía, además yo me andaba comiendo ese par de nalgas y piernas hermosas que ella tenía, así que de seguro era la envidia de ellos, jajaja. Ya en el carro:

I: que le habrá pasado a mi papá, que nos dejó irnos más temprano de lo que me había dicho y sin compañía?

Yo: pues que no te diste cuenta que los amigos que llegaron de tu tío, no te dejaban de ver, y más cuando se te subía un poco de más el vestido y se te veían tus nalgas, que vaya se te ven muy bien con este vestido (ponía mi mano sobre su pierna, casi a la altura de su ingle).

I: no me di cuenta de eso, pero yo lo hacía más para ti que otra cosa, con razón no se acordó de mandarnos compañía, así que mejor ya arranca y vámonos.

En el camino hacia el cine, comenzamos con el cachondeo, ella sobaba mi pene sobre el pantalón y yo trataba de tocar su entrepierna sobre las medias y su tanga, algo difícil de hacer pero muy excitante para ambos, ella se acomodó de lado, viendo hacia mí y con sus piernas buen poco abiertas para permitirme tocar un poco mejor, ella bajo el cierre de mi pantalón y metió su mano para tocar mi pene, el cual ya tenía líquido preseminal escurriendo…

I: como me gusta ponerte así, excitado y que vayas manejando, y tu verga bien que responde a mis manos.

Yo: no solo a tus manos, también me gusta ir sintiendo tus piernas y la humedad que ya tienes en tu tanga y en las medias.

I: y si mejor aprovechamos que venimos solos y vamos al Ajusco? Y ahí ahora sí me lo metes.

Los que conocen la panorámica del Ajusco, saben que ahí era muy conocido que fueran las parejas a coger en sus carros, a la orilla de la carretera o en algún paraje cercano, ahorita es más peligroso, pero bueno, para eso también están los hoteles, peor la adrenalina de hacerlo ahí era aún mejor.

Yo: perfecto, nos vamos para allá.

Todo el camino que la verdad no estábamos tan lejos de ahí, a unos 20 minutos aproximadamente, fue de puro toqueteo y de tratar de darnos besos muy cachondos, yo iba lo más rápido que podía, ya que ella no dejaba de estimular mi verga, ahora fuera de mi bóxer, de repente aumentaba los movimientos, y cuando podía, se inclinaba hacía mí y se metía mi verga en su boca, para pasarle la lengua de arriba a abajo y le daba vueltas sobre mi glande, se lo sacaba y me seguía masturbando, mientras yo trataba de meter mi mano en sus medias y tocar sus nalgas, pero ella se volvía a sentar bien, y no me dejaba.

Yo: me encanta qué me lo mames así, pero también déjame tocar tus nalgas o poder meterte un dedo en tu vagina cuando hagas eso, es más quítate ya las medias, si no las voy a romper y no puedes llegar sin medias a tu casa.

Sin decirme nada, y sin soltarme la verga, se quitó las medias y las aventó al asiento de atrás, y se acomodó para que le tocará mejor su entrepierna, le hice a un lado su tanga y le metí un dedo, que entró con facilidad por la humedad que ya tenía.

Yo: que húmeda estás, ya te lo quiero meter.

I: pues me dejaste con ganas desde la casa y con tanto que me tocas, ya quiero sentir tu verga, estaciónate ya, donde sea.

Ya estábamos sobre el circuito del Ajusco, así que localicé un pequeño camino de terracería que se veía que era el acceso no muy transitado hacía una parte del bosque a esa altura, y me detuve a unos 50 metros de la carretera. Apague el carro e inmediatamente nos besamos con mucha pasión, recosté su asiento, y ella se acomodó con sus piernas abiertas, dejándome libre acceso a su vagina, le hice a un lado la tanga y comencé a tocarle sus labios, su clítoris, con ayuda de su humedad entraban y salían mis dedos muy rico, ella solo gemía y me daba besos cada vez más intensos, su lengua jugaba con la mía, le besaba el cuello y baja mi otra mano hacia sus tetas, se las saque se su brasier y apretaba sus pezones, le besaba una teta y con mi otra mano le apretaba el pezón de la otra, ella gemía cada vez más fuerte y yo no dejaba el mete y saca de mis dedos, cuando sentí que ya estaba a punto de venirse, le estimule su punto G, no dejaba de besar sus tetas, de repente un pequeño mordisco en su pezón, y le decía, ahora la otra si no se pone celosa, ella solo gemía más fuerte y me decía que no parara, tomo mi mano para que no la sacara de su vagina y se vino muy rico, sus piernas que ya estaban sobre el tablero del carro, le temblaron y me apretó muy fuerte mi mano, me jalo hacia ella y me besó por unos 3 o 4 minutos, y con su mano comenzó a masturbarme, se acercó a mi oído y me dijo ahora sí te toca. Abrimos la puerta del carro, el frío entro en el carro, y eso no erizo más la piel. Me dijo que me bajara, se empinó en el asiento con el culo hacia afuera.

I: ahora sí, métemelo!! Anda que quiero sentir tu verga en mi. Me agache para pasarle la lengua de su vagina al culo varias veces y ella gemía más fuerte que antes.

I: métemela ya!!

Le puse la cabeza de mi verga a la entrada de su vagina, y ella se hizo para atrás para que de un solo movimiento se la comiera toda, comencé con el mete y saca, la agarraba de su cadera y la jalaba más hacia mi, se escuchaba el golpeteo de sus nalgas con mi ingle cada vez más rápido y fuerte, los dos gemíamos y el frío ya ni lo sentimos, la abría sus nalgas para verle su ano, y seguía con el bombeo cada vez más rápido, me chupe un dedo y se lo acerque a su ano.

I: no empieces de travieso, ah mmmm.

Yo: solo un poco de dedo y ya, me gusta jugar con tu ano.

I: estaaa bieeen, pero no me lo saques que me vengo de nuevo. Dijo eso y otra vez sus piernas temblaron, sus jugos comenzaron a escurrir por sus piernas, y ya no aguante más y también me viene, casi con ella. Nos quedamos así por unos minutos, mientras mi dedo seguía en su culo, lo apretaba muy rico. Se lo saque, y me agaché para darle un beso en su culo, le saque la verga y nos subimos al carro, así como estábamos nos quedamos un rato abrazados y besándonos. Estuvimos como 10 minutos descansando de esa rica cogida, y nos acomodamos la ropa para irnos a su casa.

En el camino a su casa, ella iba recargada en mi hombro y yo tenía una mano en sus piernas, hablamos de lo rico del día, y de lo que había pasado en la fiesta, al llegar a su casa, sus papás y hermanos aún no llegaban, así que los esperamos en la sala, donde de nuevo nos comenzamos a besar como en la mañana, y...

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