Nuevos relatos publicados: 10

Esclavo de mi fantasía: El final

  • 8
  • 7.923
  • 9,67 (6 Val.)
  • 1

Después de la fabulosa mamada que le di a Samir escondidos en mi casa, yo estaba muy caliente y más cuando descubrí que dejo su bóxer Intencionalmente debajo de mi almohada.

Samir (un macho mujeriego) me había confesado que estuvo observándome mientras me masturbaba luego de la primera vez que me cogió. Se molestó cuando se enteró que salí con Antonio y además vino a mi casa para que le hiciera un oral.

No lo podía creer el hombre de mis fantasías al parecer sentía algo más que simplemente ganas de cogerme.

Pasaron algunos días de mensajes calientes que me tenían enloquecido, aunque en la Universidad él siempre estaba con su novia (Inés) y me trataba como un amigo más.

Pero había algo diferente en ellos, Samir me tenía ganas e Inés me veía de una manera extraña, diría que hasta morbosa.

Un jueves antes de salir de clases veo a Samir solo, y me dice:

“Hola muñeco, quieres ir a mi casa”

Yo: para qué? Darás una fiesta? (De forma irónica)

Samir: No... a menos que cogerte se considere una fiesta!

Yo ya estaba comenzando a tener una erección, Samir me calentaba muchísimo y que me dijera que quería cogerme tan descaradamente me hacía desearlo más! Pero le pregunto:

“y que paso con Inés?”

Samir: decidimos tener una relación abierta, y no tiene problemas contigo.

Yo sorprendido le digo:

“Ella sabe lo nuestro?”

Samir: Si! Y le excita saberlo, quizás algún día podamos hacer un trío...

Yo: no sé si me sienta cómodo con eso.

Samir: no digas que no si no lo has probado..., pero por ahora te quiero solo para mi! Camina y deja de hacerte el duro!!!

Llegamos a su casa, no había nadie y fuimos directo a su habitación. El llevaba una playera azul que marcaban sus fuertes brazos un pantalón corto negro para lucir sus piernas de futbolistas y zapatos deportivos. Yo tenía una polo negra, jeans ajustados que resaltaban mi culo y piernas, y zapatos negros.

Samir me traía con un juego de miradas y yo estaba enamorado, no podía creer como me estaba tratando, era seductor, considerado y a la vez como un juego.

Yo estaba nervioso y él lo noto mientras se quitaba la playera dejándome ver su escultural torso y dice:

“Que te ocurre? Ni que fuera la primera vez...

Yo: no puedo más... tengo que confesarte... yo te amo... desde hace años y realmente estoy dispuesto hacer lo que me pidas para estar a tu lado.

Samir acercándose con la sonrisa que me mata, dice:

“Eso ya lo sabía... pero antes no te ponías así!”

Yo asombrado y avergonzado por sus palabras le digo:

“Es que no entiendo que quieres conmigo, tienes novia... y me tratas como si te importara... es solo para cogerme?

Samir está parado justo frente a mi viéndome directo a los ojos y dice:

“Me importas…! no sé cómo explicarlo pero te necesito cerca...”

En ese instante por primera vez pude sentir sus suaves y apetecibles labios sobre mi boca! Fue un beso muy húmedo y apasionado, yo estaba con una gran erección y el culo ardiendo.

Le comencé a tocar su entrepierna para sentir a ese colosal pene que pedía a gritos ser liberado! Samir coloco sus manos en mi culo apretándolo y pegándome totalmente a su cuerpo hirviendo.

Yo lo abrace acariciando su amplia y trabajada espalda, él empezó a besarme el cuello para luego de unos minutos separarnos y quitarme la polo.

Ambos nos bajamos los pantalones y ropa interior quedando totalmente desnudos y con nuestras erecciones frente a frente. Samir me abrazo con fuerza, y me beso nuevamente para luego llevarme despacio a la cama.

En la cama estuvimos besándonos como si nos quisiéramos comer el uno al otro, su pene chocaba con mi abdomen y el mío con su pierna mientras le comenzaba a besar y lamer esos pectorales tan bien definidos que me excitaban desde hacía mucho tiempo.

Tome su tieso falo y comencé a masturbarlo lentamente, él se quedó boca arriba y yo de lado mientras Samir pasaba su brazo por debajo de mi para acariciar mi culo y jugar con uno de sus dedos alrededor de mi ano, y con el otro brazo se apoyaba su cabeza.

Ese hombre de piel dorada y cuerpo atlético estaba servido en la cama para mi. Observaba cada músculo, sus finos vellos dorados y castaños. Podía ver sus ricas piernas abrirse y su cintura levantase al ritmo de mi mano en su pene.

Cuando por fin metió su dedo en mi culo, deje salir un suspiro, eso le gusto a Samir y dijo:

“Me encanta tu enorme culo, es perfecto!”

Luego me voltea, me deja boca abajo, levanto mi culo, cierro los ojos esperando su penetración, pero de pronto siento como sus fuertes manos toman mi culo abriéndolo para luego comenzar a lamerlo!

Ohh... ahh... que era esto? Este placer no lo conocía y me hacía gemir desde lo más profundo de mi ser! Samir a su vez masajeaba mis nalgas con mucha fuerza hasta que me hizo decir desesperadamente:

“Cogeme...! Cogeme por favor! Samir te lo suplico cogeme!!!

Samir se levanta colocándose lubricante, pone la rosada cabeza de su pene frente a mi esfínter y dice:

“Suplicarme otra vez que te coja”

Yo: Cogeme Samir! Te lo suplico... necesito que me cojas... anda papi... cogeme por favor!!!

Y mientras lo decía él jugaba con su glande frente a mi culo para desesperarme aún más...

Luego de hacerme sufrir por un rato, me penetro ni muy rápido ni muy lento pero a la primera, hasta tenerlo totalmente adentro. Él esperó unos minutos a que yo me ajustara y comenzó a cogerme suavemente mientras yo gemía cada vez más duro.

Ohh... sigue... ohh... Samir... cogeme...

Samir estaba cogiéndome apasionadamente por primera vez, me acariciaba la espalda y se acostaba encima de mi para morder mi oreja y decirme:

“Eres mío... eres mi puta...”

Sus gemidos masculinos me encantaban y cada vez que yo gritaba de placer el aceleraba, de pronto me libera y me gira, quedó boca arriba y él levanta mis piernas abriéndolas un poco para penetrarme de frente.

Ahora podía ver su atractivo rostro desbordado de placer y me dice:

“Masturbate quiero verte y acabar contigo!”

Estaba muy caliente, mi erección era tan dura como la de él, y comencé a masturbarme gimiendo mientras observaba a Samir embistiéndome y como sus brazos, pecho y abdominales estaban tensos y se contraían con cada movimiento. Y le digo:

“Me encantas... sigue, no pares... me encantas... te amo!”

Samir se transformó en una máquina con fuertes embestidas que me hicieron gritar y gemir, el placer fue tanto que no pude evitar acabar con mucha fuerza, mientras Samir me veía retorcer aceleró aún más, y con grandes gritos de placer lleno mi culo con su espesa leche, espero unos minutos y luego cayó a mi lado.

Quedamos rendidos, desnudos y sudados en la cama. Aun podía sentir como de mi culo salía su semen, fue maravilloso, mejor que cualquier fantasía que allá tenido.

Viéndolo dormido como aquella primera vez mi erección volvió. Samir me encantaba, lo amaba y estaba dispuesto a ser lo que él quisiera que sea para estar con él. Así que decidí ir al baño a masturbarme para no despertarlo.

Me paro frente al inodoro desnudó con las piernas abiertas mientras en un pequeño espejo veo las marcas de Samir en mi cuello y espalda, cierro los ojos y puedo sentir sus besos.

Me comienzo a masturbar cuando de pronto Samir se para detrás de mi y con un brazo me abraza y con su otra mano quita la mía de mi pene y comienza a masturbarme.

Puedo sentir que su pene está comenzando a crecer nuevamente y me quiero voltear pero él no me deja y me dice:

“Disfruta Martín... tenía esto pendiente”

Esto fue muy erótico para mi, escuchar su respiración mientras me daba placer, poder ver sus fuertes brazos rodeándome mientras me masturbaba y su pene duro en mi culo me hicieron gemir nuevamente.

“Eso es Martín... como una puta... mi puta... “

Yo: dale más rápido... sácame la leche... ohh... siii... ohhh

Samir: acaba para mi...!!! (Mientras mordía mi oreja y me presionaba con fuerza a su cuerpo y su pene)

Yo comencé a bombear chorros de semen que cayeron en todos lados. Samir me voltea, me besa y dice:

“Volvamos a la cama..."

Pasamos toda la noche juntos y solos, ya que su papá estaba de guardia en el hospital. La mejor noche de mi vida con el hombre de mis fantasías, aunque ya no era su esclavo, a veces le pedía que me cogiera con fuerza para recordar su poder sobre mi.

Para todos Samir e Inés eran novios y yo su mejor amigo. Pero cuando mi culo ardía Samir aparecía para calamar mi fuego. Inés y yo éramos socios para darle el placer que necesitaba un macho como Samir.

Un día Inés tenía el turno para quedarse a dormir con Samir y yo estaba muy caliente en mi casa, decidí salir por unos tragos y fue entonces que conocí a Héctor que al acercarse a mi pregunto:

"Tienes novia o novio..."

Y yo con una sonrisa le respondí:

"En este momento estoy en una relación abierta..."

Fin.

Espero que disfrutaran esta saga, quizás pronto escuchemos más de Martín y Samir.

No olviden calificar y comentar, hasta la próxima.

(9,67)