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Familia hipnotizada: Prólogo

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Era una mañana tranquila de junio, el sol estaba radiante y yo había amanecido con una erección, desde que estaba en secundaria empecé a masturbarme con videos porno normales. A partir de entonces mi adicción no hizo más que escalar, porno gay, trans, fetiches, veía de todo tipo y todo me excitaba. Y no ayudaba que mis padres follaran como conejos casi todas las noches, me hacia el dormido y escuchaba a mi hermosa madre gemir intensamente y los huevos de mi padre chocar con su cuerpo con cada embestida, incontables pajas y fantasías he tenido gracias a mis padres.

Pensaba que jamás podría cumplir mi fantasía... hasta que encontré justo lo que buscaba, un libro de hipnosis y control mental. Al inicio pensaba que era nada más una estafa, un libro para saciar la curiosidad del que lo adquiría, pero algo dentro de mi me animó a comprarlo, total, no perdía nada al intentarlo. Llegué a mi casa y me encerré en mi cuarto, ansioso de leerlo y ver si era real, se me ponía duro de solo pensarlo.

El primer capítulo relataba como era más seguro empezar con inducir pensamientos pequeños en la mente de los sujetos, derribar y destruir poco a poco su fortaleza mental para que sea más fácil que cumplan con órdenes más grandes a futuro. Lo más fácil era con mensajes subliminales mientras dormían para que sus mentes absorbieran las órdenes de manera inconsciente. Tenía lo necesario, un pequeño reproductor fácil de ocultar debajo de su cama y programas para grabar audios, solo tenía que disfrazar las ordenes detrás de una música relajante y suave. El problema era con cual orden empezar… ¿Les decía que andar desnudos por la casa era normal? ¿O que hablar de su vida sexual estaba bien? Necesitaba algo sencillo para comprobar que efectivamente funcionaba. Después de mucho pensarlo decidí grabar el siguiente mensaje:

“Dejarán la puerta abierta cuando cojan y no se contendrán en sus gritos, no se molestarán si alguien se asoma”.

Esa misma noche espere a que se durmieran (sorprendentemente no cogieron) y dejé la grabación debajo de su cama, y lo programé para que se apagara a las 7:30 de la mañana, poco antes de que se despierten. Lo estuve poniendo por varios días y parecía que no daba resultados, seguían cogiendo a puerta cerrada.

Después de una semana estaba a punto de rendirme cuando de repente, acostado en mi cama, podía escuchar claramente los gemidos de mi madre, más alto de lo normal. Me asomé solamente para comprobar y no lo podía creer ¡la puerta estaba abierta! Estaba viendo a mis padres coger en todo su esplendor, mi madre estaba de perrito recibiendo toda la gruesa y venuda verga de mi padre en su mojada vagina, sus pechos se movían con cada movimiento, simplemente era una escena muy excitante de ver. No pude contenerme más y empecé a masturbarme allí mismo, frente a ellos, sus cuerpos desnudos me atraían mucho, quería cogerme a mi madre, abrirle ese pequeño ano que tenía y que mi padre me diera su verga y me tratara como lo hacía con mi madre, ser su putita. Pero tenía que ser paciente, de lo contrario podría echar a perder todo, después de unos minutos cambiaron de posición y pude notar como mi madre me vio de reojo parado en la puerta, masturbándome, pero no dijo nada y siguió cogiendo con mi padre, no pude evitarlo más y solté una enorme carga de semen en el piso.

Había sido la mejor paja que me había hecho hasta la fecha y sabía que esto apenabas acababa de empezar, el libro resultó real y todos los capítulos indicaban como aumentar el control sobre las personas y distintas formas de lograrlo, ¿Por qué detenerse con mis padres? Podía convertir a cualquiera en mi esclavo personal y tenía por seguro que lo iba a ocupar con todos los miembros de mi familia, mi hermana que estaba de viaje, mis primos, primas, tíos, tías… todos ellos acabarían tarde o temprano siendo míos para mi deleite (y el suyo claro, sino sería aburrido).

Por mientras tendría que mejorar mis técnicas de dominación y conformarme con mis padres, y algún que otro vecino, que ya tenía en la mente a varios candidatos ideales para el servicio.

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