Nuevos relatos publicados: 22

Filmando para clientes (2)

  • 12
  • 9.463
  • 9,37 (19 Val.)
  • 0

La petición desafiante. Es la cuarta entrega de filmación para lo que piden los clientes por internet. 

La tercera entrega terminó en que el nuevo cliente pidió una sesión privada y le aceptamos para el día siguiente.

En esta cuarta parte nos debíamos preparar para complacer al nuevo cliente en su exigente petición.

Pasó el día, ambos ocupados en distintas cosas, al mediodía limpiamos la habitación que tenía algunos chorretes por el piso, y cambiamos las sábanas y toallas que protegían el colchón. Descansamos un ratito al mediodía antes de que yo me fuera a trabajar y miramos algunos videos de fisting, miento si digo que no terminamos muy calientes los dos. Me preguntó si hoy podríamos empezar nosotros solos en la cama un rato antes de conectarnos y le propuse lo siguiente.

-Te hago unos masajes que van a terminar indefectiblemente masajeando la vulva, está ya está predispuesta de estos dos días de uso intensivo y del dildo de ayer. Agregamos el dildo inflable y así empezamos la transmisión, no hacemos caso a otras notificaciones porque lo que nos interesa es llegar en forma a la sesión privada. Trata de no llegar a ningún orgasmo antes del fisting porque ese va a ser muy intenso y vas a quedar muerta. Yo cada diez minutos voy a aumentar el tamaño del inflable, un ratito antes lo voy a desinflar, agregaré lubricante, te meteré los dedos que entren y volveré a meter el inflable hasta que vea que es similar a un puño y así esperaremos el inicio de la sesión.

-Ok, contestó

-Te amo, nos dijimos al unísono

Me fui a trabajar sabiendo que tenía que volver por lo menos una hora antes de que diera inicio la sesión, estaba en el trabajo a media tarde y me llega un mensaje de mi mujer

“Hola”

“Sabes qué?”

“Desde que te fuiste tengo el dildo xxl dentro, primero uno más chico y ahora este”

Inició una video llamada y me mostró como estaba en la cama del estudio, acostada, con ambas piernas en alto y el dildo más grande que tenemos unos que casi nunca usamos por el tamaño exagerado, más de la mitad metido en su vagina.

Le contesté “No exageres porque si no vas a estar dolorida cuando empecemos a jugar”

“Yo ya empecé” me contestó, prendió el vibrador que pasó por su clítoris y cortó la conexión.

Quedé de boca abierta, ella se estaba masturbando con el dildo más grande, no era como mi puño pero faltaba poco, me alegré porque tendríamos menos trabajo, pero mi miedo era que se hiciera daño y llegara dolorida a la hora del inicio.

Al llegar a casa estaba todo normal, ella recién bañada, olor a jazmines, algún leve olor a sahumerio que venía de otra habitación y le pregunté como estaba.

-Fantástica y pronta, contestó

-Te gusta este trabajo?

-Me encanta, contestó, y agregó

-Pero no sé por cuanto tiempo durará dijo

A lo que yo acoté

-Que dure lo que tenga que durar, ya sea porque nos cansemos o porque el esfuerzo sea mayor que el beneficio. Pero lo que no hay dudas es que gozamos mucho y nos entra un dinerito.

-Me baño y vamos? A los masajes?

Ella me estaba esperando en nuestra cama, boca abajo, con aceites para masajes, lubricante y el dildo inflable arriba de la mesa de noche del dormitorio, recién lavado. Le pregunté si ya lo había usado y me contestó que probó y le pareció que fue más allá del tamaño del dildo gigante, justo previo al orgasmo. Mientras empezaba a masajearla le dije que a mí me parecía que lo mejor era que debíamos intentar el fisting cuando faltara poco para un orgasmo, y que en las dos horas previas de filmación ella podía simular un orgasmo teniendo el dildo inflable dentro y dándose placer con las manos. Y si aún faltaba tiempo ella me podía dar una mamada a mí. Con todo esto ya iba aumentando la calentura, me pidió le pusiera el dildo inflable y lo inflara hasta que ella dijera. Desinflado tenía unos cinco centímetros de diámetro pero entró como si fuera de tres, ella ya estaba entrenada, había pasado la tarde dándose caña. Ahí me confesó que le iba costar llegar al orgasmo porque en la tarde había tenido tres, y después de cada uno su vulva se había dilatado un poco más. Inflé hasta que levantó la mano, allí sentía incomodidad pero no dolor, también me confesó que había tomado un relajante muscular para que ayudara

-Bueno, tomé dos, dijo

Yo había pasado la jornada laboral con varias erecciones, en la tarde había llamado dos veces a casa sin respuesta por lo que imaginaba lo que estaba sucediendo, y esa imaginación me dejaba de pene duro y con ganas de explotar. Su trabajo de la tarde había sido fantástico, la elasticidad que tenía a esa hora, aun faltando mucho tiempo ya nos allanaba el terreno bastante. Su sexo tenía un olor distinto y le pregunté si se había colocado alguna loción, ella me confesó que se había colocado dentro de la vagina, con los dedos un poco de una crema para dolores musculares, que le había ardido un poco pero que creía que ayudaría. A esa hora ya la había absorbido totalmente, y necesitaba agregar gel, pero el que tenemos a base de agua se absorbe muy rápido.

Llegó la hora de la conexión, ambos estábamos calientes, ya desnudos, con los antifaces colocados, ella en la cama de filmación, el dildo inflable dilatando su vulva y vagina luego de haber agregado un poco de lubricante a base de silicona ya que lo único que usaríamos sería el inflable hoy, que ya estaba adentro y parcialmente hinchado. Me conecté al streaming y me acordé que aún no habíamos editado el video que necesitábamos para el día siguiente, prendía las otras dos cámaras y comenzaron a rodar, ella se tocaba los labios alrededor del círculo negro que asomaba de su vulva, del cual salía el canito para inflarlo y lo unía con la pera de goma, se lo desinflé un poco para agregar lubricante y se lo volví a inflar un poco más, ella cerró los ojos, estiró los dedos de la mano como diciendo hasta ahí, y se siguió tocando y en ese momento sentí un ruido en la casa, la dejé que siguiera con lo suyo y revisé todas las aberturas y aseguré todas las puertas, el perro estaba tranquilo.

Cuando volví a la habitación, ella continuaba tocándose y la pera de goma estaba en su mano, la había hinchado un par de veces más, y le pedí que se girara y se pusiera con su culo respingón apuntando al cielo y la vulva hacia la cámara, y que hiciera fuerza para expulsar el dildo, ella gemía muy poco, comenzó a hacer fuerza y el gemido se transformó en quejido, la pelota en que se había transformado el dildo asomaba dilatando al máximo sus labios vaginales pero no salía, elle continuaba quejándose casi gritando hizo mucho más fuerza y la expulsó, y quedó jadeando y rodándose la dolorida vulva, el tamaño del dildo era superior a mi puño y se lo volví a colocar con más lubricante inflándolo de nuevo pero un poco menos y le dije

-Ya está pero debemos mantenerla.

Pasaron los minutos, había pocos espectadores, algunos observando, unos pocos comentarios, ninguna moneda y menos el cliente que iba a pedir sesión privada, ella se levantó de la cama para por agua y dejé reproduciendo un video de una mamada que me dio el día anterior, al volver caminaba de piernas separadas, caía de su vulva el canito y la pera se bamboleaba paso a paso, mientras se volvía a colocar en la zona de mejor luz y enfoque, zona alfa como le pusimos, vimos que estaba en línea el cliente, inmediatamente suena la notificación de pasar a sesión privada, dejamos el video corriendo en el streaming, pero antes de conectar la cámara le desinflo el dildo y éste cae solo de su vagina solo con el peso del canito haciendo fuerza, pasamos a sesión privada ya con la cámara filmando.

Él hizo un comentario de sorpresa y nos contó que su esposa estaba mirando, que eran un matrimonio mayor que nosotros y que querían aprender pero pidieron que me presentara yo en cámara, ella quería ver mis atributos, entré en la imagen, pelé la cabeza de mi pene que normalmente está cubierta y eso sumado a la erección que tenía y además al estar depilado pareció por un momento que era un gran miembro, les contestamos que estábamos aprendiendo juntos, que desde hoy temprano estábamos trabajando para el acto y que si salía todo bien, luego le daríamos algunos tipos.

Él ya quería comenzar, se le notaba ansiedad por como escribía, dijo que la esposa “Gretel” quería ver como yo la penetraba, eso dilató más el comienzo de la sesión pero me puse detrás de ella, reorienté la cámara, arrimé mi pene y lo metí en su vulva sin ninguna dificultad, diría que entre el lubricante y la dilatación que tenía, hubieran entrado varios penes como el mío, todos a la vez, empecé a follarla sin pausa pero cuando me dieron un poco de ganas de eyacular salí, volví a ubicar la cámara e hice un poco de zoom a su vulva.

Metí tres dedos de la mano derecha lubricados y tres de la izquierda, con unos tiré hacia abajo y con los otros hacia arriba y el espacio que quedaba era muy grande, saque los de una mano y metí 4 dedos hasta los nudillos sin dificultad y continúe así un par de veces más, en la siguiente vez al meterlos los flexione formando un puño y los saqué sin dificultad y sin ningún signo de dolor por parte de ella y llega una notificación. Nos decían que querían ver toda la preparación y no directamente el fisting. Paramos, le coloqué el dildo inflable y lo inflé de nuevo hasta que ella estiró los dedos de la mano

Les escribimos por el chat que para hacer esto había que tener práctica, que ella debía tener experiencia con dildos de por lo menos seis o siete centímetros de diámetro. Que el día de la sesión tendría que comenzar temprano con diferentes dildos para llegar a la hora prevista ya dilatada, que no se podía lograr en un rato. Y le dije que íbamos a mostrarles los juguetes que habíamos usados.

Primero la penetré rápidamente con un par de dildos más chicos, su vulva en reposo tenía una abertura natural del tamaño de una pelota de golf, luego con un dildo mediano y luego con el xxl que entró hasta la mitad porque era muy largo, casi treinta centímetros, ella tenía capacidad ilimitada a lo ancho pero no mucha profundidad. La abertura de su vulva al sacar el dildo quedó por un ratito del tamaño de una pelota de tenis. Rápidamente pasamos por todas las etapas de preparación, lo que había llevado una tarde entera. Ellos entendieron y continuamos.

Continué agregando lubricante, su vulva, mi mano y las piernas chorreaban, después de meter varias veces cuatro dedos agregué el quinto plegado debajo de la palma de la mano, hubo que vencer una ligera presión y se deslizó al interior sin dificultad. Ella preguntó si ya estaba con cuatro dedos adentro y le dije que acababa de meter el puño, no lo podía creer. Lo saqué y lo volvía a meter, primero lentamente, luego más rápido, ella gemía y decía cosas que yo no llegaba a entender, varias veces su vulva me apretaba fuertemente la mano, y otras me liberaba para que yo la sacara y la penetrara de nuevo hasta que vi y sentí que llegaba al orgasmo, saque parcialmente la mano hasta que quedó en su abertura la parte más gorda de mi puño, ahí tuvo el orgasmo, me apretaba el puño y me soltaba con cada espasmo de su vientre, hasta que se fue calmando, me pidió que retire la mano y su vulva se siguió achicando con cada espasmo que cada vez era más separado, hasta que al final quedó tendida boca abajo en la cama.

Aquello era un desorden, lubricante por todos lados, la cama bastante desordenada, la cámara del streaming continuaba filmando y la otra se había apagado, seguramente sin batería. El cliente no daba señales de vida pero seguía conectado, no queríamos cortar antes que el depositara las monedas en nuestra cuenta. De pronto comienza a escribir algo, la mujer había tomado el control, su esposo se estaba masturbando y ella quería liberarnos, nos agradeció en una mezcla de inglés y alemán, dijo que lo intentarían, hizo el depósito cortó la conexión, nosotros también.

Mi mujer estaba agotada luego del orgasmo, apenas se le escuchaba la voz diciendo que había sido el orgasmo más fuerte que había tenido en su vida, que no se imaginaba que esto era así.

Seguramente el juego de toda la tarde había hecho maravillas, también los relajantes musculares, y su excitación de estar dentro de cámaras.

Le pregunté si había visto el fin de la sesión y me dijo que no, le conté que los espectadores, que la espectadora había cortado porque el tipo se estaba masturbando, ella sonrió y me preguntó si quería llenarla de semen antes de ir a bañarse, que ella deseaba que yo la llenara porque se imaginaba que tendría ganas a lo que accedí. Le pedí que se volviera a poner en cuatro y le dije que iba a revisar como estaba mi estrella porno favorita, metí dos dedos en su vulva que aún continuaba muy dilatada, a pesar de que hacían unos quince minutos que habíamos parado. Penetré aquella vagina laxa, grande, extremadamente floja y lubricada, mi pene casi no tenía resistencia, y en cuatro o cinco embestidas descargué mi semen allí dentro. Después de eso, nos fuimos a bañar y a planificar el futuro, y dijo.

-Esta ha sido una semana muy intensa, demasiado para ser la primera, me estoy haciendo puta rápidamente. Como continuaremos?

El trabajo de puta te está saliendo muy bien, te calentó saber que el tipo se masturbaba viéndonos hacer el fisting para él?

-Sí. Mucho, me contestó.

(9,37)