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Follada por un amigo de mi hijo (2)

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A eso de las 22 h mis hijos y Héctor regresaron a casa, yo estaba en la cocina, mis dos hijos me dieron un beso y subieron rápidamente a su habitación mientras me decían que les preparase lo que yo quisiera para comer, Héctor se quedó un poco atrás y cuando mis hijos subieron a su habitación se acercó a mi, me intentó besar y yo me eché para atrás esquivándole.

"¿Ya estás otra vez haciéndote la remilgada?, ahora voy a subir con tus hijos a su habitación, ahora bajamos a cenar pero tú no te preocupes que yo tengo aquí tu cena y descuida que te la vas a comer toda"

Me dijo al tiempo que se llevaba las manos a su paquete y se lo tocaba de forma obscena, a los 10 minutos Héctor volvió a la cocina, llevaba puesto un pijama de mi hijo Manuel, me dijo que mis hijos se iban a duchar antes de bajar a cenar y no me extrañó porque tenían la costumbre de ducharse antes de cenar.

"Así tenemos tiempo para que cenes tú" me dijo sonriendo

Yo traté de ignorarle mientras seguía haciendo la cena, unos macarrones a la carbonara, llevaba puesto un pantalón de chándal y una camiseta y Héctor se fijó en ello.

"Veo que te has cambiado de ropa, ¿también te has cambiado de bragas o sigues sin ellas?"

Tampoco le respondí a eso, no sabía que hacer ni como reaccionar, ese chico me tenía completamente en sus manos a pesar de ser solo un crío, puse 4 platos de macarrones en la mesa y al verlos Héctor me dijo.

"¿No te he dicho que yo tenía tu cena? A ti no te hace falta plato".

Después de decirme eso se bajó los pantalones del pijama y se sentó en una silla de la cocina.

"Tu comida está aquí" dijo señalándose su polla morcillona y aun así bastante gorda.

Yo le dije que aquello se había terminado y él se rio.

"¿Terminado?, está bien, entonces les enseñaré unas fotos a tus hijos y a tu esposo, lo mismo empapelo el barrio con ellas".

Se sacó del bolsillo de la camiseta del pijama su teléfono móvil y cuando me lo enseñó casi me caigo al suelo, tenía varias fotos follando conmigo, las había hecho cuando me follaba en la escalera, apoyada contra la barandilla, por eso yo no me había dado cuenta, no se me veía muy bien la cara pero si el perfil, así como mi melena, mi espalda, se veía perfectamente nuestra casa y a mis hijos de lejos jugando en la consola, tenía varias fotos de su polla entrando en mi coño.

En ese momento casi me pongo a llorar, "¿Qué quieres?" le dije sollozando

"Vamos Marisol ¿Otra vez?, tú ya sabes lo que quiero y tú también lo quieres aunque aún no lo admites"

En ese momento su polla ya estaba completamente dura, volvió a dejar el móvil en su bolsillo y agarrando su polla con una mano me miró y luego miro su polla, yo ya sabía perfectamente lo que quería y no me quedaba más remedio que obedecer.

Me situé entre sus piernas y me puse de rodillas ante su polla, ante la vista de su tiesa y enorme polla y sin pensarlo demasiado me la metí en la boca, empezando a succionarla primero despacio y luego a mayor velocidad haciéndole una mamada, chupando y rozando con mi lengua toda su longitud, haciendo girar mi boca sobre ella y emitiendo ruidos guturales.

"Mari esto no es una piruleta coño, cómetela bien"

Me agarró con una mano de la cabeza y la bajó hasta su polla, el muy cabron intentaba que me la metiera hasta el fondo pero me daban arcadas y en varias ocasiones estuve a punto de vomitar al notar como la punta de su miembro rozaba mi campanilla.

"Vas mejorando Mari, ahora quiero que me mires a los ojos mientras me la chupas y que no uses las manos"

El muy cerdo no se cansaba de humillarme, le miré a los ojos con la polla en mi boca y sin dejar de mirarle descendí y comencé a comerle la polla sin usar las manos, el cabrón disfrutaba mucho viendo como cuando la polla se me escapaba de la boca yo trataba de volvérmela a comer sin usar las manos, buscando su polla con la boca como una vulgar puta.

Héctor trató de subirme la camiseta pero desde su posición no podía hacerlo así que agarro esta vez con sus 2 manos y me obligó a comerme su polla hasta el fondo, mi nariz golpeo contra sus enormes bolas y yo empecé a asfixiarme al notar su polla enterrada hasta el fondo de mi garganta.

"Me voy a correr Mari"

Al oír eso traté de separarme pero el muy cerdo no me dejaba así que con mi mano derecha le pellizqué sus enormes huevos obligándole sorprendido a aflojar la presión lo suficiente como para poder sacarme su polla de la boca y echarme hacia atrás.

"Serás cabrona" me dijo.

Héctor agarró su polla con la mano y como no había podido correrse en mi boca apuntó a mi plato de macarrones descargando sus huevos en ellos, ya se había corrido 2 veces antes en aquel día, pero aun así dejó una buena cantidad de semen sobre los macarrones, se subió el pantalón del pijama y me dijo.

"Me has hecho daño en los huevos puta, te vas a comer todos tus macarrones o les enseño a tus hijos las fotos"

Me levanté del suelo y a los pocos segundos entraron mis hijos que ya se habían duchado y se sentaron para cenar.

Héctor no quitó ojo de mi plato, sino quería que mis hijos vieran las fotos y toda mi vida se fuera por el retrete sabía lo que tenía que hacer, pinché varios macarrones de los que estaban bañados por el semen de Héctor y me los llevé a la boca, masticando con asco, tuve que controlar mis arcadas en varias ocasiones.

"Los macarrones están muy buenos señora Marisol" me dijo el cerdo de Héctor.

"Si mamá, hoy te han quedado muy bien me dijo mi hijo"

"Debe ser la salsa, esta es una salsa muy buena verdad Marisol " volvió a decirme Héctor.

"Si Héctor, esta es una salsa deliciosa" le respondí sabiendo lo que pretendía y ante mi frase esbozo una sonrisa malévola.

En cuanto terminamos de cenar yo me fui a mi habitación y deje a mi hijos y a Héctor viendo una película en el salón, pensaba que Héctor vendría a mi dormitorio durante la noche así que no podía dormirme, a eso de las 4 de la mañana no pude aguantar más y me quede dormida, me desperté a las 9:00 y cuando me di la vuelta en la cama me encontré a Héctor desnudo en el lado que ocupaba normalmente mi esposo.

"Hola Mari, ¿Qué tal has dormido hoy?"

"Co… cómo has en… entrado aquí" le dije muy nerviosa.

"Joder Mari pues por la puerta, perdona que ayer no viniera a darte lo tuyo, pero tus hijos se durmieron muy tarde y no era plan de molestarte de madrugada, pero ahora tenemos un buen rato hasta que tus hijos se levanten"

"Quítate el camisón"

"No pienso quitarme nada cabron"

"Veo que sigues sin aprender" me dijo Héctor al tiempo que agarraba mi camisón y me tiraba de el con fuerza rompiendo los tirantes y arrojándolo al suelo.

"Te quitas las bragas y el sujetador o te las quito yo"

Me levanté de la cama y obedecí a Héctor quedando completamente desnuda, se levantó y abrió la puerta del dormitorio y después de ver que la puerta de la habitación de mis hijos estaba cerrada me dio la mano y me sacó al pasillo.

"Donde me llevas, estás loco" le dije

"Vamos al baño joder"

Nos metimos en el baño desnudos los dos como estábamos y cerró la puerta con pestillo

"Siéntate en el borde de la bañera" me ordenó

"¿Para qué?"

"Te voy a depilar la vagina"

"Ni hablar"

Me pellizcó en el culo y me obligó a sentarme en el borde de la bañera, luego cogió el bote afeitar de mi esposo y una cuchilla de afeitar y se arrodilló ante mi.

"Abre bien las piernas"

Yo esta vez obedecí sin rechistar, me llenó el coño de espuma de afeitar y comenzó a pasármelo por mi vagina muy despacito, notaba una sensación de frescor aunque no paraba de tiritar de vergüenza al sentirme abierta de piernas ante aquel chico, estaba terminando cuando alguien intentó entrar en el baño, de no ser porque Héctor había cerrado con pestillo mi hijo se habría encontrado a su amigo depilando el coño a su madre.

"¿Héctor, mamá?"

"Si Manuel dime" respondió Héctor antes de que yo dijera nada

Héctor ya había terminado de depilar mi coño, me pasó una toalla mojada por él y lo dejo completamente limpio de pelo y de espuma, al verlo así era como el de una quinceañera.

"Nada, pensé que no estaba ocupado y no sabía si eras tú o mi madre"

Héctor me susurró al oído "Vamos a estrenar tu coñito nuevo"

Se sentó en la tasa y dándome la mano me hizo sentarme de espaldas a el sobre su enorme tranca mientras él seguía hablando con mi hijo.

"Pues soy yo Manu, tu madre seguirá durmiendo, yo tengo un poco revuelto el estómago"

Mientras decía esto Héctor me fue sentando poco a poco sobre su polla hasta que me agarró de las caderas y de un solo empujón me metió su polla hasta el fondo.

"Bueno pues voy al otro baño y luego me voy a acostar otro rato Héctor"

"Venga Manu, yo no sé cuánto tardaré aquí, esto va para rato"

"Tranquilo tío tomate tu tiempo, jejeje" contestó mi hijo sin saber que lo que hacía era decirle a su amigo que se tomase el tiempo que quisiese para follarse a su madre.

Héctor seguía moviéndome arriba y abajo sobre su polla y yo trataba de no jadear para que mi hijo no escuchara nada, en cuanto Héctor escuchó que mi hijo se metía en el otro baño me sacó la polla y agarrándome de la mano me volvió a llevar a mi dormitorio, allí me tiró en la cama y se abalanzó entre mis piernas para hacerme una comida de coño bestial, esta vez me era imposible reprimir mis jadeos y tuve que llevarme la almohada a la boca para ahogar su sonido, tenía su cabeza enterrada en mi coño y jugaba con mis tetas entre sus manos, estaba a punto de llegar al orgasmo cuando se detuvo, me quité la almohada de la cara y le miré, estaba arrodillado en la cama mirándome, yo no podía mas, sabía lo que aquel niñato quería y lo logró, había roto todas mis barreras, ya no era la madre de su amigo, ni una fiel esposa, era una puta que necesitaba polla y se lo dije.

"Fóllame cabrón, ahora métemela hijo de puta"

Me abrí de piernas todo cuanto pude y Héctor sonriendo ante lo que le acababa de decir se tumbó a mi lado en la cama.

"Aún no cariño, ayer me hiciste daño en los huevos y antes de follarte tendrás que pedirles perdón".

Aquel niñato no se cansaba nunca de humillarme, me acerqué hasta sus huevos y mirándoles les acaricié con mi mano derecha, le pedí que me perdonara y me agaché para besarle los huevos, Héctor aprovechó para alargar su mano y apoyándola sobre mi cabeza bajarme hasta sus huevos.

"Chúpalos nena"

Yo obedecí, comencé a lamer sus huevos como si fueran un caramelo, no tenía ningún pelo en ellos y los tenia gordos como los de un toro, cuando se cansó me tumbó en la cama y se metió entre mis piernas con la polla completamente erecta de nuevo, apuntó esa enorme vergota y de un golpe de cadera me la clavó hasta la mitad, yo cerré los ojos de gusto y él dijo que le mirara a los ojos mientras me follaba.

De nuevo, hice lo que él me dijo, y él respondió clavándome de golpe la otra mitad de su estaca y comenzó a metérmela y sacármela sin darme ni tregua ni momento para adaptarme.

Yo ya estaba totalmente entregada, le agarre de la cabeza y le atraje hacia mi, quería besarle, luego me puso a 4 patas en la cama y comenzó a follarme por detrás como a una perrita, me pedía que mirara mi foto de boda que estaba en mi mesita de noche, le encantaba el morbo de la situación, me agarraba las tetas mientras me follaba y embestía cada vez con mas fuerza.

"Vaya tetas tienes cariño, me encantan"

Que mis tetas le gustaran me halagaba, siempre me habían acomplejado por su tamaño y ya no podía esconder que me encantaba que aquel jovencito me viera atractiva, comenzó a resoplar, estaba a punto de correrse y yo lo sabía, me di la vuelta y me quedé de rodillas ante él, eso le encantó y comenzó a pajearse apuntando a mis tetas, casi se vuelve loco cuando con la punta de uno de mis dedos levanté la punta de su polla haciendo que esta no apuntara a mis tetas sino a mi cara.

"Guau nena, veo que ya has aprendido lo que te gusta"

Tardó unos segundos en disparar contra mi rostro, el primer impacto golpeó en mi frente, el segundo en mis labios ya que permanecía con la boca cerrada esperando su corrida, al notar el calor de su semen en mis labios abrí tímidamente la boca lo cual aprovechó para lanzar los 2 últimos chorros de semen hacia mi boca, uno fallo pero otro entró e impactó contra mi paladar y no pude evitar tragármelo.

Héctor se fue a la habitación de mis hijos y yo me metí en la ducha, cuando bajé los 3 estaban desayunando, mis hijos me dieron un beso y Héctor me saludó como si no me hubiera visto desde la noche anterior, les dije que me iba al salón a leer una revista y mi hijo Manuel me pregunto sino desayunaba.

"Ya me he tomado un vaso de leche antes cariño" dije esto mirando a Héctor el cual se quedó sorprendido por mi ocurrencia.

"Pero si no hay leche en la nevera" dijo mi hijo.

"Es que yo me la he bebido toda cariño, seguro que luego puedo conseguir un poco más" le guiñé un ojo a Héctor y me fui al salón.

Pasé toda la mañana cachonda, ya estaba entregada por completo a aquel muchacho y solo pensaba en que me follara una y otra vez, mis 2 hijos no dejaron a Héctor ni a sol ni asombra así que no pudimos hacer nada en toda la mañana.

Un rato después de comer a mi hijo se le ocurrió la idea de tomar un baño en la piscina, a mi hijo pequeño le pareció una idea estupenda, pero Héctor dijo que él no tenía bañador, mi hijo solo tenía uno así que no podía dejarle ninguno y en ese momento tuve una idea genial.

"Tranquilo Héctor, sube conmigo a mi habitación que mi esposo tiene unos cuantos, seguro que alguno de los viejos te vale, de cuando no tenía la barriga que tiene ahora".

Mis hijos subieron a por sus bañadores y salieron al jardín mientras Héctor y yo íbamos a mi habitación, saqué 4 bañadores de mi hijo y le dije que eligiera uno mientras abría la ventana del dormitorio que daba al jardín y pude ver a mis hijos que ya estaban en la piscina, mi hijo Manuel no tardo en verme.

"¿Qué pasa mamá?, ¿no elige Héctor bañador?"

"Si hijo, pero parece que no se decide"

Detrás de mí sentí a Héctor que me decía

"Claro que no me decido guarrilla, no sé si por el coño o por el culo"

Aquello me pilló de sorpresa, estaba esperando a que eligiera un bañador pero se había puesto detrás de mí y pude notar como me bajaba los pantalones y las bragas hasta los tobillos.

"Creo que ya me he decidido, te la voy a meter por el culo"

"No, por el culo no que no me lo han hecho nunca"

"Tú calla y déjame a mi, verás como también te acaba gustando" me dijo

Dijo esto y empezó a lamerme el coñito mientras me metía un dedito por el culo, aquello me pillo de sopetón, desde su posición mis hijos solo podían ver mi cara por fuera de la ventana mientras su amigo me comía el coño y comenzaba a entrar con 2 dedos por territorios hasta la fecha inexplorados.

Héctor se levantó y noté la punta de su polla en mi ano, empujó y fue entrando poco a poco en mi culito.

"Mamá dile que se dé prisa que parece tonto"

"Dile a tu hijo que romperle el culo a su madre lleva su tiempo"

"Tranquilo hijo, a lo mejor es que no sabe cómo ponerse el bañador, jaja"

"Jajaja, si puede ser mamá"

"Sabes lo que si se Marisol, se follarte el culo" no le gusto que me riera de él, me agarró del pelo y de una sola embestida me metía su polla hasta la mitad.

"Yaa" grité yo

"Mamá, ¿qué pasa?"

"Que ya está cariño, Héctor ya ha elegido bañador" le dije a mi hijo mientras Héctor seguía empujando su vergota en mi culo

"Bravo" gritaron mis 2 hijos desde la piscina.

"Da gusto que mis amigos le animen a uno a romperle el culo a su mamá"

Héctor no dejaba de follarme el culo con maestría introduciendo cada vez más adentro su vergón, yo todavía sentía algo de dolor, pero intentaba controlar mis gemidos y mis gritos para que mis hijos no sospecharan nada, el placer era aún más intenso y Héctor metió sus manos por debajo de mi camiseta agarrando mis tetas mientras su polla seguía saliendo despacio y volviendo a entrar con lentitud en mi dolorido culo.

"Me vooy" gritó Héctor al correrse dentro de mi culito

"¿Que dice Héctor mamá"?

"Que ya va cariño, que ya va para abajo"

Héctor sacó la polla de mi culo, se puso el bañador y bajó corriendo a la piscina, pude verle saltar dentro de la piscina aún desde mi ventana donde me había dejado con mis bragas por los tobillos y su semen saliendo de mi culo y resbalando por mis muslos.

Mis hijos se fueron por la tarde a dar una vuelta, Héctor trató de quedarse en casa, pero por más excusas que puso mis hijos se empeñaron y al final tuvo que irse con ellos, otra vez volvieron a eso de las 22. Héctor fue el primero en ducharse y bajó a la cocina donde yo estaba preparando la cena, sabía lo que quería así que esta vez no fue necesario que dijera nada, me arrodillé ante él y le bajé los pantalones metiéndome su polla en la boca, yo estaba muy caliente y he de admitir que saber que mis hijos estaban en la planta de arriba mientras yo me comía la polla de su amigo todavía me ponía mas caliente.

Empecé a chupar como una loca, hacia tanto ruido que llegue a pensar que mis hijos podían oírme desde arriba, miré a Héctor a los ojos y su cara era de auténtico placer, acarició mi cabeza con su mano derecha mientras me preguntaba.

"¿Te gusta la cena que he preparado para ti?"

Me saqué la polla de la boca y un hilillo de saliva unía mi boca y su miembro cuando le respondí que era una cena deliciosa al tiempo que volví a engullir su polla todo lo que pude.

Conforme su verga crecía en mi boca yo iba aumentando el ritmo de la mamada, en ocasiones paraba y con mi mano levantaba su polla hasta llegar a su ombligo para lamerle los huevos e ir pasando mi lengua hasta la punta de su polla.

Héctor estaba disfrutando como nunca, podía ver como la madre de su amigo estaba arrodillada frente a él, tomando su polla con una sus manos y lamiendo el glande con la lengua, yo lamía su glande trazando círculos alrededor de él, no puedo más, estoy cachondísima y me meto mi mano izquierda dentro de mi pantalón comenzando a masajear mi coño, la polla de Héctor esta tan dura como una barra de hierro, le beso las pelotas, primero una y luego otra como símbolo de sumisión ante mi macho, soy toda suya y él lo sabe.

Héctor enreda sus manos en mi pelo y empuja mi cabeza hacia su polla, quiere que me la coma entera, quiere correrse en mi boca otra vez, lo veo en sus ojos, saco la mano con la que acariciaba mi vagina y la llevo hasta sus pelotas las cuales comienzo a masajear, como si estuviera ordeñándole esperando que su leche inunda mi boca, Héctor está a punto de correrse, en ese instante escucho a mis hijos que bajan la escalera, me da el tiempo justo para levantarme del suelo y a Héctor para subirse los pantalones y sentarse en la mesa tratando de ocultar su erección bajo la mesa.

Mis hijos entran en la cocina, un segundo más y me habrían pillado con las manos en la masa o más bien con una polla en la boca.

Después de cenar vimos una película todos juntos, a eso de las 0:00 mandé a mis hijos a dormir ya que al día siguiente tenían clase, ellos se negaron y dijeron que Héctor no tenía que irse tan pronto a dormir.

"Héctor es un hombre, tiene más años que vosotros y no soy su madre así que puede hacer lo que quiera".

Mis hijos refunfuñan mientras se van a dormir y nos dejan a Héctor y a mi solos en el salón.

"Así que puedo hacer lo que quiera verdad"

"Bueno, yo me refería a"

Héctor no me deja terminar y me mete la lengua en la garganta dándome un beso increíble que casi me deja sin respiración, luego se desnuda por completo y se sienta en el sofá a mi lado.

"Vístete Héctor, mis hijos pueden bajar a por agua y pillarnos, mejor vamos a mi dormitorio"

"No, te quiero follar aquí, en el salón, además si se levantan les escuchamos y nos dará tiempo, tranquila"

"Mira que eres cabrón, quieres follarme en todas las habitaciones de mi casa o que"

"Lo has adivinado cariño, me falta el garaje, el jardín y la habitación de tus hijos, pero eso ya lo dejamos para otro fin de semana jaja"

Me levanto del sofá y me quito la camiseta y el pantalón quedándome únicamente con el sujetador y las bragas, Héctor cambiaba de canal de la TV hasta que vio una película porno en la que un negro se estaba follando a una señora madura, la dejó en ese canal y puso la TV en silencio para escuchar si mis hijos se levantaban y salían de su dormitorio.

"Mira, esos se parecen a nosotros"

"Bueno, el negro tiene la polla más grande que tú, jaja"

"Y una mierda, ya quisieran tus hijos o tu esposo calzar esta polla, anda que no estás tu contenta con mis 25 cm de amor"

"¿25 cm?, ya será menos" le digo tratando de burlarme de él

"Ahora verás"

Héctor coge y se viste rápidamente, luego sube a la planta de arriba, tarda un par de minutos y baja con una regla en la mano, se vuelve a despelotar y se sienta a mi lado.

"¿De dónde has sacado eso?"

"Es la regla de la escuela de tu hijo, se la he pedido a él"

"¿Le has pedido a mi hijo una regla para medirte la polla?"

"No, le he dicho que la polla me la ibas a medir tú no te jode, no me ha preguntado para que la quería, ya estaba medio sobado"

Héctor mira la película y tarda apenas unos segundos en tener su arma totalmente preparada para el asalto, me da la regla y me dice que se la mida.

Yo lo hago como si fuera una adolescente jugando con su novio, no me reconozco, la verdad que nada de lo que ha pasado este fin de semana es propio de mi, agarro su polla y le mido desde la base hasta la punta, efectivamente no mentía, tiene 25 cm de carne en barra.

"Ahora no dices nada ¿verdad?"

"Está bien, tienes 25 cm de verga"

"Pues ala, de postre 25 cm de verga para ti solita"

Me agarra del cuello y me mete la polla en la boca, apenas llevo un minuto mamando cuando suena el teléfono, Héctor mira la pantalla y me dice que es mi esposo

"Déjalo, ya le llamare yo mañana"

Sigo chupando su polla cuando veo que responde al teléfono activando el manos libres

"Dígame"

Trato de levantarme pero Héctor me agarra de la cabeza con su mano y no me deja sacarme la polla de la boca.

"¿Manu?, soy yo, papa"

"No señor Manuel, no soy su hijo, soy su amigo Héctor"

"Héctor, vaya hombre, cuanto tiempo sin saber de ti, ¿cómo va todo?

"Muy bien señor Manuel, su hijo me invito a quedarme el fin de semana"

"Y que tal mi mujer"

"Muy bien, está siendo muy amable conmigo" Héctor dijo esto mientras agarrándome de la cabeza me hacía subir y bajar metiendo y sacando su polla de la boca.

"Dila que se ponga machote"

"Ahora se pone señor Manuel es que está comiendo y tiene la boca ocupada"

"Vale, vale, que no tenga prisa que es de mala educación hablar con la boca llena" respondió el imbécil de mi marido sin saber que con lo que estaba llena mi boca era con la polla del chico con el que estaba hablando.

Héctor soltó mi cabeza y dejo que me sacara su polla de la boca

"Cariño ya estoy aquí, perdona la tardanza, pero me estaba comiendo un plátano"

"Vaya horas para ponerse a comer cariño"

"La fruta es muy buena y además he encontrado unos plátanos estupendos este fin de semana" le respondí

Mientras hablaba con mi esposo Héctor había soltado el corchete de mi sujetador y éste cayó al sofá, comenzó a acariciar mis tetas, pellizcando mis pezones, yo le dejaba hacer, luego metió su mano dentro de mis braguitas y me acarició la rajita, apunto estuve de gemir, luego se arrodilló en el suelo y bajó mis braguitas poco a poco por mis muslos hasta los tobillos para luego dejarlas junto al sujetador.

Héctor metió su cabeza entre mis piernas y comenzó a lamer mi ahora depilado pubis, su lengua volvió a darme un gusto increíble jugando con mis labios vaginales y mi clítoris, me estaba haciendo gozar y yo cada vez tenía más difícil disimular durante la conversación con mi esposo que pronto me notara.

"¿Te pasa algo cielo?"

"No cariño, es que a Héctor le ha entrado hambre y me ha preguntado si podía comerse un kiwi de la cocina, he comprado unos nuevos que tienen la piel sin un solo pelito"

Yo era también participe del morbo de la conversación y acariciaba el pelo de la cabeza de Héctor mientras este no dejaba de comerse mi coño

"¿Está Héctor contigo cariño"?

"No cielo, está en la cocina"

"¿Por qué le habéis invitado?, ya sabéis que ese chaval no me gustaba nada, no es buena compañía para nuestro Manuel"

"Le invitó Manuel, que querías que le dijera"

"Pues que no podía ser, ese chaval no es ninguna lumbrera y siempre me ha dado la impresión de ser más golfo que la calle"

Héctor lo estaba escuchando todo por el manos libres y no le gustó nada escuchar aquello de boca de mi esposo, se levantó y me agarró en volandas, me subió en brazos y apuntó su polla hacia mi coño, me la metió de un golpe.

Yo le susurré al oído que estaba loco pero el agarrando mis nalgas me subía y bajaba follándome con su dura polla mientras mi esposo seguía al otro lado de la línea

"Qué pasa cariño, que es ese ruido"

"¿Qué ruido?" respondí

"No sé, es como un chapoteo"

Mi esposo se refería claramente al chop, chop, chop, que la polla de Héctor hacia al entrar en mi encharcado coño

"será la TV, Héctor y yo estamos viendo una película y ahora están nadando en la playa"

Héctor se sentó en el sofá y seguía teniéndome a mi encima, en esa postura era yo la que tenía que subir y bajar sobre su polla ayudada por sus manos que me agarraban fuerte de las caderas mientras el hundía su cabeza entre mis tetas.

"Cabalga vaquera, cabalga" dijo Héctor

"¿Qué dice ese chico de cabalgar?"

"Nada, que se han ido a publicidad y ha cambiado de canal y ha puesto una de indios y les dice que cabalguen, ya sabes cómo son los chicos"

"Ese muchacho es tonto cariño, te lo digo yo" me dijo mi esposo

Mientras yo seguía cabalgando sobre la polla de Héctor el saco su cabeza de entre mis tetas y me dijo al oído.

"Dile a ese capullo que este tonto se está follando a su mujer"

Mi marido me dijo que tenía que colgar ya y que mañana llegaría a casa, estaba a punto de colgar cuando Héctor me dijo.

"también puedes decirle que me encanta ver como botan tus tetas al ritmo de la follada o que te voy a dar por el culo en cuanto cuelgue".

Me despedí de mi esposo y colgué, me quedé sentada sobre Héctor con la polla enterrada por completo en mi interior y comencé a besarle en los labios con dulzura, sus manos bajaban por mi espalda y me agarraban con fuerza del culo, se lamió los dedos y comenzó pasarlos por mi ano, haciendo círculos y metiendo la puntita.

Yo fui bajando con mis labios por el cuello de Héctor, luego fui bajando por su pecho, me desenfundé su enorme verga de mi vagina y seguí besando su pecho, su estómago, su pubis hasta llegar a su polla que estaba durísima, la tomé por la base con mi mano y apoyé mis labios en la punta dándole un besito. Después mi lengua fue deslizándose por su miembro hasta llegar a sus huevos, volví a subir por el tronco hasta llegar a la punta de su polla, mis labios besaron su capullo como adorándolo, luego me fui metiendo su polla en la boca muy despacio, primero el capullo, jugando con mi lengua a su alrededor, luego hasta la mitad y luego un poco más, traté de llegar hasta el final pero era imposible tragarse por completo esos 25 cm de carne.

"Para cariño, ponte a 4 patas en la alfombra que este tonto te va a follar por el culo"

Esta segunda vez le costó menos tiempo, se puso detrás mía y escupió en mi ano, apunto su polla y me la metió de un golpe, solo logro meter la punta pero seguía echando saliva en su polla mientras esta vez era yo la que iba echando mi culo hacia atrás deseando sentir su polla en mi culo, quería que aquel muchachote me enculara y tras la conversación con mi esposo mientras Héctor me follaba ahora estaba más cachonda que nunca.

Héctor siguió empujando y yo noté que había llegado al final cuando note sus huevos apoyados en mi trasero, entonces Héctor comenzó a embestirme con fuerza como animado por las cosas que le había escuchado decir a mi esposo.

Héctor seguía bombeando tras de mi y yo colocaba mi culo con las piernas bien abiertas para permitirle mejor sus embestidas, mi esposo jamás me había follado el culo pero aunque lo hubiera hecho no habría sentido lo mismo, ese chico lo hacía de maravilla, parecía un semental embistiendo a su hembra, las estocadas de Héctor eran increíbles y pronto paso de metérmela del culo al coño y del coño al culo, era increíble notar como sacaba su polla y no saber si me la iba a meter por el culo o por el contrario entraría en mi coño.

A 4 patitas mis tetas se bamboleaban de un lado a otro debido a la intensa follada que estaba recibiendo, me llegaba a lo más profundo tanto de mi vagina como de mi culo, notaba claramente cada centímetro del miembro cuando entraba y salía de mi, en medio de las frenéticas arremetidas que me daba Héctor comencé a sentir que me iba a llegar un orgasmo increíble, supliqué a Héctor nuevamente, pero esta vez no lo hice para que me dejara, sino para que siguiera follándome de esa manera brutal, Héctor tuvo que poner sus manos en mi boca para que mis gritos no se escucharan por toda la casa, me corrí de una manera increíble mientras Héctor se detenía dejando su polla en el interior de mi coño, podía notar en mis paredes vaginales la polla del semental que me había hecho descubrir los placeres del sexo.

Me levanté del suelo y le di la mano a Héctor, le senté en el sofá, el aún no había llegado al orgasmo y quería agradecerle haberme hecho disfrutar como nunca, me senté sobre el dándole la espalda y me fui metiendo poco a poco su pollón en mi coño hasta que quedé sentada sobre sus huevos, me sujetó por los hombros y tiró hacia abajo, haciéndome gemir, apoyada en las rodillas de Héctor comencé nuevamente a trotar sobre él, yo saltaba jadeante y sonriente sobre su polla mientras él me estrujaba las enormes tetas, mientras me decía.

"Me encantaría que tu esposo viera como te follo y como te tragas mi leche"

"Me matas cariño, me matas de placer con esta polla"

"Voy a terminar de follarte en la cama del cornudo de tu esposo"

Héctor apagó la TV y en la posición en que estábamos el me levantó en vilo agarrándome por mis nalgas con toda su polla encajada en mi coño, subió las escaleras conmigo encima suya, despatarrada por completo, cuando llegamos arriba de la escalera me puse nerviosa, si alguno de mis hijos hubiera salido de su dormitorio en ese momento se habría encontrado con su madre de frente a ellos, completamente desnuda y abierta de piernas, con una polla enterrada en su depilado pubis y su amigo detrás mía sujetándome por las nalgas.

Afortunadamente eso no pasó y llegamos sin problemas a mi dormitorio, Héctor me tumbó en la cama y me miró a los ojos sonriente, se tumbó entre mis piernas y de un solo golpe de riñones me metió toda su enorme polla en el coño, comenzando a follarme como si quisiera reventarme, yo solo podía jadear:

"Más, mass, mas"

Héctor estaba a punto y yo sabía que era lo que más le gustaba, le eché a un lado y me arrodillé ante el borde de la cama, él se sentó y yo rodeé con mis enormes tetas el pollón del amigo de mi hijo comenzando a pajearle con ellas hasta que estalló en mi cara, pero esta vez yo tenía la boca bien abierta y casi todos los chorros entraron directamente a mi boca, menos 2 que impactaron en mi nariz y mi mejilla izquierda, yo lo tragué como una zorra golosa, como una puta que es en lo que me había convertido en aquel fin de semana.

Héctor bajó al salón y se vistió, me llevó la ropa que habíamos dejado tirada en el salón y se despidió de mi marchándose a la habitación de mis hijos, me quedé tumbada en la cama, sudorosa y con la cara manchada de lefa, relamiendo los restos que habían quedado en mis labios.

Cuando me desperté a la mañana siguiente mis hijos me dijeron que Héctor se había marchado temprano y que les había dicho que me dieran recuerdos de él y gracias por lo bien que le habíamos tratado, a la hora de la comida llego mi marido y yo me comporté como siempre, volví a ser la misma y me apunté a otro gimnasio con la esperanza de no volver a ver a Héctor, pero ayer mi hijo me dijo que había vuelto a invitar a Héctor en casa y no supe o no quise decirle que no, está a punto de llegar y no sé lo que puede llegar a pasar en este nuevo fin de semana.

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