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Hice realidad una fantasía. Follar en una playa nudista (2)

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El chico más joven, que en ese momento estaba lamiendo mi clítoris mientras me metía los dedos, se incorporó, intento agarrar un preservativo, pero el señor, no lo dejó ni acercarse. Con voz bastante sería, dejando claro lo que había, tan solo dijo:

- Espera tu turno.

A mi me hizo gracia el comentario y, a la vez, me puso bastante cachonda que pensase que era suya. Por su actitud entendí que sabía lo que hacía y que me iba a divertir.

Me puso a cuatro, casualidad o no, mirando hacia el chico de mi lado que se seguía masturbando. Noté que el señor me había escupido y, antes de darme tiempo ni a pensarlo, me la metió de una embestida. Empecé a gemir mientras él me daba cada vez más fuerte y me agarraba por la cintura. Parecía que no quería que me escapara y, yo tenía muy claro que de ahí no me iba.

Mientras notaba sus embestidas, empecé a lamer la tremenda joyita que tenía entre las piernas el chico frente a mi. El más joven seguía un poco decepcionado de no poder meterla el primero y se puso a su lado. Me sorprendió ver que ninguno de los dos se quejaba ni hizo algún gesto cuando junté ambos miembros para lamerlos juntos.

Estuvimos en esa posición un rato hasta que el jovencito no aguantó más y dijo que se iba a correr. En ese momento paré al señor de atrás, me saqué su miembro y me tumbé boca arriba. Quería que el chico se corriese en mis tetas y, así lo hizo. Terminó rápido, se limpió y se fue.

El señor volvió a meterla. Esta vez me abrió bien de piernas y empezó a follarme como un animal. No era el mejor en el sexo pero me daba unas embestidas que me hacían ver las estrellas y eso me encantaba.

El chico, metió su miembro otra vez en mi boca. Ahora lo tenía a el encima y podía hacer lo que quería conmigo. Empezó a ahogarme con su miembro, lo notaba en mi garganta, no podía apenas respirar y... me corrí.

Eso le gustó a el señor que seguía dando embestidas cual animal, me la sacó y empezó a masturbarse. Se corrió por todo mi cuerpo, literalmente. Entre la corrida del chico anterior y la suya tenía la cara, pechos y abdomen, empapados.

Siguió los pasos del chico, se limpió y se fue.

Llegó el momento que llevaba rato pensando, quedarme a solas con el chico que, hasta entonces, parecía más tímido pero que tenía la polla más grande que había visto.

Me dijo que me pusiese de pie. Yo no sabía que quería hacer pero estaba a sus órdenes y, menos mal, porque en ese momento no sabía lo que me esperaba.

Se puso frente a mi y empezó a besarme apasionadamente. Me lamía la cara, cuello, pechos, abdomen... Estaba lamiendo todo el semen de los anteriores. Se puso de rodillas, me abrió un poco las piernas y empezó a lamer mis muslos que estaban llenos de flujo. Entre risas le dije:

- Parece que tenías hambre.

El, se incorporó mientras decía:

- Quiero que estés limpita para mí.

Me mordí el labio mientras lo miraba de frente y solo pensaba en que ahora venía lo bueno.

Puso mis manos alrededor de su cuello, agarró mi culo con fuerza y me levantó en brazos rodeándolo con mis piernas. Me la metió sin pensar, me apoyo en la roca de atrás y empezó a follarme mientras me besaba por todas partes. Notaba su miembro entrar una y otra vez en mi, cada vez más rápido mientras besaba mi boca, cuello, pecho... Me estaba volviendo loca.

Entonces paró, me dio la vuelta, mirando hacia la roca, apoyo mis manos en ella y empezó a follarme desde atrás. Me tenía como loca, no aguanté más y me corrí de nuevo.

El volvió a parar, se le notaba exhausto. Estábamos a 40°C en la arena caliente y en ese lado daba el sol en ese momento. Me dijo que no quería acabar pero que se moría de calor mientras miraba hacia el agua. Me dijo que lo siguiese y así hice.

Nos tumbamos en la orilla, haciendo el misionero. El agua nos rozaba despacito de vez en cuando mientras el en esa postura podía metermela mejor mientras me rozaba el clítoris con su abdomen. Sabía muy bien lo que hacía y a mi me estaba encantando. Entonces él se puso de rodillas mientras seguía metiéndola, vió que se acercaban 2 hombres a mirar y me lo dijo. Yo solo respondí:

- Si quieren mirar que miren.

Él sonrió y nos cambió de lugar. Se tumbó en la arena y me dijo que lo cabalgara. Quería que los hombres me viesen y, así hice. Empecé a moverme adelante atrás mientras me rozaba con su abdomen. Los hombres ya estaban a nuestro lado mirando. No aguanté más y me volví a correr. Está vez, estaba tan caliente que tuve un squirt.

A el le volvió loco eso. Tenía la cara empapada y había llegado incluso a mojar a los hombres que me miraban.

Uno de ellos le dijo que tenía mucha suerte, pensaron que éramos pareja y yo solo pensaba en que ojalá lo tuviese cada día para mí.

Me puso a 4, mirando hacia los hombres que estaban sentados a nuestro lado mientras se tocaban. Empezó a follarme fuerte, rápido, mientras lo escuchaba respirar y jadear. Me levantó un poco agarrándome del pelo mmmm me puso a mil. Estábamos de rodillas mientras él me la metia desde atrás. Estuvimos un rato así hasta que me dijo que me tumbara.

Se puso de rodillas al lado de mi cara y me abrió la boca hasta que se corrió dentro.

Se tumbó sobre mi, empezó a besarme. Quería su propio semen, empezamos a besarnos, pasando de uno a otro hasta que me susurró al oído que me lo tragara. Se tumbó a mi lado, los hombres se estaban marchando.

Nos quedamos un rato muy largo ahí, tumbados en la orilla mientras el agua nos rozaba. Al rato me besó, nos incorporamos y me dijo que le diese mi número.

Lo hice, por supuesto. Seguimos quedando, disfrutando y, para mi sorpresa, cumpliendo más fantasías ya que, después de un tiempo viéndonos me enteré que era policía. Lo "pille" mientras hacían un rodeo por unas fiestas y... en otro relato contaré lo que sigue.

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