Kelly pasaba horas en el chat con Saúl, le encantaba que él tuviera atención a sus problemas. Se veían en la escuela y compartían casi todo. Él era su mejor amigo. Se conocían desde la secundaria, cumplían 18 en la misma semana y festejaron yendo al cine. Ahí en la obscuridad de la sala sus manos se entrelazaron, se besaron un par de veces. Pero al final seguían siendo amigos.
El viernes Saúl se acercó a Kelly para invitarla a su casa. —Vienes mañana y vemos una peli. —le dijo mientras chocaba su puño en su hombro. —¿que llevó?—preguntó ella un tanto emocionada. —Nada, yo compro helado y papas.
Se despidieron sin más y el sábado Kelly se puso su vestido a rayas, ese que le hacía lucir bien su figura. Sabía que sus nalgas resaltaban con ese. Además era muy cómodo.
Toco la puerta y abrió una versión con barba de Saúl —Hola, ¿Tu quién eres? —preguntó mirándola de arriba a abajo. —soy Kelly, buscó a Saúl. —¡Vaya que buenos gustos del enano! Pásale está en su cuarto. Subes las escaleras y a la derecha.
Cuando cruzo la sala vio a dos chicos más, uno gordo y otro flaco de lentes.
—¡Madre mía! ¿Quién es esa mamacita? —preguntó uno mientras la seguía con la mirada. —La novia de Saúl —Solo somos amigos. —intervino Kelly.
—Pues tome apunto —¡como la traiga! —agregó el otro.
Cuando entró al cuarto miro a Saúl en shorts, ahora se sentía una tonta por ir tan arreglada. —Pasa, ese vestido me gusta —le dijo mientras le tomaba la mano y la hacía girar. —Gracias, ¿y que vamos a ver? —preguntó mientras se instalaba sobre la cama. —Lo que quieras, algo que no veas en tu casa. —¡¿porno?!
Los dos estallaron en una carcajada y luego Saúl tomó su computadora y tecleó unas cuantas cosas. —¿qué porno quieres ver? —Es broma —dijo ella sintiendo como el color se subía a sus mejillas.
—solo uno, mira de dibujos japoneses, ¿esos te gustan? —Si
Cuando por fin abrió, aparecieron un serie de ventanas con diferentes videos de —¿cuál ponemos? —No se ja ja el que quieras, solo uno.
Un dibujo con cara de niña y una grandes caderas era abusado por una serie de animales de colores. Entraban y salían de ella mientras gemía como loca. Aunque el idioma era japonés, se notaba que disfrutaba. Y Kelly veía de reojo como un bulto crecía en el pantalón de Saúl.
En la sala acabó el juego de Vídeo y en el silencio, unos gemidos se colaron.
—¿Están cogiendo? —solo que ella hable japonés. —Shhh! Dijo René mientras subía lentamente las escaleras y les pedía que guardaran silencio.
Para cuando reprodujeron el décimo video, el bulto dentro del pantalón era difícil de oculta. —Mira Como estás, ojalá tuviera así el cuerpo. LS dibujan bien sabrosas. —tú estás mejor, eres real y tienes más bonitas las nalgas.
—Menso. —le dijo ella mientras se acostaba boca abajo sobre la cama.
—en serio, oye. ¿Puedo verlas? —¿que? —tus nalgas… solo verlas, sin tocar.
—¿y yo que? —te enseño mi… —tu primero. —dijo Kelly.
Cuando Saúl se paró frente a ella, su pulso se aceleró, el bajo de tajo su pantalón hasta los tobillos y ahí a unos centímetros de su cara estaba aquella verga dura y grande. El olor era extraño, pero le gustaba. —ahora te toca a ti.
Se inclinó para alzar el vertido de Kelly y su verga chocó contra su cara, ella apenas pudo moverse para evitar que chocara en su boca. Aun así, residuos de esa verga quedaron en su mejilla.
—¡me vas a sacar un ojo! —Perdón. El dio un paso atrás y la miro subir su vestido hasta la espalda. Sus nalgas son hermosas, redondas y firmes. Además Kelly escogió sus cacheteros de encaje para ese día y lograban que ese culo se viera aún más espectacular.
Sin embargo, ellos pasaron por alto un detalle. Olvidaron cerrar la puerta, su hermano y sus dos amigos estaban amontonados mirando por una rendija. Sin hacer un solo ruido.
En cuanto Saúl puso sus manos sobre el culo de Kelly, ella sintió una energía eléctrica recorrer su cuerpo, las manos de su amigo masajeaban con suavidad, ella con los ojos cerrados disfrutaba del cosquilleo en sus nalgas.
—Solo ibas a mirar. —le dijo con una sonrisa pícara —tú también puedes tocar.
Aunque dudo un poco, con sus manos delgadas y suaves frotaba un poco aquel pedazo de carne, sentía la tibieza en sus manos y el olor que despedía, aunque era extraño seguía poniéndola cada vez más caliente. Quería probar, aunque no tenía idea práctica de cómo hacerlo. Lo más cerca que estuvo de perder la virginidad fue con su antiguo novio, pero a él no se le levantaba ni con grúa.
—¿y si me lo chupas… un poquito? —dijo esperando que ella no saliera corriendo de ahí. —Íbamos a ver pelis, ¿o me trajiste para que te la mamara? —ella quería seguir teniendo el control de las cosas, aunque sabía que está lejos de ello. —Bueno, levanta un poco tu culo, siempre te imagino empinada. —¡que cerdo! —le dijo mientras levantaba su culo y él tomaba con más firmeza sus nalgas. Metiendo sus manos bajo su cachetero.
Mientras tanto detrás de la puerta. Joel, el amigo obeso de René se sacaba la verga para masturbarse. —¿qué haces hijo de puta? —Le reclamó René en voz baja. —está muy buena, yo me la jalo sí o sí. Ricky asintió mirándolos a ambos y bajo su cierre mientras miraban como los labios de Kelly comenzaban a besar la verga de Saúl.
Sentir como aquellos labios rozaban su verga lo prendió más y pronto sus dedos encontraron resguardo en los agujeros de Kelly, ella pegó un respingo y brincó hasta quedar boca arriba, trato de acomodarse el vestido, pero Saúl se lanzó de cabeza entre sus piernas. Su cabeza desapareció bajo el vertido, ahora eran los labios de él los que besaban, el lamía con una intensidad indescriptible.
—¡haaa! ¡Haaa! —Un hilo de voz convertido en gemidos escapaba de su garganta, mientras sentía como se humedecía cada vez más.
—¡Estas deliciosa! —Saúl solo tomaba una pausa para decirle cuanto deseaba que llegara este momento. —¡que rico! —Ella se aferraba a sus cabellos con ambas manos, sosteniendo su cabeza mientras él se hundía en su intimidad.
La humedad entre sus piernas la tenía con los ojos apretados disfrutando de aquella lengua. De la misma manera la boca abierta de los tres tras la puerta babeaban. Los pequeños gemidos los tenían hipnotizados. Tanto que al recargarse en la puerta poco les importaba que se abriera poco a poco. Cuando Saúl sacó su cabeza de entre las piernas de Kelly ella se abalanzó sobre él y metió la verga en su boca. Sentía el sabor, aunque había estado cerca, nunca había probado una verga. Ahora experimentaba el sabor salado de aquel pedazo de carne, sentía como Saúl daba respingos cada que ella chupaba. El sabor en su boca era nuevo, no sabía que tenía de especial pero le encantaba.
—¡haaaquerico!
—…
Ambos estaban con los ojos cerrados, el recibiendo aquellos labios y ella explorando la textura y sabor en su boca, cuando un golpe los hizo reaccionar. El hermano y sus amigos estaban de pie con sus vergas en la mano. El sonido fue del teléfono de Joel que sacó su teléfono y al intentar grabar se le cayó al piso.
—¡No mames! —dijo Saúl mientras veía a Kelly acomodarse el vestido y limpiarse un poco la saliva y fluidos que tenía en la boca.
—¡No es lo que piensas hermanito!
—¿No? —dijo Saúl señalando sus vergas aún al aire.
—Solo queremos un poco —dijo Ricky señalando a Kelly que tenía cara de espanto.
—¿estas pendejo?
—No no, entiendes mal. Solo que nos la chupe un poco —dijo Jöel nuevamente señalando a Kelly.
—¡¿No estaban con su pinche juego de nerds?! —Dijo Saúl ya molesto y señalando a Kelly agregó— ¿y cómo porque ella les va a chupar la verga pendejos?
—Pues pregúntale —Dijo René cerrando el ojo de manera amistosa.
Ahora todos la miraban y ella en medio de todo aquel alboroto tragaba saliva.
—¿Solo chupar? —Saúl la miro extrañado, ¿cómo podía imaginar siquiera chupárselas a esos cabrones cuando a él le tomó años llegar a esa situación?
—Si si, solo chuparias un poco.
—Bueno…
—¡¿QUÉ?! —dijo Saúl ya molestó.
—Tu si puedes hacerme lo que quieras —le dijo tratando de calmarlo, estaba llena de dudas, ¿sabrían igual aquellas vergas? Quería experimentar.
Ella se arrepentiría de esas palabras cuando sintió aquella verga atravesando su sexo, un ardor indescriptible lleno su interior. Mientras ahogaba su grito, Joel metía la fuerza su verga en aquella pequeña boca. Saúl miraba como su verga entraba lentamente, le costaba mucho trabajo meterla, sentía como Kelly se estremecía, mientras de frente veía bufar a Joel, sudaba y tenía esa cara de loco, su hermano estaba mirando cada gesto de ella, Ricky empujaba para tomar turno de aquellos labios.
—¡haaaaa! —El dolor hacía que ella gimiera, el aliento sobre la verga del gordo lo tenía a punto.
—¡No mames vas! —Le dijo Joel a Ricky para evitar venirse tan rápido.
—¡haaaaa! —Le verga de Saúl entró por completo y unas cuantas lágrimas escurrieron por las mejillas de Kelly, rodando hasta mojar la verga de que entraba en su boca, para mezclarse con su saliva y aquel sabor salado.
—¡haaaay! —Saúl miraba como un hilo rojo manchaba el preservativo y chorreaba su cama, estaba aferrado a las nalgadas de Kelly, tenía el corazón acelerado y ahora sentía un frío indescriptible. “Es Virgen” pensó para si.
—¡haaa! ¡Haaa! HAAY! —Saúl tomaba ritmo rebotando contra aquellas hermosas nalgas. Sudaba y no separaba la vista de su hermano y amigos. Como queriendo evitar que se dieran cuenta de que era la primera vez de Kelly.
Kelly aprovechaba los turnos que tomaban los tres chicos delante de ella, para jalar aire y pujar. Había pasado ya el dolor y ahora empezaba a sentir placer. Aunque quería ver a Saúl, le era imposible, entre uno y otro la mantenían mamando verga. Su quijada comenzaba a adormecerse, ya no chupaba, solo mantenía la boca abierta recibiendo los embates de aquellos trozos duros que, entre más pasaba el tiempo más fuerte empujaban, aunque las de los amigos no eran tan grandes, la verga de René si entraba hasta su garganta, se sentía asfixiada, y no podía respirar.
—¡haaag! ¡Haaag! —¡NO MAMES QUE RICA!
—¡déjame que yo ya casi me…! —Joel apenas alcanzó a empujar a René, ni siquiera metió su verga, el semen chocó contra la cara de Kelly, subiendo hasta su frente para luego escurrir por sus mejillas, no podía abrir bien los ojos, un chorro le dejo ambos párpados pegajosos. El líquido caliente le escurría y ella trataba de jalar aire, pero duró poco. Ricky ocupó su boca nuevamente.
—¡haaag! Haaaggg! —Ricky estaba por explotar y mirar a su hermano rebotando contra aquella muñequita lo ponía aún más a punto.
—¡No mames, no mames… haaa! —Unos chorros intensos mojaron la cara ya húmeda de Kelly, ahora podía jalar aire pero el semen le entraba por la orilla de los labios. Además, Saúl empezaba a ir más aprisa. Chocaba contra ella con una fuerza inimaginable, mientras ella contenía la respiración sentía como la mirada se le iba a blanco y el calor en su interior se multiplicaba. Sus piernas perdieron fuerza.
—Aaaah ahhh ahhhh! —Además de probar el sabor a verga, semen y perder la virginidad. Kelly experimentó un orgasmo. Saliendo del trance, Saúl seguía penetrándola, apenas y contenía la respiración entre tanto jadeo, sintió como Saúl salía de ella y enseguida unos chorros calientes bañaban sus nalgas, el restregaba su verga contra sus caderas, podía sentir como temblaba detrás suyo.
—¡Guau! —Cuando escuchó la voz de Joel, recordó que no estaban solos y abrió los ojos. Los tres se jalaban el miembro frente a ella.
Como pudo, Saúl los sacó de su habitación y ayudó a Kelly a llegar al baño. Le presto una toalla para que se duchara. —Ahí hay jabón y shampoo, lo que necesites estaré aquí afuera.
—Gracias —Kelly se quedó un par de minutos frente al espejo, mirando aquellos restos de semen en su rostro. Le gusto todo, pero le encanto tener a Saúl dentro.
Salió desnuda, besó a Saúl, tomó su vestido, él la miraba con la boca abierta. Se despidió, en la sala los tres amigos fingían jugar frente a la consola. Seguían con la verga durísima.
El siguiente sábado Kelly toco a la puerta, René abrió, pero no supo que decir. La miraron subir la escalera con aquella minifalda. Aunque esta vez, el seguro de la puerta les impidió la entrada.