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La casa de las pantaletas

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Estamos viendo un grupo de casas en una zona residencial de las Vegas Nevada en su interior una mujer de mediana edad de cabello moreno con tonos cobrizos, piel suavemente bronceada enfundada en un elegante traje sastre muestra a una persona el lugar.

Su nombre es Marcy y está era la oportunidad de lucirse en su trabajo de bienes raíces, sabía que el lugar no sería fácil de vender y tenía una fama particular.

—¿Alguna pregunta Señor?— dijo ella sonriendo al finalizar el recorrido de muestra.

— Es verdad que aquí las mujeres...— dijo aquel sujeto.

Marcy colocó su mano frente a aquel sujeto y respondió.

—¡Señor!, He estado aquí una semana y solo lo diré una vez— dijo Marcy como si hubiera tenido que decir lo mismo varias veces— ¡No! Me he sentido más "caliente" o "frígida", ¡No!, No he escuchado ningún gemido y ¡No! No he escuchado zapatos de tacón por las noches.

Dijo ella mientras parecía respirar agitada y molesta.

— Tranquila señorita, solo era una pregunta— dijo él mientras colocaba sus manos en señal conciliadora.

Unos minutos después ella despidió a aquel invitado y se dirigió a la sala para dejarse caer sobre el sofá.

Sabía lo difícil que era vender una casa donde se hubiera cometido un crimen, pero nunca espero que cada cliente preguntará lo mismo.

— Al menos este no intento oler la alfombra— se dijo a sí misma mientras se retiraba sus tocones para poder descansar los pies.

Estuvo revisando su teléfono por un momento mientras esperaba la última cita del día y podría declarar su día como terminado.

—¡Oh! Una mujer, genial algo sencillo para terminar el día— se dijo a sí misma.

"Ding Dong"

Marcy escuchó el rítmico sonido del timbre de la puerta principal así que rápidamente se levantó se acomodó su traje y se dirigió a la puerta.

Cuando la abrió una mujer un poco más pequeña que ella estaba esperando.

—¡Buenas tardes!, Soy Marcy y será un placer mostrarle su futura casa— dijo ella sonriendo mientras le permitía pasar.

— Mucho gusto Marcy, yo soy Verónica un placer— dijo la recién llegada mientras entra al lugar.

Marcy iba a empezar a guiar a la recién llegada por la propiedad cuando noto que está parecía sostener discretamente algo en su mano

—¡Por seguridad no se permite filmar la casa!— dijo la mujer mientras se acercaba a ella.

La aludida intentó por todos los medios disimular su nerviosismo pero fue inútil ante la presión de la mujer.

Cuando Valery vio que ella no solo sostenía una pequeña cámara si no también un micrófono inalámbrico se enfadó bastante con la persona que tenía al frente

—¡Deme una buena excusa para no llamar a la policía!— dijo Marcy a la mujer mientras ésta sacaba amenazante su celular.

—¡Por favor no!— dijo ella con temor en su vos— Estoy en un grupo de investigación paranormal—

Marcy roto los ojos con fastidio ya había escuchado que varios grupos de "cazafantasmas" habían intentado "investigar" el lugar pero la compañía inmobiliaria les había negado cualquier permiso.

—Lo siento señorita pero debo pedir que se retire de la propiedad— dijo Marcy con tono molesto en su voz—no puede hacer nada de eso en este lugar ni mucho menos venir con un grupo fracasado y charlatán de cazafantasmas.

—¡Por favor se lo ruego!—suplico Marcy— solo deje que mi equipo y yo hagamos una lectura del lugar para ver qué la casa no está embrujada o poseída o un poltergeist o algo por el estilo.

—¡Enserio "Poltergeist"¡— está ves Marcy parecía más enfada.

—¡Esta es una propiedad normal— Marcy explotó contra la investigadora—no hay árboles creciendo desmedidamente, ni juguetes moviéndose solos o niñas que se las comen los televisores— mientras enumeraba levantaba agresivamente un dedo—con eso me queda claro que son un grupo de charlatanes que quieren desprestigiar esta propiedad y ganar estúpidas vistas en sus canales tontos de YouTube.

—¡No somos charlatanes!— respondió la investigadora— ya nos hemos topado con cosas paranormales en otros lugares, nosotros somos profesionales.

—¡Profesionales! por dios no hay nada de profesional en esta tontería— respondió Valery fastidiada de esta conversación— que hacen solo son un montón de vagos haciendo videos tontos para YouTube hagan algo de provecho como regresar a la escuela.

En el momento en que Marcy estaba discutiendo con la supuesta investigadora paranormal se escuchó un ruido en el piso inferior.

—¡Qué demonios!, ahora también hacen allanamiento de morado— dijo alterada mientras se dirija al sótano

Verónica la siguió de cerca pensando que tal vez había llegado justo en el momento justo para conseguir evidencia.

—¡Esos niños tontos hacen que pierda mi valioso tiempo!— dijo mientras se abría paso a dónde creía que se originan los extraños ruidos.

Ambas mujeres llegaron a la puerta del sótano de la propiedad donde se podían escuchar más claramente los ruidos.

Frente a la puerta ambas mujeres se quedaron mirando fijamente la puerta dudando de entrar o llamar a las autoridades.

—¿Alguno de tus tontos amigos cazafantasmas está contigo?— dijo nerviosa Marcy

—¡No vine yo sola a investigar!, no hay nadie conmigo. -- respondió la caza fantasmas.

Marcy sacó su celular para llamar a la policía pero de repente este marcó que no había señal.

—¡Mierda y no hay señal en mi celular!— dijo Valery mieny miraba la carátula de su celular

—¿Espera qué?— dijo Valery mientras sacaba su propio celular encontrando que estaba en la misma situación.

—¿Y si mejor nos vamos y pedimos ayuda?— dijo Valery poco convencida de los acontecimientos que se desarrollaban frente a ellas

—¡Estás loca! si le llega de pasar algo a esta estúpida casa será despedida será el menor de mis problemas— respondió Marcy abriendo la puerta del sótano y bajando por las escaleras.

Verónica puso su cámara a grabar y fue detrás de ella.

Cuando llegaron al sótano el extraño ruido las condujo a una puerta oculta detrás de un estante que no estaba en los planos principales de la casa.

Valery movió el estante para desbloquear la puerta y tras comprobar que no está cerrada con llave se dispuso a abrirla.

—Va a entrar señorita, ¿no es mejor llamar a la policía para que investigue?— dijo Verónica mientras intentaba detener a la vendedora.

—¡La cazafantasmas es una niña miedosa!— dijo Valery con tono burlón

—¡Tengo nombre sabías me llamo Verónica!— respondió la mujer

—¡Como sea Verónica sígueme!— dijo Valery mientras abría la puerta.

Cuando ambas mujeres entraron a la habitación dos mapaches salieron corriendo lo que provocó que ambas chicas gritaron fuertemente después del susto encontrar un apagador de luz revelando una especie de calabozo sadomasoquista.

—¿Cree qué aquí es el lugar donde torturaba y mataba a sus víctimas?— dijo Verónica mirando fijamente los muros.

—¡Esto no está bien!, Esta propiedad valdrá un cacahuate si las autoridades se enteran— dijo Valery mordiéndose las uñas.

Verónica sigue revisando con la mirada ese extraño lugar, hay fue cuando noto que en el fondo de aquella siniestra habitación había una especie de altar donde descansaba una especie de ídolo.

La estatua parecía hecha de piedra representaba a un ser humanoide con sus alas extendidas en una posición de rodillas su rostro parecía el de un murciélago con una boca llena de dientes afilados entre sus garras sostenía un enorme rubí.

—¿Qué rayos es esto?— dijo Verónica mientras se acercaba a dónde estaba la estatua.

Marcy siguió de cerca a la mujer reparando en la enorme joya en la estatua.

—¡Mi día de pagó!— dijo Marcy mientras acercaba sus manos a la joya.

El rubí emitió un misterioso resplandor que dejó a ambas mujeres con la mirada perdida mientras sus manos se movieron solas hacia su intimidad.

Una y otra vez sus manos frotaban por encima de su ropa sus húmedos sexos así estuvieron un largo rato hasta alcanzar un poderoso orgasmo ambas mujeres cayeron al piso con sus pantis mojadas frente a la extraña estatua.

Cuando ambas chicas volvieron en sí estaban recostadas en el piso de la sala de estar sin saber qué había pasado.

—¿Qué nos pasó?— dijo Marcy mientras se ponía de pie.

—Tal vez fuimos víctimas de fuerzas sobrenaturales— dijo Verónica mientras se levantaba.

—¡No digas tonterías Verónica!— dijo Marcy— será mejor que te vayas—

Mercy vio partir a Verónica sin darle mayor importancia sabiendo que no tendría más citas hasta el día siguiente decidió tomar una ducha y relajarse en el amplio baño de la casa.

Marcy empezó a colocar todos los cerrojos de la puerta y activo sistema de seguridad que tenía la casa.

Ella de repente se dio cuenta que actuaba de manera exagerada y casi paranoide por lo que buscó relajarse

—¡Cálmate Marcy!— se dijo a si misma mientras respiraba profundamente— solo es una niña tonta que quería un tonto vídeo.—

Marcy se preparaba para ducharse en el cuarto de baño se retiró su traje sastre quedando en un sencillo conjunto de algodón color rosa, cuando se retiró sus pantaletas ella noto la profusa mancha de humedad trato de restarle importancia mientras colocaba esa ropa en una cesta que llevaría a la lavandería el día siguiente.

Mientras Marcy se bañaba comenzó a frotar inconscientemente su vagina primero introduciendo un dedo después dos, comenzó a masajear sus tetas y pellizcar sus pezones momentos después mientras el agua caliente caía sobre su cuerpo Marcy estaba totalmente poseída por el placer su mente estaba completamente entregada a las sensaciones que recorrían todo su ser hasta que un poderosos orgasmo la sacó de aquel trance dejándola caer de rodillas en la ducha.

Ella estaba confundida y levemente excitada pero intentó calmarse lo más que pudo.

— Pe… pero qué estoy haciendo en qué momento me... mast... — se fijó a sí misma mientras se levantaba y serrana el agua de la regadera—creo de verdad necesito salir a divertirme, el estrés me está matando y está maldita casa no ayuda.

Abrumada por aquel orgasmo terminó de ducharse y sacó un conjunto de algodón, se puso su pijama, ordenó comida china y se dispuso a ver un poco de televisión para distraerse un poco.

Eran cerca de las doce cuándo ella decidió que era momento de ir a dormir.

—Espero encontrar a alguien que quiera comprar está casa— se dijo a sí misma mientras se metía entre sus sábanas.

La mente de Marcy se encaminó a la oficina de su jefe.

Hay estaba él, un obeso con su ridículo bigote y su estúpida sonrisa usando un traje barato, la miraba como un animal vería un trozo de carne.

—¡Así que la chica exitosa de California no pudo vender está casa!— dijo el hombre sin dejar de sonreír.

—¿Lo estás disfrutando verdad Vincent?— respondió ella con molestia en su voz.

—¿Por qué crees eso?— dijo Vincent sin dejar de sonreír.

Marcy se contuvo lo mejor que pudo no quería levantarse y borrarle esa sonrisa de su rostro con una fuerte bofetada.

—Así que si mal no recuerdo nuestra pequeña apuesta— dijo el sujeto con una gran sonrisa— serás mi secretaria personal por un año.

Marcy se cubrió el rostro por la vergüenza e incomodidad que sentía en ese momento.

—¡Vamos Marcy!, No seas mala perdedora— mientras decía eso él se levantó de su silla y sacó una botella de cristal de un cajón cercano.

—¿Un tragó?— dijo el mientras llenaba dos vasos con un fino whisky.

Mientras tanto en el mundo real Marcy se había levantado de su cama y se dirigió hacia la habitación que contenía el extraño ídolo.

Cuando estuvo frente a la puerta está se abrió sola y los grilletes del techo capturaron sus muñecas y tobillos para poder llevarla dentro de aquella habitación sin que ella opusiera resistencia.

De regreso al sueño Marcy estaba bebiendo el trago que le había ofrecido su jefe de mala gana, podría ser el licor más fino del mundo pero beberlo al lado de él le estaba dando asco.

Pero cuando bajo su copa comenzó a sentirse débil y desorientada.

—¿Que demonios me diste?— dijo Marcy trastabillando mientras intentaba levantarse.

Aquel hombre estaba detrás de ella sujetando firmemente sus senos.

—¡Nada como unos deliciosos melones de California!— dijo él mientras apretaba los pezones a través de la ropa.

Marcy intentó resistirse pero era inútil parecía una muñeca de trapo en manos de su jefe.

—¡No te resistas putita!, Te juro que te gustará— dijo el hombre mientras metía una de sus manos bajo la falda de Marcy.

—¡Alguien quién sea ayúdeme!— ella comenzó a gritar pero su voz casi no sale de su garganta.

Esa acción tubo una reacción negativa en el atacante.

—¡Así que así quieres jugar!— dijo su jefe enojado por la actitud de la mujer.

Con cierta furia él procedió a arrancar la falda y desgarrar la ropa interior de está antes de colocarla sobre su escritorio donde empezó a escudriñar la vagina con sus dedos bruscamente.

—¡Pare por favor!, No le diré a nadie solo déjame ir— dijo Marcy intentando detener el ataque.

—¡Puta mentirosa! Aquí está muy húmedo— dijo el mientras le mostraba sus dedos llenos de fluidos íntimos.

Vincent dejó un momento a la mujer para desabrochar su pantalón y sacar su miembro erecto.

— Relájate Marcy, te juro que lo disfrutarás— dijo mientras colocaba la punta de su pene en la entrada de la vagina de Marcy

—¡Por favor no!— Marcy siente como su jefe comienza a penetrarla sin piedad.

Mientras tanto fuera de ese sueño el cuerpo de Marcy aun colgando del techo por medio de gruesas cadenas era víctima de una fuerza invisible que actuaba como un falo que no solo afectaba su cuerpo si no también su mente rompiendo su voluntad.

Después de unos minutos Marcy fue víctima de un poderoso orgasmo que bañó aquel extraño ídolo con sus fluidos íntimos.

Mientras en sus sueños Marcy era violada de forma violenta por su jefe en la realidad los ojos de aquella estatura brillaban con lujuria mientras esperaba un nuevo baño de fluidos íntimos.

Eran las 6 am cuando la alarma despertó a Marcy en su cama.

— Debo dejar de comer tanta comida china— dijo ella atribuyendo sus sueños a los condimentos en los tallarines que ceno la noche anterior.

Cuando se levantó notó su desnudes le pareció algo extraño pues recordaba haberse puesto una camisa a manera de pijama con una braga de algodón pero no tenía tiempo para pensar en eso ya que tenía asuntos que atender.

Esa casa se venderla ya que por nada del mundo permitiría que esa pesadilla se volviera realidad.

Se vistió con unos leggins, un top sin brasier y unas zapatillas ligeras, después de un desayuno ligero se dispuso a realizar el aseo de la casa para dejarla presentable para las visitas del día de hoy.

Mientras realizaba el aseo notó la misma excitación de la noche anterior, sus pezones se marcaron en el top y sintió una incómoda humedad en su sexo.

Marcy no era fan del auto placer pero algo muy dentro de su mente le decía que Lo hiciera.

Volvió a la habitación que ocupaba en esa casa y empezó a jugar con sus tetas y rozar ligeramente su vagina por encima del leggins.

—Creo aún tengo tiempo para una sesión rápida—se decía así misma con un tono coqueto.

Miemtras se metia un par de dedos en su húmeda vagina a su mente regreso aquel sueño erótico que tuvo con su jefe pero en vez de molestarla la excito mucho más.

Su mente fabricó nuevos escenarios donde ese hombre vulgar usaba cada uno de sus orificios a su placer.

Marcy mantuvo un ritmo animal por varios minutos que fueron tortuosos pero placenteros.

—¡Maldito cerdo!— grito Marcy mientras alcanzaba el orgasmo que buscaba.

Tras calmarse un poco tomo una ducha para limpiar su cuerpo y despejar su mente cuando busco la ropa que usaría para presentar la casa a los posibles compradores por alguna razón decidió usar una tanga de color rojo y un brasier de media copa del mismo color sobre eso uso su traje habitual y unos tacones de color negro.

Así se dispuso a esperar las primeras visitas programadas para ese día…

Continuará...

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