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La mujer más deseada cae en tentación

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Hola, pues este es mi primer relato así que disculpen mis faltas de ortografía y cohesión.

Me llamo Jhoani soy de México de un estado muy bonito, pero principalmente vivo en un municipio donde hay poca gente, desde chica siempre he sido halagada por mi belleza poco habitual en esta zona, me considero una mujer un tanto coqueta, y verdaderamente que noviera.

He besado a muchos chicos y todos me han dicho lo bien que lo hago, sin embargo nunca tuve relaciones sexuales, hasta mis 22 años a pesar que siempre eran insistentes conmigo para hacerlo, nunca lo hice hasta esta edad porque soy de la idea de estar con un buen hombre y formar una familia bonita, esta forma de pesar se me fue inculcada por mis padres, y cómo les repito soy de un lugar pequeño un “pueblito”.

Pues yo trabajo aquí en mi comunidad en una dependencia de la presidencia municipal y me gusta ayudar a la gente, además no gasto en pasajes ni rentas. Hace tiempo un chico de una comunidad vecina me hablaba e incluso venía a mi casa para verme, yo siempre fui atenta con él y me caía súper bien, pronto nos convertimos en buenos amigos, sin embargo al paso del tiempo él se fue de su comunidad y regreso como un profesionista, además pues cambió mucho en aspecto físico, tenía buen cuerpo por lo que me atrajo de inmediato cuando lo volví a ver. Por mi parte yo también cambié; siempre me he caracterizado por tener pompas muy grandes y cintura muy delgada, mi piel es blanca y tersa, mi cabello es negro, tengo ojos claros, mis pechos la verdad que no son muy grandes pero creo que tienen forma bonita, mi cabello es negro y mis labios son grandes y carnosos, pensarás que me estoy describiendo como una modelo pero realmente es así mi anatomía, por eso tengo muchas personas interesadas en mi desde los 13 años.

Pasando a lo siguiente, mi amigo cuando llego a trabajar a su comunidad vino a buscarme para tener una relación de novios conmigo a lo que yo accedí pues me gustaba mucho y era súper buena onda conmigo, pasaron los meses, lo que era un noviazgo “normal” se convirtió en una relación meramente formal, a lo que decidimos pasar al siguiente paso, lo elegí a él para tener mi primera vez (será una historia para después) todo era perfecto en nuestras vidas, sin embargo mi novio tuvo que irse de aquí por cuestiones de trabajo, eso me partió el alma en dos pues incluso ya teníamos planes de casarnos y tener hijos, pero solo lo pospusimos, así que mantuvimos una relación a distancia, no había día que no pensara en él, había días en que quería su compañía, hacerle el amor, sentirlo dentro de mí, pero trataba de contenerme, solo a veces me tocaba muy ligeramente. Pues el tiempo pasó y las relaciones a distancia afectan demasiado, las desconfianzas se hacían presente, los celos y todas estas cosas absurdas.

Cómo les mencioné en un principio yo trabajo en una dependencia municipal por lo que usualmente tengo que conocer gente de gobierno que traen proyectos y demás, conocí a un chico de estos que vienen un tiempo por dicho proyecto y después se van, de inmediato supe que le guste pues veía su mirada que me recorría todo el cuerpo, veía en sus ojos el morbo cuando me veía de espaldas y yo lo sorprendía. La verdad no me molestaba pues estaba acostumbrada a esto toda mi vida, lidiar con las miradas perversas de los hombres, con el paso de los días nos fuimos conociendo más y más pues frecuentábamos diario por el trabajo, como a los 3 meses de conocernos me propuso ser su novia, a lo que me negué pues yo aún andaba con mi novio y lo quería demasiado. Solo quedamos en tratarnos como amigos, a lo que el acepto, pasaron los días y mi confianza en él se hizo mayor, incluso me invitaba al lugar donde rentaba a ver películas, a jugar juegos de mesa, a ver el fútbol, o a solo platicar después del trabajo. Yo me sentía muy cómoda con él pues era muy abierto conmigo, me contaba de sus anécdotas, sus historias. Realmente le empecé a tomar mucho cariño, había días que me resultaba muy atractivo; él es moreno, delgado, su pelo es quebrado, tiene muy linda sonrisa.

Un día, me enoje con mi novio por teléfono por lo mismo de sus celos, por lo que durante el día estuve muy distraída y mi amigo lo notó así que decidí platicarle lo que pasaba, me dio consuelo, me invito en la tarde a ver el partido de fútbol, por lo que no estaba segura de ir, le dije que lo “pensaría” cuando llegue a mi casa no pensaba en otra cosa que en mi novio, después de un rato se convirtió en coraje, me dio igual realmente. Tome una chamarra y fui a casa de mi amigo.

Toque la puerta, abrió con una cara de sorprendido me dijo:

- “Creí que no vendrías, me da gusto que estés aquí, pasa”

Entre a su casa y me senté en su sillón, él se sentó a lado mío, me ofreció algo de beber por lo que no acepté nada, me pregunto qué cómo seguía y le dije que bien, pero realmente en mi estaba muy triste, se mojaron mis ojos, el me vio, y lo que hizo fue abrazarme, sentí su calor muy acogedor, estuvimos abrazados un buen rato cuando de pronto sentí un beso en mi cachete, después otro, yo moví mi cabeza a estar labio con labio, comenzamos a besarnos poco a poco, despacio y cada vez más frenéticamente, comenzamos a sacar lo que teníamos dentro, sentía su lengua pasar sobre la mía dando círculos, poco a poco abría la boca, podía sentir sus labios carnosos hacerme pequeñas mordeduras, sentí cómo su mano bajaban de mi hombro hacia mi cintura por lo que decidí ser la primera en que llevara el control de la situación, puse mi mano derecha en su pecho y haciendo juegos de arriba hacia abajo rozaba su bulto por encima de su pantalón, él lo noto de inmediato y cambió su mano hacia por encima de mis senos, los tocaba con mucha fragilidad como si los fuese a romper, baje mi mano y la puse firmemente en su bulto, moviendo mis dedos queriendo apretar y no. El apretó más fuerte mis senos, yo los tengo muy sensibles a lo que hacía gemidos muy leves haciéndole notar que me fascinaba que los tocara, en un momento repentino bajo rápidamente el cierre de mi chamarra, yo instintivamente me la quite, me comenzó a besar el cuello recorriendo de mis hombros hacia arriba hasta mis orejas, estaba muy caliente, de pronto sentí su mano fría por debajo de mi blusa yendo hacia arriba rápidamente por debajo de mi sostén, yo apreté mi mano que tenía en su bulto sintiendo su erección, después levante un poco su playera, desabroche poco a poco su cinturón junto con el botón de su pantalón, eso lo volvió loco por lo que metió su otra mano al juego debajo de mi blusa, una me seguía tocando los pechos y la otra se misionaba a la tarea de desabrochar mi sostén, seguí por bajar el cierre de su pantalón, note su erección que hacía apuntarme por debajo del bóxer, con la palma de mi mano comencé a masajearle por encima cómo exprimiendo una naranja, al hacer esto el me levanto la blusa quitándomela junto con mi brazier dejando al descubierto mis senos rosados y firmes de la excitación pude notar su cara de asombro a ver tanta belleza, en ese momento le baje el bóxer sacando al descubierto su verga morena con una gotita color transparente en la punta, me puse en cuclillas y con la donita que siempre traigo en mi muñeca mi hice una coleta, el noto la acción así que se acomodó mejor en el sillón y abrió las piernas, con mi mano alcé su miembro para ver sus testículos, me acerqué para besarlos, sus vellos acariciaron primero mi cara, al darles el beso, sentí cómo se contrajeron quizá por la sensación, comencé a recorrer con mis labios su pene de arriba hacia abajo notando cómo daba brincos, en un momento introdujo su miembro en mi boca, sintiendo su líquido preseminal, medio ácido en mi lengua, comencé a hacer movimientos de atrás hacia adelante, bajando su glande con mis labios, en una mirada note su excitación, pero sabía que lo haría venir muy rápido si seguía así, yo estaba muy excitada, él me puso de pie, siguiendo sentado y me hizo voltearme con dirección a la televisión, sentí como sus ambas manos trataban de bajarme el pantalón y no podían, por lo que desabroche poco a poco, bajando el cierre y fui bajándolo poco a poco, quedando solo con mi pantaleta de color blanco con encajes, sentí sus manos recorrer mis glúteos, los apretaba y los soltaba firmemente dijo:

- “Que nalgotas tienes”

Por lo que no conteste, solo sonreí, puse mis ambas manos en la orilla de mis pantaletas, y en una lluvia de placer las comencé a bajar poniendo al descubierto eso que muchos ansían, mis perfectos glúteos ricos y firmes, en ese momento sentí sus dedos por detrás, embarrando mis fluidos vaginales por dentro y por fuera, eso me excito demasiado, la verdad no aguante más y di un paso hacia atrás y comencé a sentarme, con una mano en su pierna y la otra tratando de guiar su pene hacia el orificio de mi vagina, sentí el calor que este propiciaba, cuando lo sentí en buena posición puse mi otra mano en la otra pierna de él, poco a poco comencé a bajar más y más, sentí cómo su cuerito bajaba y cómo se iba poniendo más duro, luego sentí sus manos en mis glúteos que tenían un apretón conciso, comencé a subir, a bajar lentamente, incrementando la velocidad poco a poco, en un movimiento de salió, escuche un ruidito como cuando sacas algo de un lugar muy mojado, lo tome con mi mano y estaba su verga empapada de mis fluidos, la volví a guiar y seguí montando su verga deliciosa, no pensaba en otra cosa más que placer, sus manos cambiaron de lugar entre mis piernas y donde comienza la cintura, en un momento con ambas manos me jalaron hacia él, deteniendo mis movimientos, no entendía que pasaba cuando de pronto sentí cómo su pene estaba muy duro, un chorro caliente invadió el interior de mi vagina, seguido de varios, yo no hice por pararme y el no dejaba de jalarme hacia el fuertemente, sentí como su pene daba pequeños brincos dentro y eso me estimulaba demasiado, después de aproximadamente un minuto me soltó, yo me levanté y sentí como el líquido tibio salía de mi, escurriendo el sillón, la alfombra, mis pantaletas y mi pantalón. En ese momento la calentura se esfumó, sabía que había hecho un error, que podría quedar embarazada por lo que acababa de ocurrir, levante mis pantalones y mis pantaletas, no me limpié, me puse mi brazier, mi blusa y mi chamarra solo dije:

- “esto fue un error”

Y salí casi corriendo, vi su cara de miedo, solo me dijo que esperara y no me detuve, al llegar a mi casa noté varias llamadas perdidas en mi celular, entre al baño, con un poco de papel y mis calzones abajo, recorrí de atrás hacia adelante mojándolo con la enorme cantidad de semen que “el otro” había depositado en mi…

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