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Le revelo a mi madre quien es el enmascarado

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Después del último encuentro con mi madre que me pidió que me quitara la máscara pasaron, varios días para volver a tener algo ella y yo.

Fue el 5 de enero cuando me mandó un mensaje diciendo que si me podía llamar, lo que respondí que si tuvimos una larga llamada donde ella me decía que estaba muy prendida y quería volverme a ver para tener sexo, que si podíamos vernos al día siguiente para darle su regalo de día de reyes.

Yo le dije que si, que estaba libre ese día a lo que me cito en un hotel a las 3 de la tarde que llegara puntual fue lo que dijo.

Llegó el día siguiente y me dirigí al hotel, al llegar toque la puerta ella me abrió, traía una bata larga, donde solo podía ver sus enormes tetas que sobre salían de la bata. Me invito a pasar, me dijo que me pusiera cómodo, por lo que me pidió que me desvistiera y me quedara en puros calzones, saco dos copas y una botella de vino tinto, salimos al balcón y comenzamos a beber, ella quería brindar, por los momentos felices que habíamos pasado y por qué ir según ella tenía mucho que no se sentía así de feliz que por qué tenía mucho sin tener relaciones, yo la verdad no le creí ya que mi madre es una MILF que se levanta a cualquiera y estoy seguro que cada que sale con sus amigas levantan a alguien para que les de su cogida, pero en ese momento me deje llevar y brinde con ella, seguimos platicando, ella se sentó en mis piernas, me abrazo y nos besamos varias veces, puso algo de música y me pidió que bailara con ella, a lo que accedí a complacerla, estábamos bailando muy pegados y mi pene se comenzó a poner erecto a lo que ella lo notó y más se pegaba a mi.

Me pidió que me acostara, saco una bolsa de fresas y chocolate, me puso chocolate en algunas partes del cuerpo y me empezó a comer el chocolate y mordía las fresas, me puso gran cantidad de chocolate en mi pene y después comenzó a mamarlo muy lento, yo quise agarrar su cabeza para que subiera el ritmo, a lo que ella me quitó las manos y me dijo que no que ella iba ser su trabajo, mamaba lentamente, me agarraba el pene y me masturbaba lento quería que disfrutara, luego se llevaba mis huevos a su boca y los chupaba, así duro buen tiempo, hasta subir el ritmo, parecía que sabía cómo hacer eso, después de varios minutos ya no pude aguantar más y le dije que ya iba terminar, puso más chocolate en mi pene y siguió mamando hasta que ya no pude más y terminé en su boca, fue algo delicioso.

Me pregunto si me había gustado y yo con la cabeza le dije que sí que me había fascinado, le dije que era mi turno, tome chocolate y le puse en varias partes de su cuerpo, disfrute sus hermosas tetas su pezón se puso erecto y duro de lo excitada que estaba, después comencé hacerle un hermoso sexo oral donde chupaba su vagina e introducía dos dedos logrando llegar al clímax y hacerla tener un orgasmo podía ver cómo blanqueaba los ojos, y como se retorcía de placer, ya que termine me pidió que se lo metiera pero quería que me pusiera sus piernas en mis hombros y la penetrara con mucha fuerza que estaba demasiado excitada, a lo que le hice caso, le introduje mi pene y empecé a darle duro, con una mano tocaba sus tetas y después colocaba dos dedos en su boca y ella comenzaba a mamarlos.

Mientras gritaba y gemía de placer, su clítoris se comenzó a poner duro ella con una mano se pegaba en el clítoris y después de unos minutos ella tuvo otro orgasmo, lo pude notar por qué de su vagina salía gran flujo vaginal, saqué mi pene me puse de rodillas frente a sus enormes tetas y me hizo una rusa, logré terminar y llenarle de leche la cara y parte de su cuello, me acosté a un lado de ella ya que los dos estábamos exhaustos, pero después de unos minutos me empezó acariciar mi pene y se empezó a poner duro.

Ella se levantó y puso su culo en mi cara y me dijo que le diera un beso negro, a lo que yo obediente empecé a mamar ese culo y ese orificio, después que ya lo tenía muy húmedo se puso de perrito y me dijo que por favor se lo metiera por el culo, que ya no aguantaba que le diera rudo por ahí, por lo que se lo deje ir de una ella gritó a lo que yo pare por el susto pero ella dijo sigue sigue no te detengas, nuestros cuerpos chocaban con cada embestida que le daba, ella gritaba, gemía y me pedía que la nalgueara fuerte, después me dijo que le apretara fuerte las caderas que ya iba acabar qué no parara que siguiera, cuando de su boca salió un ya por favor para yaaa, pero ahora el excitado era yo por lo que no pare y seguí dándole hasta que termine su culo quedo inundado de leche, su ano se veía color rojo, sus nalgas tenían mis manos pintadas y sus caderas mis uñas, se tiro a la cama y me dijo el mejor sexo que e tenido en mucho tiempo, me pidió que me acostara con ella y nos quedamos buen rato abrazado, después ella me dijo:

M: bueno después de un gran sexo, ahora viene lo que me dijiste la vez pasada, quítate la máscara.

Yo pensé que se le había olvidado pero como todo caballero, le dije que ella me la quitara, ella se levantó y me la quito poco a poco, al ver que era yo su propio hijo la estuvo culeando, se quedó en shock con la boca abierta y de pronto me dio una tremenda cachetada.

M: maldito cómo pudiste estarme cociendo y yo de tonta que nunca me di cuenta, me dan ganas de matarte.

Y: tranquila puedo explicártelo.

M: no me vas a explicar nada, tienes suerte que a mi me haya encantado tener estos acostones, que te advierto, este no va ser el último y ya no tenemos que andar viniendo a hoteles, ahora hasta en la casa lo podemos hacer, ahh y te digo que de una vez vayas dejando a tu mujercita.

Después de decirme varias cosas, me invito a bañarme con ella y después nos fuimos a la casa, creo que nació una relación de madre e hijo y la verdad no sé si estemos bien haciendo eso pero es algo que nos gusta, pero no sé hasta dónde parar...

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