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Me acosté con mi jefa por despecho, pero fue lo mejor
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Tiempo de lectura: 5 minutos

No suelo involucrarme con compañeros en el trabajo y mucho menos de una jefa, pero venía de muchos problemas sentimentales y ella llegó literal a salvarme de todos. Morena, delgada, alta y más grande que yo por un par de años! Que más le podía pedir a la vida? Comenzamos cuando ella me beso, sus manos eran grandes, más que las mías y su piel Morena era lo que hacía que con sus besos y sus labios carnosos se posaban en los míos.

Usaba pantalones negros y pegados y sus nalgas se marcaban tan sutilmente al pantalón que cuando llegaba por detrás siempre replegaba mi pene a sus bellísimas nalgas. Voz sutil y besos dulces y un gran Faje que nos dimos a unas cuadras de nuestro trabajo solo me excitaba pero no concretábamos nada hasta que por fin decidimos ir a un hotel de Tlalpan. Nos citamos y llegue tarde, ella molesta me esperaba con unos jeans y una blusa blanca. Molesta pero dispuesta a disfrutarlo llegamos a donde el hotel y rente la habitación. Dejamos. Nuestras cosas en una esquina y comenzamos a besarnos yo la comencé a despojar de su blusa, cuál fue mi sorpresa al ver un par de pechos apretados por el bra, su piel Morena bellísima y cuando desabrochó su bra y se lo retiro, un par de pechos enormes cayeron hasta su estómago. Ella es delgada así que comencé a besar su cuello para probar esos deliciosos pechos enormes, sus pezones eran negros, muy negros y yo comencé a quitarme la camisa y el pantalón mientras ella hacía lo mismo. Una vez yo desnudo y con el pene duro ella se puso en 4 sobre la cama. Sus pechos tocaban las cobijas mientras levantaba su trasero redondo al Aire mostrando una tanga negra la cual retire para encontrarme con su hermosa vagina. Era negra igual que sus pezones, pero rosa en el interior. No sabía si meter mi lengua dentro de ella o simplemente penetrarla. No quería perder el tiempo pues se veía tan húmeda así que acerque mi pene y con el glande comencé a rozar su vagina, sentía su humedad y suavidad mientras ella gemía suavemente. Acomode mi glande en au vagina y lo metí lentamente. Era hermoso ver cómo se perdía entre lo negro de su piel y cómo su lo rosa se comiera mi pene negro. Esta tan excitado que arremetí fuertemente contra ella y ella gimió más fuerte. Comencé a cogerla, arremetiendo y sintiendo por dentro como mi lente tocaba sus paredes internas mientras veía por el espejo que estaba frente a nosotros el ir y venir de sus enormes pechos. Me agache un poco para tocar uno y sentir su pezon duro. Mientras seguía arremetiendo contra ella. Ella comenzaba a cansarse y yo a sentir como estaba por venirse. Empuje su espalda contra la cama y solo deje su culo en el aire y la cogi más duro. Ella gemía y decía:

-si, no pares, si, más, duro…

mientras sentía por dentro como iba llenando y apretando más hasta que por fin tenso su piernas y sentí su humedad por dentro, como su corrida recorrió mi pené hasta el glande y entonces cedieron sus piernas. Bajo su pelvis y yo seguía dentro de ella, excitado así que la volteé boca arriba. Yo quería probar esos pechos enormes y comencé a besarla. Sus pechos se desparramaban por doquier y eso me excitaba más. Tomé mi orne y lo introduje nuevamente, ella seguía sensible y se sentía tan húmedo que solo gimió sutilmente cuando entre de nuevo. Tomé un pecho y acerque su pezon a mi boca mientras arremetía nuevamente contra ella. Lo hacía suavemente, sutilmente mientras mascaba su duro y negro pezon. Ella jugaba con mi pelo y acariciaba mi cabeza hasta que comenzó a excitarse de nuevo. Sentí su mano en mi nalga derecha y cómo guiaba la

intensidad de mis movimientos. Nuevamente gemía y lo disfrutaba, fue cuando la besé de nuevo, en su boca con la mía sentía la misma humedad que en su interior. Abrí mis ojos y me la cogi un poco más rápido para ver sus pechos cómo iban y venían. Me excitaban demasiado pero apretaba mi pene para no venirme. Ella se excitaba más y más, tocaba con si mano mi pecho, iba de nuevo a mis nalgas y las apretaba para que metiera mi pene por completo dentro de ella. Entonces! Puse sus piernas encima de mis hombros, sus pechos se acomodaron en el centro. Un espectáculo maravilloso. Tomé uno para llevarlo a mi boca mientras metía hasta el fondo mi pene y comencé a cogerla tan duro. Ella se ponía roja y con sus manos agarraba ambos glúteos y me pegaba y apretaba. Mientras yo me la cogia más duro cada vez más duro.

-Ya, ya, vente, vente conmigo, más, así,

mientras ella repetía eso yo la interrumpí en un momento con mis besos mientras me la seguía cogiendo. Cuando sentí dentro de ella como se tensaba para terminar. Deje de besarla y continue más duro hasta que gimió tanto pero aguanto por dentro ese gemido para no gritar. Mientras sentía como por dentro se llenaba nuevamente mi pene de sus deliciosos jugos. Comencé a bajar lentamente sus piernas para recostarla y recostarme a su lado, yo seguía excitado y ella solo me pregunto:

-porque aún no te has venido?

-Porque quiero venirme dentro de ti!

Fue mi repuesta

-Entonces! Porque no te has venido dentro aún?

-Porque quiero venirme dentro de ti en un anal.

Se volteó para darme la espalda mientras me acomode para meter mi pene en su ano.

Sentí el roce de sus nalgas, su piel hacía sentir sensible a mi pene aún duro. Ella tomó con sus manos mi pene y le dio dirección directo a su ano. Estaba apretado y un poco húmedo por los fluidos que ya había decretado. Sentí cómo iba penetrando poco a poco las paredes mientras apretaba fuertemente mi pene. Sentí como ciertos gránulos de eses rozaban mi glande y por fin sentí como estaba en el fondo. Esa sensación caliente de estar dentro me excita, me excita demasiado. Sentí como de mi pene comenzaba a salir un poco de semen y comencé a cogermela. Toque sus enormes pechos con ambas manos, después baje una mano hasta su vagina y comencé a meter mi deseos dentro de ella. Roce mi pene con mis dedos por dentro de ella, solo nos separaba la piel interna pero podía sentirlo, era como masturbarme por dentro. Sentí el calor y como su ano cedía a mis arremetidas. Estaba sumamente excitado y sentía un calor maravilloso por dentro. El mismo calor que sentía que recorría desde mi pene, una y otra vez, sudaba demasiado y escuchaba sus gemidos y sentía su dolor. Metí hasta el fondo mi pene, abrí sus nalgas para que entrara completo y comencé a sentir que me venía. No quise dejar de disfrutarlo pero era inevitable. El pene en el fondo y yo a punto de estallar cuando ella hizo un movimiento hacia atrás y no pude más. No se si había eses adentro pero sentí como mi pene expulso todo el semen, sentía cómo le era complicado entrar por lo apretado del ano pero cuando por fin salió todo sentí una ex citación tal, que solo apreté fuertemente sus nalgas y hundí mi pene hasta el fondo. Me vine y no quería moverme. Sentía cómo seguía saliendo de mi un poco más de semen y le pedí que no se moviera, quería seguir sintiéndome dentro de ella mientras mi pene aún estaba firme. Poco a poco sentí cómo iba perdiendo fuerza y se bajaba con su propio esperma, retire mi pene y sentí un placer, ella se giró y me abrazo. Comenzamos a charlar mientras recuperaba energías. Platicamos un poco y pedí algo de comer, estaba exhausto. Subió el servicio a la habitación y antes de comer comenzamos a besarnos nuevamente. Me recosté y ella se puso encima de mi. Comenzó a cabalgar me mientras yo me excitaba al ver sus pechos caídos como se movían. Los tomé y comencé a mamar su pezon como si hubiera leche allí dentro. Creo que si hubiera salido algo de allí seguro me vengo en seco. Me cabalgo y le pedí que se tocara, que se masturbara mientras cogiamos. Lo hizo y comenzó a tocarse, veía su rostro disfrutar mientras se tocaba y yo mamando y mordiendo sus pezones hasta que apretó fuertemente sus piernas y se vino! Sentí como sus fluidos recorrían mis testiculos hasta el medio de mis nalgas y llegaban hasta mi ano. Es delicioso sentir eso.

-Te viniste?

Me pregunto.

-No! Pero si quieres…

-Es que quiero que te vengas en mi boca.

Se recostó a mi lado mientras comencé a masturbarme, ella ayudaba con su boca, mojaba mi pene con su saliva mientras yo movía mi mano. Cuando estuve a punto acerque su cabeza a mi pene, su boca en mi glande a punto de expulsar el semen, sentía su lengua y pronto sentí como comenzó a mamar ella sola cuando me vine, siguió mamando y yo expulsando semen hasta que deje de hacerlo. Estaba sensible y ella con semen en su boca, me miró! Y se lo trago mientras volvía a seguir mamando mi pene.

-Te gusto?

Me pregunto.

-Vaya que si! Me ha gustado tanto que por eso estoy narrando este maravilloso encuentro. Ame que no le tuviera asco a haberlo hecho anal y después mamarme el pene para venirme en su boca.

Terminamos eso con un beso, largo e intenso para después comer algo y terminar en el baño. Yo no podía más que observar y admirar su cuerpo perfecto. Esa fue la única vez pero daría todo por volver a vivir esa maravillosa experiencia.

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