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Me terminaron dentro por primera vez

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Conocí a un chico mayor a mi. Tengo 27 y él tiene 35. Son 8 años de diferencia pero no me importó. Desde que nos conocimos hemos conversado un montón y compartimos el mismo sentido del humor, valores, etc. Incluso estuve por ilusionarme con él pero me dijo que no estaba emocionalmente disponible. Aunque no estemos en plan de enamoramiento, las ganas, los coqueteos y la tensión sexual es palpable.

Hemos salido varias veces aunque a veces conversamos más por chat. Eso ha hecho que nos conozcamos bastante y ahora nos tenemos cierto cariño.

Un sábado en la casa de su primo nos pusimos a beber. Jugábamos cartas, tomamos, nos reímos, bailamos. No nos habíamos visto como por un mes más o menos, pero por fin nos vimos donde el primo.

Como 4 am que por fin dejé de conversar con el primo, este chico me hizo señas para que suba con él.

Subo al cuarto y le encuentro todo acostadito y con pijama.

Me acerqué molestándole y empecé a besarle despacio. Los besos se volvieron más y más apasionados, más rápidos, más agitados. Enseguida me senté sobre él y empecé a moverme de adelante hacia atrás. Él seguía besándome y agarrando mis senos con fuerza. Primero sobre la blusa y luego por debajo. Mientras lo besaba sentí que intentaba desabrochar mi bra desde atrás. Era de los que se abrochan por adelante así que me lo sacó con todo y blusa. Empezó a besarlas delicadamente con su respiración agitada y me acuerdo haberle sacado la camiseta.

Como por complicidad, los dos nos quitamos el pantalón y por fin, por fin sentí su pene dentro de mí. Yo gemía y sentía cómo él me agarraba con fuerza la cadera para ayudarme a saltar más rápido sobre él. Luego me muevo nuevamente de adelante hacia atrás y cambié de posición. Me paré en cuclillas y seguí cogiéndolo. Se escuchaba como aplausos el choque de mis nalgas sobre sus piernas.

Cambiamos de posición nuevamente y me hace ponerme en 4 sobre la cama. Él se para detrás y me vuelve a meter su verga en mi vagina. Se siente delicioso.

Pongo las manos sobre mi espalda para que él me las agarre con fuerza mientras me sigue penetrando. Luego veo que se pone a grabar mientras me cogía. Abría mis nalgas para ver mejor lo que estaba pasando, y las agarraba, las separaba, como admirando todo lo que hay en medio. Me acarició con fuerza pero con determinación.

Seguíamos así cuando nos acostamos de nuevo e hicimos un 69. Él no dejaba de comerme la vagina. Sentía su lengua en mi, haciendo círculos, su saliva en mi, sus babas, su respiración ahí abajo. Mientras tanto yo besaba sus muslos, y me metí toda su verga a la boca. La chupaba, succionaba, me la metía entera y luego sólo la punta. Acariciaba con mis labios y jugaba con la lengua.

Me vuelvo a sentar sobre él y a saltar sobre su pene para sentirlo una vez más entrando y saliendo de mi. Ahí él quería comerme. Me pregunta si quiero 69 de nuevo o si prefiere que baje.

Tuve su cabeza entre mis piernas. Lo agarré del cabello mientras volvía a sentir su lengua en cada parte y cada pliegue de mi vagina. Se sentía riquísimo. Estaba muy excitada, gimiendo y sintiéndolo cerca. Cambiamos turnos y seguí comiéndolo a él hasta que terminó.

Terminó en mi boca todo su delicioso semen caía por mis labios. Lamí y me tragué todo lo que se regaba y caía por su verga sobre su estómago.

Recuerdo que quiso intentar por atrás, creo que hasta introdujo uno de sus dedos por mi culo, pero me dolía y yo sé que me suele doler así que no pasamos a más.

Nos quedamos abrazados, agitados, sudados, todavía excitados tratando de recuperar el aliento. Creo que nos dormimos enseguida, si todo esto fueron como hora y media tirando con todas nuestras fuerzas.

Dormí plácidamente como 2 horas y luego siento sus caricias en mi cadera, cintura, busto. Estaba pidiendo más. Dejé que me bajara el pantalón y que introdujera su pene nuevamente. Estábamos acostados de cucharita, él detrás mío. Fue un poco difícil, pero una vez encontramos la posición adecuada sentí como me embestía con todas sus fuerzas. Sentí cómo empezaba a lubricar, cómo me iba excitando cada vez más, gimiendo cada vez más. Me sentí sensual, deseada, más excitada todavía. Estaba a punto de terminar, incluso eyacular. Se sentía delicioso. Cada vez que entraba su verga, cada vez que la sacaba más fuera y la volvía a introducir sólo me prendía mucho más.

Por algo nos tuvimos que detener, creo que escuchamos pasos fuera de la habitación. Me vestí de nuevo pero me quedé con toda la gana de que continuemos. Me quedé con la sensación de mi vagina completamente lubricada, mojada, que me pedía que la sigan cogiendo.

Nos reímos, hablamos de música, nos molestamos, me subió un poco de agua y le regué sobre su camiseta para molestarle. Jugamos, y nos reímos hasta que sentí que me estaba cayendo encima la resaca del día anterior. No me sentía bien así que me tapé nuevamente con las cobijas. Luego llegó él, se acostó al lado mío igual bajo las cobijas y me decía que estoy tentándolo en esa posición. Le dije que caiga en la tentación. Me volvió a bajar el pantalón y nuevamente estábamos intentando lograr esa penetración tan deliciosa.

No podíamos porque estaba muy apretada mi vagina, pero introdujo uno de sus dedos. Ufff sentí el cielo por un segundo. Luego nuevamente hasta que por fin sentí como en un thrust violento entró todo su miembro en mí. Una, otra, otra y otra vez. Él agitado, su verga cogiéndome e introduciéndose en mi varias veces. Su mano subió hasta agarrar mis senos. Primero sobre el bra y luego debajo. Ufff delicioso. Su otra mano en mi cadera para seguir penetrándome. Así algún tiempo, nuevamente yo excitada, mojada, tratando de no gemir tanto porque escuchamos nuevamente ruidos en el corredor.

El primo estaba cerca pero no era motivo de interrupción. Me dijo que quisiera terminar dentro y le dije que lo haga. Seguíamos tirando, seguía cogiéndome, hasta que sentí más rapidez, más intensidad, más fuerza y en esas su mano toda fuerte me agarró de la cadera y me presionó fuertemente contra él. Sentí más mojado todavía, sentí algo delicioso dentro de mí. Sentí su semen calientito, su verga palpitando, mi vagina palpitando más y absorbiendo todo lo que dejó dentro de mi. Yo temblaba, él trataba de recuperar el aliento. Su semen resbalando por todo mi canal vaginal. De-li-cio-so. Nunca había sentido algo parecido. Retiró su pene delicioso y yo escurría su semen por todas partes. Me vestí y aún agitada y temblando supe que fue una de las mejores veces que me han cogido.

Hasta ahora lo pienso y lo re pienso.

(9,29)